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Medir la cocina no es difícil, pero hay que hacerlo bien
porque las medidas son la base de toda la planificación,
tanto en papel como en el planificador en línea.
Anota las medidas en milímetros.
Empieza a medir del suelo al techo, de pared a pared
y de las esquinas a las puertas.
Anota los elementos que sobresalgan, como radiadores o tuberías.
Si el suelo está desnivelado, indica el punto más alto.
Mide las puertas y las ventanas,
y la distancia al suelo, al techo y a las esquinas.
Calcula el espacio que necesitas para abrir las puertas y ventanas.
Indica las esquinas que no son de 90 grados.
Anota la posición y tamaño de los enchufes,
interruptores, tuberías de agua y gas y el desagüe.
Recuerda que no siempre está justo debajo del fregadero.
Si vas a trasladarlos, indica la nueva posición.
Fíjate en dónde está la salida de ventilación.
Puede ser difícil de cambiar.
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