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-¡Hermano! -¡Jamil!
¡Jamil!
Así como me quitaste a alguien, yo te lo he quitado a él.
Es tu culpa que esté muerto. Esta es mi maldición.
Si te atrapan, te matarán. Debemos irnos ahora.
- Nos salvaste la vida. - Sinbad pagará por lo que hizo.
Es una cuerda, no un collar de perlas. ¡Halen!
Y tú eres el cocinero, no el Capitán.
Y tú, doctorcito.
¿Qué esperas? ¿Una invitación por escrito?
- No, pensaba... - ¡No pienses! ¡Hazlo! ¡Trabajen juntos!
El Providencia es todo lo que tienen. Aprendan a trabajar duro.
- Más que eso, aprendan a amarlo. - ¡Vamos!
- ¡Dije que halaran! - Sí, eso hago.
- Ven, déjame ayudar. - Está bien. Está bien.
- ¡Juntos! - Ahora átenlo.
- ¡No! ¡No! Como te mostré. - Un nudo es un nudo, ¿no?
No. Un nudo no es sólo un nudo.
En el mar, tu vida podría depender de estas cosas.
Ahora, traten de nuevo.
- ¡Comida! - Al fin. Hay que alimentarlos.
Mantener su energía. Si van a navegar este barco de algún modo.
Debemos hallar un puerto de tamaño decente.
- Azila. ¿No es de dónde vienes? - Bharuch está más cerca.
- ¿Qué, ahora eres nuestro líder?
- Bharuch está más cerca. - Bien.
Mientras más pronto lleguemos, más pronto nos separaremos.
Es una aventura... como en un libro. ¿No creen?
No tenemos nada en común.
- Todos sobrevivieron a la tormenta. - Ella tiene razón.
Todos vamos por distintos caminos.
Mira, ¿qué pasó con tu sentido de la aventura?
- ¡Eso, mis amigos, es la libertad! - La aventura... está mejor en los libros.
Antes de ir a cualquier lado,
hay que ir a la costa por agua fresca y provisiones.
Según estas cartas, creo que esta es la isla de Sindh.
De acuerdo con esto,
el país esta abandonado y ahora sólo lo habitan lobos.
Lobos o no, aún así vamos a la costa mañana.
Mi querido hermano, llegas a tiempo para la gran revelación.
Este será mi legado. Un lugar de aprendizaje, ciencia, belleza...
la ciudad más moderna del mundo.
Mientras tu juegas, el asesino de mi hijo escapa de mis manos.
Usa a la guardia del palacio. Pon la ciudad de cabeza, si quieres.
- Sinbad ya huyó. - Alguien sabrá a donde. ¿Su familia?
Su excelencia, si sólo viera con buenos ojos el uso de la magia...
¿Y quién eres para atreverte a hablar al Emir de Basra?
Quítala de nuestra presencia.
- Ella lo dice... - Akbari...
Las artes oscuras devoran el alma de un hombre.
Ya has perdido suficiente.
Se ha hecho todo lo humanamente posible.
Ten paciencia, hermano.
Encontraremos a este Sinbad, a su momento, donde sea que esté.
- Tú puedes hallar a Sinbad. - Amo.
Respóndeme.
Mil disculpas. Mis intereses no están por encima de tu dolor.
- Puede hacerse, pero... - Entonces haz lo que haga falta.
Usa las artes oscuras.
- Tu hermano es sabio en ser cauto. - Tráelo ante mí.
Sólo te sirvo a ti.
¿Cómo entraste aquí?
Está bien. Tranquila.
Si te mueves... te abro las venas.
¡Despierta!
¡Son sólo niños!
- ¡La daga de mi padre! - ¡Ahora no!
¡Es precioso!
Fuera. ¡Ya!
- ¿Qué pasa? - Nada.
¡Oye!
Por tus pecados, no podrás
poner un pie en tierra por más de un ciclo solar.
Esta es mi maldición.
¡Muévete! ¡Anda!
¿Qué le pasó a Cocinero?
¿Quién es ella?
Problemas.
¿Qué están esperando? ¿Alabanzas?
Nunca, Mi Reina.
Hombres, al frente.
¡Vamos! ¡Ahora!
Tú no. Atrás.
El hermoso.
Enjaulen al resto.
- ¡Traigan al Norteño! Encierren a los demás. - Vamos.
- ¿Y tú quién eres? - ¡Silencio o mueres!
¡Déjalo! Soy Razia,
Reina de los Ladrones Acuáticos.
- ¿Quién eres tú? - ¡No es nadie, Su Majestad!
Sé lo que hago. ¡Soy Sinbad!
¿He oído de ti?
Lo hayas hecho o no, nunca me olvidarás.
Lo tomaré a él. Tiene sentido del humor...
y promesas que cumplir.
¡Déjenlos comer! Por ahora sólo pan.
Han hecho buen trabajo. Tenemos un nuevo barco...
Tenemos provisiones frescas.
Su Reina verá que se les recompense.
Esta noche... ¡comeremos carne de nuevo!
A mis habitaciones.
Estoy hambrienta.
Por suerte sus amigos no hallaron mis provisiones de emergencia.
Algo le falta.
¿Gustan? ¿Veneno?
¡Hinojo!
Estás molestando a mi mascota.
No te preocupes.
Son cadenas forjadas por el herrero pagano de Lahore.
¿Quién está preocupado?
Se necesita más que un periquito sobre desarrollado para asustarme.
Una vez voló libre sobre la ciudad... Era símbolo de una era de razón.
Pero ahora la ciudad es polvo, y ella es mía.
Basta de iluminación.
Tú querías que te eligiera... ¿Por qué?
Eres una mujer muy atractiva.
Un poco pasada de maquillaje, quizá.
Déjame ayudarte.
Pensaste que podrías vencerme y escapar.
¿Y? ¿Qué estás esperando, Sinbad?
No, tienes el lado erróneo de la barra.
- Ya hizo su elección. - Tiene un plan.
Seguro que sí.
- Para salvar su pellejo. - Yo haría lo mismo.
- ¿En serio? - ¿Por qué no?
Porque... pensé que estábamos unidos, ¿no?
¿El destino nos reunió a todos?
¿Para vivir juntos para siempre? ¿Una banda de alegres aventureros?
- ¿Y qué? - Y... está noche comerán carne.
¿A nosotros?
- Sinbad vendrá a por nosotros. Lo sé. - Si sirve de algo, esperemos.
Como espera un conejo en una trampa.
Cállate.
- ¿Por qué me trajiste aquí? - Para mi placer.
¿Por qué deseaste venir?
Hubo un chispazo.
Tú también lo sentiste.
¿Y por qué yo?
- Aquí tienes hombres. - Más o menos.
Debo ser intocable para ellos. No mostrarles preferencia. Ni debilidad.
Entiendo.
Yo también soy líder.
¡Y aún así, abandonaste a tus amigos!
No, no son amigos... es la tripulación.
El infortunio nos reunió.
El infortunio... une a la gente. Un líder lo sabe.
Un líder correría el riesgo de su propia vida por salvar la de su gente,
no dejarlos en su momento de necesidad
por una... ¿Cómo dijiste?
- Una chispa. - ¡Sí, una chispa!
Nada que ver con salvarte el pellejo en lo absoluto.
¿Por quién me tomas?
Posiblemente un ladrón.
Definitivamente un oportunista.
Nunca un líder.
Cualquier cosa más, bueno...
Cualquier cosa más, bueno...
¡Tú! ¡Peleas esta noche!
Con él.
No.
Lo siento.
Si hay opción, prefiero no pelear.
Pelearás esta noche o te mataré ahora.
¡Yo pelearé con el chico! Es un contienda más justa.
Te encontraremos algo más.
Bien pensado. Les seguiremos la corriente hasta estar armados,
luego escaparemos, ¿no?
Luego escaparemos, ¿no?
Me tienes miedo.
- No le temo a nada. - No lo creo.
Te preocupas demasiado por ti mismo. Olvidas a tus amigos.
¿Asesinarme en la cama con un tenedor despuntado?
Para cuando rompas mi piel,
ya te habré destripado con esto.
Estás jugando conmigo.
Me gustas.
- ¿Y eso que es, coqueteo? - No salgo mucho.
Si se suponía que eso te trajera suerte...
- Está maldito. - Cuéntame más.
No puedo quedarme en tierra más de un día y una noche.
Tienen mucho en común.
Ambos están encadenados, ambos son míos.
Entiendo. Todos somos prisioneros de la misma especie.
Así es como en realidad eres.
Lo fui, en otra vida. Mi corazón estaba abierto.
¿Y ahora?
A riesgo de aleccionarte de nuevo, cada líder tiene un rol.
Luego de un tiempo, te conviertes en la máscara.
Y el corazón... se cierra.
Soy yo.
¿Tazim?
- Soy... - El amiguito gordo de Sinbad.
Eso fue hace mucho tiempo. ¿El cuchillo?
Tienen que irse.
Los guardias de palacio buscan a todo aquel que conozca a Sinbad.
Su madre no está a salvo.
Si yo pude encontrarles, también ellos podrán.
Él la cuidará.
Su caravana parte a...
No me digas. Es más seguro.
Debería ir con ella. Akbari no tendrá piedad.
Debo esperar aquí a Sinbad.
Duerman.
Yo limpiaré.
¿Cuál es la prisa?
Quítame las manos de encima.
Tengo cosas que hacer.
Y bocas que alimentar.
Tú, el que no quiere pelear. Ven conmigo.
¡Muévete, niña Norteña!
Hora de vestirse para la cena.
- ¿A dónde lo llevan? - Será el primer plato.
- Tenemos que salir de aquí. - Pero Sinbad vendrá.
Tú fe me conmueve. ¿La cerradura?
- Puedo abrirla. - ¡Vamos a mecerla!
- De lado a lado. ¡Vamos! - ¡Sí, sí, sí! ¡Rodémosla!
¿Rodarla? Claro, fantástica idea.
Atravesar la ciudad, pasar sobre los Ladrones Acuáticos,
y llegar al mar, donde nos ahogaríamos.
¿Entonces qué?
¿Esperamos que nos metan a un caldero?
- ¡Dios! - Así que vamos.
¡Tú empujas, ella hala!
Háganlo juntos y saldremos de aquí!
Tienes sed, ¿no?
Aquí tienes.
Venga.
Sus amantes...
Tú.
No lo creo amigo.
¿Qué pasa?
¿Estás celoso?
Soy su hijo.
- Pero el modo en que te trata... - Razia no favorece a nadie.
No pone a nada, ni nadie, sobre las necesidades de su pueblo.
Como lo descubrió mi padre por sí mismo.
Esa es la fuerza.
No muestra favoritismo.
A diferencia de otros, ella nunca nos dejaría para salvarse.
Te rebanará la garganta.
Esta noche, después del festín.
Los otros, no supieron que eres su hijo.
¿Por qué iban a saber? No tiene importancia.
Nos ama a todos como a uno solo.
Disfruta tú ultima noche en este mundo.
Hubo un tiempo... que no tuvimos nada.
Pero yo les encontré, les reuní.
¡Su fe será pagada, en un festín de carne!
Hubieras muerto como hombre, si peleabas.
Bien, amigo mío.
Yo...
Sin armas, una regla: A muerte.
- ¿Y si gano? - Vives más.
¿Quieres un poco...?
Bueno, ha pasado rato desde que comiste, ¿no?
¡Vamos!
Esto es ridículo. Mira, ¿te mueves por favor?
¡Muévete! ¡Tienes qué ayudarme!
Ya veo.
Como no puedes irte, ¿por qué dejarme a mí? ¿Es eso?
Bueno, escúchame...
No puedo morir aquí, ni siquiera he vivido.
Y si no me voy de la tierra al amanecer, está maldición me matará.
Pero tú, si mueres aquí,
al menos ya probaste la libertad una vez.
Yo no. Yo no.
Y nunca volveré a ver a mis amigos.
Genial. Fantástico. Muchas gracias.
Ahora ella me rebanará la garganta como si fuera una bestia.
Lo siento.
¡Qué comience la pelea!
- ¿Qué haces? - Cada quien se cuida solo.
Gracias. ¡Gracias! ¡Gracias!
- ¡Pégale! - ¡Es una mujer!
No.
- ¿Beso? - No eres mi tipo.
Rina, ¿que estas haciendo? Sólo espera.
¡Sólo cálmate y piénsalo un segundo!
¡Me estás mordiendo la oreja!
¡Rina! ¡No puedo respirar, Rina!
Ri... Rina.
¡Rina, es Sinbad! ¡Es Sinbad!
¿Aún quieres el beso?
¡No, Gunnar! ¡No lo hagas!
Gunnar, no lo hagas.
¡Alto! Arriba, idiota.
¡Basta! ¡Alto! ¡Alto!
Razia, todo lo que queremos es irnos en paz.
- Déjanos ir, y él vive. - Eres demasiado débil.
¿Y la gran Razia no tiene debilidades ni otorga favores?
¡Este es... su hijo!
¿Es verdad?
Aún si lo fuera, me preocupo por todos por igual.
Demuéstralo. Pon nuestras necesidades
por encima de las de tu hijo.
Mátalo. Muéstranos tu fuerza.
¡Mirad! ¡Mirad! ¡Su rostro! ¿Lo veis?
¡Venga! ¡Vámonos!
- ¿Dónde está Sinbad? - ¡Estaba con nosotros!
¡No podemos dejarlo!
¡Ahora soy vuestro jefe!
¿Dónde está Sinbad?
- ¡Ve con los otros! - ¿Y Razia'
Su tiempo ha pasado. Ne encargaré de ello.
Aquí, mira. ¡He conseguido la llave! ¿De acuerdo?
¡Venga, venga! ¡Moveos! ¡Vamos!
Necesito...
Eso es. Venga.
¡Venga, vuela!
He arriesgado mi vida para volver y liberarte.
¡Así que vuela!
¡Vuela! ¡Libertad!
Les di la orden.
Sin mí, volverán a no ser nada.
Se disgregarán.
Te equivocas.
Eres tú quien los necesita. Abre tu corazón... de nuevo.
Te adorarán sin la máscara.
Soy Razia. Reina de los Ladrones del Agua.
¡No!
¡Libertad!
Razia...
¡he matado a tu hijo!
Ahora voy a por ti.
¡Veamos cómo lo intentas, loco!
¡Lanzad la cuerda!
¡Tirad! ¡Y tirad! ¡Y tirad!
Aseguradla.
- ¡No hay bastante viento! - No navegarás, sin él no.
- ¡Sinbad, nada! - ¡Nada, Sinbad! ¡Nada!
¿Por eso volviste?
¡Aún no hay viento! ¡Nunca los dejaremos atrás!
¡Sí!
¡Deprisa!
¿Qué pasó con los guardias que dejaron en la nave?
¿Y ahora?
Primero, despejaremos la costa.
- ¿Y luego? - Libertad.
- Venga, Sinbad. - Échame una mano.
- Venga, Gunnar. - ¡Necesito más velocidad!
Bienvenido a nuestro hogar.
- Tenemos que recuperar el barco. - Una apuesta más.
Cada uno de los amigos que dejes atrás
morirá con nosotros.
¡Sinbad!