Tip:
Highlight text to annotate it
X
Me gusta observar, mironear, y a quien no? A muchos les podría incomodar mi presencia,
por eso soy discreto, cuidadoso, para no llamar la atención.
Me encanta fotografiar personas sin que se den cuenta, pero lo más interesante para
mi son las fotografías post mortem, en un segundo capturas una imagen con vida y en un instante
a otro, una sin vida.
Tal vez muchos piensen que soy un desquiciado o un loco por seguir a las personas.
Cuando sospechan que hay alguien detrás de ellos me siento como si fuera un cazador o
un depredador acechando a su presa, sólo para capturar unas cuantas imágenes y así
poder alimentar mi ego, líbido, morbo. Algunos pensaran que tiene el mismo efecto apretar
el disparador de la cámara al igual que el gatillo de un arma, como un león que le muerde
el cuello de un antílope, ellos a comparación de los animales salvajes, no luchan por sobrevivir.
Mi momento favorito es cuando acecho por la tarde que pasa rápidamente hacia la oscuridad.
No me gusta ensuciarme la manos, pero otras partes si...
Adoro sentir la piel de los cuerpos antes de que se hundan en el inframundo.
Mis fotografías, mis imágenes que se incendian en mi mente... por la excitación y el placer
que siento por lo que hago. Es lo que me mantiene vivo a mi y al recuerdo de mi locura.
Muchos critican a los necrófilos porque tienen sexo con cadáveres, cuando yo se los hago
están inconscientes, ni siquiera están muertos. Al menos hasta que están hasta el fondo del
agua.
No me siento satisfecho con verlos ahogarse, sino hasta ver el cuerpo flotando horas después
sobre la fría superficie.
Si alguien me estuviera persiguiendo y tomándome fotografías no me quedaría de otra, más
que reír.