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Demasiada gente aœn no sabe lo que pasa realmente.
Si conoces a alguno de estos son‡mbulos, env’ales este video.
Dice lo que la tele no dice, sobre la guerra, la econom’a, el ecocidio, la sociolog’a, y la revoluci—n.
Primero, sobre la GUERRA:
La pol’tica militar de nuestro gobierno es una locura.
Las t‡cticas son una locura. S—lo la amistad nos puede hacer seguros --
la gente no bombardea a sus amigos -- pero en su lugar nuestro ejŽrcito intenta conquistar.
Hacen enemigos nuevos m‡s r‡pido de lo que matan a los antiguos.
Cada civil inocente que pierde un hogar, un miembro, o a alguien querido, gana una raz—n para
coger un cœter o un chaleco con bombas.
Las motivaciones de nuestro ejŽrcito son una locura. Todas nuestras guerras est‡n basadas en mentiras bipartidistas.
No hab’a armas de destrucci—n masiva en Irak.
El incidente del Golfo de Tonkin nunca ocurri—.
Roosevelt provoc— a los japoneses extensamente para conseguir que ellos
atacasen Pearl Harbor. Y as’ sucesivamente.
Y el presupuesto es una locura. M‡s de la mitad de cada d—lar de impuestos va al ejŽrcito.
No es extra–o que vayamos a la bancarrota.
Eisenhower nos advirti— hace medio siglo sobre el complejo militar-industrial-congresista,
que se beneficia de cada guerra.
Son los œnicos ganadores.
Siguiendo, sobre EMPLEOS Y LA ECONOMIA. Nuestro system econ—mico no es s—lo corrupto.
Su dise–o era defectuoso desde el principio.
La productividad lleva aumentando durante dŽcadas --
y eso deber’a ser algo BUENO --
nos har’a a todos pr—speros si las ganancias las compartiese todo el equipo. Pero
en su lunar las ganancias se las embolsan los jefes,
as’ que hay menos trabajos y sueldos mas bajos.
Entonces lo pobres har‡n cualquier trabajo que les mantenga con vida --
incluso en 'sweatshops' o el ejŽrcito.
EL MERCADO es cruel y estœpido.
Desprecia la honestidad,
la compasi—n, y los costes externalizados.
Es ineficiente. Por ejemplo, el socialismo europeo proporciona mejor asistencia sanitaria
por menos dinero que nuestro propio sistema basado en la avaricia.
Las grandes corporaciones son psic—patas: se ven obligadas tanto por la competencia como por la ley
a maximizar beneficios, ignorando o incluso ocultando los da–os a trabajadores,
consumidores, y el resto del mundo.
PasarŽ por alto el sistema de la Reserva Federal porque es tan loco que probablemente
de todas maneras no me creer’as.
La distancia entre los ricos y los dem‡s
es mucho m‡s amplia de lo que la mayor’a de la gente se da cuenta y continœa creciendo.
El juego de tablero "Monopoly" donde el ganador se lo lleva todo puede ser una manera divertida
de pasar una tarde, pero es un plan estœpido para la econom’a, y es aœn m‡s estœpido
si los jugadores que van ganando pueden reescribir las reglas.
Los ricos pagan los anuncios que determinan nuestras elecciones,
y as’ nada se hace en nuestra sociedad a menos que haga m‡s ricos a los ricos.
Este sistema loco continua en gran parte porque a mucha gente se les ha
lavado el cerebro para creer
en una filosof’a de egoismo y separaci—n.
Esta filosof’a ha adquirido legitimidad y respeto,
y silencia a cualquier otra ideolog’a, y esta destruyendo el mundo.
El ego’smo fue animado por el mito de Reagan de las "reinas del 'welfare'."
Ninguno de nosotros quiere que le tomen el pelo; ninguno quiere mantener a un vago.
Pero esto asume tanto que las dem‡s personas ser‡n ego’stas,
como que prefieren no trabajar.
Pero Àno desear’a usted hacer algo valioso y que le le apreciase por ello,
como los bomberos, maestros, mŽdicos?
Deber’amos reestructurar nuestra sociedad de modo que todos los trabajos tuviesen tanto significado como aquŽllos.
Lo cierto es que ningœn ser humano es una isla;
todo ser humano depende de una red social para su supervivencia y su productividad. Hasta un ermita–o o ermita–a
vive con la memoria de su madre.
Los seres humanos evolucionaron en tribus cooperativas, hace miles de a–os,
trabajando en equipo, y as’ es como estamos programados. Estamos en esto juntos.
Recuerden la canci—n de John Lennon
"Imagina que no haya posesiones -- Me pregunto si puedes."
Solo aceptar el concepto de "tuyo" y "m’o" ya nos separa.
Entonces tus intereses no son mis intereses,
tus pŽrdidas no son mis pŽrdidas, y el hecho de que tœ pierdas puede incluso ser una ganancia m’a.
!Puf! Se acab— el trabajo en equipo..
Los recursos comunes deben apreciarse y nutrirse,
pero en su lugar se privatizan y se saquean.
En consecuencia el ECOSISTEMA se deteriora,
mas r‡pido de lo que la mayor parte de la gente se da cuenta.
Y el deterioro se est‡ acelerando
a causa de bucles de reglamentaci—n --
esto es cuando los efectos contribuyen a las causas:
Segœn los glaciares y el hielo polar se funden, reflejan menos luz solar;
segœn se calientan el ocŽano y el permafrost,
se libera m‡s metano.
Las inundaciones y sequ’as se hacen m‡s frecuentes e intensas.
Pronto -- aunque no sabemos exactamente cu‡ndo -- el deterioro pasara el un punto de no retorno
y el ecosistema entero sencillamente se COLAPSARA,
mat‡ndonos a todos.
Las guerras y los 'sweatshops' podr’an seguir para siempre, pero el ecocidio impone un limite temporal.
Somos capaces de hacer la paz, dar de comer al mundo, y salvar el ecosistema,
pero eso no es lo que est‡ ocurriendo,
porque no har’a m‡s ricos a los ricos.
Evidentemente necesitamos deslegitimar la separaci—n y derrocar al mercado.
Es un cambio enorme, el mayor que hemos hecho en miles de anos,
pero nada menos que esto puede salvarnos.
Necesitamos una REVOLUCIîN.
De hecho necesitamos algo m‡s grande que lo que la palabra "revoluci—n" sol’a significar.
Nos llevar‡ donde nadie ha estado nunca,
as’ que no tenemos mapa, y solo tenemos nuestros corazones como brœjula.
Tenemos que descubrirlo juntos. Y esta conversaci—n es la parte m‡s grande de
la revoluci—n.
No abogo por la violencia,
aunque la plutocracia puede volverse violenta cuando sientan que tienen las cosas menos atadas.
Y quitar a la plutocracia no es suficiente:
Si no cambiamos nuestra cultura, generara r‡pidamente otra plutocracia.
As’ que abogo por una revoluci—n de las IDEAS.
La burocracia de la brutalidad fracasar‡ sin pegar un tiro
si todos sus trabajadores se despiertan y se salen.
Si la iluminaci—n se esparce lo suficientemente lejos, la Žlite perder‡ su poder --
o graciosamente o a rega–adientes -- es su elecci—n.
Ahora mismo la revoluci—n puede parecer improbable porque la mayor parte de la gente est‡n demasiado cansados para
pensar en grandes cambios. Solo quieren preocuparse por su pr—xima comida y quiz‡s su pr—ximo a–o.
Pero pronto se dar‡n cuenta de que toda seguridad es solo una ilusi—n.
Al acelerarse las hambrunas y las guerras sobre recursos, la gente empezara a
considerer ideas m‡s radicales.
Pero Àescucharan a ideas sabias, o llenas de odio?
Depende de nosotros encontrar y esparcir las ideas m‡s sabias que podamos.
Si te gusta este video, p‡saselo a otros.
Y por cierto mis propias fuentes favoritas de noticias son Alternet y Common Dreams.
Pero tenemos que tener en mente que cada uno tiene sus propias fuentes de confianza
para lo que creen que es informaci—n factual;
y que la confianza no se gana debatiendo.
Quiz‡s se puede ganar dialogando.
Parte de la respuesta es que todos buscamos comprendernos LOS UNOS A LOS OTROS.
Nadie conoce la canci—n entera, as’ que sigue escuchando y sigue cantando.