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Cuando los actos cotidianos tienen un efecto extraordinario,
ese es el PODER DE CADA DÍA.
Recorrimos el mundo para comprobarlo.
A continuación la historia Fitchburg, Massachusetts.
Las cosas pueden tornarse un poco intensas
con seis chicos viviendo acá.
Los seis somos productores cinematográficos.
Esta ventana está tapeada porque filmamos una película de zombies.
Tengo una clase de cine.
Yo tengo seis clases, estoy en dos obras.
Hago cosas todo el tiempo.
Tenemos muchas cosas en la pileta.
A veces solo las dejamos y nos vamos.
Terminamos olvidándonos de ellas.
Limpiar lleva tiempo y eso es justo.
Lo que ninguno de nosotros tiene.
Siempre me falta tiempo como para probar y afeitarme.
Caminar por acá descalzo es un poco peligroso.
Los pisos están todos pegajosos, son asquerosos.
Si una chica viniera acá adentro se espantaría.
Buena rodaja de melón.
¡Hola ma! Sí, no, sí, qué bueno.
Te veo en unas horas entonces.
Amigo, mi*rda. Jack nuestros papás están viniendo.
¿De verdad, ahora?
¡Oh wow, qué bueno!
Esto es para vos. Parecés un hombre de las cavernas.
Esto es mucho más rápido que usar un trapeador.
Este piso al fin está limpio.
Esto realmente no tira.
Funciona. Es perfecto.
Qué placer verte.
¡Wow!
¡Te ves genial! Limpio y prolijo.
Mira que limpio está este cuarto.
Ahora no tengo miedo de usar su baño.
Después de esto, me voy a afeitar todos los días,
sabias mujeres
Ya no apestas. Dejaste de ser un chico apestoso.
Cuando estás en tu hogar tus papas hacen cosas por vos.
Cuando haces esas cosas por tu cuenta, sentís como que,
realmente estoy valiéndome por mí mismo,
es como que ahora realmente crecimos.
Ven como lo cotidiano puede tener efectos sorprendentes,
mayores a los que uno se puede imaginar.
Ese es el PODER DE CADA DÍA.
Procter & Gamble.
¿Qué piensan las chicas de su casa?