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¡Hola, pequeñín! ¡Hoy tenemos mucho trabajo! - ¡Hola Carlitos!
- Hola. No te lo vas a creer, pero compito en el campeonato del mundo del rally Dakar!
Tengo que convertir urgentemente mi deportivo en un coche para correr por el desierto.
- ¡Qué guay! Primero tenemos que levantar un poco las ruedas y poner neumáticos más
altos y anchos. Pequeñín, ¿te gustan los coches de carreras? Entonces ayúdanos con
la carrocería. ¡Gracias, amigo! - Oh, ahora mi coche de carreras está listo
para la competición. El campeonato del mundo es mañana, así que venid a animarme. Sin
falta, ¿eh? Les ganaré a todos y llegaré primero al Dakar.
- Carlitos, ¡sabemos que puedes! ¡Sal a ganar y ten cuidado!
¡Ya abrimos, ya abrimos! - ¡Hola! Me llamo Mateo. Mi mujer Carla y
yo nos vamos de picnic al campo. Hay que preparar el coche para el viaje.
- En ese caso es mejor poner neumáticos de campo para que aguante bien al ir por un camino
de tierra y desigual, y por supuesto, el chico y yo los inflaremos.
- ¡Bueno, muy bien! - Niño, ¿sabes lo que se suele llevar de
picnic? ¡Eso es! Una cesta con platos y con comida
muy rica. Vamos a colocar también un claxon, ¡para que sea divertido!
Lo único que nos falta es un poco de toques veraniegos. Qué bonito queda, ¿a que sí,
pequeño? - ¡Muy bonito con las flores! ¡Gracias,
maestro! ¡Mi Carla va a estar encantada! Oh, là, là... ¡Adiós, amigo...!
- ¡Adiós, Mateo! - ¡Pequeño! Por favor, abre la puerta.
- ¡Hola Rosa! ¿Qué le pasa a tu avión? - Hola. Pues, ¿qué le va a pasar? Yo iba
volando, como siempre, y resulta que una hélice se salió y salió volando no se sabe adónde.
Como ves, no volé, sino que acabé de lleno en un basurero.
- ¡Rosa...! ¡Te podrías haber estrellado! No te preocupes, el pequeño y yo te pondremos
una nueva hélice. ¡Ya verás qué bien! Ahora, pequeño, ayúdame a limpiar el avión.
¡Cómo apesta esta suciedad...! Uf... ha hecho falta estar limpiándolo un buen rato.
- Oh... ¡me habéis ayudado un montón! ¡Muchísimas gracias! Entonces, ¿ya puedo despegar?
- Sí, Rosa. Pero ten cuidado, por favor. ¡Hasta luego! Pequeño, ¿nos llaman? Vamos
a ver quién ha venido... - ¡Hola! ¡Me llamo Berta! ¡Hoy es mi cumpleaños!
¡Voy a una fiesta en una discoteca de moda! - ¡Felicidades! ¡Qué divertida eres! Pequeño,
ayúdame a recargar la batería a Berta. - Escucha, amigo mío, ¿por qué no personalizamos
a Berta? ¡Le vamos a poner un capó impresionante! - ¡Uy! ¡Eso no me lo esperaba...! ¡Me he
asustado! - Perdona Berta. El pequeño y yo estábamos
de broma. él y yo vamos a hacer otra cosa: un regalo del cumpleañero. Acepta esta pequeña
antena parabólica como nuestro regalo. - ¡Gracias! ¡Con mucho gusto! ¡Es muy amable
por vuestra parte! - Chiquillo, ya sólo nos queda decorar este
coche de época con dibujitos divertidos. ¿Cuántas caritas hemos puesto? Eso es, dos.
¿Y cuántas mariposas ves? Sí, ¡tres mariposas! Ahora vamos a poner corazoncitos. Vamos a
poner otra mariposa, para que quede más bonito. ¡Qué bien ha quedado!
- Os agradezco mucho vuestra ayuda y el regalo. ¡Mi fiesta va a ser impresionante! ¡Me tengo
que ir! ¡Hasta luego! - ¡Descansa, Berta! Pequeño, nosotros también
tenemos que descansar.