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Taipéi, la capital de Taiwán, está en la punta norte del país.
La ciudad está en un cuenco entre las montañas Central y Yangming
y está rodeada por la mayor, pero muy distinta, ciudad de Nueva Taipéi.
En décadas recientes, Taipéi se ha transformado
en una de las ciudades más prósperas de la región y en un destino turístico importante en Asia.
Hoy en día, Taipéi parece encaminada a una utopía futurista,
sin perder el respeto a sus antiguas tradiciones chinas.
Es fácil enamorarse de esta ciudad amistosa.
El aroma de la comida típica llena las calles.
Las motonetas y bicicletas dominan las vías públicas.
Al estar rodeada por la naturaleza, la tranquilidad en Taipéi está siempre a una corta distancia.
Para comenzar tu día, anímate a conocer el lado clásico de Taipéi.
Situado en Wanhua, el vecindario más viejo de la ciudad,
El templo Longshan es el corazón espiritual de la capital.
Es un lugar donde varias generaciones de lugareños han venido a buscar buena suerte, salud
e incluso orientación matrimonial.
El corazón político de Taiwán es el distrito de Zhongshan.
El Salón Conmemorativo de Chiang Kai-shek
honra la memoria de aquel célebre presidente
de la República China.
La Plaza Conmemorativa también es sede de uno de los sitios culturales más importantes,
la Sala Nacional de Conciertos, un imponente ejemplo de arquitectura china neoclásica.
A unos cuantos pasos está 228 Peace Park,
un solemne·monumento a los levantamientos de 1949 que forjaron la independencia de Taiwán.
Retrocede aun más en el tiempo en el Museo Nacional de Taiwán
y descubre la rica historia natural, cultural y política del país.
Sube al excelente metro MRT de Taipéi y ve al Museo del Palacio Nacional,
hogar de las mejores colecciones de antigüedades y arte chino del mundo.
Alguna vez, estas joyas locales estaban reservadas para el goce privado de emperadores.
Afortunadamente, hoy están abiertas para que todos las conozcan.
Las calles de Taipéi también guardan muchas riquezas.
Disfruta de la vegetación y compra algunas joyas en los mercados de flores y jade.
Busca ofertas en tiendas departamentales gigantes como SOGO,
o explora las boutiques y restaurantes pequeños en Yongkang Street.
Cuando te canses de las calles,
sube al cielo en los elevadores de alta velocidad de la torre Taipéi 101,
uno de los rascacielos más altos del mundo.
Aunque para algunos parece un montón de cajas apiladas de comida china,
este edificio es un imponente ejemplo de arquitectura renacentista oriental.
Hay muchos puntos de observación naturales alrededor de la ciudad.
A 15 minutos a pie del Taipéi 101, está la Montaña Elefante,
la cumbre más accesible de la ciudad.
Aquí no hay elevadores veloces, pero el ascenso de 20 minutos a la cima vale la pena, en especial
al atardecer.
Si quieres más paisajes extraordinarios, ve a la Montaña Maokong.
El servicio de góndola comienza en el Zoológico de Taipéi,
el más grande en toda Asia.
Este zoológico es muy querido por los locales
y los animales son tratados como parte de la familia de Taipéi.
Del zoológico, sube a una góndola y pasa por la fronda del bosque hacia la Montaña Maokong.
Con aldeas y templos para explorar, un día de visita en Maokong es excelente.
Como una importante área de cultivo del té,
también es el lugar para aprender los detalles de su cata y apreciación.
Tendrás que caminar para llegar al pico más alto de Taipéi,
el Monte Qixing que está al norte de la ciudad en el Parque Nacional Yangmingshan.
Sube los miles de peldaños, pasando por el bosque subtropical
hasta las tierras altas y herbosas que le dan al área su nombre original, Montaña de Pasto.
Tantos paseos a pie y recorridos por la montaña pueden abrirte el apetito.
Así que regresa a la ciudad y ve al Mercado Nocturno Shilin.
A veces parece que toda la población está ahí, haciendo lo que mejor saben hacer:
saborear la exquisita comida, buscar ofertas o simplemente disfrutar su increíble ciudad.