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Gherardo Pontrandolfi, jefe de la delegación del CICR en Afganistán
A lo largo de 2012 y a principios de 2013, sin duda ha disminuido la atención
de la opinión pública al conflicto en Afganistán.
Pero el conflicto sigue su curso y, sobre todo,
la población civil sigue sufriendo a diario sus consecuencias.
Nuestra preocupación respecto del acceso de la población civil a los servicios de salud
sigue siendo una prioridad en 2013.
Prestamos apoyo a dos hospitales dirigidos por autoridades afganas,
es decir que forman parte de la estructura gubernamental,
uno en el norte y otro en el sur del país.
Estos hospitales, el personal de enfermería,
los médicos, están cumpliendo una labor increíble.
En 2012, realizaron más de 11.000 cirugías
y han atendido a más de 45.000 pacientes, en los dos hospitales que reciben apoyo del CICR.
Brindamos asesoramiento técnico al personal médico y de enfermería,
suministramos medicamentos y prestamos apoyo financiero.
En cuanto a cifras y prioridades,
las actividades relativas a la detención siguen siendo centrales para el CICR.
Realizamos una visita por día.
Nuestros delegados visitan todos los días algún lugar de detención.
En 2012, seguimos en forma individual los casos de más de 4.000 detenidos
y nos aseguramos de que tuvieran contacto con sus familiares en todo el país.
Por último, una actividad no menos importante:
el apoyo a las personas desplazadas a causa del conflicto.
El año pasado entregamos alimentos y otros artículos básicos
para más de 40.000 familias, sobre todo en zonas rurales.
Permítame mencionar, para terminar,
el apoyo que tratamos de dar a las comunidades rurales en relación con el acceso al agua potable.
Perforamos pozos, tendemos conductos y
apoyamos a las autoridades a abastecer de agua potable.
El año pasado, ese apoyo llegó a más de 300.000 beneficiarios.
La población civil está atrapada en los enfrentamientos,
bloqueada entre múltiples líneas del frente.
El CICR, como organización humanitaria, también enfrenta los mismos desafíos.
Es cada vez más difícil llegar a las zonas alejadas
para prestar apoyo y ayuda a las personas necesitadas.