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Si esa mujer da a luz, la oscuridad eterna caerá sobre el universo.
Si da a luz... ¡qué paradoja!, vendrá la oscuridad.
- Esto me recuerda a la epístola de... - ¡Ah, ah!
¡Hay olor a azufre! ¡Hay olor a azufre!
¡Hay olor a azufre! ¡Hay olor a azufre!
Eminencia, como usted sabe, nuestra Orden fue creada con un único fin:
- evitar la llegada del Anticristo. - Claro.
Esto puede ocurrir con la llegada de cada milenio,
así está consignado en la profecía de Nostradamus, que hemos conservado en secreto durante siglos.
Y hoy, 31 de diciembre de 1999,
hay señales de que algo terrible está por ocurrir.
Hace días que hay señales: tormentas, terremotos,
Hace días que hay señales: tormentas, terremotos,
violentos vendavales,
huracanes, maremotos...
Ya no hay a quién acudir
ni hay esperanzas, tampoco.
Sólo se puede decir:
¡Tiempo loco!
Hermano, no nos apresuremos, hermano. Tal vez ese niño no es el culpable, ¡no, no!
Tal vez no es el responsable de todas estas catástrofes,
cataclismos,
cataplasmas,
catalanes...
No, no, tal vez no es el culpable, no se olvide que están pasando cosas terribles.
El cambio climático, por ejemplo. ¡El calentamiento global!
¿Y eso qué es?
El calentamiento global, que todo mundo se calienta por cualquier cosa.
Perdón, ¿han leído toda la profecía?
Sólo la profecía mayor, la que anuncia la llegada del demonio.
La profecía final la tenemos guardada en ese cofre.
- A ver, voy a ver qué dice. - ¡No, no, Eminencia!
"Abrir sólo en caso de final de los tiempos".
¡Qué distraído!, no lo había visto.
Pero entonces, ¿cómo podemos tener la certeza
de que ese niño que está por nacer es el hijo del demonio?
Todos los datos coinciden. En la profecía de Nostradamus está claramente indicado
el nombre de la madre, su fecha de nacimiento, su descripción...
Además, por su solo nombre uno ya se da cuenta de que es ella.
- ¿Cómo se llama? - Fernández. Lucía Fernández.
- Es un nombre común. - Le dicen "Lucy".
"Lucifer-nández".
Hemos visto al niño claramente en las ecografías y se confirman las peores sospechas:
¡está haciendo un gesto obsceno!
- ¿Cuál gesto? - Así hace, así.
Además, con el estetoscopio se escucha que profiere insultos y amenazas en latín y en arameo.
El niño ya profiere insultos...
Claro, lo primero que aprende son las malas palabras.
¡Ese niño va a ser un diablillo...!
¡Ah! ¡La habitación se ha llenado de murciélagos!
¡Hay olor a azufre! ¡Hay olor a azufre!
Eminencia, no hay otro remedio, ¡ya mismo vamos a interrumpir el embarazo!
¡No!
¡Nououououo!
No, no. La interrupción del embarazo está prohibida.
Me parece que en un caso así se justifica.
Si no interrumpimos y este niño nace, él nos va a interrumpir a nosotros.
No, no, le digo más: está prohibida por una bula papal;
la bula "Embarazum nec interrumpere, ¡nec, nec, nec!"
¡Ah! ¡Está por ocurrir! ¡Las paredes se resquebrajan!
Ay, cuidado...
¡Hay olor a azufre!
Además, hermano, no se olvide que los que no respetan la bula son "abúlicos".
- Y los persiguen los perros. - ¿Qué?
Los bull-dogs.
No, y adelgazan.
Se enferman de bulimia.
Debemos ser fieles a nuestros principios.
Los principios van al principio.
Los principios son lo principal
Si los principios fueran fines
deberían ir al final.
Los principios son nuestra defensa
contra injurias y herejías
que se dicen en nombre de las ciencias,
la peor de todas: la epistemología.
Eminencia, todavía queda una esperanza. En la profecía de Nostradamus se leía:
"In casus emergentsia extremis, utilizare...",
- y una palabra... - ¿Qué?
Una palabra borrosa, durante siglos no entendimos el significado de esta palabra.
Esa palabra indica un recurso extremo contra el demonio, ¡algo tremendo!
Algo que en época de Nostradamus no se conocía todavía.
- Ah, gases tóxicos. - No, no, no, no.
¿Guerra bacteriológica? ¿Ojivas nucleares?
- No, no, no: Mastropiero. - ¡Ah!
Claro, utilizar música de Mastropiero contra el demonio.
¡Pobre diablo, qué crueldad!
A nuestro pedido, Mastropiero compuso un himno exorcista,
y nosotros contruímos el instrumento adecuado para el exorcismo.
Hermanos, vamos a buscar la "Exorcítara".
¡Oh, la Exorcítara!
- Hermano Daniel, explícale a su Eminencia... - Eh, Eminencia, ilustre prelado...
En la profecía de Nostradamus está indicado que el exorcismo debe ser realizado
en la más completa oscuridad. ¡Apagad las luces!
¡No, no, no, encendédlas!
- ¿Algún impedimento teológico? - Por supuesto, claro.
¿Acaso no ha leído usted la Epístola de San Agustín, en la que él justamente se refiere al...?
¡La oscuridad me da miedo!
¡Apagad las luces!
En la profecía de Nostradamus están las instrucciones para la construcción
de la Exorcítara y para su ejecución también.
Y también está la garantía del instrumento por un siglo o tres demonios.
¡Lo que ocurra antes!
¡Comenzad el rito exorcista!
¡Sal!
¡Sal, demonio destructor!
¡Sal de esa mujer desdichada!
¡Sal!
¡Sal!
Pensándolo mejor...
¡mejor no salgas!
¡Todo ha sido en vano!
Ya llega la medianoche, está por nacer.
¿Qué hacemos?
Para que ese niño no nazca, sólo nos queda rogarle al Señor.
¡Cantemos, hermanos!
Señor, debes acceder,
no mires para otro lado,
ayúdanos a interrumpir este embarazo no deseado.
A interrumpir este embarazo no deseado.
Si no se puede interrumpir el nacimiento de un ser vivo
le debiste permitir que usara un anticonceptivo.
Si no se puede interrumpir el nacimiento de un ser vivo
le debiste permitir un anticonceptivo.
Señor, ayúdanos, necesitamos tu ayuda
y que por esta única vez
nos mandes la píldora, la píldora
de los nueve meses después.
- ¡Ha nacido, ha nacido! - ¿Qué hace? ¿Qué hace?
No sé, duerme junto a su madre tranquilamente.
Fuera, niño. Vete. Regresa al infierno, no te queremos.
Fuera de aquí, vete. ¡Fuera bicho!
¡Vuelve al infierno, vete de acá!
¡Vuélvete niño, vuélvete ya!
Hay que leer la profesía final.
"El Señor enviará a la Tierra un niño, el Anticristo,
como castigo a la humanidad por sus pecados."
¡El Señor nos castiga!
¡Vuélvete niño, vuélvete ya!
¡No nos agrada que estés acá!
¡El Señor nos abandona!
"El Señor envía al demonio a gobernar la Tierra."
¡El Señor nos manda al demonio!
¡Vuélvete niño, vuélvete ya!
"Mientras ese niño esté en la Tierra habrá una guerra cada siglo..."
¡Vuélvete niño!
"...y miles de personas pasarán hambre y algunos gobernantes se enriquecerán a costa de su pueblo."
Perdón, ¿una guerra cada siglo, nada más?
¿Miles de personas pasarán hambre? ¿Nada más que miles?
¿Sólo algunos gobernantes?
¡Quédate niño, quédate acá!