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Nunca habrá un momento en tu vida...
que sea perfecto para hacer algo grande.
Si esperas el momento perfecto, no llegará.
¿Sabes que tienes que hacer? Tienes que crear el momento perfecto...
y la oportunidad perfecta y la situación perfecta.
Mucha gente llega a sentirse cómoda.
Dejan de crecer. Dejan de tener deseos. Se sienten satisfechos.
Hay gente que se prepara par ir a un trabajo que no les gusta y que les hace daño.
Cuando no te dedicas a alcanzar tus metas, estás cometiendo suicidio espiritual.
Cuando tienes una meta que intentas alcanzar, que te saca de tu elemento,
descubrirás talentos y habilidades que no conocías.
Cuando el mensajero de la miseria te visite, ¿qué harás?
¿Qué te mantendrá en el juego?
Hay cosas que crees que nunca necesitarás saber...
que quizás necesites una vez en la vida...
pero ese conocimiento puede salvarte la vida.
Si no intentas lograr algo que quede más allá de lo que ya dominas, nunca crecerás.
¿Qué fue lo que decidiste alguna vez que no podías lograr?
Si dependes de tu vecino para lograr tu sueño, quizás no lo logres.
Si esperás a que te ayude tu madre o tu padre,
quizás tengan una mentalidad tan anticuada que no reconozcan la oportunidad que tienes.
Y si los esperas, quizás nunca se te realice.
No le pidas permiso a la gente mediocre para ser fenomenal.
No le pidas permiso a la gente buena para ser fenomenal.
Simplemente se es fenomenal y así atraerás lo fenomenal.
¿Qué motivo puedes recordar para levantarte de nuevo?
Encuentra ese motivo.
Si no te encuentras donde quieres estar...
si no tienes lo que quieres...
si no has llegado a donde crees que debes llegar,
no se debe al sistema. Se debe a lo que no estás dispuesto a sacrificar.
Quiero que ese sueño se realice...
porque si no, trabajarás para realizarle los sueños a otra persona.
Habrá gente que se oponga, gente que no crea en ti...
y se siente uno muy solo.
Muy solo. Particularmente cuando es por ellos que lo haces.
La mayoría de la gente se lleva su grandeza y sus ideas a la tumba.
Escúchame, si fuera fácil, todos lo harían.
En este momento hay personas trabajando sin querer.
Hay personas que detestan su trabajo pero siguen ahí.
El lugar más rico del mundo es el panteón.
Ahí encontraremos invenciones que nunca se hicieron.
Ideas y sueños que nunca se volvieron realidad.
Esperanzas y aspiraciones que no llegaron a más.
La pregunta es: ¿qué harás con el tiempo que tienes?
¿Qué te motiva? La grandeza es una serie de cosas pequeñas bien hechas...
día tras día, entrenamiento tras entrenamiento, día tras día.
Cuando las cosas no van a tu favor, cuando sucede algo que no podías prever,
¿qué motivos tienes para mantenerte fuerte?
Nunca tendrás éxito si no conviertes tu dolor en grandeza...
si no permites que tu dolor te empuje desde donde estás hacia donde quieres llegar.
Deja de huir del dolor y acéptalo.
Tu dolor formará parte del proceso, del producto final.
Te reto a que te esfuerces.
Es fácil permanecer abajo. No requiere esfuerzo ser perdedor.
No requiere motivación ni empeño permanecer en un nivel bajo.
Pero requiere todo tu ser. Necesitas la fuerza de voluntad para decir "¡voy a desafiarme a mí mismo!"
Lo que hiciste la semana pasada ya no cuenta...
Hoy -- hoy -- es el único día que importa.
El día tiene 86.400 segundos y cómo los usas es esencial.
Hoy tienes 86.400 segundos y lo que hagas hoy consolidará quién eres.
A nadie le importa lo que hiciste la semana pasada.
El enemigo principal lo llevas dentro.
Un proverbio africano dice que cuando no hay enemigo adentro, el enemigo de fuera no puede lastimarte.
Tienes una oportunida única.
Pero de nada sirve si no aprovechas esa oportunidad.
Si la vida te golpea y caes, cae mirando hacia arriba.
Mirando hacia arriba te puedes levantar.
Si quieres algo y estás dispuesto a luchar para conseguirlo,
a trabajar noche y día para conseguirlo,
a sacrificar tu tiempo, tu descanso y tu paz para conseguirlo...
si sueñas y haces planes para conseguirlo...
y la vida parece ser inútil sin eso,
pues éste es el momento. Si quieres que ésta sea tu década, comienza por decirle sí a la vida.
Dile sí a tus sueños. Sí al futuro que tienes frente.
Sí a tu potencial.
Deja de decir no.
Al morir, no dejes ningún sueño sin cumplir.
No dejes de aprovechar cada oportunidad.
Cuando te vayas de este mundo, vete habiendo logrado todo lo que podías lograr.
Algún día llegarás a este lugar,
pero nunca llegarás si te rindes, si te das por vencido.
Necesitas querer triunfar con las mismas ganas que tienes por respirar.