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COLEGlO JACQUES BREL
CUENTOS DE LAS CUATRO ESTAClONES
CUENTO DE PRlMAVERA
KANT - CRlTlCA DE LA RAZON PURA
¡Discúlpeme! Enseguida vuelvo.
Hola, soy Gildas, el amigo de Gaelle.
Disculpeme, crei que era ella quien habia entrado.
No, lo siento, es mi culpa...
...creí que se había ido. Debí tocar timbre.
Se quedó por mí.
Creí que Ud. lo sabía.
Por supuesto. Vine a traer algunas cosas.
Me iré enseguida.
Por favor, ésta es su casa.
¿Gaelle terminó su pasantía?
Sí, se marcha el domingo.
Simplemente vine a verla. Como hago el servicio militar aquí cerca...
Entiendo.
-¡Jeanne! -¡Gaelle!
¡Me alegra verte! ¿Cómo estás?
¡Muy bien!
lntenté llamarte durante todo el día.
Quería saber si podría quedarme dos días más, hasta el domingo a la noche.
O hasta el lunes a la mañana...
Sí, no hay ningún problema. ¿Cómo estuvo tu pasantía?
Muy bien, gracias.
Es decir, tal como pensaba.
¡Pensabas que sería un fracaso!
Bueno, mejor de lo que pensaba.
Por mí está bien, aunque no haya sido seleccionada.
¿Hay una selección?
Sí, los diez mejores pasan a un segundo nivel.
De todos modos, no esperaba llegar a tanto...
Dime, ¿cuándo puedo pasar a verte?
¿A verme? ¡Si me estás viendo!
Para agradecerte. ¿Estarás en casa mañana o el domingo?
No creo. No hace falta que te molestes.
¡Encima que me has alojado!
Es normal entre primas.
Vine a traer algunas cosas y a llevarme otras.
¡Es primavera!
Es cierto, hoy parece haber empezado de una vez por todas.
¿Hola?
¿Sí?
Sí. ¿Jeanne? Es para ti.
¿En serio?
¿Hola?
¿ Corinne?
Buen día. ¿Pero cómo supiste que estaba aquí?
¿De casualidad?
Pues tuviste suerte. Sólo estoy de paso.
Llegué hace cinco minutos, y ya me voy.
Te felicito.
Lo siento, pero esta noche no puedo. Había previsto...
Sí, entiendo...
Oye, la verdad es que no había previsto nada...
Bien, de acuerdo, allí estaré.
¿En Montmorency?
No, conozco el lugar.
Avenida Clemenceau 5, cuarto piso.
No vale la pena, lo recordaré. ¿Hay código para la puerta?
De acuerdo. Un beso.
Nos vemos luego.
¿Quiere otro trago?
No, gracias.
Me llamo Natacha.
Yo soy Jeanne, una amiga de Corinne.
¿ Corinne? No la conozco.
Sin embargo estamos en su casa, me parece:
No conozco a nadie aquí.
Yo tampoco, salvo a Corinne.
Pero ella no está aquí ahora. Fue a buscar a unos amigos.
-¿ Vino sola? -Sí.
-¿Desde París? -Sí.
¿Y cuando volverá?
Lo más tarde posible. ¿Usted quiere volver ya?
Sí. La persona con la que vine tuvo que irse de improviso.
Pero encontraré muchos otros que tendrán lugar en el auto.
Aunque tal vez no enseguida.
Pues esperaré.
Si quiere, puedo llevarla ya mismo.
Ud. dijo que quería quedarse lo más posible.
Sí, pero nada me impide llevarla y luego volver.
¿Mientras espera a Corinne?
O aunque no la esperara. No tengo especial interés en verla.
Estará rodeada de amigos y no le molestará mi ausencia.
Fuimos compañeras en la universidad. Luego perdimos un poco el contacto.
Me invitó por pura formalidad.
No sé muy bien por qué vine.
O quizás sí, lo sé muy bien.
De hecho, no...¿Me entiende?
Sí, perfectamente.
-lncluso... -¿ Qué?
Podía tener muchas razones para venir.
Por ejemplo, para ver a otra persona aparte de Corinne...
...y ahora él no está aquí, pero tal vez vendrá mucho más tarde.
Es totalmente posible, pero no es el caso.
La situación es mucho menos novelesca.
O tal vez lo sea mucho más, por absurda.
Si alguien se pusiera el anillo de Gygés...
¿El anillo?
El anillo de Gygés, en la obra de Platón.
Un anillo que hace invisible a quien lo usa.
En fin.
Si alguien hubiera sido testigo...
...de todos mis gestos, acciones y palabras a lo largo de la tarde...
...el sentido de la situación le habría sido incomprensible.
Suponiendo que lo tuviera.
Ya que el que yo le encuentro es totalmente inerme.
-¿ Y cuál es? -No tiene importancia.
-Dígamelo igual. -No, no tiene importancia. En serio.
Digamos que yo nunca me aburro.
Aún cuando no hago nada, mis pensamientos me tienen bien ocupada.
Pero esta noche me invadió una especie de impaciencia infantil...
...que parece no querer saciarse con nada.
¿Entonces espera algo?
No, no espero nada, ni a nadie.
Ni siquiera a Corinne, ya se lo dije.
Espero que el tiempo pase, que la noche termine y que el sol salga.
¿Sufre de insomnio?
¡En absoluto! Es más, antes de hablar con usted...
...estaba luchando por no dormirme.
Entonces duerma.
¿Dónde? ¿Aquí?
No, en su casa, en París.
¿No tiene casa?
Exacto.
Sin embargo tengo las llaves de dos apartamentos.
Aquel al que querría ir está ocupado. Se lo presté a una persona...
...que aún no se ha ido. No puedo echarla...
...y menos hoy que ha invitado a su novio.
-¿Y el otro? -El otro está vacío.
Pero no quiero ir allí, precisamente porque está vacío.
De todos modos creo que volveré allí.
¿ Tiene miedo de estar sola?
No, no es eso.
Digamos que la persona con quien suelo convivir...
...está de viaje por unos días.
Y, cuando estoy sola, prefiero estar en mi casa que en la suya.
Pero es por puro capricho.
¿Y si fuera a algún lugar que no fuera ni su casa ni la de él?
Eso es lo que hago estando aquí.
Pero este no es lugar para dormir. Yo conozco uno.
¿Dónde?
Mi casa, en París, en el 9° distrito.
Mi padre no está nunca. Su cuarto está vacío.
No, no se moleste...
No sé por qué le conté todo esto. Fue una tontería.
Usted no me molesta. Al contrario.
Como mi padre me dejó su apartamento...
...mejor aprovecharlo invitando a quién me plazca.
Y además, no tengo ganas de quedarme ni un segundo más aquí.
Y tú tampoco, ya lo has dicho.
Vamos, no me gusta tener que suplicar.
Desde que mi madre nos dejó, hace seis años...
...papá detesta ese lugar.
Es por mí que aún lo conserva.
Mi madre vive en el interior, con mi hermano.
Nos vemos muy poco, por varias razones.
La más aceptable es que quiero seguir estudiando en París.
Tomo clases de piano en el conservatorio.
¿Ah, sí?
Cuando mi padre no está de viaje se queda en lo de su novia.
Tiene 40 años, pero vive como si tuviera 20.
Así que ya ves, no tienes de qué preocuparte.
¿Era el que estaba contigo esta noche?
¿Esta noche?
¿ Te molesta si vamos a la cocina? Tengo sed.
-No. -No, ese era un amigo.
Mi novio.
Tiene casi la misma edad que mi padre, y la novia de mi padre...
...no es mucho mayor que yo. ¿ Te asombra?
No, es una cuestión de gusto.
-¿ Tu novio tiene tu misma edad? -Sí, la diferencia es sólo de meses.
Podría decirse que soy la mayor.
¿ Y tu novio por qué se fue?
¿William?
Por su trabajo.
Es periodista.
-¿Quieres? -Sí, gracias.
Debía partir mañana, pero llamó al periódico...
...y le dijeron que saldría esta misma noche en un vuelo especial.
Es por eso que no tuvo tiempo de llevarme.
¿ Y tú a qué te dedicas?
Soy profesora en un colegio.
-¿Profesora de qué? -De filosofía.
¡Profesora de filosofía!
¡Debí haberlo adivinado!
¿En serio? La gente suele decir lo contrario.
¡Basta con mirarte!
¡No es que todas las profesoras de filosofía sean feas!
Pero te delata tu forma de expresarte.
-¿Me encuentras pedante? -No, en absoluto.
¿Y cómo es que me expreso?
Con mucha simplicidad...
...pero con desenvoltura.
Sobre todo en lo referente al pensamiento.
Hablas mucho de lo que piensas.
Pareciera que es eso lo que más te interesa.
Eso y otras cosas.
Pero tienes razón, analizo mucho mis pensamientos.
Tal vez demasiado.
Pero no es porque enseñe filosofía. No sé a qué se debe.
Mi padre también es así, aunque no sea filósofo.
Tiene un trabajo mitad artístico, mitad administrativo...
...en el Ministerio de Cultura.
Pero él tiene una tendencia a generalizar que tú no tienes.
Si la tengo, la escondo. ¿ Y tú?
Mis pensamientos son más bien ensueños.
No me gustan las ideas generales.
Pero soy buena en filosofía, incluso la aprobé con 9.
¿ Con 9? Excelente.
Lindo lugar.
Somos afortunados, tenemos dos cuartos que dan al patio.
El apartamento de mi novio da a la calle.
Es muy ruidoso.
-¿No pusieron un vidrio doble? -No.
Dame tu bolso.
-¿Quieres tomar algo? -Sí, gracias.
¿Qué son esas cosas?
¿ Cosas?
¡Así deberían llamarse!
Si supieras cuánto las maldije...
Fueron la causa primera de las disputas entre mamá y papá.
Exagero un poco, pero no del todo.
Un joven arquitecto al que mamá admiraba...
...supongo que hacía algo más que admirarlo...
...pero eso no es asunto mío...
...la convenció de refaccionar la cocina...
...que en ese entonces era poco práctica y afeaba el apartamento.
Entonces tuvo una idea completamente absurda...
...cual suelen tener los arquitectos...
...que consistía en delimitar un espacio para obligar a la gente a rodearlo...
...preservando así el área reservada a la mesa.
¿Entiendes?
Mi padre se dejó convencer, pero lo más curioso de la historia...
...es que fue mi madre quien, concluidas las obras, estuvo más decepcionada.
Se peleó con el arquitecto y nos abandonó.
Así es como vi lo sucedido.
Tenía entonces 12 años.
De todas formas hacía tiempo que ella y mi padre se llevaban mal.
Mi padre, que siempre tiene un pero para todo, estuvo de acuerdo al principio.
¡Ya que causaron tantos problemas, las podrían haber quitado!
¡No, justamente! Eso es lo terrible.
Las sostiene una vara metálica empotrada en el cemento.
Habría que usar un taladro neumático...
...que podría derrumbar el cielo raso de abajo.
A fin de cuentas, ya me acostumbré.
No me desagradan tanto.
Claro, se ven un poco extrañas.
Además, no creo en absoluto en esa delimitación del espacio.
Pero creo que se las puede usar de otra forma.
Por ejemplo, para apoyarse al conversar.
Por ejemplo.
Ven, te mostraré tu cuarto.
Hicieron bien en conservar las puertas antiguas.
¿No son hermosas?
¡Bien, es aquí!
Es el cuarto de tu padre. Quizás se moleste.
No, ya te lo dije, él nunca duerme aquí.
Te traeré sábanas.
Las pondremos luego.
-¿Quieres ver mi cuarto? -Sí.
Puedes dejar tus cosas aquí si quieres.
Te haré un poco de lugar.
Este ha sido siempre mi cuarto.
Aún conservo mis juguetes.
El de mi hermano está al otro lado del salón...
...pero está inhabitable. Es un desorden total.
Estarás más a gusto en el de mi padre.
Me siento muy bien aquí, no tengo ganas de mudarme.
Sé que algún día deberé hacerlo.
Pero hay objetos de los que nunca me separaré.
Mira. Ahora está vacío...
...pero es uno de los primeros regalos que recibí.
-¿Esa eres tú? -No.
Claro, es una pintura antigua. ¿Es tu madre?
Tampoco.
¿Es tu abuela?
No.
¡Es mi abuelo!
Aquél también es mi abuelo, pero un poco más viejo.
Y ésta es mi abuela.
¿ Qué hace tu padre exactamente?
¿Exactamente?
Tiene un nombre largo: es asesor...
...de la comisión encargada de entregar becas a jóvenes artistas.
¿Es interesante?
Sí y no.
El opina que hay demasiada burocracia implicada.
Yo no creo que la función pública sea para él.
Su sueño es ser crítico de arte.
Pero ambos trabajos no son incompatibles.
Claro que no.
Siempre dice que está escribiendo un libro...
...pero cambia todo el tiempo de tema y finalmente no llega a nada.
Creo que las mujeres fueron para él una influencia nefasta.
¿Las mujeres?
Su esposa, por empezar.
Mi madre.
¿A ella no le interesaba el arte?
Sí, al contrario.
Pero a su manera.
Hubiera querido que él fuese artista...
...creador, pero él no lo es.
Se critica mucho a sí mismo y admira demasiado a los demás.
¿Pinta?
No, para nada.
En su utopía, ella hubiera querido que él fuese pintor o arquitecto...
...o músico, o escritor, ya que tiene aptitudes para ello.
Escribe bien. Y a veces hasta muy bien.
Pero le exige un esfuerzo enorme.
Mi madre se irritaba al verlo re-escribir la misma página, y terminó por frustrarse.
¿ Y las otras?
¿Las otras mujeres?
Ahora comparte su vida con Eve.
Pero ella es un caso aparte.
Tiene un perfil vampírico.
Ella le roba sus ideas. Publicó un artículo en una revista.
Tiene bastante talento, y le resulta muy fácil escribir.
Pero su estilo es impersonal, muy periodístico.
¿ Y eso no sirve de estímulo para tu padre?
¡Se ve que no lo conoces! Eso le corta la inspiración en seco.
Se ha dado por vencido.
Allí está su manuscrito. Ya ni lo toca.
Es una verdadera lástima.
De todas formas, la influencia de esta mujer es nefasta a todo nivel.
Sólo espero que no duren mucho.
El cree estar enamorado, pero se engaña.
¿ Y ella? ¿ Crees que lo ama?
¿Ella?
No.
Al menos esa es mi opinión.
Le gusta. Tiene 40 años, está en la flor de la vida.
El le da mucho más a ella que ella a él.
Ella no le ha dado nada.
O, lo que es peor, le ha dado cosas negativas.
Tiene un carácter espantoso.
Dios sabe que lo intenté, pero nunca logré...
...ponerme de acuerdo con ella en nada.
Parece que tuviera celos.
Celos de mí, de mi relación con mi padre.
Es absurdo.
-¿ Tocas el piano? -No.
No soy muy hábil con las manos.
Los cantos del alba, ¡son magníficos!
¿Los conoces?
Sí.
Para mí es la obra más bella de Schumann.
¿Quieres que la toque?
Tal vez sea un poco tarde para...
Pues a mí me parece muy nocturna a pesar del título.
Si te refieres a los vecinos, no hay de qué preocuparse.
Arriba vive un pianista, él entenderá. Abajo hay sólo oficinas.
-¿ Tienes cursos mañana a la mañana? -No, no los sábados.
Yo sí, generalmente.
Me levanto a las ocho.
Haré el menor ruido posible para no despertarte.
Duerme cuanto quieras, yo vuelvo al mediodía.
De todos modos, nunca me levanto muy tarde.
No me juzgues severamente. Recién comencé a estudiar la partitura.
¿Natacha? ¡Soy yo!
Ella no está. Yo soy una amiga.
¡Lo siento! ¿Puedo pasar al cuarto?
Un momento, por favor.
Recogeré mis cosas.
Lo lamento.
-Discúlpeme. -No, soy yo quien se disculpa.
-Hubiera entrado. -Tómese su tiempo.
¡Entre! No me molesta en absoluto.
Además, ya terminé.
Como me voy de viaje...
...sólo pasaba a buscar algunas cosas.
Soy el padre de Natacha, habrá adivinado.
Sí.
¿Ella no le avisó que vendría?
Debe haberse olvidado.
-De veras lo lamento... -Soy yo el...
No tenemos por qué disculparnos.
En todo caso es culpa de Natacha, pero está perdonada.
Le di el apartamento para que lo use a su antojo.
Supongo que está en clase.
Sí, volverá al mediodía.
-¿Ud. aún estará aquí? -Sí.
-¿Podría hacerme un favor? -Sí.
Dígale que me voy a Roma, que volveré el miércoles...
...y que pasaré el jueves a las 19:00 a dejar la valija.
Gracias. Adiós.
Adiós.
No te levantes.
¡Compraste flores! ¡Qué amable!
Son lindísimas.
Empieza a haber flores hermosas en esta época.
¡Gracias! Gracias por poner flores en mi cuarto también.
Estoy conmovida.
Hacía mucho tiempo que no me regalaban flores.
¿ Te desperté esta mañana?
-No, dormí hasta las nueve. -¿Nada más?
Por suerte, porque pasó tu padre.
Para buscar sus trajes.
Debí haberte avisado, pero me olvidé por completo.
¿Estabas despierta?
Sí, me estaba duchando.
¿No lo viste?
Sí, porque no tuve mejor idea...
...que ir al cuarto a recoger mis cosas.
¿Desnuda?
¡Casi! Llevaba sólo una toalla.
No sé qué habrá pensado.
Pero en ese momento no lo miré.
Y creo que él a mí tampoco.
¿Así que prácticamente no se vieron?
Sí, lo vi antes de que se fuera.
Ya me había vestido.
Por cierto, me dejó un mensaje para ti.
Se va unos días a Roma. Pasará el jueves a las 19:00...
...a dejar su valija.
Supongo que fue extremadamente amable.
Más de lo que una podría imaginarse.
No paraba de disculparse, lo cual me avergonzaba aún más.
Fue muy embarazoso para mí.
Tuve la sensación de ser una intrusa.
¡Pero si yo te invité!
Eso dijo él, pero yo sentí que lo expulsaba de su propio cuarto.
¡El ya no vive aquí!
Quizás, pero sigue siendo su cuarto.
No parece abandonado. Sigue ordenado cual si él viviera aquí.
Y yo respeto mucho el orden de los otros...
...porque el mío propio me obsesiona.
Por ejemplo, hoy temprano me senté aquí...
...a corregir mis trabajos porque no quise mover...
...siquiera un centímetro los papeles y los libros que estaban sobre su escritorio.
Sí, es mejor no tocar sus cosas.
Pero todo lo demás no importa.
Y te repito: puedes quedarte cuanto quieras.
Eres muy amable.
Me quedaré sólo hoy y mañana. Mi apartamento se libera el lunes.
De acuerdo.
No sólo no me molestaría...
...sino que me alegraría que te quedes.
Así sentiría que este es realmente mi hogar.
No es fácil de entender, pero te lo explicaré.
¿ Qué tienes que hacer esta tarde?
Algunas compras.
Pero no es nada urgente.
Si no te molesta, querría quedarme aquí leyendo.
¿ Qué te parece si vamos al campo?
Puedo llevarte adonde gustes.
Tenemos una casa cerca de Fontainebleau.
No vamos casi nunca...
...por diversos motivos, uno más tonto que el otro.
Quisiera aprovechar antes de que se venda.
Los cerezos han de estar en flor.
Es un lugar hermoso. ¡Vamos!
Llegando al Sena, a la izquierda.
¡Podrías esperarme!
¡Date prisa, entonces!
¡Este lugar es bellísimo!
No parece tan abandonado.
Mi padre lo mantuvo bien el año pasado.
Pero me temo que este año será distinto.
Qué tonta. Siempre temo aplastar las flores.
¡Te mojarás los pies! Espera, te prestaré unas botas.
No mires el empapelado. Lo puso mi madre. A mí no me gusta...
...pero no hubo tiempo de cambiarlo.
No me molesta, me gustan los colores.
Este es tu cuarto.
¡Esos muros de piedra son muy lindos!
Sí, y además nos protegen de los curiosos.
¡Ven a ver mi cuarto!
Yo creía que florecían más tarde.
Esta es la época, pero las violetas ya se acabaron.
-¿Enserio? -Sí.
Así está lindo. Con el pasto corto...
...pero si nadie se ocupa, en junio esto será una selva virgen.
Lo más urgente es pintar la pérgola que se está oxidando.
Esta parte del jardín me encanta, es mi preferida.
Mamá la detestaba. Quería hacer cortar los árboles.
¿De qué te ríes?
Me di cuenta de que casi no hablas de tu madre.
Pero si lo haces, es para criticarla.
Sí, la critico tal como ella me criticaba.
Nada la conformaba.
Ahora se acabó. Estamos alejadas...
...y ella se interesa poco por mí.
¿ Crees que soy malvada?
No.
En el fondo la estimo. Sé que si me criticaba...
...es porque tenía una idea muy elevada de mí...
...demasiado elevada, y yo tenía que cubrir sus expectativas.
Pero en cierta medida lo haces.
Sí, desde que terminé el colegio...
...y me admitieron en el conservatorio, la distancia ayudó.
Pero sigues criticándola.
Se ha vuelto costumbre.
Pero eso no está bien.
Cada vez que me oigas criticarla, yo cumpliré una prenda.
¿ Qué prenda?
-¡Tú elegirás! -¿En serio?
Pero ustedes a veces se ven, ¿ o no?
Poco, pero con regularidad. Suelo pasar una o dos semanas...
...en su casa cerca de Arcachon, durante las vacaciones.
Adoro el océano. Necesito verlo al menos una vez al año.
-¿ Conoces la duna de Pilat? -No, nunca estuve allí.
Es uno de los paisajes más bellos que conozco:::
...con el océano a un lado y el bosque al otro.
Cerca de aquí hay una vista del bosque que también es espectacular.
lremos mañana, aunque siga lloviendo.
Esto sí que es ejercicio...
¡Casi llegamos!
¡Oh, no, mi Amazonas está neblinoso! ¡No verás nada!
No sacudas las flores, terminarán cayéndose.
Ven de este lado, no quiero rociarte de insecticida.
¡Creo que fue suficiente por hoy!
Pintaremos la pérgola la próxima vez.
-¿ Tienes el domingo libre? -Sí, Mathieu no habrá vuelto aún.
-Si vuelve, puede venir. -No, no habrá vuelto.
Pero puede venir otro día. Sabe reparar de todo.
¡Buen ejemplo para papá!
Le mostraremos que podemos arreglárnoslas sin él.
¿Estás segura de que no vendrá?
Con todo lo que viaja ahora...
...cuando vuelve, corre enseguida a los brazos de su amada.
-Pero podría traerla aquí. -No.
Ella no quiere.
Se aburre aquí.
Además, yo no quiero que venga.
No tienes por qué estar aquí.
La idea de que ella esté aquí conmigo, o peor aún, sin mí, me repugna.
-Es como una profanación. -¿No crees que exageras un poco?
Pensar que ella se pasea por los lugares de mi infancia...
...que respira el olor de las mismas flores, que se sienta en el sofá...
...donde mi madre, sí, mi madre, me tenía sobre su falda...
¡Debes estar bromeando!
Es incoherente, pero a veces pienso en mi madre con nostalgia.
¿Le prohibes a tu padre...
...convivir con una mujer, pero dices que lo amas?
¡Con otra mujer sería diferente!
Contigo, por ejemplo, no me molestaría en absoluto.
Es más, me encantaría.
Desgraciadamente, eso no pasará.
No me diste tu impresión sobre él.
Sí, te la di: extremadamente cortés.
A punto tal que me incomodaba.
¿ Y físicamente?
No parece haberte atraído mucho.
Tal vez más de lo que crees.
Quiero decir que entiendo que le guste a las jovencitas.
Claro, ya no tiene 20 años, pero conserva un rasgo juvenil.
Y además, tiene lindos ojos.
¡Qué lástima que yo heredé los de mi madre y no los suyos!
-¡Prenda! -¡Prenda!
Dime qué debo hacer.
Nada, sólo bromeaba.
Yo no estoy bromeando.
Escoge lo que quieras.
De acuerdo.
Te contaré una historia.
-¿Un cuento de hadas? -No.
Aunque si alguien hubiera tenido el anillo...
-De Gygés. -...de Gygés...
...habría podido dilucidar el misterio.
¿Es una trama policial?
Podría decirse.
Llamémosla "El misterio del collar".
Es verídica.
Si te la cuento es porque he decidido hacerla pública.
No hay policías, ni asesinatos, pero hay un robo.
¿El robo de un collar? ¿De quién era?
Mío.
¿De quién sospechas?
-Bueno... -¿De Eve?
Sí.
¿ Y qué opina tu padre?
Creo que mi padre no la cree del todo.
Eso es lo peor.
Prueba que él la defendería a cualquier precio.
¿ Tienes evidencias?
Te contaré la historia. Tú me dirás si estoy delirando.
Entre las joyas que mi padre heredó de su madre, había un collar...
...que él quería regalarme cuando yo cumpliese 18 años, el 22 de marzo.
No me había contado nada. Quería que fuese una sorpresa.
Pero le había confiado el secreto a Eve.
Mas en la víspera de mi aniversario el collar desapareció.
Poco antes, como debía ir con Eve a una fiesta...
...se lo había prestado sin que yo lo supiera, por supuesto.
Ella no se lo devolvió enseguida.
Lo guardó por un tiempo, y, para colmo, lo siguió usando.
Un día, no sé si fue inconscientemente o para provocarme:::
...ella llegó a casa con el collar puesto.
Creí que mi padre se lo había regalado. Estaba furiosa.
No porque lo quisiera para mí...
...yo ignoraba aún los planes de mi padre...
...pero era una joya de la familia...
...y a mi parecer, Eve no sería jamás de la familia.
Luego, en la víspera de mi cumpleaños...
...papá, con tono grave, me preguntó si había visto el collar.
"La última vez que lo vi, fue en el cuello de Eve.
"Creí que se lo habías regalado."
"Nunca hubiera hecho eso", me contestó.
"Simplemente se lo había prestado. Quería regalártelo a ti.
"Ella me lo devolvió en su casa...
"...y yo lo guardé en mi bolsillo para llevarlo a casa.
"Sé que lo llevaba conmigo al entrar, y luego no sé qué sucedió."
En fin, según su versión, lo había guardado en un bolsillo su pantalón...
...el mismo donde guarda sus llaves.
Cuando sacó el llavero para entrar, lo palpó en su bolsillo...
...y pensó que lo primero que haría al entrar...
...sería guardarlo en la caja de las joyas.
Luego sonó el teléfono, él fue a atender...
...se olvidó del collar y se cambió de ropa.
Si el collar estaba en su bolsillo, ¿pudo haberse caído?
Sí, es lo primero que uno pensaría.
El problema es que el collar no apareció en el piso del ropero.
Ni en ningún otro lugar.
Ni en el ropero, ni en su cuarto, ni en ninguna parte.
¿Estás segura de que tu padre dice la verdad?
No existen las certezas totales.
¿Para qué inventar una historia tan complicada...
...y decir que el collar era para mí si en verdad era para Eve?
No, hay una explicación mejor.
Unos días antes, al entrar a casa...
...encontré a Eve haciendo probar a mi padre sus viejos trajes.
El tiende a guardar todo y ella lo ayuda a seleccionar.
Es una de las pocas virtudes de Eve.
Entonces, revolviendo entre las ropas, ella bien pudo...
...encontrar el collar en el suelo o en el bolsillo del pantalón...
...y robárselo.
Te mostraré el lugar cuando lleguemos.
Era un pantalón parecido a éste.
Con bolsillos amplios, puede haberse caído fácilmente.
Si quieres podemos probar con mi collar.
Veamos...
Lo dobló por la mitad para colgarlo...
-Ahí tienes. -Pero hace ruido al caer.
Sí, pero olvidé decirte que yo estaba acá.
¿Acá? ¿Dónde? ¿ Cuándo?
En el salón. Cuando llegó papá.
Estaba tocando el piano, eso pudo ocultar el ruido.
Yo descolgué el teléfono justo cuando él abrió la puerta.
Era Eve, que habrá llamado para recordarle algo.
Hablaron muy poco, y yo seguí tocando el piano.
¿Realmente quieres irte mañana?
No tengo motivos para quedarme. Mi prima se va.
Hay un motivo, y es que a mí me gustaría.
Hemos pasado dos días maravillosos.
Nos veremos el próximo sábado, si quieres.
¿ Y hasta entonces?
Hasta entonces, ambas tenemos las noches libres.
Te invito a un restaurante el lunes.
Preferiría cenar en tu casa.
Mejor otra vez, cuando haya podido ordenar.
De acuerdo.
-Buenas noches. -Buenas noches.
-Que duermas bien. -Tú también.
¿Eres tú, Jeanne?
-Sí. -Espera un momento, ya voy.
Sí, espero.
Hace dos días que intento ubicarte.
¿ Te habías ausentado?
Sí, estaba en el campo.
Lo importante es que ahora estás aquí.
-Adivina lo que pasó. -No sé.
Al final me seleccionaron.
¡Felicitaciones!
Me enteré justo después de que te fuiste.
Ni siquiera había esperado los resultados.
Una compañera me llamó porque vio mi nombre en la lista.
Debo quedarme una semana más. ¿ Te molesta?
-No, para nada. -Sino puedo ir al hotel.
¡No digas tonterías! No me molesta que te quedes.
Te dije que casi no vivo aquí.
Sólo vine a buscar unos libros.
Realmente me da verguenza. Eres tan amable conmigo...
Gildas vendrá por mí el sábado. Nos iremos el domingo.
¿ Te gustaría salir a cenar con nosotros el sábado?
No sé si podré.
Vamos, nos encantaría que vengas.
Te llamaré. ¿Estarás aquí?
Todas los días, entre las 18:30 y las 19:30, seguro que sí.
De acuerdo.
En todo caso, no te molestes en llamarme. Casi no estaré en casa.
¿ Quién es?
Adivina lo que me pasó.
¿ Tu prima sigue allí?
-Exacto. -¡No!
¡Me pone tan contenta!
¡Ahora no podrás escaparte!
Su pasantía se prolongó...
...así que pensé que podría alegrarte a ti y a ella al mismo tiempo...
-¿ Tú no te alegras? -...y a mí misma.
El único problema...
...es que no me animé a decirle que no estaba en lo de Mathieu...
...porque se hubiera sentido obligada a ir a un hotel.
Además, no me gusta compartir mis secretos con ella.
Tal vez me equivoque, pero como ella es muy perspicaz...
...pero sin buenos fines, estoy casi segura...
...que a esta altura sospecha que nos hemos fugado.
No está tan equivocada. Yo me estoy fugando.
¿Enserio?
¿ Qué te parece?
¿No te parece extraño que yo no quiera quedarme en lo de mi novio?
Honestamente, no me lo había planteado.
¿El está de viaje realmente?
Sí, no te mentí.
Me dijiste que no querías estar sola en otro lugar...
...que no fuese tu propio hogar.
Por lo que sé de ti, me parece totalmente normal.
Sí, no sólo no es mi hogar...
...sino que lo odio.
Por momentos es el lugar que más odio en el mundo.
Quisiera destruirlo, hacerlo explotar.
Siento que tengo instintos incendiarios.
Parezco muy tranquila, pero...
...a veces tengo ideas tan violentas que me espantan.
Cuando identifico a Mathieu con su territorio...
...no hay persona a la que odie más en el mundo.
Es monstruoso, ¿ o no?
Sí, es algo muy grave.
Sobre todo para ti, tan sensible a los espacios.
No siempre. Pero cuando se ama a alguien...
...hay que concederle de algún modo un espacio propio.
Ese espacio es el lugar de trabajo.
En la mayoría de las parejas el trabajo es en sí un espacio propio.
Sólo que nosotros, como solemos trabajar en casa...
En fin, bastaría con mudarnos a un apartamento más amplio.
Y lo haremos, pero no enseguida.
El año pasado me gradué como profesora.
Este año estoy como pasante, hasta que me titularicen en el cargo.
Pedí que me nombren en la misma ciudad que a él...
...o, en todo caso, en una cercana.
Mathieu trabaja en el Centro Nacional de Ciencias...
...y el año próximo tendrá un puesto de asistente en Grenoble.
Sólo nos quedará casarnos.
-¿De verdad? -¡Sí, de verdad!
¿No me crees?
Sí, si tú lo dices.
Pero la idea no parece fascinarte.
¡Al contrario!
Lo que me molesta cada vez más es estar casada sin estar casada.
Antes se lo llamaba "vivir en desorden".
Es un nombre muy adecuado.
Mañana y pasado estaré ocupada; quedas liberada de mí.
Pero el jueves quiero que cenes con nosotros.
Viene papá, no puedes faltar.
-Hola, papá. -Hola.
-¿ Todo bien? -Sí.
Jeanne, éste es mi padre.
Nos hemos visto ya, pero no sabía su nombre.
Está aquí porque prestó su apartamento...
...y terminaron usurpándoselo.
¡Vaya forma de contar las cosas!
No se preocupe, me iré antes del fin de semana.
Puede quedarse, yo nunca estoy aquí.
-¡Salvo cuando sí estás! -¡Vine a dejar mi valija!
¡No tienes que disculparte! ¿ Cenas con nosotras?
Esta noche no puedo. Tal vez otro día.
No, ahora que te tengo, no te dejaré partir.
En ese caso, debo hacer un llamado.
¡Si no contesta, allá ella! ¡Pero tú te quedas!
-lré a hacer las compras. -Deja, iré yo.
No, yo.
-¡Yo! -¡Yo!
¡Sólo hace falta pan!
Enseguida vuelvo.
-Los cuchillos. -Gracias.
-¿Prefiere cortar los tomates o el salame? -Me da lo mismo.
¿Hace mucho tiempo que se conocen?
No, desde el viernes a la noche.
Nos encontramos en una fiesta a la que había ido casi por azar.
Natacha fue muy amable, yo no sabía dónde dormir.
¡Usted fue muy amable al prestar apartamento!
Mientras que usted misma...
-¿Estaba de viaje? -No exactamente.
Vivo la mayor parte del tiempo en lo de mi novio, pero...
Yo prácticamente vivo en lo de mi novia...
No tengo motivos para no quedarme allí.
Yo tampoco.
Pero ahora, él está de viaje.
Es un poco difícil de explicar, son sólo manías mías.
¿Manías? ¿A qué se refiere?
-¡Soy tan torpe! -Yo también.
¿Eve?
Hace diez minutos.
Me quedaré a cenar.
¡lntenté llamarte, pero no respondías!
Me dijiste que tal vez estarías ocupada esta noche.
¡Entonces ven!
Ella puede decir lo que quiera.
¡Espero que este disparate ya esté superado!
Además está con una amiga muy simpática, tú no la conoces.
Espera.
¿Natacha?
¿Es Eve?
Dile que venga.
Ven, ella misma te invita.
¿Quieres hablar con ella?
Se fue a la cocina.
Ven.
Será una ocasión para reconciliarse.
Ella dio el primer paso, no puedes rechazarla.
¿No está obligada a seguir enseñando?
No más allá de los cinco años que establece el contrato.
Pero de hecho me gusta.
¿ Tu no preferirías, podemos tutearnos...
...hacer como yo que llevo una vida más activa?
¿ Organizar exposiciones...
...trabajar en prensa, audiovisuales y edición?
No, ese tipo de actividades no son para mí.
Tal vez sean apropiadas para su...
...perdón, para tu temperamento, pero en todo caso no para el mío.
En ese tipo de actividades, uno siempre depende...
...de alguien o de algo, incluso en los niveles más altos.
Mientras que en mi clase, yo soy jefa absoluta.
¡Si los alumnos lo permiten!
Sí, pero ese es mi trabajo.
¿ Te escuchan? ¡Bravo!
Si no me escuchan la culpa es mía.
La pregunta es más amplia.
Te escuchan, quiero creerlo, ¿pero de qué modo?
Puedo hablar con conocimiento de causa. Estoy haciendo una maestría en filosofía.
Pero mi filosofía la reservo para mí sola.
No tengo ninguna intención de compartirla con gente a la que le importa un bledo...
...que sea la mía, la de Platón o la de Espinoza.
En eso te equivocas.
Al principio pensaba así, pero es falso.
Mis alumnos no provienen de la clase intelectual.
Enseño en un suburbio de clase obrera...
...pero aspiro a que la filosofía les interese o incluso les apasione.
¿A todos?
A un número suficiente.
Más que la literatura o la historia, estoy segura.
Es extraño, pero para ellos es una cuestión de amor propio.
Una baja nota en filosofía es algo deshonroso.
-¿Enserio? -¡Sí!
Es como si toda su capacidad de pensar estuviera en tela de juicio.
Bromean al ser torpes en matemáticas, pero no en filosofía.
Todos creen que su filosofía es mejor que la del resto.
Para no sentirse heridos, endilgan los errores al profesor.
Basta con mostrarles que su filosofía, o aquella que enseñamos...
...viene a completar y a ampliar la de ellos, no a substituirla.
Es un trabajo difícil y apasionante.
Pero eso no quiere decir, como podría creerse...
...entretenerlos con banalidades o con ideas preconcebidas...
...como el psicoanálisis, las ciencias sociales y todo eso.
No. Lo que yo hago es abordar la "verdadera filosofía"...
...y como no la conocen, les intriga.
La verdadera filosofía... ¿ Te refieres a la metafísica?
No exactamente.
En ese caso también...
...para las "grandes dudas"...
...como Dios, el universo, la libertad...
...ellos tienen respuestas.
lngenuas, pero respuestas al fin.
No, yo me refiero más bien a la filosofía trascendental.
¿ Trascendental?
¡Kant, claro! ¿Les haces leer a Kant?
No hago referencias a autores específicos, al menos no al comienzo.
Trato de suscitar una reflexión sobre el pensamiento en sí mismo...
...el mero acto de pensar.
Uso el término "trascendental" en un sentido amplio.
¿lncluida la aproximación de Husserl?
Sí, por supuesto.
Y para ti...
-¿ Qué? -¿ Qué significa "trascendental"?
Lo que ella dijo: una filosofía en su expresión más pura...
...que supera todos los puntos de vista, que los trasciende.
¡Nada que ver!
Tomas "trascendental" por "trascendente", como el 99%/ de la gente.
No hay nada de deshonroso en ello. No me ha impedido...
Obtener un 9, ya lo sé.
Yo sólo obtuve un 7.
No te ofendas, sólo quería mostrarle a Jeanne...
...que eso no es lo que se aprende en una clase de filosofía.
No me ofendo. Voy a buscar la fuente.
Disculpen mi terminología.
Podría haberme explicado de otro modo.
Las palabras no importan.
¿Sus alumnos la siguen en ese ámbito?
Me siguen, y a veces me preceden.
¿Puedes ayudarme, papá?
¿ Te preceden?
Sí. Por ejemplo...
...el otro día tuve con cinco o seis estudiantes...
...una discusión mayéutica al estilo del Theaetetus de Platón.
¿La ciencia es percepción? ¿ Vemos con los ojos, o a través de ellos?
A pesar de que yo no quería aventurarme demasiado lejos...
...llegamos al punto de plantearnos...
...la posibilidad del juicio sintético a priori...
...como en la Crítica de la razón pura.
Estaba diciendo que sus alumnos...
¡Se interesan por la posibilidad del juicio sintético a priori!
Sí, en todo caso...
¿Sabes lo que es un juicio sintético a priori?
Si lo sabía, lo olvidé. ¿ Y tú?
Sí. Un juicio sintético a priori...
...es un juicio que, siendo a priori, no es ***ítico.
Para ser precisa, disculpen mi vocabulario...
...es un juicio en el cual el predicado no tiene correspondencia con el sujeto.
¿Por ejemplo?
Usemos el ejemplo de Kant.
"Todos los cuerpos ocupan un espacio", es un juicio ***ítico.
Pero "todos los cuerpos tienen peso" es un juicio sintético...
...pero a posteriori, porque la noción de peso...
...no está contenida en el sujeto, sino que deriva de la experiencia.
¿ Y "sintético a priori"?
"Todos los cuerpos son..." ¿ Cuál era el ejemplo de Kant?
En Kant el ejemplo es "todo hecho tiene una causa".
Lo mismo vale para las proposiciones matemáticas. Cuando digo...
..."La línea recta es la distancia más corta entre dos puntos"...
...no estoy invocando el concepto de rectitud, ni tampoco la experiencia.
Sí, porque el espacio es una forma a priori de la percepción.
¡Bravo!
¡No te has olvidado nada!
-¿Eso lo aprendiste, al menos? -Ya te dije que no.
Quizás lo mencionaron, pero yo habré faltado, o no presté atención.
Eso no me impidió obtener un 9.
El otro día, Jeanne y yo fuimos al campo.
-Es un lugar maravilloso. -Sí, es una linda zona.
Empezamos a arreglar el jardín.
No pude pintar la pérgola porque llovía...
...pero rocié todo con insecticida.
No sé si surtirá efecto porque estaba todo empapado.
Fumigaremos una próxima vez.
¡Sobre todo me roció a mí!
¿ Cuándo piensas ir?
Dímelo, porque sino le pediré ayuda a mis amigos.
Lo antes posible.
No hace falta que molestes a tus amigos, a menos que les agrade.
-¿El próximo sábado? -¿Por qué no? ¿Estás de acuerdo?
lmposible, tengo que terminar un artículo.
-Puedes terminarlo allí. -Será difícil. Pero ve sin mí.
¿ Y tú, Natacha? ¿ Vendrás?
Pensaba ir, pero hice otros planes para el sábado.
¡No es motivo para que tú no vayas!
Gracias, pero yo también tengo otros planes.
Nada que me entusiasme, pero ya me comprometí.
Mi prima me invitó a cenar.
Parece que no irá nadie.
Pero yo sí iré.
lré solo. No será la primera vez.
-Yo no te impido que vayas. -Ni yo.
Quiero mostrarte algo, ven. Discúlpame, Eve.
¿De qué trata tu tesis?
¿ Qué sucede?
...en relación a la teoría de Jansen. Lo que me interesa...
Regué las plantas del balcón.
-Lo podía hacer yo... -Sé que estás apurada.
No más que tú.
No sabía que los filósofos eran tan rigurosos...
¡Maniáticos!
...en las cosas cotidianas.
¿Por qué no?
Además no soy filósofa, soy profesora.
Eres más filósofa que Eve.
Ella se sentiría rebajada ocupándose del apartamento...
...ayudando a levantar la mesa, enderezando una silla...
Por suerte esta no es su casa, pero igual...
¿ Viste cómo no pierde ocasión de hacer alarde de sus conocimientos?
Fui yo quién comenzó.
Es lógico. Tú hablabas de tu ocupación en respuesta a una pregunta...
...pero lo de ella fue por pura pedantería.
Papá estaba atónito.
En mi cuarto, mientras mirábamos fotos de mi hermano...
...hablamos un poco de ti. Dice que no pareces profesora.
Ya sabes, los estereotipos predominan...
Como sea, te encontró muy agradable y muy hermosa.
Le causaste una excelente impresión.
¿ Te lo dijo?
No, pero yo me doy cuenta.
Por la forma en que te mira. El nunca se fija en las mujeres feas.
¡Son sus hábitos de seductor!
Su novia lo vigilaba de reojo.
No creo que le hayas agradado mucho.
Creo que eres injusta con ella.
Es una joven muy linda e inteligente.
Tal vez te provoque a veces, pero lo hace gentilmente.
¿A eso llamas gentileza?
Siempre tratas de suavizar el tono, y está bien que lo hagas.
Una mujer como tú es lo que necesita mi padre.
Le hace falta una persona tranquila.
Y no todas esas histéricas que lo persiguen.
Pero ante todo, te digo que le gustas.
-Soy demasiado vieja para él. -Parecemos casi de la misma edad.
-El es demasiado viejo para mí. -¿ Crees que parece viejo?
Además es tu padre.
¿ Y si no lo fuera? ¿Si lo hubieses conocido sin mi mediación?
Pero ese no es el caso.
No me gusta razonar así, en abstracto.
De todos modos, ambos tenemos pareja.
La suya no es tan seria.
Estoy segura de que su relación con Eve no durará mucho.
Y por lo que intuyo, lo tuyo tampoco es tan serio.
¿De qué hablas, Natacha?
¿ Qué intuyes?
¿ Qué te he contado yo?
El tono con que hablas de tu novio no es muy entusiasta.
Perdóname, pero en esos temas, el entusiasmo me lo guardo para mí.
Tal vez me equivoque, pero siguiendo la línea de lo abstracto...
...debes admitir que no eres inmune al amor a primera vista.
Como todo el mundo.
No sé...
En ese caso ya nos habríamos enamorado.
Ya basta de conjeturas. No entiendo adónde quieres llegar con esto.
A ningún lado.
Me gusta soñar.
A mí no tanto.
Finalmente tengo el día libre mañana. ¿ Vamos al campo?
Podemos salir temprano. No tengo clases los sábados.
Soy yo la que está ocupada.
Mi prima me invitó a cenar.
-Dijiste que la idea no te entusiasmaba. -Sí.
Tu padre puede llevarte, ¿ o no?
No va a ir.
-¿ Te lo dijo? -No.
Pero estoy más que segura.
No dejará a su bien amada para ir a arrancar las malezas.
Sin embargo ayer dijo que iría.
Lo hizo ver como una cuestión de honor.
No creo que hablara en serio.
No empeña su honor en esas cosas.
Yo me atengo a lo que oí.
Y yo leo entre líneas.
Su respuesta fue breve y categórica, sin lugar a ambiguedades.
Ya veremos quién tiene razón.
Queda la posibilidad de que yo falte a mi cita.
Si a mí no me entusiasma, tal vez a mi prima tampoco.
Lo que pasa es que tu padre...
-¿ Te da miedo? -No, en absoluto.
No me gusta inmiscuirme en problemas ajenos.
¿ Qué problemas? No hay ningún problema...
...al menos no con Eve ausente.
Ella no irá, ni él tampoco.
¡Al diablo! ¡Me muero por ir!
¡No veo por qué hemos de depender de lo que él decida!
Habíamos jurado volver en una semana.
lré a vestirme.
¡El auto de papá!
¡Tenías razón! ¡Finalmente vino!
¡Qué catástrofe! ¡Vino con ella!
-¡Hola, Eve! -¡Hola!
Parecemos tontos.
Todos dijimos que no vendríamos, y aquí estamos.
No, yo dije que vendría.
Puedo terminar solo.
Mejor ve a ayudarlas en la cocina.
Me quedé aquí a propósito.
Para estar contigo. Hace mucho tiempo que no estamos juntos en el jardín.
...y yo, creyéndome muy ingeniosa, hice todo un trabajo sobre la Gioconda.
Al momento de entregar las hojas, la maestra le dijo a la clase...
..."¡Todo el mundo hizo trabajos sobre la Gioconda!"
Me sentí tan mal...
-¿Quieres que lo haga yo? -No, me encanta pelar papas.
Si quieres fumar, el jardín es más apropiado.
No es que me muera por fumar...
...pero mientras hago manualidades me encanta.
¡No mientras cocinamos!
Sí.
Pero si el humo te molesta, dímelo y apagaré el cigarrillo.
Sabes muy bien que me molesta. lgual no me quedaré aquí.
A menos que Jeanne quiera que siga yo.
No, no hace falta.
Es la primera vez que veo a alguien fumar mientras cocina.
Ya sé que no está bien, pero yo soy muy cuidadosa.
No te preocupes, no caerán cenizas en la cacerola.
¡Lo sabía!
Cada vez que me jacto de algo, lo hecho a perder.
Lo siento, espero que no te importe una rodaja de papa menos.
¡Ni a ti un cigarrillo menos!
Tienes toda la razón. Acabo de abrir el paquete.
Basta, Natacha.
No te preocupes, fumaré tranquilamente al lado.
Estoy harta de pelar.
¡No uses ese plato!
¡Suéltame! ¡Lo romperás!
¡Te dije que me sueltes!
¡No entiendes nada! ¡Es un plato antiguo!
Tal vez el objeto más antiguo en mi familia.
¿ Y entonces? De haberse roto hubiera sido tu culpa.
¿ Qué modo de reaccionar es ése? Podías pedírmelo gentilmente.
Apenas lo sostenías, podría haberse caído.
¡Mira quién habla! Yo he roto menos cosas en mi vida que tú.
Un plato no es un cenicero.
¡No es mi culpa si no hay ceniceros!
¡Cuando no hay ceniceros, no se fuma!
¿ Qué clase de dictadura es ésta?
No entiendo cómo hacen tus invitados para soportarte.
De hecho, nunca viene nadie.
¡Harían bien en vender esta casa!
lgor es demasiado amable al ocuparse...
...de pintar esa chatarra...
...sólo para complacerte.
Ya que vinieron, no hay necesidad de que nos quedemos.
Nosotros volvemos a París.
¡Son las palabras más sensatas que ha dicho en toda su vida!
Mejor si se van. ¡No los necesitamos!
¿ Qué sucede? ¿No estás de acuerdo?
Creo que estás exagerando un poco.
Ellos fueron los primeros en llegar hoy.
Ellos dijeron que vendrían, y nosotras no.
¡Ella no iba a venir!
No es razón para actuar con prepotencia.
No hoy, al menos.
-Si ahora te pones de su lado... -No estoy del lado de nadie.
No me involucraré en sus peleas.
Si quieres seguir en buenas relaciones con tu padre...
...será mejor que los dejemos solos...
...no sé, o que vayamos a pasear al bosque.
Conozco un buen restaurante.
No tengo por qué ceder.
Yo no dije que vendría, pero ella tampoco.
Y eso que tú llamas "buenas relaciones" con mi padre...
...no depende de Eve, por suerte.
A él le parece totalmente normal que yo la desapruebe.
Lo apena, pero considera que es su propia culpa, no la mía.
¿ Qué están haciendo?
¡Cierra la puerta!
Bueno, adiós.
-¡Espera un poco, Eve! -Tomaré el tren.
Tu padre se queda.
Espera, Eve.
Déjala irse, no te preocupes.
Es asunto mío también.
¿Me olvidé algo?
No, sólo quería decirte que Natacha y yo nos vamos.
Puedes quedarte.
Te agradezco, pero no tienes por qué irte.
Yo dije que no iba a venir.
También yo, pero si tanto quieres hacerme un favor, llévame a la estación.
Otra vez él.
Estás loca, no hay tren a esta hora.
Estoy segura que hay uno a las 13:30.
Pero si me siguen demorando terminaré por perderlo.
Espera que termine las reparaciones. Nos iremos juntos.
-¡Te llevará al menos dos horas! -Con media hora basta.
No, somos Natacha y yo las que nos vamos.
De ninguna manera.
Llegamos de improviso cuando ustedes ya estaban aquí.
¿Bromea?
No, Jeanne, no nos iremos. Tú no puedes decidir por mí.
Pero puedo decidir por mí. Agarro mi bolso y me voy.
No te enojes, Jeanne. Si tu también entras en la disputa...
Alguien tiene que guardar la calma.
La situación es demasiado embrollada.
Adiós.
Puesto que alguien debe decidir, volvemos a París. ¿ Vienes?
Pueden terminar ustedes con las reparaciones. Gracias.
¿No son hermosas las lilas?
Lástima que no se las puede alcanzar. Ni siquiera con una escalera.
El manzano aún no floreció por completo.
Tal vez la semana próxima...
¿Da manzanas en otoño?
Sí, muchísimas, pero terminan comiéndolas los lirones.
¡Mira, es papá!
Viene solo.
Al final pudo tomar el tren.
No se preocupen por ella. Tenía que terminar un trabajo en París...
...y había venido aquí contra su voluntad.
Tendríamos que conversar sobre ello, pero no hoy.
¿ Ya almorzaron?
Sí, no sabíamos que volverías.
De todos modos quedó mucha comida.
¿ Qué hora tienes?
¡Tengo que hacer un llamado! Discúlpenme.
Sujeta la cuerda.
Llegó William.
-¿Cómo estás? -Bien, ¿y tú?
-Bien. -William, ésta es Jeanne, una amiga.
Estamos arreglando el jardín. ¿Puedes ayudarnos?
La jardinería no es mi fuerte.
No vale la pena que te ensucies. Ya casi terminamos.
¿Quieres dar un paseo por el bosque?
Aún no te mostré mi vista favorita.
Nos vamos a caminar. Volveremos para la cena.
De acuerdo.
Si quieres dormir una siesta puedes usar mi cuarto.
No, prefiero quedarme en el jardín. Leeré un poco.
-¿Quiere un café? -No, gracias.
¿Natacha?
Sí, aquí está.
¿Jeanne?
¿Hola? ¿Natacha?
¿No dormirás aquí?
¿Pero al menos pasarás mañana?
Quisiera verte antes de irme.
Te mando un beso.
Adiós.
-¿No vienen? -No.
Me lo imaginé.
Se ven muy poco. Tienen que aprovechar.
No sé por qué, o más bien sí lo sé, no están cómodos delante mío.
-Bueno, entonces yo me iré. -¿Cómo?
Sólo esperaba a Natacha.
-Como no vendrá, yo me iré. -No puede dejarme solo.
En menos de una tarde ya me abandonaron tres mujeres.
Una sola cuenta para Ud., y la dejó irse de buena gana.
Tenía motivos importantes para volver. No es su caso.
Vine para acompañar a Natacha, y ahora ella se fue...
No tengo razones para quedarme.
Decliné una invitación para esta noche, pero quizás...
Ya es demasiado tarde. Quédese a cenar.
A esta hora la ruta se congestiona. Después de las nueve hay menos tránsito.
Tenga.
No sé por qué se pusieron así.
lban a estallar un día, y Ud. tuvo la mala suerte de estar presente.
Por separado son adorables.
Lo peor, estoy seguro que Natacha le contó...
...acusa a Eve de cosas terribles.
Sí, ya sé: el collar.
Es una historia inverosímil.
A Eve no le serviría para nada.
Ni para usarlo ni para venderlo. No necesita dinero.
Puede ser cualquier cosa, menos ladrona.
Tampoco creo que Natacha lo haya escondido...
...para acusar a Eve de haberlo robado, porque a ella le hubiera encantado usarlo.
Ella no es maquiavélica, aunque tal vez sí cleptómana.
Yo lo había guardado en mi bolsillo, o al menos eso creía.
¿ Y si simplemente se hubiera caído en la calle?
Quedará como un misterio más sin resolver en la historia...
...de nuestra familia.
¡No es el primero!
Volviendo a la disputa de esta mañana...
...lo que más me apena...
...es que no se trata de un odio común...
...ni de uno convencional...
...como el que podría existir entre una hija y la amante de su padre.
Luego de divorciarme me quedé muy solo por un tiempo.
Dejé enseguida a la mujer por la que supuestamente me había separado.
Luego tuve unas cuantas novias...
...sin que Natacha pareciera enfadarse por ello.
Pero con Eve la relación se prolongó...
...mucho más que con cualquier otra.
Natacha cree que yo he hecho mi elección. Pero se equivoca.
Nos hemos amado con pasión...
...tal vez porque creíamos que esto no duraría.
Sé que me dejará en cualquier momento.
La discusión de hoy podría servirle de excusa.
Yo sé, aunque Natacha lo ignore, que hay otro hombre en su vida...
...por lo que Eve no representa una gran amenaza.
También está la diferencia de edad.
Debe molestarle verlo con una joven apenas más grande que ella.
¡Ella sale con un tipo que tiene casi mi edad!
Eso me molesta aún más.
Después de todo, lo de Ud. y Eve no me sorprende tanto...
...pero en mi caso, yo no soporto ni la más mínima diferencia de edad.
Soy apenas tres meses mayor que Mathieu.
Es curioso, yo me la imaginaría con alguien mayor...
...lo cual prueba que la veo muy joven, ya que adoro los contrastes.
Contrariamente a lo que Ud. cree, yo no la veo demasiado vieja para mí.
Contrariamente a lo que dije, yo no lo veo demasiado viejo para mí.
Lo que crea un obstáculo es que Ud. es el padre de Natacha.
Y es mejor que sea así.
Eso nos permite hablar sin segundas intenciones. Con total tranquilidad.
En todo caso, yo la encuentro muy tranquila.
En mi vida sólo he conocido mujeres muy temperamentales...
...incluyendo a mi hija.
Yo soy como Natacha.
-Aún no me ha visto enojada. -¿A veces se enoja?
-Esta mañana estuve a punto. -¿ Y se dominó?
Por Natacha. Si hubiera insistido...
...me habría ido sin más trámite, igual que Eve.
No me gusta levantar el tono.
No la entiendo muy bien.
¿Por qué tomárselo a pecho? La discusión le era ajena.
Por eso mismo.
Sé controlarme cuando algo realmente me importa.
Pero hay cosas que no puedo soportar.
Si esta mañana me enojé fue a causa de mis propias manías.
La libertad de los otros me obsesiona.
A tal punto que a veces mi actitud se torna tiránica.
Y para colmo, vivo con un maniático del desorden.
¿Cómo se llevan?
A veces reñimos, pero no es nada serio.
Si no me quedé en lo de Mathieu esta semana...
...no fue tanto por no sentirme sola...
...sino porque no soporto su desorden sistemático.
Sólo lo soporto si él está allí.
Porque lo ama.
Sí, debo amarlo mucho.
¿Está segura?
Si lo amara hasta la locura...
...usted resignaría su orden y aceptaría el de él.
Nunca amaré hasta la locura.
No estoy loca.
Ni tengo un carácter inestable, Ud. lo ha dicho.
Yo, por desgracia, no he sido amado más que con locura.
Siempre quise conocer a alguien como usted.
Que me ame.
¿Quiere conocer mis pensamientos más profundos?
Quizás no debería decírselos.
Al margen de la diferencia de edad...
...Ud. no es muy distinto de Mathieu.
¿Por mis manías?
No, dejándolas de lado.
Ud. es tan ordenado y él tan desprolijo...
...como sólo un matemático podría serlo. ¡Es caricaturesco!
¡Parece un científico loco!
Yo lo llamo Zépherin, como el tipo qué era tan desordenado...
...que en su cuarto sólo había un metro cuadrado libre...
...y ese era el único lugar que le permitía limpiar a su mucama.
No, lo que quizás los vincula es la forma poética...
...con que ambos viven sus vidas.
En su caso, sólo hago una hipótesis...
...porque lo veo a través de los ojos de Natacha.
Pero en Mathieu es evidente. Aunque sea un científico...
...procede como un poeta en todos los órdenes de la vida.
Seguramente es por eso que tolero su desorden...
...incluso si a veces me dan ganas de matarlo.
Con usted es diferente.
Su poesía, si es que la tiene...
...no le impide ser extremadamente preciso y meticuloso.
Por ejemplo, estaba segura de que vendría hoy...
...porque así lo había dicho, aunque Natacha pensara lo contrario.
Sí, yo le había dicho que vendría.
Hasta se lo confirmé por teléfono el viernes a la tarde.
Pero aún no sabía si Eve querría venir.
Cuando yo digo sí, es sí.
Yo también.
Siempre lo tomo por cierto cuando alguien dice "sí".
No entiendo la obstinación de Natacha.
¿ Qué obstinación? ¿ Qué le dijo ella?
Nada. Tal vez entendí mal.
¿Puedo sentarme a su lado?
Sí.
¿Puedo tomar su mano?
Sí.
-¿Puedo besarla? -Sí.
Quédese aquí, Jeanne.
No.
Dije que sí. ¿No le alcanza?
Razón de más.
No, ya obtuvo todo lo que me pidió, ahora basta.
¿No puedo pedir nada más?
No.
Le di tres cosas. Eso es mucho.
¿ Conoce el Cuento de los tres deseos?
Un matrimonio puede pedir tres deseos.
El marido pide una morcilla.
Su mujer, indignada, pide que la morcilla le cuelgue de la nariz.
Lo único que queda por pedir es que la morcilla se desprenda.
Pero usted eligió bien sus deseos.
Podría haber pedido más.
Sí, pero ahora es tarde.
-¿Usted hubiera accedido? -Por supuesto.
No es tanto lo que pidió, sino el modo en que lo hizo lo que más me asombró.
-¿Se sobresaltó? -Más bien me sorprendí.
Es fácil sorprenderme.
Y para eso Ud. es bastante hábil.
No lo hago a menudo.
Yo sigo mi instinto, y eso siempre funcionó.
¿lncluso para los asuntos serios?
Si Ud. estuviera seriamente enamorado de mí...
...¿hubiera actuado así, a riesgo de arruinarlo todo?
Sin duda.
¿ Qué le prueba que no estoy seriamente enamorado de usted?
Lo que acaba de hacer.
-Eso no prueba nada. -Sí.
No estoy enamorado de usted, pero podría llegar a estarlo.
Y en cierta forma lo deseo.
Sí actué tan precipitadamente...
...fue porque no quería dejarme acorralar por su estrategia.
¿Mi estrategia? ¿ Qué estrategia?
La de banalizar, o más bien la de esterilizar y deserotizar nuestra relación.
Soy el padre de su amiga, soy un tabú.
No hay seducción encubierta, como Ud. dijo.
Eso no me gusta.
En lugar de confortarme me tensa, me hace falso y distante.
Me gusta desear y ser deseado...
...incluso de formas sutiles, aunque no conduzcan a nada.
El amor por Eve, frenético y posesivo, me hizo perder ese gusto.
Lo recuperé cuando la vi a usted, no la primera vez...
...saliendo del cuarto de baño, sino en aquella cena.
¿No me está escuchando?
-Sé lo que está pensando. -Dígamelo.
Algo así como "esto ya lo he oído mil veces".
No es eso en lo que estoy pensando.
-¿ Y en qué piensa? -En mi clase del lunes a la tarde.
¡Realmente no le interesa lo que está pasando aquí!
No, es en función de eso que pienso en otras cosas.
Estaba intentando recordar en qué pensaba cuando dije "sí".
-¿En el pensamiento trascendental quizás? -No, más bien en el psicológico.
¿ Y entonces?
A esta altura de mis reflexiones, que han sido breves...
...me inclino a creer que no pensaba en nada.
O más bien...
...en ninguno de los motivos que rigen la conducta de la interacción humana.
Atracción, repulsión, amor, odio...
...dominación, sumisión...
No pensaba ni en Ud. ni en Mathieu, ni siquiera en mí misma.
¿Quiere decir que actuó por automatismo?
No exactamente. Actué por lógica.
La lógica de los números, la lógica del tres.
No hay dos sin tres.
Sí, es un juego.
Hay toda una tradición del número tres.
El triángulo, los silogismos...
...la trinidad, la tríada hegeliana, en fin, no sé qué más...
Todas esas cosas que demarcan un mundo cerrado...
...que instauran lo definitivo y que son quizás la clave del misterio.
Pero no me sentía compelida por una fuerza externa.
Fue una elección libre.
Actué por fidelidad a la lógica.
Podría haber dicho que no, pero creí que sería hacer trampa.
Sería "un juego sucio", como se decía cuando era chica.
En cierta forma esa fue mi razón, también.
¿En cierta forma?
Sí, no fue la única.
Hay una persona a favor de la cual...
...o más exactamente, contra la cual, yo hice mi elección.
¿Sabe quién es esa persona?
No somos ni usted ni yo.
Ni su novio, ya lo dijo.
-¿Eve? -¡No! Natacha.
Acabábamos de hablar de ella, con quien yo me enfadé un poco hoy.
Espero que me perdone.
Pero no fue por rencor.
Ella quería forzar algo entre nosotros.
-¿Se lo dijo? -No, pero la conozco.
Lo haría, sólo por rencor contra Eve.
Justamente, en ese sentido yo quería...
...demostrar lo absurdo del asunto y sabotear su complot.
¡Complot!
Si lo hubiera, Natacha es la única implicada.
Y lo hizo sin malicia, espero que me crea.
Por supuesto.
¿No cree que ya hemos hablado bastante de esto?
¿ Y si pusiéramos algo de música?
-¿ Qué quiere escuchar? -Elija usted.
Este.
¿ Conoce la música?
¡Claro! Es Schumann.
Den Kreisleriana.
No. Son los "Estudios Sinfónicos".
¿Es Natacha?
Los toca muy bien.
Es de hace cuatro años.
Su técnica aún era imprecisa.
¿No quiere sentarse en el sofá?
Estoy muy bien aquí.
Me sentaré en otro lugar, si quiere.
No, quédese allí.
Déjeme escuchar.
Sí, aún estoy aquí.
Saldré mañana a la mañana.
No, no tengo ganas de volver esta noche.
Sí, se fueron esta tarde.
No, es demasiado tarde.
No quiero volver ahora, tengo sueño.
Me estoy durmiendo. Estaba por acostarme.
No, ya me causaste suficientes problemas hoy.
¡Por favor, Eve!
¡No te enfades!
-No va a irse ahora... -Ya es tarde.
Con más razón.
Use el cuarto de Natacha. Espere a mañana para volver.
Tengo cosas que hacer en la mañana.
lrme de su apartamento, ordenar el mío...
...y preparar mis clases.
Si se va temprano tendrá tiempo de sobra.
-Perdóneme, pero... -¿Pero?
No quiero que tenga que mentir por mí.
¿Mentir?
Disculpe que haya escuchado, pero era imposible no hacerlo.
Usted dijo que yo no estaba aquí. Y así será. Me voy.
¡Era demasiado complicado de explicar!
Tendría que haberme explayado sobre usted y Natacha...
...y contarle que William había venido.
Ella tiene muchos celos de usted.
Se habría imaginado lo peor. Le habría quitado el sueño.
¡Dudo que pueda dormir después de lo que le dijo!
Si el hombre a quien amo me hablara así, yo no podría cerrar un ojo.
Jeanne, ¿a qué se debe esta cólera repentina?
Sí, estoy furiosa, sobre todo conmigo misma.
Por haber confiado en Natacha y por haber venido...
...por no haberme marchado esta mañana, o aún antes, cuando ella llamó.
-Si yo no estuviera aquí, Ud. habría vuelto. -Quizás, pero ahora es demasiado tarde.
-No, porque ella quiere que Ud. vuelva. -No soy su esclavo.
Bueno, haga lo que quiera, con total libertad...
...pero sin que nada lo restrinja.
Mi presencia aquí es coercitiva. ¡Adiós!
Su partida me hiere.
Suélteme, por favor.
Escúcheme, Jeanne.
Si Ud. se imagina que Natacha y yo tramamos un complot absurdo...
Los caprichos de mi hija son asunto suyo.
Yo no tengo nada que ver con eso.
Sí alguien fue arrastrado por las circunstancias hoy, ese soy yo.
Espero que me crea.
Sí, le creo.
Pero si sigue repitiéndolo...
...voy a terminar por no creerle más.
¿Más nada?
Es una forma de decir.
¿Lo ve? Estoy bromeando.
Adiós.
¿ Te vas?
Sí, tengo que ordenar un poco mi apartamento.
¿ Tu prima ya se fue?
Sí, acabo de llamarla. Se iba a tomar el tren.
Tenemos que vernos mañana.
Mañana vuelve Mathieu. Otra día, si quieres.
No me gusta que quedemos en malos términos.
Ese no es el caso, al menos de mi parte.
Simplemente, el día de ayer fue demasiado para mí.
-¿ Cuándo volviste? -Anoche. Cené con tu padre.
Me habló muy bien de ti.
No te guarda ningún rencor.
Escuchamos tus grabaciones de Schumann.
Son magníficas.
¿ Tenías catorce años?
"Los Estudios Sinfónicos"... Espero haber mejorado.
Podrías haber dormido allí.
No, tenía mucho que hacer. Me habría retrasado.
Espero que no me guardes rencor por haberte abandonado.
Cuando se trata de amor, hasta abandonar a su mejor amiga es legítimo.
William tiene casi la misma edad que mi padre...
...es por eso que me incomoda verlos juntos.
Para colmo, ambos son muy tímidos.
Su llegada me desconcertó por completo...
...no me esperaba en absoluto que viniera.
¿Enserio?
Sí.
Si lo hubiese sabido, te lo habría dicho.
No me dijiste que tu padre iría.
¿Mi padre?
Ese es otro asunto.
Si es eso lo que me reprochas, pues me equivoqué.
Simplemente dije que él no iría solo.
Y al final fue, pero con Eve.
Créeme, nunca hubiera ido solo.
No estoy del todo convencida de eso.
Sí esa es tu impresión, pues guárdatela. No fue mi culpa.
Quería estar a solas contigo.
No veo por qué yo habría ido allí sabiendo de que ellos también irían.
Y no entiendo por qué le das tanta importancia.
¡Me equivoqué! ¡A todos les pasa!
Confundí mis deseos con la realidad.
Quisiera creerte.
¿ Quisieras creerme?
¿Por qué simplemente no lo haces?
Te creo.
Ya sé. Quizás mi padre te haya dicho...
...que él me había llamado para confirmar que iría.
¡Pero yo no tenía por qué creerle!
¡Yo tampoco tengo por qué creerte, pero te creo!
¿ Y ahora qué insinúas? ¡Quisiera saber a qué apuntas con esto!
Crees que yo tramé todo para que te quedaras sola con mi padre.
Me consideras demasiado astuta, ¡pero soy totalmente inocente!
-¡Yo también! -No, tú no.
El que me acuses de algo así muestra todo lo contrario.
Tú acusas a Eve por el robo del collar.
No veo la relación.
A menos que me acuses de haber tramado no sé qué cosa.
¿ Crees que yo misma lo escondí?
¡Estás loca, Natacha!
Ya que estamos, ¿por qué no ir al fondo de la cuestión?
Simulas ser mi amiga, pero me ves como a tu enemiga.
No comprendes mis verdaderas razones, que son bien distintas.
Yo también tengo mis problemas, como tú tienes los tuyos.
¡No esperaba que pase nada entre tú y mi padre!
Eres muy reservada. Has de entender que yo también lo sea.
¡Aunque no la cuente, yo también tengo mi vida!
William fue a verme fue por asuntos que nos conciernen sólo a nosotros.
Y no como parte de no sé qué complot maquiavélico.
Nos estamos llevando bastante mal.
¿ Crees que todo es fácil para mí?
¡Me alcanza con la paranoia de mi padre! ¡No hace falta que sumes la tuya!
Cuando pienso algo, lo digo.
Quizás sería mejor que me calle, ya que nadie me cree.
Papá no me cree. Ni tú tampoco. Estoy segura.
Segura de que en el fondo crees que fui yo quien escondió el collar.
Por favor, Natacha, no hablemos más de la historia del collar.
lncluso si trataste de acercarme a tu padre...
...no te guardo ningún rencor. Creo que fue un gesto encantador.
¡No intenté absolutamente nada! ¡Todos buscan dobles interpretaciones!
¿Por qué te lo tomas así, Natacha?
Eres muy susceptible.
¡Natacha! ¡Encontré el collar!
¡El collar!
¿De qué hablas?
¡Toma! ¡Mira!
¿Es este?
¡Sí!
-¿Dónde estaba? -Dentro de un zapato.
¿Dentro de un zapato?
Ven, te mostraré.
Al recoger un zapato...
...lo di vuelta y el collar cayó.
¿ Y dónde estaba la caja?
Allí arriba.
Estaba intentando agarrar mi pantalón y sin querer tiré la caja...
¡Ya lo ves, a veces mi torpeza es útil!
¿ Quién pudo haberlo puesto en la caja?
¡No fui yo, aunque así lo creas!
Natacha, yo no dije nada de eso.
Bien pudo ser Eve, para molestarte, o por cualquier otro motivo.
O bien pudo ser tu padre.
Tal vez quiso esconderlo y luego olvidó dónde.
Mi padre no tiene amnesia.
En realidad, quizás no fue ninguno de nosotros.
¿ Y quién, entonces?
Nadie.
-¡No llegó allí por arte de magia! -¡Sí!
¡He aquí la clave del misterio! Es muy simple...
La primera idea de papá...
...fue que el collar podría haberse caído cuando él colgó su pantalón.
Por eso lo buscó en los zapatos que estaban en el suelo...
...pero no en los que estaban en cajas allí arriba. ¿Entiendes?
¿Quieres decir que él metió los zapatos en la caja...
...luego de colgar su pantalón...
...pero antes de darse cuenta que le faltaba el collar?
¡Sí!
Esos son unos zapatos viejos que no usa casi nunca.
Debe haber sucedido así.
Por suerte.
No me gusta acusar a nadie, contrariamente a lo que crees.
Me alegra haber recuperado mi collar.
Es lindo, ¿no te parece?
¿ Qué sucede?
-Nada. -¿Estás llorando?
No es nada.
Disculpa lo sucedido, me porté como una idiota.
A veces mi imaginación me tiende trampas...
...y me hace cometer errores terribles.
¡A mí también!
Al menos mi estadía aquí no fue enteramente negativa.
-Tenía la impresión de ser una intrusa. -¡No!
Al menos pude ser útil en algo.
¿Piensas que nos creerán?
Eve, no estoy segura...
...pero tu padre sí, ciertamente.
Si sigue con ella, lo dudo.
Pero como su relación está a punto de romperse...
¿ Viste su expresión ayer, cuando volvió?
¡La vida es hermosa!
Acepta estas flores como agradecimiento.
No las desenvolví, por si querías llevártelas.
Cariños, Gaelle.