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Señor Gobernador de la provincia de Salta; señor Gobernador
de la provincia de Jujuy; señor Intendente de General Güemes,
otra vez aquí, en Salta y otra vez aquí, en General Güemes,
y a todos los compañeros y compañeras que están allá,
en el fondo, los militantes también, todos son hombres
y mujeres comprometidos: la verdad que hoy es un día
muy especial, me acordé de uno de los últimos actos
de la gestión en la Presidencia de él, que fue la demolición
de la cárcel de Caseros.
Me acuerdo que fuimos allí en un día muy especial porque
mucha gente que había estado presa en ese penal,
y no por delitos comunes, sino presos políticos,
fueron a ver cómo se derrumbaban los últimos vestigios
de una Argentina que todos querían dejar atrás.
Me contaban algunos ex presos políticos lo que habían sido
las celdas de castigo, lo que había sido
el hacinamiento, en fin todo lo que puede vivir alguien
privado de la libertad, porque -como recién decía Juan Manuel-
han sido privados de la libertad, es cierto,
algunos porque han delinquido, pero en aquel momento muchos
habían sido privados de la libertad por pensar
diferente; una Argentina que definitivamente
quedó atrás afortunadamente.
Y me acuerdo palabras de él que dijo que una de las asignaturas
pendientes que el Gobierno que yo encabezara debía abordar
era precisamente el del sistema carcelario argentino,
la necesidad de convertir a los establecimientos carcelarios
en lo que marca la Constitución de la Nación, que no pueden
ser lugares de castigo, sino de recuperación y resocialización
de aquellos que por distintas circunstancias de la vida
han sido condenados a una de las máximas penas que puede
tener un ser humano, que no gozar de la libertad,
solamente aquellos que en algún momento hemos
estado privado de ese bien podemos darles la exacta medida
y la exacta dimensión que tiene el poder ser libres.
Por eso, hoy aquí, cuando estamos inaugurando
este establecimiento modelo en Latinoamérica que
-como recién contaba el Gobernador-
le tocó asistir a él personalmente
en cuatro oportunidades a lanzamientos de estos
que comenzó en el año 2008, y que es cierto lo que él dice
no lo anuncié, no hice nada grandilocuente, simplemente
hicimos las cosas que hemos hecho y que creo que es una
de las cosas que mejor sabemos hacer, que es trabajar.
Entonces nos pusimos a trabajar y hoy, con una inversión
de más de 80 millones de pesos, estamos inaugurando
este establecimiento penitenciario modelo
en Latinoamérica, en el noroeste argentino,
casi en el medio entre Jujuy y Salta.
No nos visita el Gobernador de Jujuy solamente por cortesía,
es porque también va a servir al sistema judicial
de la provincia de Jujuy.
Yo lo recorrí y vi las habitaciones individuales
con baños; vi las salitas donde los niños de las internas
se educan y juegan y puedo asegurar
que son de absoluta vigencia y respeto a los derechos humanos.
Recién Juan Manuel hablaba de los derechos humanos vinculados
a la memoria y a lo que nos pasó, pero ahora viene la otra
etapa, la de restituir estos derechos humanos, entre otras
cosas, a través del diseño y ejecución de un sistema
penitenciario que sea precisamente también inclusivo
y de resocialización de las personas
que han cometido delitos.
También en el día de hoy se ha comenzado la construcción
del nuevo penal, en la provincia de Mendoza, y también en el día
de hoy dos lugares emblemáticos, como eran la Unidad 20 y 27,
del Borda y del Moyano, penal psiquiátrico en condiciones
que mejor no vale la pena recordar ni describir
han sido cerradas porque hemos trasladado definitivamente,
haciendo cumplir la Ley de Salud Mental, sancionada y promulgada
hace seis meses, al hospital -modelo también- en la localidad
bonaerense de Ezeiza, donde recién nos acompañaban
el secretario de Justicia y el Ministro de Salud.
Por eso creo que -como bien decía el Gobernador-
muchas veces escuchamos discursos acerca de estas
cuestiones, pero hemos comenzado a dar respuesta a través
de hechos concretos, como también, en unos pocos
días más, se firmará el contrato para comenzar el penal
de Mercedes, para trasladar la cárcel de Villa Devoto
definitivamente también desde la ciudad
de Buenos Aires hacia un lugar donde haya otro modelo,
otro sistema en el cual, como lo que he visto recién,
inclusive y también tiene que ver con la vulnerabilidad social.
Uno decía que, tal vez, algunas personas tengan aquí
más comodidades que tal vez en lo que era su casa y también
tengamos que ver una vinculación y una relación entre
esa vulnerabilidad social y si hoy tengan que estar aquí.
Porque, como sucede en la mayoría de los países del mundo,
no somos la excepción, la vulnerabilidad social
es fundamentalmente la que también termina trayendo
a la gente a las cárceles.
Por eso, creo que esto que estamos haciendo hoy,
un ejercicio de dignidad, es algo que es una conquista
de todos los argentinos.
El hecho de que un interno pueda contar con 58 metros cuadrados
a su disposición, a lo mejor sería mejor que tuviera 2
y estuviera en libertad, pero si tiene que estar cumpliendo
una condena, que lo haga en las condiciones que marca
la Constitución, la dignidad y nuestra concepción y nuestra
convicción acerca de cómo tenemos que vivir los argentinos
y cómo queremos vivir los argentinos.
Yo estuve aquí hace dos años en este querido pueblo
de General Güemes, qué nombre además, qué nombre maravilloso.
Yo tengo al general Martín Miguel de Güemes y a su hermana
Macacha, colgados en el despacho presidencial como héroes
y heroínas de nuestra Revolución de Mayo.
En aquella oportunidad estuve también para inaugurar una usina
de energía, la General Güemes, porque también este NOA
argentino, este NEA argentino, los del otro lado,
recién los mencionaba cada uno de los hermanos, a Catamarca,
a Jujuy, a La Rioja, a Salta, a Tucumán, a Corrientes,
a Misiones, al Chaco, han crecido económicamente
por sobre la media del país, porque este modelo político
y económico inaugurado desde el año 2003, ha comenzado
también a producir una redistribución del ingreso,
no solamente en términos sociales, sino también
en términos geográficos.
Y esto está íntimamente vinculado.
Por eso, yo quiero agradecerles a todos, a usted Gobernador
de Salta, al Gobernador de Jujuy, al Intendente,
a todos y a todas las que nos acompañan.
Para finalizar, la anécdota que quería contarles, que medio
te da risa y medio te estruja el corazón también, porque cuando
se hizo el traslado de los internos del Borda y del Moyano,
pabellón masculino y femenino a este hospital de Ezeiza,
cuando entró uno de los psiquiátricos penales,
empezó a gritar desesperadamente y los médicos se asustaron
muchísimo y se acercaron a ver qué pasaba.
No, no le pasaba nada, era la forma de expresar su alegría
porque veía el lugar en que iba a estar y recordaba,
pese a ser un psiquiátrico, el lugar de donde había salido.
Y me parece que en esa anécdota, con esa historia de vida,
porque en definitiva más que una anécdota es una historia
de vida, se condensa esto que queremos hacerles llegar a todos
los argentinos: que cada argentino en el lugar que esté,
que cada argentino que no haya podido ser incluido,
llegue la mano de la sociedad a través del Estado.
Porque no es el Estado algo ajeno a la sociedad.
Podemos hacer esto porque hay una sociedad que trabaja,
que produce, que consume, que paga sus impuestos,
que nos da recursos para que podamos hacer estas cosas.
Y cuando la mano de ese Estado, que es la mano de la sociedad
llega a esos sectores vulnerables
como los que he visto recién aquí, estuve en el pabellón
femenino, esas mujeres con sus niños, uno siente entonces,
pese a todas las cosas que rodean siempre la gestión,
de la descalificación o del agravio, que bien vale ver
a esas madres junto a sus hijos en lugares dignos,
en condiciones dignas de vida y de educación para sus hijos,
que bien vale la pena soportar las cosas
que muchas veces tenemos que soportar.
Yo digo que es hora también de que todos, comencemos a valorar
el esfuerzo que hacemos, que nos ha costado mucho, que no es obra
solamente de un gobierno o de un sector político,
que es obra de todos los argentinos.
Porque he tenido muy claro, a partir de las cosas que me han
pasado en la vida también, que nada vale más, que nada te queda
más que el recuerdo y la memoria de aquellos a los que le pudiste
tender una mano y mejorarla aunque sea un cachito
así la vida que tenían antes de que vos fueras gobernador,
presidenta o intendente.
Eso solo vale la pena y por eso estamos hoy aquí en Salta.
Gracias Gobernador, gracias Intendente, gracias
General Güemes, gracias Salta, como siempre, desde aquí,
del corazón.
Muchas gracias.
(APLAUSOS)