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Asia-Team Presenta: "Hwang Jin Yi"
Episodio 21
¿Quién anda ahí?
¡Vamos!
¡No sabía que usted iba a caer justo en nuestras manos!
¡Deténganlo inmediatamente!
No voy a huir. ¿A dónde quiere que vaya?
¿Sabes lo que quiero que hagas, verdad?
Por favor...
Nos podemos ir.
¡Suelta! ¡Suéltame!
¡Señora!
¡Él trabajó tan duro para poder hacer esto para usted...!
Él estaba tan feliz al ver que el guhmungo estaba siendo hecho.
Mírelo cuidadosamente. Él mismo grabó las palabras.
"Ji Eum - mi amiga que comparte mi música"
¡Quítate! ¡Quítate!
¡He dicho que te quites!
- ¡Cálmese! - Tengo que ir a la Capital.
- Tengo que ir con él. - No hay nada que pueda hacer.
Tengo que estar con él. ¡No dejaré que él esté solo!
¿Cree que él quiere que sea así?
No lo convierta en un hombre que no pudo proteger a su propia mujer.
¡Escuche! Él no va a querer que usted sea así.
- ¡Yo quiero ser así! - Nada cambiará.
- Tanto usted como él... - Morirán.
¡Ambos moriremos! Yo sé que él no quiere que yo actúe así.
Es por eso. ¡Es por eso que yo debo ir!
Él... Ese hombre tonto...
lo arrojó todo por mí.
Arrojó sus sueños y sus esperanzas por mí.
Si es la última vez... Si es la última vez que lo puedo ver...
No puedo dejar que vaya solo. ¡No lo dejaré morir solo!
¡Yo... yo moriré con él!
¿Qué?
¿Has dicho que Kim Jung Han ha sido arrestado y puesto en prisión?
Sí, Su Majestad.
Abran la corte de inmediato. Yo mismo lo juzgaré.
Tomaré su vida a cambio de su crimen.
¡Así que Myung Wol...! ¡¿Qué le ha pasado a ella?!
- ¿A dónde se la han llevado? - Myung Wol no ha sido arrestada.
¿Es eso cierto?
Sí, Madama.
¡Está viva...! ¡Está sana y salva!
¿Dónde puede estar?
¿Dónde podría estarse escondiendo?
¿Dónde estamos?
Esta fue la casa temporal de Ministro Principal cuando él estaba construyendo su hogar.
Es un buen lugar para ocultarse.
¿Él es tu padre?
¿Es tu padre el Ministro Principal?
Si no lo fuera, tú no podrías entrar aquí tan libremente.
Has leído demasiados cuentos de hadas.
Ese hubiera sido un buen final.
Yo hubiera podido...
salvar a tu amado y ganar tu confianza.
Pero desafortunadamente estás equivocada.
Mi padre es el mayordomo del Ministro Principal.
¿Pero por qué has cambiado de parecer?
Estabas lista para irrumpir en la prisión y entregar tu vida.
¿Por qué me pediste que te ayudara a encontrar un lugar para esconderte?
No... es aún el momento de morir.
Quiero encontrar la manera de salvarle.
Tengo que salvarlo.
Después de eso podré morir.
¿Dónde está esa mujerzuela con la que escapaste?
- No lo sé. - ¿Cómo te atreves a mentir aquí?
Esa mujerzuela mal nacida fue tu esposa por muchos años ¿pero no sabes dónde está?
¿Cómo es eso posible?
Dinos la verdad. ¿Dónde está esa ramera de Myung Wol?
- No lo sé. - ¿Soltará tu lengua la tortura?
¡Comiencen inmediatamente la tortura!
¡Tortúrenlo hasta que diga la verdad!
¡Qué historia de amor tan conmovedora!
Está al borde de la muerte, ¿y aun así la protege?
No podemos permitir que él haga eso.
¡No podemos permitir que proteja a ese amor suyo!
Ve y busca en la Capital. ¡Encuentra a Myung Wol!
¿Encontrarla en la capital?
Tenemos que encontrarla y arrojarla frente a Kim Jung Han.
Un hombre que no puede hacer nada sino mirar como muere su mujer.
Ese sería un tremendo espectáculo.
Pero Excelencia, ¿realmente usted piensa que Myung Wol está en la capital?
Ella sabe que morirá si es encontrada.
Desde luego que está aquí. En eso consiste el amor.
Ese tonto deseo de entrar en el fuego aunque sabes que te quemarás.
Eso es lo que es el amor.
Tengo que ver al señor Byuk *** Soo.
¿Quien cree que apoya más la idea de verlos a ustedes dos muertos?
Es el Señor Byuk *** Soo.
- Lo sé... - ¿Entonces?
Pero ese hombre es el único que tiene en sus manos la llave de la vida de él.
¡Anunciando a Su Majestad!
¿Cuál es tu crimen?
¡Habla! Dímelo con tus propios labios.
Abandoné mi puesto como oficial Real.
Así pues soy culpable de traición.
Soy culpable de tomar como esposa a una cortesana del gobierno.
Abandoné a mi Rey...
y huí de él.
Lo sabes muy bien.
Y lo recitas también tan elocuentemente.
¿Entonces sabes cómo tienes que pagar por tus crímenes, no es así?
No hay forma de pagar por mis crímenes, Majestad.
Por favor, quíteme la vida.
¿Por qué no ruegas por tu vida?
¿Por qué no imploras que te perdone la vida?
No sé...
de qué otra forma...
pagar por mis crímenes.
Sí, debo quitarte la vida. ¡Debo ordenar que te maten!
¡No fue solo una vez sino dos!
Abandonaste a tu Rey. No puedo permitir que no seas castigado.
¡Majestad...!
Te quitaré tu vida.
Pero no te dejaré morir en paz.
Te haré morir lentamente, en sufrimiento y tormento.