Tip:
Highlight text to annotate it
X
Estoy muy feliz que podemos escuchar, lo que hoy hemos escuchado escuchamos.
Este es el camino al avivamiento.
Este camino el cual hemos escuchado, me impide dormirme en Sion -
- Toca la trompeta en Sion;
- Alerta a mi pueblo santo.
Si la trompeta da un sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
La Palabra que hemos escuchado hoy, nos ha despertado para la batalla.
Así que podemos ver dónde está el verdadero problema.
¿Qué es lo que Dios busca? Lo podemos ver en Efesios, capítulo 1:
«Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él.»
¡Qué gran meta tenemos para nuestras vidas!, ser santos y sin mancha.
Presentarnos a Dios en amor. Impulsados por el amor. Obligados por el amor.
Motivados por el amor. ¡Oh, qué necesidad despierta esto en mí!
En una de las cartas escritas por los hermanos, él dice: «Dios, dame amor y no te pediré nada más.»
Al estar motivados en esta dirección, no puedo estar dormido en Sion.
Hay mucho por hacer. ¿Por qué?
Porque Dios quiere ser todo en todos.
El desea ser toda nuestra vida.
¡Que alegría que podemos escuchar tales palabras!
Tengamos una motivación interna, para ver la esperanza que hay delante de nosotros.
Está escrito en Filipenses, capítulo 3.
El deseo en mi corazón es seguir adelante.
Necesitamos esta luz que nos despierte.
En Filipenses capítulo 3, verso 13:
«Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: -
- olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, -
- prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos.»
Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; para llegar a la meta.
Jesús pudo decir: He acabado la cerrera.
¡Quiero acabar la carrera!
Este es el tiempo que podemos acabar la carrera,
donde todo el pecado ha sido condenado.
Todo lo que el Espíritu ha revelado ha sido condenado.
En medio de esta carrera hacia la meta, debo ser consciente.
Hay muchas cosas que pueden distraernos de la meta.
Seremos confundidos en nuestros pensamientos.
Sin embargo, el mensaje que escuchamos hoy es para guiarnos de vuelta al camino correcto, a ser conscientes.
¡El pecado en la carne tiene que ser condenado!
Debo purificarme de todo lo que vive en mi naturaleza humana.
Esta es la meta que debo proseguir.
Que Dios nos despierte, para poder ver y proseguir la meta.
¡Acabemoss con el pecado!
Estemos preparados para Jesús.
Llegaremos a este gran llamamiento, que es la naturaleza divina de Dios.
Con este objetivo al frente, debo ser consciente que he condenado al pecado en la carne,
así que puedo hacer como Jesús: ¡El acabó la carrera!
Dios envió a su Hijo al mundo para condenar al pecado en la carne, y está en nuestra misión.
Este es nuestro desafío mientras estemos aquí. Esa es nuestra tarea.
Entonces también podremos regocijarnos en las tribulaciones, porque el pecado se ha ido.
¡Oh, qué gran esperanza tenemos! Qué alegría hay en nuestros corazones.
Esto no es solo una ideología o un cuento de hadas.
Acabaremos la carrera si realmente escuchamos lo que se habló hoy. Lo lograremos.
Pablo dijo: He acabado la carrera. Yo también espero poder acabarla.
También tengo una meta por delante, y no puedo dormirme en Sion.
Estoy motivado a estar despierto en mi hombre interior.
Como resultado, habrá un avivamiento ardiente en nuestros corazones.
Mi anhelo es tener más parte en esta vida divina. Que Dios nos fortifique en esta dirección.