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Melisa Schiliro: Una cocina sin amor es una rotisería
¿Quién no se encontró alguna vez olfateando un aroma en un lugar,
tratando de descifrar a qué le recordaba, a qué lugar lo llevaba?
Creo que todos soñamos con los aromas de nuestra infancia.
Y eso es lo que tiene de lindo la comida: que nos transporta en el tiempo
a lugares y a diferentes personas.
Yo también tengo una anécdota muy importante:
cuando era chica -tenía más o menos 6 años-, vivía arriba
de la casa de mis nonos. Obviamente, italianos.
La costumbre familiar de los domingos era reunirnos a comer unos agnolottis
que mi nona, y mis dos tías -también italianas- preparaban.
Para mí, ese ritual era algo increíble.
Yo bajaba temprano y me gustaba ver cómo iban preparando todo.
Había una mesa grande donde se ponía todo, llena de harina...
y hoy les cuento esto y casi puedo olfatear la salsa de tomate.
Es uno de los recuerdos más lindos que tengo de la infancia,
y era el lugar de reunión, con mis primos, con mis tíos, con mi familia.
¿Qué pasó? Después de grande, un día, me di cuenta de que mi nona
había fallecido y nunca me había pasado esa receta.
Y fue muy triste porque dije "Nunca más voy a volver a probar esos agnolottis".
Pero, por suerte, un domingo, estaba viendo el muro de Facebook de mi tía,
y vi esta foto.
Eran los agnolottis, los mismos agnolottis que ella estaba haciendo para
sus hijos y para sus nietos.
Enseguida le dije que me los tiene que pasar, así que estamos
trabajando en eso.
(Risas)
Estas recetas, como la que yo les cuento ahora... seguramente mientras
ustedes me escuchan estarían pensando en alguna
que los identifica a ustedes, con familia, con amigos, o con algún lugar.
Son recetas que pasan de generación en generación,
y que se van convirtiendo de a poco en un legado.
Algo que traspasa el tiempo. En una tradición familiar,
que nos gusta recordar para celebrar esos momentos buenos que pasamos juntos.
Para mí, la cocina es algo que... más allá de que disfruto muchísimo...
es como un acto creativo, también...
de sacar ingredientes tirados por ahí a preparar un buen plato.
Preparar algo para otros, para nosotros también, por qué no.
Y tiene mucho de esto, de detalles, de buscar el ingrediente especial,
de prepararlo como a otros les gusta que le preparemos esa comida.
De ir a comer a la casa de alguien y que me espere esa comida que yo estaba...
que saben que me gusta.
Así que bueno, más allá de que la comida nos encante,
y me puse en este plan de tratar de rescatar mis recetas familiares,
también me puse en otro plan, que era tratar de inspirar a otros con la cocina,
ya que yo cocino mucho.
Y lo que hice en ese momento fue empezar a sacar muchísimas fotos
desde mi celular (que si lo ven, está lleno de fotos de comida)...
La gente me pregunta "¿Por qué tenés el celular lleno de fotos de comida?".
Pero es que a mí me encanta, entonces yo cocino y les saco fotos.
Esas fotos las empecé a compartir de a poco, y a la gente le empezó a gustar.
Entonces tenía tantas que me hice todo un álbum, en Facebook, de fotos
y empecé a subir todas estas fotos de comida, de cosas que yo cocinaba...
...Espero no darles hambre...
(Risas.)
...Y me pasaba que todo el mundo lo empezaba a comentar...
gente que me empezaba a pasar otras recetas...
Una amiga también me pidió fotos y recetas para un blog de cocina,
que otros también comentaban, y un montón de gente las veía...
Mi comida se estaba haciendo famosa...
Y me pasó también que mis amigas, incluso,
más allá de que ellas ya probaban mi comida y todo,
me empezaban a decir que mis fotos de cocina las inspiraban.
Ya cuando llegaban a la noche cansadas, antes de cocinar cualquier cosa,
pensaban en mis fotos y decían "No puedo no cocinarme algo".
(Risas)
Y ése era mi objetivo, en definitiva.
Mi objetivo era tratar de mostrar, sobre todo en la gente que a mí me conoce,
que si yo llegaba de trabajar todo el día, súper cansada,
y yo me hacía ese momento para cocinar, que otros también lo podían hacer.
De comer bien, y de cocinar, sobre todo.
Entonces, eso lo fui repitiendo.
Como les decía, la cocina tiene mucho de detalles.
Y para mí tiene mucho, también, de amor.
Porque es una chispa que uno tiene cuando dice "Voy a cocinar", y es
"Voy a hacer algo para mí, que me gusta, o para otros".
Y esta foto es de la primera receta que yo hice para mi sobrino, que tiene un año.
Y cuando hice esta receta, obviamente la hice inspirada en él,
porque son unos muffins de banana...
...ahí no se ven, pero son unos muffins de banana, que
él es muy chiquito, tiene un año, pero se nota que es la fruta que le gusta,
porque es lo que come con más entusiasmo.
Siempre disfruto mucho de cocinar, pero la verdad es que,
cuando estaba haciendo esto, nunca cociné con tanta alegría
y con tanto entusiasmo, sólo de pensar que llegaba y que se los iba a dar
para que él los probara.
Obviamente, le gustó mucho, y fue un momento memorable cuando él sacó el
muffin de la mamá y le dijo "No, me lo quiero comer yo solo".
Para mí, obviamente, es algo que nunca me voy a olvidar.
Fue mi primera receta para él.
Y algo que yo sueño con el tiempo es que, cuando él sea más grande,
él quiera venir a comer a la casa de su tía.
También tenía otro sueño, hace muchos años, que era,
no solamente invitar a comer a mis amigos y a mi familia a mi casa,
sino también poder llevar mi comida a mucha más gente.
Y ese sueño es otro que está saliendo del horno en estos días...
así que, en muy poco, voy a tener un lugar también,
adonde mucha gente va a poder venir a probar mis comidas y mis platos.
(Aplausos)
Así que bueno, lo que yo les quería decir hoy es que, para mí,
la cocina sin amor es una rotisería.
Y que me perdonen porque hay algunas rotiserías que son buenas.
Pero quiero inspirarlos y que salgan con más ganas de cocinar,
de comer sano, de comer bien, y de cocinar, hacer algo para otros.
Que, si se dieron cuenta, algunos de esta sala de que su cocina se parece
más a una rotisería que a una cocina de verdad, están a tiempo...
pueden transformarla.
Si no tienen motivación, traten de inspirarse:
piensen en esos sabores de antes, de su pasado.
Esos sabores que a ustedes mejores recuerdos les traigan.
Por las personas con las que los compartieron, por el lugar,
o por lo que sea.
Así que bueno, cocinen más, cocinen mejor, y
cocinen para quienes son realmente importantes para ustedes...
como lo hacía mi nona con los agnolottis.
Gracias.
(Aplausos)