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Es el tamaño y la potencia. El camión es como un amigo.
Juntos superamos situaciones difíciles.
Estamos como conectados.
En Europa, el número de camioneras es menor al cinco por ciento.
Trabajando para la compañía de transporte finlandesa Rinta-Könnö-
-Johanna Noppa, de 26 años, es una de ellas.
Tenía 19 años cuando un amigo me contó...
Conducía un enorme, fantástico camión-
-y me dijo: "no te puedes imaginar lo fantástico que es".
Y yo: "¡Quiero hacer lo mismo!"
Para ello, Johanna se apuntó a un curso de conducción-
-donde aprendió a manejar un camión de transporte de madera.
Hoy, lleva cuatro años con el transporte de madera.
El curso era práctico-
-de cabo a rabo.
Es todo lo que hago en la actualidad, el curso me enseñó muchas cosas.
Me dio una buena base.
Bueno, estoy cargando mi camión, es como si fuera un baile.
El camión puede averiarse en las carreteras sin asfaltar o embarradas.
El trabajo de camionera es un trabajo lleno de desafios.
De momento, he salido airosa de toda clase de situaciones-
-aunque la potencia puede haber facilitado las cosas.
Siempre he encontrado una forma.
Siempre se te ocurre una solución.
Bueno, por ejemplo, cuando estás en un sitio realmente complicado-
-un lugar que nadie puede atravesar-
-y has dado realmente todo lo que tienes-
-y cuando lo consigues... ¡Eso es lo mejor!
A pesar de que hay pocas camioneras-
-Johanna está convencida de es un trabajo hecho para las mujeres.
¿Por qué no es apto para mujeres?
Claro que lo es. Depende de ti.
Si eres una mujer y tienes la más mínima sensación-
-de que trabajar de camionera está hecho para ti. ¡Pruébalo!