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Me acuerdo regresando a la casa, lloraba porque me habían acosado e intimidado tanto en la escuela. Un día, se
burlaron de mí 12 veces. Decidí que si una persona más se acercaba y me acosaba,
hasta ahí llegaría. Me rindo. Ya no más. Entonces, al final del día escolar me monté
en mi silla de ruedas, y me tocó pasar por el frente, pero esperé que nadie me viera, y una niña al otro lado
del parque gritó mi nombre: "¡Hola Nick!" "Excelente. Aquí llegó la burla." Se me acercó
y mirándome a los ojos dijo, "Nick, simplemente quiero que sepas que te ves
muy bien hoy." Y pensé, "¡Que asombroso! Es exactamente lo que necesitaba." Ella no tenía
la menor idea que tan deprimido o triste estaba. Algunas veces en tu propio
trabajo, en tu empresa, en tu colegio... no se trata de ti y cómo te sientes. Toma una
perspectiva distinta y verás cómo puedes animar a otros... cómo puedes amarlos y darles esa inspiración.