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El 24 de Septiembre de 1988, un corredor encontró el cuerpo de Tony Klann de 19 años de edad
flotando en el arroyo Doan, a orillas del Lago Erie, cerca de Cleveland, Ohio.
Le habían cortado la garganta y le habían dado tres puñaladas en el pecho.
Tres jardineros que conocían a la víctima fueron arrestados por el crimen.
Durante el interrogatorio uno de los sospechosos aceptó llegar a un acuerdo con la parte acusadora.
Testificó que los otros dos hombres, incluyendo a Joe D'Ambrosio
habían secuestrado a la víctima y conducido al arroyo
antes de cortarle la garganta y apuñalarlo en el agua.
Joe fue condenado a muerte por el crimen,
aunque el testimonio contra él estaba lleno de incosistencias.
La fecha y localización del asesinato fueron discutidas
y no se encontraron evidencias físicas en la supuesta escena del crimen.
Joe pasó más de 20 años en el corredor de la muerte,
antes de que un padre le ayudara a conseguir representación legal.
Finalmente su condena fue revocada y fue liberado,
con todos los cargos desestimados el 5 de marzo del 2010.
Estuve en el corredor de la muerte 22 años. Estuve encerrado 24 años.
El Muro de Berlín cayó. Ocurrió el atentado contra las Torres Gemelas.
Perdí a mi hermana, mi madre, muchos tíos, primos.
Muchos de ellos murieron mientras estaba ahí dentro.
Mi hermana se vino abajo con la leucemia. Mi hermana mayor.
Queríamos ver si mi médula ósea era compatible con la suya.
Así que escribí a la cárcel pidiendo si podían hacer esto.
Me respondieron diciendo que era hombre muerto. No.
Para mí, el Estado la asesinó.
Poniéndome en el corredor de la muerte por un crimen que no había cometido,
no podía salvar la vida de mi hermana. Murió a la edad de 49.
80% de las cosas que me liberaron estaban en tres archivos:
los archivos del fiscal, los archivos del forense y los de la policía. Estuvo ahí todo el tiempo.
Lo tenían en 1998 cuando fui a juicio.
Si nos lo hubiesen dado nunca habría sido condenado.
Y eso fue exactamente lo que el juez federal dijo.
Ella dijo, "Sr. D'Ambrosio, estás libre".
Y con eso, golpeó el martillo y pude salir.
He vuelto a mi ciudad. Han cambiado muchas cosas.
No quedan muchas personas de cuándo yo estaba aquí. Todas continuaron sus vidas.
Ya sabes, se han casado, han formado familias, se han mudado, han comprado casas en otros lugares.
La primera vez que salí, mi sobrino tenía una cafetería.
Estaba intentando recaudar dinero para mí, así que invité a toda mi familia.
Bueno, de los que quedan de mi familia; no se presentó ni uno.
Así que, en mi mente, desde que me dejaron morir ahí de cualquier manera,
... no tengo nada que hacer con mi familia.
Esto ha afectado mi futuro en todos que te puedas imaginar. En todo.
Comprar una casa, sacar un crédito, intentar encontrar a alguien con quien pasar el resto de mi vida.
Además, ya he perdido las posibilidades de tener un hijo. Tengo 51 años.
Pero hace 10 años, la Seguridad Social me envió una notificación diciendo,
"Si se fuera a jubilar ahora, le daríamos la suma total de" agárrate, "36 dólares al mes".
Porque no he pagado a la Seguridad Social en 24 años.
Entonces no tengo ningún tipo de jubilación,
así que trabajaré hasta que me muera.
Quiero hacer algo aparte de trabajos de mantenimiento el resto de mi vida.
Porque voy de paga en paga, conduzco un "97 Ford Ranger que estaba desmontado.
Pero cuanto más viejo eres, más cuesta aprender.
Todo está basado en los ordenadores, y sigo intentando aprender, soy como un niño.
La tecnología ha avanzado mucho en estos 24 años, es increíble.
Estaba viendo un programa en PBS y dijeron que la memoria que hay hoy en día en los teléfonos móviles
tiene la misma capacidad que la que estaba en el cohete espacial, el que lanzaron a la luna con Neil Armstrong.
¿Y eso es verdad?
Ya sabes, cómo pueden tomar algo que estaba en un cohete espacial
y que ahora tenga la misma capacidad que lo que está en ese diminuto teléfono móvil.
Estuve encerrado durante 8.170 días.
8.170 días.
Son décadas.
Mi venganza será dentro del sistema judicial.
Presentamos dos demandas, una demanda estatal y otra federal.
Pero ninguna cantidad de dinero puede devolverme lo que me robaron. Ninguna.
Cada insignificante aspecto de mi vida se ha visto alterado por esto.
Y no para bien.
Estaré huyendo de esto el resto de mi vida. Y siempre terminará por alcanzarme.
Y no hay nada que pueda hacer.