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Estando las gafas colocadas correctamente, se asentarán cómodamente sobre el puente de la nariz y
no se deslizarán durante la prueba.
Si las gafas no se colocan correctamente, se pueden mover.
Si las gafas se deslizan, el registro de datos será impreciso.
Primero… Ponga las gafas en la cara del paciente, sobre el puente de la nariz.
Haga pasar la correa por encima de las orejas del paciente hasta la parte trasera de la cabeza.
Ajuste la correa lo suficiente como para que las gafas no se muevan horizontalmente durante la prueba.
Es importante dejar un poco de juego en los cables para que la cabeza se pueda mover durante la prueba
enganchando el cable en la ropa del paciente en la parte superior del hombro.
Verifique que los ojos estén bien abiertos y que la posición de los párpados no interfiera con el registro de datos.
De ser necesario, ajuste la piel alrededor del ojo:
Separe la parte inferior de las gafas de la cara,
tire la piel debajo del ojo hacia abajo y vuelva a apoyar las gafas para mantener la piel en su lugar.
Separe la parte superior de las gafas, tirando de la piel que está encima del ojo
hacia arriba y vuelva a apoyar las gafas para mantener la piel en su lugar.