Tip:
Highlight text to annotate it
X
-Ese día comenzó como cualquier otro.
Poco sabía yo que...
ese sería el comienzo del final para todos nosotros.
La Guardia de Élite de Plastro atacó al amanecer.
Eran cientos de ellos, atravesando aquel portal como un enjambre furioso.
La Compañía Bravo era un grupo variado de experimentados comandos.
Nos dispersamos ante el ataque de los marrones.
Riff, el "Hombre Bazuca" y yo nos separamos del resto...
nos cubrimos y analizamos la situación.
Los marrones tenían soporte aéreo.
Nuestros chicos no supieron qué los golpeó.
-Buen trabajo.
Plastro se ha rendido.
La victoria es para la Nación Verde.
-Pero usted sigue aquí, Coronel.
-Tenemos un... problema.
-¿Problema?
-Al parecer, todos los marrones se han rendido,
excepto por una facción aislada renegada.
-¿Operación Venganza?
-No podemos estar seguros.
Enviamos un escuadrón de reconocimiento,
pero no ha dado señales de vida.
Interceptamos este mensaje de radio...
-Habla Lord Malice.
No teman a la rendición, hermanos,
pues ha llegado un nuevo amanecer...
-Hace un mes,
uno de nuestros laboratorios de armas fue atacado.
El objetivo, era robar nuestros moldes de producción...
moldes de soldados de infantería.
Malice controla a esos renegados en el Mundo Real,
y ahora puede crear un ejército mayor.
La Ceremonia de Paz es esta noche.
Si él planea algo, quiero saberlo de inmediato.
Te necesito, para que rescates al escuadrón de reconocimiento perdido,
recuperes los moldes, y detengas a Malice.
-Será pan comido, Señor.
Le dije a mis chicos que se divirtieran antes de la Ceremonia de Paz,
que empezaría exactamente a las 1700 horas.
En la Ceremonia, Plastro y Grimm firmarían el Tratado de Rendición.
La guerra terminaría.
Pero mi instinto me dijo algo diferente.
Tenía un mal presentimiento acerca de esta misión...
un muy mal presentimiento.
-¡Ese torpe de Plastro ha cometido su último error!
¡Los marrones nunca se rendirán ante el ejército verde!
De hecho, para la puesta de sol, ya no habrá ejército verde.
¿Está listo el Dispositivo de Venganza?
-Sí, Lord Malice. El paquete ya fue entregado.
-¡Excelente!
¡Que empiece la fiesta!
-Mi corazón se detuvo cuando vi el documento.
Planeaban detonar una bomba en la Ceremonia de Paz.
El Coronel Grimm y mi escuadrón estaban allí...
y estaba a punto de empezar...
no había tiempo.
Trataba de pensar desesperado dónde estaba la bomba.
Allí es cuando él apareció...
¿Sí, qué pasa?
-Ha pasado tanto tiempo, Sarge.
Oh, cómo he esperado por este momento.
-Era Malice.
Pude reconocer su voz por la cinta.
-Me hubiera gustado verte durante la firma de paz.
-Malice, la guerra terminó.
-¡La guerra terminará cuando yo lo diga!
Quería decirte que envié un regalo a la ceremonia de esta noche.
Una pequeña... ofrenda de paz.
-¡La estatua!
¿Estás loco?
¿Destruir Ciudad Verde?
-¡Fantástico! ¿No?
-¡Pero Plastro está allá!
Y los Héroes...
-Un pequeño sacrificio, ¿no crees?
¡A cambio de la dominación del mundo!
Además... tú entiendes el sacrificio mejor que nadie.
¿No es así, Sarge?
¡Esta noche, comenzará una nueva era!
¡Mi ejército vengador tomará el control,
mientras Ciudad Verde se desmorona!
-¿Por qué haces esto?
-Sólo para verte sufrir,
cuando tus amados soldados ardan en llamas frente a ti.
-Te juro, que si algo llega a pasar...
-¿Qué harás?
Eso pensé.
¡Nada! ¡Nada!
¡Todo está en tus manos!
¡No!
Mientras me dirigía a la Zona Cero,
mis peores miedos se volvieron realidad.
Grimm...
Scorch...
Thick...
Hoover...
Shrap...
y Riff.
Muertos... todos muertos.
Por favor, Lord, no...
-¿Sarge?
-¡Vikki!
Resiste, todo estará bien.
-Parece que no habrá baile después de la Ceremonia de esta noche. ¿Eh, Sarge?
-Oh, Vikki.
-Te amo, Sarge.
-Ey, conozco este lugar.
Sí, lo conocía. Ya había estado aquí antes.
En cuanto olí la baldosa,
los recuerdos volvieron instantáneamente.
Fue mucho antes de los Héroes.
Yo era sólo un muchacho, bajo el mando del Comandante Gooding.
Gooding era el mejor oficial de Grimm.
Vigilábamos el punto de evacuación.
Allí es cuando todo se puso feo.
Gooding nos había guiado hacia una trampa.
Todo fue muy repentino.
Aún puedo oír los gritos... oler el plástico quemado.
¡Bravo a Tango! ¡Bravo a Tango!
¡Necesitamos apoyo aquí, y rápido!
¡Ubicación: Foxtrot-3!
¡No resistiremos mucho más!
Llamé pidiendo apoyo aéreo.
La situación estaba por ponerse caliente...
¡muy caliente!
Debía actuar rápido.
De lo que fue nuestro escuadrón, no quedaba más que plástico derretido.
Incluso Gooding cayó... no tuvo oportunidad.
La guerra es el Infierno.
¡Todos murieron! ¡Vámonos de aquí!
-Antes de que te mate... ¿por qué?
-Aún no te has dado cuenta, ¿no?
No recuerdas...
-¿Recordar qué?
-A mí...
-¡Comandante Gooding!
Contemplaba el rostro de un hombre muerto...
o eso creía.
-Ahora recuerdas.
¿Recuerdas también, cómo me abandonaste para morir aquel día?
-¿Abandonarte?
¿De qué estás hablando?
-¡Vamos!
Acaba conmigo para siempre...
-Pero tú estabas... te vi...
Y entonces me lo dijo...
me contó lo que pasó ese día...
pero su versión era diferente a la mía.
Cuando sufrimos la emboscada,
él dijo haber recibido la primera bala...
y una segunda...
y una tercera.
-¡Hawk! ¡Hawk!
¡No me dejes!
-¡Todos murieron!
-¡No!
-¡Vámonos de aquí!
-¡Dios, no!
¡No me dejes!
Maldito...
Tú me abandonaste para morir.
-¡Pensé que estabas muerto!
-¡Estaba vivo!
Pero cuando el helicóptero se fue aquel día,
el Comandante Gooding murió...
¡y Lord Malice nació!
Al final los marrones me encontraron.
Me rearmaron, pieza a pieza.
Me tuvieron más piedad que mi propia nación.
-¡Mataste a tantos inocentes!
-¡Nadie es inocente en la guerra, Sarge!
Desde ese día,
he soñado con hacerte sufrir como yo sufrí.
¡Quería que tú pagaras!
-Había terminado...
Esperé ese momento por tanto tiempo,
y ahora, no sentía nada.
Malice estaba muerto.
Grimm, los Héroes y Vikki...
todos muertos.
Traté de encontrarle sentido a lo sucedido,
pero el único pensamiento claro que cabía en mi cabeza,
era que la guerra no tiene sentido.
La guerra es el mismo Infierno...
y el Infierno...
es para los Héroes.