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Soy Eli Mengem y me encanta el fútbol.
Pero hasta a mí me cuesta igualar
la pasión y la intensidad que vamos a ver
en los siguientes partidos durante mi nueva serie, Derby Days.
Y qué mejor lugar para empezar que aquí, en España,
y en uno de los conflictos más amargos del fútbol mundial:
"El Clásico"
Aunque el Clásico no es un derbi en el sentido tradicional
ya que ambos equipos no provienen
de la misma ciudad, tiene todos los ingredientes
de un derbi, con la intensidad, la rivalidad y el odio
que se tienen las dos aficiones.
Detrás de la rivalidad del Clásico hay asuntos
políticos, sociales e históricos muy serios. Para ellos,
es más que un club y más que un partido.
Para nosotros, lo es todo. Lo es todo.
Si ganamos, pasamos un mes estupendo
La gente siente el partido. Es una sensación distinta.
El ambiente, toda la gente, con los niños…
Está muy bien.
Es uno de los partidos más grandes del mundo, la verdad.
Cuando llega el Clásico, es lo más importante.
Es la prioridad.
El Clásico es eterno.
Para un Clásico puede haber
quinientos periodistas de cien países.
En la prensa suele haber cinco, seis, siete días
on veinte páginas de previa cada día.
Es algo enorme.
Ni siquiera yo podía prever la enorme atención mediática
que genera este partido, pero esta rivalidad
va más allá de la competición deportiva.
La rivalidad entre estos dos equipos se remonta
a la época de Franco, cuando ambos clubes representaban mucho más
que sus méritos deportivos.
Una visión simplificada es que el Barcelona y el Real Madrid
representan la izquierda y la derecha en el espectro político.
El Real Madrid sería el equipo de Franco y el Barcelona
el de los demócratas, los luchadores de la libertad, si uno quiere.
El Real Madrid era el equipo de Franco y el equipo
de la izquierda, el del separatismo, el equipo
de la resistencia, por así decirlo, era el Barcelona.
Y Barcelona y Cataluña, como región, sufrieron
una represión durante la dictadura.
Franco era un mierda. Como era del Madrid,
les decía a todos los equipos:
"No podéis fichar a nadie de fuera de España.
En España solo pueden jugar españoles."
Y luego le decía al Real Madrid:
"Fichad a quien queráis, que le daremos
pasaporte español".
El único elemento por el que el pueblo catalán
era capaz de expresar su catalanismo
era a través del FC Barcelona
y, hasta cierto punto, esa parte
sigue vigente hoy en día.
La gente va al Camp Nou a demostrar su catalanismo
o a mostrar su orgullo en lo que ellos consideran
su país, o su nación.
Verás muchas banderas catalanas, y probablemente
un mosaico completo de la bandera catalana en el Camp Nou
el sábado.
En todas las camisetas hay siempre una bandera catalana
en alguna parte. A veces no se nota demasiado,
pero está presente en el cuello, o en el interior.
Este año, la segunda equipación es la "Senyera" completa,
la bandera catalana.
El problema radica, por supuesto, y esta es una de las razones
por las que escribí sobre el tema, en que algunas de esas
identidades que tomamos al pie de la letra
no son tan sencillas, no están tan claras.
Un ex presidente del Real Madrid
llamado Ramón Mendoza, describió una vez
el Clásico como una historia que es un mito
pero que nos viene bien a los dos equipos.
Todo se resume en eso. Vio el partido como una lucha
de poderes que convenía a ambos equipos,
en la que ambos clubes se sentían cómodos
¿Por qué? Porque les ayudó a crear una narrativa,
una historia que eclipsó al resto de España
y puso a estos dos equipos a la cabeza de todo
No solo son dos grandes ciudades, sino dos formas diferentes
de entender el juego y de entender
el modelo, el modelo de club.
Desde fuera, se puede ver al Madrid
como superpotencia comercial global.
Tienen a Florentino Pérez y su política de "Galácticos"
y fichan a los mejores jugadores
de todo el mundo. Por su parte, el Barcelona
dice de sí mismo que cuenta con Xavi, Iniesta
y el mismo Messi, que es argentino pero ha pasado
por la cantera de la Masía.
Una manera de verlos es estudiando
a sus dos jugadores franquicia. Está Cristiano Ronaldo
por un lado y Leo Messi por el otro.
Cristiano Ronaldo costó casi 100 millones de euros.
Es un atleta fantástico, con un juego muy directo,
que encara y que es ambicioso, agresivo
que consigue lo que busca.
Luego está Messi, un futbolista que pasó
por las categorías inferiores, y que parece ser
prácticamente mudo. Apenas dice palabra,
parece muy tímido. Y sus habilidades se basan
en la calidad técnica, en la capacidad para jugar
en espacios reducidos. En esos dos futbolistas
vemos un microcosmos del modo en que ambos clubes
se ven a sí mismo.
No podemos olvidar que, al fin y al cabo, esta rivalidad
se lleva al terreno de juego, así que vamos a acercarnos
a la ciudad deportiva del Real Madrid
para hablar con la mano derecha de Carlo Ancelotti,
Paul Clement, para averiguar cómo el Real Madrid,
pese al gran equipo que es, se prepara
para el partido más importante del fútbol europeo.
A mí, lo que me importa es lo que pasa en el césped.
Trabajamos para depurar la táctica,
para encontrar el once adecuado,
o realizar los cambios adecuados se hace falta,
para poder tener ventaja.
Los aficionados van a apoyar a su equipo,
nos van a poner las cosas muy difíciles
y van a ejercer mucha presión sobre el árbitro
para que pite más a su favor.
Por eso, el hecho de jugar fuera
complica tanto las cosas.
El Real Madrid está entrenando justo detrás.
Y por aquí hay periodistas y cámaras
de todo el mundo.
Estoy oyendo hablar ruso, chino, alemán,
y español, por supuesto. Eso nos indica
lo grande que es este partido, no solo para el Real Madrid
y el Barcelona, no solo para España, sino para todo el mundo.
Bueno, me acabo de despertar y ha salido el sol.
Se vive un rato de calma antes de la tormenta
aquí en Barcelona, pero al consultar la prensa
uno sabe directamente que hoy se juega
el Clásico. Todos los periódicos se hacen eco,
lo cubren todo, se pasan veinte páginas hablando
del Barcelona y lo diseccionan todo.
Después de las plantillas, vemos las alineaciones,
los momentos históricos. Uno sabe que hoy es
un día distinto cuando el periódico entero es blanco
o bien rojo, azul y amarillo. Acaba de empezar la mañana
pero estoy deseando que pase el día
y pueda ver cómo se vive un Clásico
en Barcelona
Esto es lo que hace que el Derby sea tan diferente.
Se respira una tensión distinta en el aire.
Se acerca la hora del partido y entre los aficionados
aumenta la pasión. Están entonando
cánticos antimadridistas, por todas partes vemo
banderas contra el Real Madrid. Esto es Barcelona
Madrid es por ahí. ¡Fuera! Porque aquí los colores
son el azul, el rojo y el amarillo.
Este tío acaba de acercarse a los aficionados del Barça
intentando provocarlos. Dicen que en este derbi
no hay pasión, pero han ido a por él.
Le han obligado a quitarse la camiseta y todo.
Fijaos, se ha quitado la camiseta.
¿Ha tenido algún problema?
Mirad, antes llevaba la camiseta del Madrid
pero ha tenido que darle la vuelta para tapar
el escudo del Madrid. Esto se va calentando.
Es una locura, hace una hora o dos dabas una vuelta
y veías aficionados de ambos equipos juntos
Pero ahora el ambiente ha cambiado.
Empieza a correr la cerveza y la gente empieza
a cantar en catalán. Se enorgullecen de lo que
significa el Barcelona. Y el Madrid está prohibido.
El color blanco está prohibido. El escudo del Madrid
no se puede enseñar, la policía te aparta.
¿De dónde venís?
De Guatemala. Suecia. Kirguizistán. Kazajistán.
Y de Tayikistán, todos de Asia central.
¿Veis el Clásico en casa?
¡Sí! ¡No nos lo perdemos nunca!
¿Nunca os lo perdéis?
¡Nunca!
¿Habéis venido al partido?
¡Sí!
Increíble. Desde Botsuana, Tanzania, Kazajistán
y Tayikistán. Esto es increíble.
Bueno, ahora que ya he hablado con aficionados
del Barcelona y del Madrid, me he dado cuenta
de que este Clásico, que yo pensaba que era muy tranquilo,
no lo es. Las aficiones se odian.
Ya hemos hablado del partido, pero queda una última pieza
del rompecabezas, y es el Camp Nou.
Tiene una capacidad de 98.000 espectadores
y el partido está a punto de empezar.
He dicho más de una vez
que esto no era un derbi, pero tiene todos los ingredientes
de un auténtico derbi. Y a decir verdad
pese a todo lo que había escuchado, no esperaba
el Barcelona - Madrid tuviese la intensidad
de los derbis, pero nada más entrar se ve
un mosaico de 98.000 personas.
Y el abucheo que se ha oído cuando ha salido
el Madrid, no lo había oído jamás. Ha sido intenso,
ha sido apasionado, ha sido precioso. Ha demostrado
lo que puede hacer el fútbol. Força Barça. Hala Madrid.
No sé. Para mí, que viva el Clásico.
fijaos, se ha quitado la camiseta.
hace que aflore algo muy bonito en esta gente.
Y me encanta pensar que todavía me quedan
siete partidos que vivir. Así que, si os ha gustado esto,
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Podréis seguirme por toda Europa mientras descubro
una pasión que solo provocan el fútbol y sus derbis.