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Conspiración. Una de las palabras más oscuras en el lenguaje del hombre.
Aún así, difícilmente haya una sola página de la historia que no revele parcialmente
la mirada mortal de la conspiración en funcionamiento.
Fue una conspiración la que dirigió a Bruto contra César
en el Senado Romano durante los idus de marzo.
Fue una conspiración la que tramó la traición de West Point
por Benedict Arnold durante la Revolución Norteamericana.
Fue una conspiración la que condujo a John Wilkes Booth
al asesinato del presidente Lincoln durante el Viernes Santo de 1865.
El historial pasado del hombre está cargado de relatos de asesinatos,
asociaciones secretas, complots en palacios, y traiciones en guerra.
El principio conspirativo ha sido una fuerza dominante en toda la historia.
Pero a pesar de este nítido historial, un asombroso número de personas
han comenzado a burlarse de la posibilidad de una conspiración en movimiento hoy.
Ellos descartan tal idea simplemente como "una mirada conspiratoria de la historia."
El propósito de esta presentación es mostrar que la mirada conspiratoria de la historia,
-particularmente de la historia reciente- es la mirada correcta;
que hay una asociación poderosa y secreta en funcionamiento hoy;
que ésta constituye el gobierno oculto de los Estados Unidos;
y que puede ser adecuadamente identificada como La Conspiración Capitalista.
"La Conspiración Capitalista" Producida y narrada por G. Edward Griffin
Deseamos reconocer que esta película fue inspirada
en el libro de Cleon Skousen, "La Conspiración Desnuda"
el cual creemos que es uno de los documentos más importantes de la década.
En 1963, la nación fue embelesada por el testimonio del gangster Joe Valachi,
mientras exponía el funcionamiento interno de la organización criminal internacional
conocida como la Cosa Nostra o la Mafia.
Sin importar cuán cuidadosamente sean organizadas las conspiraciones criminales,
eventualmente son expuestas porque alguien desde adentro acude a las autoridades y habla.
Lo mismo es cierto con las conspiraciones políticas. Por ejemplo, con el correr de los años,
ha habido una corriente fija de desertores del aparato comunista y, mediante su testimonio,
ahora tenemos una idea clara de cómo es organizada y operada esa conspiración.
Pero siempre ha faltado una gran pieza del rompecabezas.
Es una cuestión de registros que algunos de los más grandes auxilios para el comunismo mundial
a menudo ha venido de líderes prominentes y respetables dentro de los Estados Unidos.
Obviamente, estos hombres no son comunistas.
De hecho, la mayoría de ellos son extremadamente ricos
y podría pensarse que son capitalistas que, supuestamente,
son los que tendrían más por perder bajo el socialismo y el comunismo.
Y aún así, los registros son inquietantemente consistentes.
Y los estadounidenses han preguntado repetidamente: ¿Por qué?
¿Por qué algunas de las personas más ricas de los Estados Unidos
-en el interior y en el exterior del gobierno-
se han alineado con políticas izquierdistas que parecerían ser el camino hacia su destrucción?
Y si hay una conspiración en movimiento entre estos hombres,
¿por qué no la ha expuesto alguien de adentro?
La respuesta es: ¡Alguien la ha expuesto!
El Dr. Carroll Quigley es profesor de historia en la Universidad Georgetown.
Es el autor del libro de texto ampliamente usado "Evolución de la Civilización".
Es miembro del consejo editorial de la publicación mensual "Current History".
Ha sido asesor y conferenciante frecuente en grupos tales
como el Colegio Industrial de las Fuerzas Armadas, la Institución Brookings,
el Laboratorio de Armas Navales de los EE.UU., la Escuela Naval, el Instituto Smithsoniano
y el Departamento de Estado.
El Dr. Quigley también se ha asociado estrechamente
con muchas de las dinastías familiares de los súper ricos.
Él hace alarde de pertenecer al interior de la organización,
con una vista de primera fila, de la estructura de poder monetaria mundial.
Cuando el Dr. Quigley escribió el libro de 1300 páginas de historia árida
titulado "Tragedia y Esperanza", era obvio que nunca sería leído por las masas.
Estaba dirigido a la élite intelectual.
Y para unos lectores tan selectos, el doctor Quigley expuso cautelosamente
uno de los secretos mejor guardados de todos los tiempos.
Pero también dejó bien claro
que era un apologista extremadamente simpatizante de este grupo
y que apoya completamente sus metas y propósitos.
En la página 950, el Dr. Quigley dice:
"Sé de las operaciones de esta red porque la he estudiado durante veinte años
y se me permitió durante dos años, a principios de los 60's
examinar sus documentos y grabaciones secretas.
No le tengo aversión ni tampoco a la mayoría de sus objetivos y he,
durante la mayor parte de mi vida, estado cerca de ella y de muchos de sus instrumentos
En general, mi principal diferencia de opinión, es que aquélla desea permanecer desconocida."
El Dr. Quigley señala que, durante los últimos 200 años,
mientras los pueblos del mundo estaban ganando gradualmente su libertad política de las monarquías,
las familias banqueras más importantes del mundo estaban anulando
la tendencia hacia un gobierno representativo mediante el establecimiento
de nuevas dinastías de control político,
pero entre bastidores, en la forma de asociaciones financieras internacionales.
Estas dinastías banqueras habían aprendido que todos los gobiernos
-ya sean monarquías o democracias-,
deben pedir prestado dinero en momentos de emergencia,
y que, al proveer tales fondos de sus propias fuentes privadas
-con condiciones impuestas, por supuesto-
...podrían tener gradualmente a los reyes y los líderes democráticos bajo su control.
El Dr. Quigley cree que la gente debería estar más familiarizada
con las identidades de estas astutas dinastías banqueras.
Incluyen nombres tales como Baring, Hambros, Lazard, Erlanger, Warburg, Shroeder,
Seligman, los Speyers, Mirabaud, Mallet, Fould, y por encima de todos, Rothschild y Morgan.
Es importante señalar que, mientras que los Rothchilds y otras familias judías
cooperaron juntas en esta empresa,
la misma no fue de ninguna manera un monopolio judío como algunos han supuesto.
Hombres de finanzas de variadas nacionalidades y variados orígenes religiosos
y no religiosos colaboraron juntos para crear esta superestructura de poder oculto.
Su esencia no era la raza, ni la religión, ni la nacionalidad.
Era simplemente una pasión por el control sobre otros seres humanos.
El Dr. Quigley identifica a este grupo simplemente como los "Banqueros Internacionales".
Éstos no son los mismos banqueros comerciales locales con los que tratamos en la vida diaria.
Los banqueros internacionales tratan, no con el público en general,
sino con los gigantes industriales del mundo, con otras instituciones financieras,
y especialmente con gobiernos.
La clave de su éxito ha sido controlar y manipular el sistema monetario de una nación,
dejando que parezca que es controlado por el gobierno.
El efecto neto es crear dinero de la nada, prestárselo al gobierno,
y luego cobrar el interés sobre aquél; una transacción muy rentable, cuando menos.
Por ejemplo, en 1694,
el banquero internacional William Paterson obtuvo el estatuto del Banco de Inglaterra,
y el poder sobre el sistema monetario de Inglaterra cayó en manos privadas.
Jactanciosamente, Paterson dijo:
"El banco obtiene el beneficio del interés sobre todo el dinero que crea de la nada."
230 años después, Reginald McKenna, ministro británico de Economía y Hacienda dijo:
"Los bancos pueden, -y lo hacen- crear dinero...
Y aquellos que controlan el crédito de una nación, dirigen la política de los gobiernos,
y sostienen en sus manos el destino del pueblo."
Volviendo a los Estados Unidos, el Dr. Quigley nos dice:
"La estructura de controles financieros creada por los magnates
de la "Gran Banca" y de los "Grandes Negocios" en el período 1880-1933
fue de una complejidad extraordinaria, un feudo empresarial siendo construido sobre otro,
ambos siendo aliados con socios semi-independientes,
levantando el conjunto en dos pináculos de poder económico y financiero.
Uno, con base en Nueva York, estaba dirigido por J. P. Morgan y Compañía,
y la otra, en Ohio, estaba dirigida por la familia Rockefeller.
Cuando éstas dos cooperaban, como generalmente lo hacían,
podían influenciar en gran medida en la vida económica del país,
y casi podían controlar su vida política, al menos a un nivel federal."
En los Estados Unidos fue inevitable que los intereses de la banca internacional
intentaran establecer el mismo tipo de monopolio privado sobre el sistema monetario
que habían logrado en Inglaterra, Francia, Alemania, Italia y Suiza.
La misma fórmula sería usada.
Hacerlo parecer como una operación del gobierno, pero manteniendo el control en manos privadas.
John D. Rockefeller había adquirido el Chase Bank,
y su hermano William compró el National City Bank de Nueva York.
El Rockefeller Chase Bank fue fusionado luego con el Warburg's Manhattan Bank
para formar el Chase-Manhattan,
uno de los grupos financieros más poderosos del mundo en la actualidad.
Actuando conjuntamente con la dinastía banquera Morgan,
emplearon incalculables millones de dólares para promover una legislación
que les garantizaría una concesión privada sobre el sistema monetario de esta nación.
Para venderles este ardid a los votantes,
los monopolistas crearon una línea de propaganda que decía
que la ley bancaria propuesta de alguna forma funcionaría en contra de los monopolios.
Los políticos hicieron suyos los gritos de "Reforma Bancaria" y "Abajo con Wall Street".
Y luego, para hacerlo parecer convincente, los magnates financieros fingieron públicamente
oponerse a la medida mientras la financiaban tras bastidores.
El 22 de diciembre de 1913, el Proyecto de Ley de la Reserva Federal
finalmente fue convertido en ley.
Así surgió algo conocido como el Sistema de la Reserva Federal,
y, con él, el control total del dinero de la nación cayó en manos privadas.
El Sistema de la Reserva Federal es el responsable exclusivo por crear dinero en los Estados Unidos.
El Tesoro imprime solamente lo que la Reserva Federal le dice que imprima.
La aún mayor cantidad de dinero de chequera está también
determinada por este grupo. Pero no es un organismo gubernamental,
y está completamente fuera del alcance del votante norteamericano.
Técnicamente, la reserva del Sistema de la Reserva Federal,
es mantenida por doce Bancos Nacionales de capital privado que componen el sistema.
Éstos, sucesivamente, son fundamentalmente propiedad de las dinastías banqueras privadas
que trabajaron muy duro para hacer que ese sistema surgiera.
Por ley, los siete miembros de la Junta de la Reserva Federal
son designados por el presidente por un término de 14 años cada uno.
A pesar de la increíble duración de estos nombramientos,
se supone que creen la ilusión de que el pueblo, actuando a través de sus líderes electos,
tiene algún tipo de voz en las políticas monetarias de la nación.
En la práctica, sin embargo, todos los presidentes desde el comienzo del Sistema
de la Reserva Federal han designado solamente a aquellos hombres que congeniaban
con los intereses financieros de las dinastías banqueras internacionales.
No han habido excepciones.
Ahora se sabe que la Junta de la Reserva Federal original fue cuidadosamente escogida
por el "Coronel" Edward Mandell House, quien en los comienzos de su carrera
había representado los intereses bancarios británicos y norteamericanos.
"Los Documentos Íntimos del Coronel House", editados por Charles Seymour,
revelan a House como el "ángel guardián invisible" del Sistema de la Reserva Federal.
En palabras del señor Seymour "los Schiffs,
los Warburgs, los Kahns, los Rockefellers y los Morgans tenían fé en House."
En 1912, el "Coronel" House escribió este libro titulado "Philip Dru, Administrador".
El héroe, una versión ligeramente disfrazada de él mismo en la vida real,
era un manipulador de figuras políticas prominentes que operaba tras bastidores.
Con la forma disimulada de una novela, el libro expone la estrategia general
que ha sido seguida desde entonces, incluso hasta al mismo presente.
Nos cuenta sobre cómo un pequeño grupo de personas de adentro causan una depresión
y luego provocan la elección de un hombre llamado Rockland.
Rockland da charlas informales y lanza un programa llamado "La Nueva Era"
para fortalecer el control del gobierno sobre las masas.
Eventualmente, la gente de adentro que controla el gobierno debilitan el país
deliberadamente al punto de causar una guerra civil
lo que les brinda la excusa para establecer una dictadura bajo Philip Dru.
El "Coronel" House fue el hombre que seleccionó Woodrow Wilson
como candidato presidencial, y después se convirtió en su principal consejero.
Wilson era totalmente dependiente de House para todas las decisiones políticas.
Era su álter ego. El presidente mismo había escrito:
"El señor House es mi segunda personalidad. Es mi yo independiente.
Sus pensamientos y los míos son uno.
Si yo estuviera en su lugar, procedería como él lo sugiriera."
Cuando el gobierno federal entra en deuda, pide prestado dinero del Sistema de la Reserva Federal.
La deuda nacional en este momento llegó a los 400 mil millones de dólares.
Tan sólo para pagar los intereses de esta deuda,
los contribuyentes están obligados a contribuir con más de 20 mil millones de dólares cada año,
y recuerda, ese es interés sobre dinero creado de la nada.
En tiempos de la Convención Nacional 20 mil millones de dólares pueden determinar
mucha más política que todos los gritos y el agite de pancartas y las bandas de música combinados.
Y uno solamente puede imaginar las presiones políticas y económicas
que debe soportar un candidato que busca ocupar un cargo público.
Presiones y compromisos que aseguran que, si resulta electo,
el nuevo presidente hará los nombramientos "correctos",
no sólo en la Junta de la Reserva Federal, sino también en los puestos diplomáticos,
en las agencias gubernamentales, en el gabinete, e incluso en la Corte Suprema.
Es por esto que, a través de los años cambian las administraciones,
cambian los nombres de los partidos, pero no las principales políticas.
En 1870, un acaudalado socialista británico llamado John Ruskin
fue nombrado profesor de Bellas Artes en la Universidad de Oxford en Londres.
Él les enseñó a sus estudiantes que el estado debe tomar el control de los medios de producción
y organizarlos por el bien de la comunidad entendida como un todo.
Pero él recomendaba colocar el control del estado en las manos de un único dictador.
Él dijo: "Mi meta constante ha sido demostrar la superioridad eterna de unos hombres
por sobre otros. A veces incluso la de un hombre por sobre todos los otros."
El Dr. Quigley nos dice: "Ruskin habló con los estudiantes universitarios de Oxford
como miembros de la clase dirigente privilegiada.
Les dijo que eran poseedores de una magnífica tradición de educación, belleza,
estado de derecho, libertad, decencia y autodisciplina,
pero que esta tradición no podría ser salvada,
a menos que pudiera ser extendida a las clases más bajas de Inglaterra
y a las masas no inglesas en todo el mundo.
El mensaje de Ruskin tuvo un impacto sensacional.
Su conferencia inaugural fue copiada en forma manuscrita por un estudiante universitario,
Cecil Rhodes, quien la conservó por treinta años."
Cecil Rhodes hizo una de las fortunas más grandes del mundo.
Con ayuda de banqueros internacionales,
pudo establecer prácticamente un monopolio sobre todos los diamantes que venían de Sudáfrica
así como también de la mayoría del oro.
A lo largo de toda su vida, Cecil Rhodes empleó la mayoría de sus vastos ingresos
para promover las ideas de clase dominante de John Ruskin.
Mucha gente está familiarizada con las mundialmente famosas Becas Rhodes,
las cuales fueron establecidas para promover los aspectos menos controversiales
del sueño de John Ruskin, pero muy pocos conocen el hecho de que, en 1891,
Cecil Rhodes estableció una sociedad secreta para promover el resto de ese sueño.
El Dr. Quigley explica: "En esta sociedad secreta, Rhodes sería un líder,
Stead, Brett (Lord Esher) y Milner formarían una comisión ejecutiva;
Arthur (Lord) Balfour, (Sir) Harry Johnston, Lord Rothchild, Albert (Lord) Grey
y otros estaban marcados como miembros potenciales de un "Círculo de Iniciados";
mientras que existiría un círculo exterior conocido como la "Asociación de Ayudantes"
(más tarde organizada por Milner como la organización de la Mesa Redonda)."
Aquí, entonces, estaba el modelo clásico de las conspiraciones políticas
a lo largo de toda la historia.
En el centro, generalmente representado como "el ojo que todo lo ve",
hay un pequeño grupo con el control total con un hombre como el líder indisputado.
A continuación viene un círculo de lideres secundarios quienes,
en su mayoría, ignoran completamente la existencia de un núcleo interior.
A ellos se les hace creer que son el anillo central.
Con el tiempo, a medida que estas conspiraciones son construidas desde el centro hacia afuera,
forman anillos adicionales de organización.
Aquellos en las capas externas usualmente son pobres almas idealistas
con un deseo honesto de mejorar el mundo.
Ellos nunca sospechan de un control interior con propósitos siniestros,
y solamente a aquellos pocos que demuestran una capacidad despiadada
para un liderazgo superior se les permite verlo alguna vez.
Luego de la muerte de Cecil Rhodes, el núcleo interior de su sociedad secreta
cayó en manos de Lord Alfred Milner, gobernador general y alto comisario de Sudáfrica.
Como director de varios bancos públicos
y precursor corporativo del Banco Midland de Inglaterra,
se convirtió en uno de los poderes políticos y financieros más grandes del mundo.
Milner reclutó para su sociedad secreta a un grupo de jóvenes
principalmente de Oxford y Toynbee Hall y, según Quigley: "Mediante su influencia,
estos hombres fueron capaces de ganar puestos influyentes en el gobierno
y en las finanzas internacionales y se convirtieron
en la influencia dominante del Imperio Británico y los asuntos exteriores hasta 1939.
Bajo Milner en Sudáfrica, fueron conocidos como el "Jardín de Niños de Milner" hasta 1910.
Entre 1909 y 1913 organizaron grupos semi secretos,
conocidos como Grupos de la Mesa Redonda
en las principales dependencias británicas y en los Estados Unidos."
El Grupo de la Mesa Redonda en los Estados Unidos rápidamente creó una organización externa
conocida como el CFR, el Council on Foreign Relations (Consejo de Relaciones Exteriores).
Es a través de este anillo organizativo y luego externamente
a través de fundaciones exentas de impuestos, universidades y agencias gubernamentales
que la Conspiración Capitalista Internacional ha dominado las políticas domésticas y exteriores
de los Estados Unidos por más de cincuenta años.
Para que no haya ninguna duda sobre quién está detrás del CFR, el Dr. Quigley nos dice sin rodeos:
"En Nueva York era conocido como el Council on Foreign Relations,
y era la tapadera para J. P. Morgan y compañía en asociación
con el muy reducido grupo de la Mesa Redonda de Estados Unidos."
El edificio del CFR está ubicado en el lado oeste del elegante Park Avenue en Nueva York.
Aunque definitivamente no es el centro de la conspiración,
y aunque prácticamente ninguno de sus miembros es consciente de un control interior,
sin embargo, es semi secreto en cuanto a su operación.
Evita la publicidad, y sus miembros deben jurar
no revelar al público los procedimientos de sus conferencias y de sus sesiones informativas.
Su número de socios formales es de 1400 personalidades de élite.
En la revista Harpers de julio de 1958,
hay un artículo titulado "Escuela para Estadistas", escrito por Joseph Kraft, miembro del CFR.
Kraft revelaba que uno de los principales arquitectos del CFR
fue nada menos que el "Coronel" Edward Mandel House.
En el momento de escribir este artículo,
el señor Kraft presumía que en ese entonces, el CFR incluía entre sus miembros a:
"...el Presidente, el Secretario de Estado,
el Presidente de la Comisión de Energía Atómica, el director de la CIA,
la Junta de presidentes de tres de las cinco corporaciones industriales
más grandes del mundo, dos de las cuatro compañías de seguros más ricas
y dos de los tres bancos más grandes, además de los socios mayoritarios
de dos de los tres principales bufetes de abogados de Wall Street,
los editores de las dos revistas de noticias más grandes y del periódico más influyente del país
y los presidentes de las "Tres Grandes", tanto universidades como fundaciones,
así como también una veintena de presidentes de otras universidades
y una diseminación de los principales científicos y periodistas."
El CFR, tras bastidores, ha dominado esta nación por décadas.
Los miembros del CFR incluyen altos ejecutivos y periodistas del New York Times,
el Washington Post, el Chicago Daily News,
Harpers, Look, Time, Life, Newsweek, U.S. News and World Report,
CBS, NBC, MGM,
incluyen directores de la Fundación Ford, la Fundación Rockefeller,
el Fondo de Inversión Carnegie;
incluyen a los presidentes Hoover, Eisenhower, Johnson y Nixon;
a los secretarios de Estado Stettinius, Acheson, Dulles, Herter, y Rusk;
un porcentaje fantástico del Gabinete del Presidente, subsecretarios,
la Junta de la Reserva Federal, embajadores en otros países,
jueces de la Corte Suprema y consejeros presidenciales.
El estadounidense promedio nunca ha oído del CFR,
y aún así es el gobierno invisible de los Estados Unidos.
Es un hecho aleccionador que la estructura de poder oculta de las finanzas internacionales
ha ejercido una presión tremenda sobre la opinión pública de este país
a través de su efectivo control de la enseñanza superior
y de los principales sectores de los medios masivos de comunicación.
La mente humana es como una computadora.
Sin importar lo eficiente que pueda ser,
su fiabilidad es solamente tan grande como la información que se le introduce.
Si es posible controlar la entrada de datos en la mente humana,
entonces no importa cuán inteligente una persona pueda ser,
ya que es completamente posible programar lo que ésta pensará.
Y sí, incluso es posible programar a la gente
para que se ría de la sola mención de la palabra "conspiración".
Tal programación, por supuesto, puede funcionar en ambos sentidos.
Mientras que un grupo ha sido condicionado para no ver ninguna conspiración
en funcionamiento, otro grupo ha sido llevado a creer
que los comunistas han estado detrás de prácticamente todo;
una posición fácilmente hecha para parecer ridículo.
Estos anticomunistas bienintencionados han estado en lo correcto
con su acusación de conspiración pero a menudo equivocados en saber a quién culpar.
Remontándose a 1907, Trotsky fue financiado por banqueros británicos.
Hacia 1917, la principal financiación para la revolución comunista en Rusia
llegaba a través de Lord Alfred Milner, el líder de ese núcleo interior
dentro de los Grupos de la Mesa Redonda y del CFR.
En Estados Unidos, Jacob Schiff del Banco Kuhn, Loeb & Co.,
le dio veinte millones de dólares a Trotsky.
Desde Alemania, llegaron millones más de Max Warburg.
El movimiento comunista, no sólo en los Estados Unidos, sino también alrededor
del mundo ha sido financiado siempre por el Establishment de la banca internacional.
El Dr. Quigley explica porqué el Establishment nunca se ha preocupado mucho
por el movimiento comunista en Estados Unidos. Él dice:
"Debe reconocerse que el poder que ejercieron estos enérgicos izquierdistas
nunca fue su propio poder o poder comunista,
sino que en última instancia fue el poder de este grupo financiero internacional."
En los 50's, cuando el público se enardeció por la evidencia de subversión comunista
en el Gobierno Federal, fue la oportunidad para que un joven diputado prometedor
de California expusiera dramáticamente a un agente comunista.
La prensa del Establishment le dio una amplia cobertura, el público fue apaciguado,
y el oscuro diputado se convirtió en un héroe nacional casi de la noche a la mañana.
Pero cuando el diputado Reece de Tennessee comenzó a investigar la conexión
entre Alger Hiss, el Fondo de Inversión Carnegie, el Banco Morgan
y el entrelazado de las fundaciones exentas de impuestos, la prensa del Establishment
y la administración se pusieron extremadamente en contra de él.
Las presiones fueron tan grandes que se vio forzado a abandonar su investigación.
Y nadie se ha atrevido a intentarlo desde entonces.
Después de que un hombre tiene mucho más dinero
del que puede posiblemente gastar en placeres, ¿qué queda para motivarlo?
Para aquellos con una mente de clase dirigente, la respuesta es poder,
poder de coacción sobre otros seres humanos.
El dinero puede comprar tal poder solamente hasta determinado punto.
Más allá de eso, la política es el deporte. Y la política mundial es el juego supremo.
A los fines de esta presentación, nos hemos referido a aquellos
en la estructura de poder internacional como "capitalistas".
Pero estos hombres no son realmente capitalistas en el sentido clásico;
son simplemente socialistas ricos.
Han adquirido una vasta riqueza, no a través de la competencia honesta y de la libre empresa,
sino mediante la influencia y el favoritismo políticos,
el otorgamiento de la protección del gobierno para eliminar a la competencia,
y mediante el fraude gigantesco del sistema monetario respaldado por la fuerza del gobierno.
Ellos están luchando por crear un super estado mundial con la expectativa de que,
tras bastidores, serán ellos los que gobernarán.
No un capitalismo de libre empresa, sino un gobierno grande,
es la fuerza vital de la conspiración.
Un gobierno mundial es su meta suprema.
Pero, ¿cuál es la mejor manera de vender un gobierno grande y luego un gobierno mundial
a un pueblo como el nuestro,
históricamente leal a una república independiente con poderes limitados?
La respuesta es simple.
En la literatura revolucionaria la táctica se conoce como "presión desde arriba y abajo".
Es la estrategia que el "Coronel" House estableció en su libro "Philip Dru, Administrador".
Crear problemas deliberadamente y luego ofrecer solamente aquellas soluciones
que resulten en la expansión del gobierno.
Crear condiciones tan aterradoras en casa y en el extranjero que el abandono
de las libertades individuales y de la soberanía nacional aparecerán
como un precio razonable para volver a la tranquilidad doméstica y a la paz mundial.
Si aquellos que buscan el dominio del mundo pueden estimular a multitudes izquierdistas
para que confronten violentamente a las autoridades locales,
y también proporcionar una extensa cobertura de los medios,
para que toda la nación pueda verlo y temblar,
entonces la mayoría pacífica y amante de la libertad puede ser programada
para aceptar una vasta expansión de los poderes del gobierno
e incluso una fuerza policial nacional ofrecida supuestamente para terminar con la violencia.
Si aquellos que buscan el dominio del mundo pueden crear el fantasma
de un enemigo armado hasta los dientes con armas atómicas superiores
al borde de lanzar un holocausto nuclear,
y también ofrecer un gobierno mundial como prevención,
entonces millones de norteamericanos pueden ser programados para aceptar
la pérdida de la soberanía nacional como "nuestra mejor última esperanza para la paz".
Este es el significado de "presión desde arriba y abajo".
Para implementar las medidas del estado policial en casa,
necesitan caos, crimen y anarquía en las calles.
Para vender la idea de gobierno mundial,
necesitan la amenaza constante de guerra nuclear.
O, como dicen en los círculos revolucionarios, la acción real está en la reacción.
En 1968, Random House, Inc. publicó este libro escrito por James Kunen:
"La Declaración Fresa: Notas de un Universitario Revolucionario".
Kunen porta las usuales credenciales de la Nueva Izquierda,
y es un clásico ejemplo del alcance al que una mente inteligentísima
puede ser programada por el Establishment
para que piense que está actuando en contra del Establishment.
Kunen fue uno de los participantes líderes en la primer toma estudiantil
de una universidad norteamericana que ocurrió en Columbia en abril de 1968.
Inicialmente, el movimiento no era grande y podría haber sido fácilmente detenido
mediante una simple acción policial.
Pero, como siempre, las fuerzas del anti Establishment recibieron
su más grande ayuda del Establishment mismo.
Por varios días, se le dijo a la policía que no interfiriera.
Mientras tanto, oficiales universitarios fueron humillados
frente a escandalosas acusaciones propagandísticas,
y los medios convirtieron a los estudiantes rebeldes en héroes nacionales.
La MGM incluso hizo una película basada en el libro de Kunen.
En la página 130, Kunen escribió:
"A la noche fui a la U. para verificar un encuentro estratégico.
Un chico estaba dando un informe sobre la convención SDS.
Él dijo que...
en la convención, hombres de las Mesas Redondas Internacionales de Negocios,
la reunión patrocinada por Business International para sus grupos de clientes y jefes de gobiernos,
intentó acaparar unos cuantos radicales.
Ellos ofrecieron financiar nuestras manifestaciones en Chicago.
También se nos ofreció dinero de la ESSO (Rockefeller).
Ellos quieren que nosotros creemos una gran conmoción radical
para que puedan aparecer más en el centro mientras se mueven a la izquierda."
Jerry Kirk, mientras estudiaba en la Universidad de Chicago,
era un miembro activo del SDS, del Club DuBois, de las Panteras Negras y del Partido Comunista.
En 1969, abandonó el Partido y al año siguiente testificó
ante las Comisiones de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes y del Senado.
Esto es lo que el señor Kirk nos ha dicho:
"La gente joven no tiene noción de la estrategia de la conspiración
de presión desde arriba y presión desde abajo.
No tienen idea de que le están siguiendo el juego al Establishment que ellos dicen odiar.
Los radicales creen que están combatiendo las fuerzas de los súper ricos,
como Rockefeller y Ford, y no se dan cuenta de que son precisamente esas fuerzas
las que están detrás de su propia revolución,
financiándola y usándola para sus propios fines."
Cuando Stokely Carmichael era jefe del grupo revolucionario militante
conocido como SNCC, fue invitado para hablar en la Universidad de Chicago.
Jerry Kirk, por entonces todavía miembro de las Panteras Negras,
estaba entre los que asistieron, y así es como describió la presentación de Carmichael:
"El señor Carmichael estaba obviamente en medio de algo muy importante
lo cual lo puso más nervioso y más tenso que en el pasado...
Empezó hablando de cosas que dijo que no podía haber dicho antes
porque su investigación no estaba terminada...
Habló de la falsa conciencia de muchos negros que creían que los judíos
eran los instrumentos de opresión de los negros, y...
él hizo notar el hecho de que aunque muchos judíos, por ejemplo en Nueva York,
poseían bastantes tierras, uno debe entender que los abrumadores porcentajes
de las hipotecas en Harlem no eran de los judíos,
sino de la Morgan Guarantee Trust (la familia Morgan)
y del Chase Manhattan Bank (los Rockefellers).
Él repetía una línea de una canción que le gustaba mucho:
"Algo está pasando aquí, pero tú no sabes qué es, ¿verdad, señor Jones?"
Lo que estaba insinuando era que los judíos eran simplemente un estrato de la sociedad
que está siendo oprimido por gente que era mucho más rica y mucho más poderosa.
En los organismos de este poder citó bancos,
entre cuyos principales se encontraban el Morgan Guarantee Trust y el Chase Manhattan.
Y las fundaciones conectadas con estos monolitos."
No fue mucho después de esto que Stokely Carmichael fue misteriosamente expulsado
de la SNCC y de las Panteras Negras.
Aparentemente, había aprendido demasiado.
Cada vez más, los radicales jóvenes están comenzando a darse cuenta del hecho
de que sus vidas han sido cuidadosamente programadas
por las mismas personas que son sus símbolos de odio.
Están comenzando a darse cuenta de que su supuesto punto de vista inconformista
es en realidad el producto calculado de la prensa del Establishment,
de los medios de comunicaciones del Establishment,
de la industria del entretenimiento del Establishment,
de las escuelas del Establishment.
Las corporaciones de los hombres ricos publican y popularizan
libros y canciones revolucionarias.
A través de la publicidad,
las empresas de los hombres ricos subsidian revistas revolucionarias.
Las fundaciones exentas de impuestos de los hombres ricos vierten millones de dólares
en organizaciones de izquierda.
El Establishment Federal en Washington, a través de agencias como la OEO,
proporciona cheques de pago semanales a miles de revolucionarios leales.
Y así volvemos de nuevo a la pregunta básica: ¿Por qué?
¿Por qué el Establishment condena públicamente el movimiento anti Establishment,
pero privadamente lo apoya?
El ex comunista Jerry Kirk responde:
"La idea es crear una situación donde la gente esté tan asustada de la violencia
a su alrededor que se dé por vencida y demande: "Gobierno Federal: ¡haga algo!"
Y la única opción disponible será la ley marcial.
Los comunistas, los militantes negros y los revolucionarios nunca tendrán éxito
en derrocar al gobierno de los Estados Unidos. Pero, a menos que sean detenidos,
asustarán al pueblo norteamericano para que acepte el socialismo de Washington
y el gobierno estatal de los hombres de adentro del Establishment.
Es esto de lo que realmente se trata todo."
En Baviera, en el año 1786, actuando conforme a un dato de un informante,
la policía allanó la casa de un prominente abogado llamado von Zwack.
Le incautaron documentos y cartas que revelaban que era un miembro de alta jerarquía
en una conspiración de gran alcance llamada la Orden de los Illuminati.
A lo largo de los siglos, diferentes formas de la palabra Illuminati,
que significa "los iluminados",
han sido utilizadas por muchas sectas secretas y organizaciones ocultistas.
Los más prominentes entre estos fueron los Alumbrados en España,
los Guerinets en Francia y los Roshaniya de Afganistán.
Pero estos estaban preocupados principalmente con objetivos psicológicos y espirituales,
una proclamada sabiduría interior y una maestría mental de los secretos del universo.
La conspiración expuesta en Baviera era de un orden completamente diferente.
Los Illuminati fueron fundados el 1 de mayo de 1776 por Adam Weishaupt,
un profesor de la Universidad de Ingolstadt.
Weishaupt obviamente había sido un dedicado estudiante del ocultismo,
pues muchas de sus características y símbolos bizarros fueron incorporados a su organización.
Weishaupt había sido un miembro activo de las Logias Masónicas de Alemania,
y encontró en ellas el vehículo perfecto para reclutar gente a su orden secreta,
la cual describió públicamente como el nivel más alto de la masonería.
Los Illuminati fueron formalmente incorporados a las Logias Masónicas
en el Congreso de Wilhelmsbad en 1780.
Cabe destacar que la masonería en Inglaterra y en Norteamérica
es históricamente muy diferente.
Sus miembros están caracterizados por los más altos niveles de integridad.
Sin embargo, es un hecho que desde 1780 en adelante, los Illuminati crecieron
como un parásito en los más altos niveles del movimiento masónico en Europa,
especialmente en las Grandes Logias Orientales de Francia.
Había ocho anillos conspirativos, unos dentro de otros,
avanzando desde el último "Novato", hacia el interior hasta "Rex" o "Rey".
El rey, por supuesto, era Weishaupt, quien había adoptado el nombre en clave "Espartaco".
A aquellos en los anillos exteriores, se les decía que el gran propósito de la Orden
era "hacer de la raza humana, sin ninguna distinción de nación, condición o profesión,
una familia buena y feliz."
Pero al momento en que el miembro había progresado
hasta el nivel de "presbítero" o "sacerdote",
su juramento de mantener absoluto secreto y obediencia se había vuelto completamente serio.
Sólo entonces se le permitía finalmente ver la meta suprema de la Orden.
Era la destrucción de toda religión,
reemplazada por el culto a la razón o humanismo,
y la destrucción de todos los gobiernos independientes,
reemplazados por un nuevo orden mundial,
un gobierno mundial gobernado tras bastidores por los Iluminados.
Huelga decir que a la mayoría de los miembros nunca se les permitía ver estos objetivos.
En las palabras del mismo Adam Weishaupt:
"Estos buenos hombres hacen crecer nuestra cantidad de miembros
y llenan nuestra alcancía.
Pónganse a trabajar: a estos caballeros debe hacérseles morder la carnada...
Pero a esta clase de gente siempre debe hacérseles creer
que el grado que han alcanzado es el último..."
El historial público de los Illuminati es bastante delgado,
pero demuestra que antes de que fuera brevemente expuesto en 1786,
ya había gozado de un inmenso éxito para atraer a sus anillos exteriores
a algunos de los hombres más prominentes de Europa.
Su lista incluía importantes nombres del gobierno y las finanzas.
Fue la fuerza particular más importante detrás de la Revolución Francesa.
Algunos años después, un oscuro intelectual llamado Karl Marx
se unió a un círculo de conspiradores llamado la Liga de los Justos.
Poco tiempo después, este grupo se reformó en otra organización llamada la Liga Comunista,
y, en 1847, contrataron a Marx para escribir su declaración de políticas para el público.
Se lo llamó el Manifiesto Comunista.
En la superficie, el Manifiesto llamaba a los trabajadores del mundo
a que se levantaran contra sus explotadores capitalistas.
Pero es importante señalar que el proyecto fue supervisado por Frederick Engels,
un capitalista de considerable riqueza.
Marx mismo fue tan poco importante que su nombre ni siquiera aparecía en el Manifiesto
durante los primeros veinte años luego de su publicación.
En 1920, tan sólo tres años después de que los bolcheviques tomaran Rusia,
Winston Churchill declaró:
"Desde los días de Espartaco-Weishaupt hasta aquellos de Karl Marx,
hasta aquellos de Trotsky, Bela Kuhn, Rosa Luxemburg y Emma Goldman,
esta conspiración mundial ha sido el principal motivo
de cada movimiento subversivo durante el siglo XIX;
y ahora por fin, ha agarrado al pueblo ruso por el cabello de sus cabezas."
Cada año, el 1 de mayo es celebrado por comunistas de todo el mundo
como el día de la solidaridad internacional.
Como se mencionó anteriormente, los Illuminati también se fundó el 1 de mayo.
Indudablemente, esto es simplemente una coincidencia.
El símbolo del "ojo que todo lo ve" está estrechamente asociado con los Illuminati.
Como muchas otras características de esta conspiración, aparentemente fue tomado
por Adam Weishaupt del simbolismo del ocultismo de la historia antigua.
Hoy aparece entre los símbolos de los rosacruces, los masones
y de muchos otros alrededor del mundo, incluyendo el Cao Dai en Vietnam del Sur.
Indudablemente, es simplemente una coincidencia que "el ojo que todo lo ve"
ahora aparezca en el lado alterno del Gran Sello del Gobierno Federal,
y también en el billete de un dólar del Sistema de la Reserva Federal.
En la parte inferior del Sello, en números romanos, está la fecha 1776.
Esta, por supuesto, es la fecha de la Independencia Norteamericana.
Indudablemente, es simplemente una coincidencia
que también sea el año de la fundación de los Illuminati.
Pero, claro, quizás nada de esto sea simplemente una coincidencia.
¿Es posible que las conspiraciones comunista y capitalista tengan todavía
un círculo interno más, dentro del círculo que es común a ambos?
¿Es posible que ambos movimientos
-desconocido por la mayoría de la personas dentro de ellos-
sean simplemente equivalentes contemporáneos de una conspiración mucho más antigua?
Existe mucha evidencia -mucha más de la presentada aquí-
para indicar que este es el caso, pero, francamente, no lo sabemos.
Hasta que alguien en el interior de tal conspiración maestra decida revelar su existencia hoy,
simplemente no tenemos manera de descubrirlo.
Pero sabemos que no es imposible, y ciertamente no es absurdo.
¿Cuál, entonces, es nuestra reacción?
Afortunadamente, no es necesario que resolvamos la cuestión histórica
del origen de la conspiración.
Sin importar si hay un grupo controlador, o dos cooperando,
o tres compitiendo, o cuatro, o diez,
en términos prácticos de lo que puede hacerse sobre eso,
nuestra reacción debe ser la misma.
La conspiración, mientras opera en el nivel más alto de los Estados Unidos hoy en día,
descansa sobre dos cimientos sólidos y disfruta de la protección de su refugio.
Si pudiéramos remover sus cimientos, colapsaría;
y si pudiéramos eliminar su protección, se marchitaría y moriría.
La protección es el secreto, los cimientos son el gobierno grande y la manipulación del dinero.
Ninguna conspiración puede soportar la luz de la exposición.
Ninguna conspiración puede gobernar a las masas
sin la herramienta de una extensa burocracia gubernamental.
Y ciertamente, ninguna conspiración "capitalista" puede sobrevivir mucho tiempo
sin control sobre el dinero de la nación.
Exponer la conspiración. Reducir el tamaño del gobierno.
Regresar nuestro dinero a un estándar que no pueda ser manipulado.
Esta debe ser nuestra reacción.
En el poco tiempo disponible,
hemos intentado demostrar que la mirada conspiratoria de la historia
-particularmente de la historia reciente- es la mirada correcta.
Permítanos resumir, ahora, siete conclusiones principales:
1. Existe y ha existido durante algún tiempo una conspiración
entre algunas de las personas más ricas del mundo,
una conspiración que prácticamente posee los sistemas monetarios
de las principales naciones no comunistas.
Este monopolio está protegido por el poder de los respectivos gobiernos,
y es utilizado para perpetuar la vasta riqueza de la conspiración
mediante la creación de dinero de la nada.
2. En los Estados Unidos, este fraude monetario es perpetuado
a través del Sistema de la Reserva Federal.
Aunque el Poder Ejecutivo teóricamente tiene algún control sobre este sistema
mediante nombramientos ocasionales, en la realidad,
es el sistema y aquellos que están detrás de él quienes controlan al Poder Ejecutivo.
3. La Conspiración Capitalista en este país aparece a la vista pública
en la forma del semi-secreto Council on Foreign Relations.
Sus miembros hacen uso de su control sobre la nación a través del gobierno,
fundaciones exentas de impuestos, centros de educación,
y los medios de comunicación masivos.
4. En la superficie, la Conspiración Capitalista aparenta oponerse al comunismo.
Emplea miles de millones de dólares
en espectaculares despliegues militares de anticomunismo por todo el mundo,
pero nunca al punto de dañar seriamente al enemigo,
y ciertamente no al punto de derrotarlo.
Mientras tanto, tras bastidores, la conspiración siempre ha nutrido y auxiliado al comunismo,
tanto en casa como en el extranjero.
Esto lo hace, no porque sea procomunista,
sino porque necesita la apariencia de un enemigo imponente
y el caos que es consecuencia de un conflicto dirigido
para promover sus propios objetivos de un gobierno mundial totalitario.
5. Hay mucha evidencia que indica que las conspiraciones capitalista y comunista
son dirigidas por una única conspiración maestra
que puede tener continuidad con la Orden de los Illuminati,
la cual fue fundada hace 200 años.
Pero esta cuestión histórica no es ni de cerca tan importante
como la cuestión inmediata acerca de qué puede hacerse con respecto a ello hoy.
6. En cuanto a nuestra reacción,
debemos comenzar a desmantelar la maquinaria del gran gobierno de la conspiración.
Debemos restituir la independencia norteamericana.
Debemos devolver nuestras escuelas al control local.
Debemos proteger a nuestras fuerzas policiales contra la ayuda federal,
el cual es el camino seguro hacia una fuerza policial nacional controlada desde Washington.
Debemos denunciar el reparto de la renta como un ardid flagrante
que llevará al control sobre el gobierno local.
Debemos elevar hombres para que ocupen cargos políticos que no solamente hablen
sobre reducir el gobierno, sino que lo harán una vez electos,
y eso significa hombres que sean totalmente independientes de las políticas del Establishment.
7. Debemos reducir el Sistema de la Reserva Federal
a una mera función de servicio de compensación de cheques entre bancos.
Simplemente convirtiendo el Sistema en un supervisor del Gobierno Federal,
como algunos han sugerido, no resolverá el problema.
La misma gente lo controlaría de cualquier manera.
La raíz del mal es que el dinero es creado de la nada,
y los hombres de adentro podrían hacer eso hoy con la misma facilidad
directamente a través del gobierno,
al igual que lo hacen a través del Sistema de la Reserva Federal.
La solución final es evitar que cualquiera -dentro o fuera del gobierno-
manipule la oferta de dinero.
Y la única manera de hacerlo es devolviendo nuestro dinero al patrón oro-plata.
8. Debemos exponer la conspiración a la vista pública.
Si, de algún modo, todo norteamericano
pudiera ser consciente de los hechos contenidos en esta presentación,
si fuera posible sortear los canales de comunicación masiva del Establishment,
y llevar este mensaje de persona a persona, a nuestros amigos, y vecinos,
y miembros compañeros de club,
la conspiración colapsaría como una casa de naipes.
Sí, el tiempo se acaba, pero no es demasiado tarde si somos realistas en nuestros esfuerzos.
Como norteamericanos, todavía podemos decir lo que pensamos
sin temer la encarcelación.
Todavía podemos unirnos en agrupaciones patrióticas para multiplicar nuestra efectividad.
Todavía podemos desafiar a los candidatos del Establishment.
Todavía retenemos ese vestigio de poder para recobrar el control de nuestro gobierno.
Con la orientación Divina y con su ayuda, puede hacerse.