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La revista naval de una nación es siempre un evento solemne,
sobre todo cuando honra el aniversario de un monarca o líder del gobierno.
Es una demostración del poderío de las fuerzas navales,
y pone en valor las banderas de los países cuyos buques participan en este gran evento.
En 1897, la Armada Imperial rusa
participó en la gala por el sexagésimo aniversario del reinado de Victoria de Gran Bretaña,
con el flamante crucero acorazado Rossia.
El crucero Rossia era el sexto buque de la Armada rusa con ese nombre;
antes de él existieron cuatro fragatas y un acorazado con cañones de 120 mm
Este nuevo crucero se creó siguiendo los conceptos usados para el crucero Rurik;
tenía un blindaje más eficaz, calderas acuotubulares avanzadas,
un armamento artillero más poderoso,
y un motor especial para cruceros que le concedía mayor velocidad y autonomía.
Se cree que el Rossia y después el Gromoboi,
provienen de la misma serie de cruceros que el Rurik.
Sin embargo, son tres buques distintos.
Para el diseñó del nuevo crucero blindado,
se centraron en obtener una mejor protección de blindaje,
alta velocidad de travesía y una mayor autonomía de crucero.
La eslora máxima del Rossia era de casi 148 metros;
su manga, de más de 20 metros,
y el desplazamiento total, de unas 12 000 toneladas.
El cinturón blindado, fabricado con el blindaje más resistente de la época, el Harvey,
alcanzaba los 203 mm de grosor.
El castillo tenía unos mamparos de 305 mm.
El armamento primario del Rossia englobaba 4 cañones de 203 mm
diseñados en la Planta Estatal de Obukhov,
e instalados en barbetas protegidas en ambas bandas, a proa y popa.
El armamento de medio calibre se componía de 16 cañones Canet de 152 mm,
la mayoría de los cuales iban montados en casamatas en la cubierta de la batería
El armamento secundario incluía:
12 cañones Canet de 75 mm para combatir contra lanchas torpederas,
20 cañones de 47 mm y 18 cañones de 37 mm
diseñados por la compañía francesa Hotschkiss.
Además, el Rossia tenía cinco tubos lanzatorpedos de 381 mm sobre la línea de flotación;
dos en cada banda y otro en la proa del buque.
El crucero se modernizó durante la guerra ruso-japonesa y la I Guerra Mundial.
El Rossia se puso en grada en mayo de 1895 en presencia del emperador ruso Nicolás II.
Tras menos de un año, en abril de 1896, el crucero se botó oficialmente.
Su primera travesía fue el verano siguiente, y terminaría con la revista naval de Inglaterra.
En octubre de 1897, el Rossia zarpó de Krondstadt rumbo al Extremo Oriente.
La ruta iba de Nagasaki hasta Port Arthur y después hacia Vlasdivostok.
En julio de 1899, el crucero se alistó en el Escuadrón del Pacífico ruso.
En 1903, se creó el Escuadrón de Cruceros de Vladivostok.
Su núcleo lo formaban los hermanos del Rossia,
el Gromoboi y el Rurik.
El Rossia se convirtió en su buque insignia y participó en la guerra ruso-japonesa.
El 27 de enero de 1904, los nipones atacaron al escuadrón ruso.
Poco antes, habían pintado los cruceros del Escuadrón de Vladivostok
con un camuflaje de combate verde oliva
y cuando recibieron la noticia del ataque a los buques rusos en Port Arthur,
el Rossia, el Gromoboi, el Rurik y el Bogatyr zarparon hacia su primera campaña de combate
Su objetivo principal era atraer el fuego de la flota nipona y alejarla de Port Arthur.
En las incursiones que tuvieron lugar entre abril de 1904 y abril de 1905,
el escuadrón de cruceros liderado por el Rossia destruyó y capturó 15 buques de transporte
y multitud de buques menores.
Las operaciones de combate de los cruceros rusos forzaron al enemigo a concentrar
todo el escuadrón del almirante Kamimura en el mar del ***ón.
Así, se cumplió a la perfección el objetivo principal de los cruceros.
La batalla más dura del crucero Rossia, durante la guerra,
fue una escaramuza con un escuadrón de cruceros blindados japoneses
que tuvo lugar el 1 de agosto de 1904, en el estrecho de Corea, cerca de Ulsan.
Los nipones superaban en número al escuadrón ruso y tenían un mejor blindaje y armamento.
En el curso de la épica batalla, que duró cinco horas,
la Armada rusa tuvo que retirar al Rurik, en muy mal estado,
y el Rossia sufrió graves daños que resultaron en 213 muertos o heridos.
Tras ser reparado, el buque sirvió hasta el fin de la guerra en el Extremo Oriente,
protegiendo Vladivostok de posibles ataques japoneses,
y llevó a cabo otra incursión contra las líneas comerciales enemigas.
Tras la guerra, el crucero volvió al mar Báltico, lo repararon,
participó en maniobras de la flota, y condujo algunos cruceros de instrucción
para la Escuela de Suboficiales en el Atlántico, el Caribe y el Mediterráneo.
Durante la I Guerra Mundial, el Rossia fue el buque insignia de la 2ª Brigada de Cruceros
en el mar Báltico y cumplió sus tareas habituales:
participó en campañas contra las líneas comerciales alemanas,
desplegó minas, condujo operaciones de reconocimiento,
y apoyó a buques ligeros de las Flota del Báltico.
A finales de diciembre de 1917, el Rossia, dentro de un escuadrón de cruceros,
llevó a cabo una difícil travesía de cuatro días en aguas heladas desde Helsinki hasta Krondstadt
donde lo pusieron en reserva.
En 1922, dieron de baja al buque y lo mandaron al desguace.
Cuando lo remolcaban hacia un desguace en Alemania, el Rossia encalló cerca de Tallin,
sugiriendo que era reacio a la jubilación.
Tuvo una larga y célebre carrera,
lo pusieron en grada en presencia del último emperador de Rusia,
lo presentaron a la reina de Gran Bretaña, y participó en dos guerras.