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Vamos a mezlcar
la primera de las claras
con un poquito
de sal
y los 25 gramos de Maizena, que como os digo son
una cucharada
sopera llena.
Ahí los tenemos.
Vamos a mezclar hasta conseguir
una cremita
uniforme. Estoy inclinando el bol para que lo veais. Se hace con rapidez,
esta harina se diselve con rapidez. No vamos a necesitar ningún
tipo de llevadura o gasificante. Vamos a coger estas 2 claras de huevo
y un poquito de sal (una pizca de sal)
y las vamos a batir con una batidora manual o eléctrica, de varillas.
Yo las tengo batidas aquí.
Lo vamos a mezclar
con movimientos envolventes.
Un poquito más de clara.
Haciéndolo de esta manera, separando en tres partes,
vamos a conseguir trabajarlas con mucha más facilidad
y se nos queden montadas,
sin grumos de clara
a punto de nieve que no estén mezcladas,
¿de acuerdo? La tercera parte...
Todo lo que nos queda. Ahí lo tenemos...
y hacemos lo mismo: movimientos de arriba a abajo, movimientos envolventes,
no en círculos, para que no pierdan el aire, y las claras
no se nos bajen. Y como os digo no necesitaremos ningún tipo
de levadura,
levadurina o gasificante.
Esto es todo lo que necesitamos para nuestra base.
Lo que haremos ahora es ponerla
en un molde
desmoldable
al que le pondremos una hoja
de papel vegetal (papel de horno) en el fondo,
porque como no vamos a usar grasas ni mantequilla,
de otra forma se nos pegarían las claras en el horno,
al hacerlas en el horno se nos pegarían.
Vamos a echar nuestras claras
dentro
del molde. Me voy a ayudar, para aprovecharlas mejor, con una lengua (espátula)
de silicona. Extiendo un poquillo
sin aplastarla.
No hace falta que sea una...
base demasiado homogénea,
va a crecer en el horno y se va a colocar
ella misma en el horno, además luego va a ir cubierta con la crema
de queso por encima,
así que no hace falta, pero como veis, está repartida por toda la superficie.
Y ahora la vamos al horno, que tenemos precalentado a 150 grados,
durante unos 10 o 12 minutos hasta que esté doradita...
y luego seguimos seguimos con la crema de queso.
Para la crema de queso
lo que haremos será poner en un bol,
2 yogures y medio. Esto son 300 gramos de yogur natural
cero por ciento,
600 gramos
de queso de untar 0%, comprado o hecho en casa. Yo este lo he hecho
desuerando por 48 horas
dos tarrinas (1kg)
de queso fresco batido (queso quark)
cero por ciento
hasta conseguir esta textura.
Vamos a utilizar zumo de limón,
de hecho son 3 cucharadas: una, dos,
tres cucharadas de zumo de limón
y lo vamos a mezclar todo.
A esto luego le añadiremos
edulcorante
y un poquito de sal.
Esto lo podemos mezclar utilizando unas varillas, utilizando una cucharada,
o utilizando una batidora...
de... eléctrica.
¿de acuerdo?
Continuaremos batiendo luego.
Lo que vamos a hacer también es que vamos a necesitar...
jjaj, tenía la mano manchada. Vamos a necesitar 7 láminas de gelatinas neutra y
150 mililitros de agua. Medidlos, es importante que no se pase demasiado de
esta medida.
Lo que haremos con la gelatina será, como de costumbre,
(os lo voy a enseñar con una sola lámina)
la vamos a cortar
en trocitos, para que esto nos ayude a hidratarla con más rapidez,
y a que se disuelva con más rapidez. La cubriremos con los 150
mililitros de agua.
Aquí tendríamos que poner las siete hojas. Lo dejaríamos 2 o 3 minutos,
para que se hidratase bien y quedase blandita,
y luego lo llevaremos
al microondas o en un cazo al fuego,
durante 1 minuto o minuto y medio, hasta que se deshagan por completo.
Eso lo he hecho ya,
lo tengo aquí,
como podéis ver
está completamente deshecha, totalmente transparente.
y he dejado que templase.
Si la ponemos en caliente
se hará escamas,
y estropeará la textura de la tarta.
Lo vamos a mezclar entonces,
con la mezcla anterior de queso y yogur,
removemos un poco, mezclamos,
y vamos añadiendo,
hasta conseguir una pasta suave y consistente.
os recuerdo que la gelatina tiene que estar templada.
Añadiremos ahora, por último
edulcorante: líquido o en polvo
al gusto. 1, 2 cucharadas o algo más si os gusta
muy dulce.
Y por último,
un poquito de sal.
Y terminaremos de mezclar.
De acuerdo, ahora esta pasta, esta crema de queso la vamos a poner
sobre
la base que habíamos hecho con anterioridad,
que está horneada y tiene este color ligeramente dorado.
Lo que vamos a hacer
es abrir
el molde, que ya está frío.
Vamos a retirar el papel de horno, despegando con suavidad la masa.
Retiraremos el papel de horno. Volvemos a colocar
la base,
el aro
y volvemos a cerrar asegurándonos de que quede hermético.
¿de acuerdo?
Ahora lo que haremos, simplemente será
echar la crema de queso
sobre la base,
aprovechándola bien
con una lengua (espátula)
de silicona, con una cuchara...
esta mezcla no necesita horno. Esta mezcla la vamos a llevar llevar
a la nevera (al frigorífico)
durante tres
o cuatro horas,
para que cuaje completamente la gelatina y quede firme.
Para la gelatina de color
lo que haremos
será poner
a hacer una infusión fuerte de frutos rojos,
con 2 sobres de infusión
en un vaso
de agua caliente.
La vamos a poner
y la dejaremos 4 o 5 minutos,
para que tenga tiempo de tomar un bonito color y un sabor intenso.
Lo que haremos también será
cojer 4 hojas de gelatina
y ponerlas a hidratar,
para ello
las cortamos
y las cubrimos
con agua fría,
y las dejaremos también
el tiempo
que le lleve a la infusión
tomás su color y su sabor.
Como veis
la infusión ya ha tomado color.
Vamos a retirar los sobres.
y vamoa a añadir
la gelatina, que ya está hidratada
(¿lo veis? esta es la consistencia)
dentro de la infusión que aún está caliente.
Vamos a añadir también
una cucharada
de zumo de limón,
que está colado, para que no lleve fibras ni pepitas.
Removemos
para deshacer completamente la gelatina.
Ahora
dejaremos
que la infusión
se temple (se enfríe)
antes de cubrir con ella la tarta de queso.
La infusión está ya fría,
le pondremos
edulcorante,
porque esta infusión es
un poquito dulce, pero le hemos añadido limón,
así que tenemos que endulzarla.
¿de acuerdo?
Muy bien, pues solamente nos queda
poner
esta gelatina fría
sobre la tarta y para eso nos vamos a ayudar de una cuchara, para que no caiga
la gelatina a chorro y no haga un agujero sobre la superficie.
Ponemos la cucharita,
creo que lo podéis ver. Quizás si la acerco más aquí... así se ve bien.
De esta forma cae de forma más suave, y vamos a echar toda la gelatina,
que os recuerdo que es
un vaso de agua,
es un poquito más de un vaso de agua,
ahí está.
Y la llevamos de nuevo al frigorífico, durante otras 3 o 4 horas
para que cuaje esta capa de gelatina de color. Preferentemente dejad esta tarta de
un día para el otro para que todos los sabores asienten y la gelatina
tome su firmeza definitiva. La tarta así estará mucho más rica.