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(Aplausos)
Bueno, yo creí que era una médico segura, bien educada,
cuando empecé mi práctica,
hasta que empecé a escuchar a mis pacientes.
Y lo que escuchaba de ellos,
algunas de las cosas que me decían, no encajaban con
lo que había aprendido en la escuela de medicina y eso en verdad confundía.
Por supuesto, no era la primera vez que estaba confundida.
Estaba confundida porque, ya saben, a los médicos nos enseñan a ser seguros.
Nos enseñan a ser seguros, a que todo lo sabemos
y que contestamos cualquier pregunta
o, al menos, lo pretendemos, ¿no?
Y eso funcionó bien para la mayoría de mis compañeros de clase,
con la mayoría con la que salgo;
pero de nuevo, el 90 % eran hombres en ese entonces en la escuela de medicina.
No funcionaba tan bien conmigo ni con algunas de mis compañeras de clase.
Aprendíamos mucha información,
mucha de la cual no tenía resonancia en nosotras,
porque no resonaba con nuestro sentido de ser mujeres.
¿Qué íbamos a hacer?
Hicimos lo que muchas mujeres empezaron en la década de los 70:
un grupo que elevara la conciencia.
Ahí fue donde nos sentimos seguras de compartir lo que sabíamos
para preguntar sobre lo que no sabíamos.
Y una de las biblias a la que recurrimos fue un libro
que estoy segura han usado alguna vez en la vida:
"Nuestros cuerpos, nuestras vidas".
(Aplausos) Sí, ¿cierto?
Todavía existe y sigue siendo extraordinariamente útil.
Ese libro y lo que aprendimos entre nosotras
en verdad nos enseñó algo que creo que no sorprende a nadie:
las mujeres y los hombres son diferentes, ¿no?
Me están diciendo, "Dinos algo que no sepamos".
Bueno, estas son algunas cosas que quizá no sepan,
o quizá sabían, pero no recuerdan.
Una diferencia entre hombres y mujeres
pero que tomamos por igual es en el cuidado de la salud.
Las mujeres tienen cromosomas de reproducción diferentes a los hombres.
Ya saben, las mujeres tienen cromosomas XX y los hombres, XY.
Y esos cromosomas no sólo se encuentran
en las áreas del cuerpo cubiertas por un bikini,
las encontramos en cada célula del cuerpo,
es decir cada célula tiene un sexo.
Esto implica que a veces, los fármacos
incluso los mismos fármacos, pueden tener efectos diferentes o laterales
en hombres y mujeres.
Significa que a veces los síntomas para las mismas enfermedades puede ser diferentes.
Significa también que algunos diagnósticos de enfermedades similares
requieren ser diferentes para hombres y mujeres.
Ahora, aprendí mucha información en la escuela de medicina,
que me dejo con más preguntas que respuestas
y he aquí un ejemplo:
80 % de los fármacos retirados del mercado
se debió a los efectos secundarios en mujeres, ¡80 %!
Eso en gran parte se debe a que
los estudios de esos fármacos se hacen en hombres,
y se recetan a mujeres, cuando salen al mercado,
al igual que a hombres,
aunque las mujeres nunca hayan experimentado con ellos.
Así, tienen efectos secundarios que pueden incluir la muerte.
Ahora, sé que algunos investigadores
estaban contentos de excluir a las mujeres de esas estudios,
porque sabían que los cuerpos de las mujeres son mucho más complejos,
en especial hormonalmente.
No sólo eso, sino que la menstruación estropea mucha de su investigación
diseñada para sus resultados de laboratorio.
Ya saben, si hubieran podido,
habrían hecho la pregunta de Rex Harrison en "Mi Bella Dama":
"¿Por qué no puede una mujer ser más como un hombre?"
(Risas)
¿Cierto? Hubiese hecho su trabajo de investigación mucho más fácil.
Sin embargo la pregunta que tengo en mente es:
"¿Por qué las mujeres no pueden ser como mujeres?
¿Por qué no encuentran cómo hacer un estudio de investigación
diseñado para el cuerpo de la mujer que nos diga..."
(Aplausos)
Cierto.
"... que nos dé información del cuerpo de la mujer y su vida?"
Hay otras cosas que aprendí.
Espero que conozcan algo de esta información, que quizá no.
Por ejemplo, los síntomas de un ataque al corazón
pueden ser diferentes en hombres y mujeres.
Las mujeres pueden experimentar falta de aire,
fatiga profunda, náusea e incluso una sensación de ansiedad.
Y no está todo en su cabeza.
En contraste con estos otros síntomas,
o puede tener estos mismos síntomas
de un dolor opresivo en el pecho que irradia por el brazo izquierdo.
Estos síntomas de un ataque al corazón
son a veces diferentes en hombres y mujeres,
porque las áreas del corazón,
las áreas de los vasos sanguíneos en el corazón,
y los procesos que causan la enfermedad en una mujer
son diferentes de los hombre e incluso a veces requiere
de un tipo de diagnóstico diferente de estas condiciones cardiacas.
Apuesto a que algunas de las mujeres en la audiencia
han padecido lesiones en las rodillas, ¿cierto?
¿LCA? ¿Lesiones del ligamento cruzado anterior?
¿Y por qué lo sé? Porque las chicas sufren esas lesiones
2 de cada 3 veces más que los chicos.
Y lo que aprendí de la escuela de medicina
fue que debido a que los ligamentos en los tendones
son más elásticos y suaves,
especialmente durante el ciclo menstrual.
Entonces el tratamiento era sentarse en la banca,
durante las clases de gimnasia, cuando el periodo llegaba.
Como han de sospechar, eso no evitaba las lesiones.
Por supuesto que además no ayudaba a ganar salud física.
Sin embargo, lo que sí sirvió y sirve,
es un conjunto diferente de técnicas de salto, giros,
movimientos rápidos como en el fútbol,
el voleibol o el baloncesto.
Estas técnicas combinadas con ejercicios,
como ejercicios de fortalecimiento y agilidad,
pueden disminuir las lesiones de la rodilla en chicas en 50 %.
Así, los entrenadores deben enseñar esas técnicas a las chicas
en fútbol y voleibol.
Eso en parte de debe a
que los músculos en los muslos de los hombres,
se contraen simultáneamente estabilizando la unión de la rodilla,
pero en las mujeres, se contraten en tiempos ligeramente diferentes.
que conducen a algunas de estas lesiones, como una de las causas.
Quisiera que entendieran que estas son diferencias sexuales,
diferencias biológicas entre hombre y mujeres.
Pero que también hay otras diferencias,
y esas diferencias se relacionan con nuestro género,
es decir, con nuestros roles sociales,
en cómo pensamos son las posiciones propias
como mujeres y hombres en la sociedad.
Así, por ejemplo,
las mujeres son generalmente relegadas a cocinar en la mayoría de los países,
y algunas cocinan en estufas abiertas que queman gas
o incluso a fuego directo en algunas partes del mundo.
Y esos humos que inhalan
pueden en efecto causar enfermedades pulmonares en hombres y mujeres,
no porque los pulmones sean diferentes —y lo son—
sino porque están expuestas al humo.
Los hombres son más propensos a los accidentes y lesiones.
Por ejemplo, más hombres se caen de azoteas que mujeres,
y eso es porque son más torpes.
(Risas) Bueno, quizá sea porque algunos hombres son más torpes,
pero, en general, es por exposición al riesgo de trabajo.
Quisiera avanzar 40 años desde que estaba en la escuela de medicina.
Aquellos grupos para elevar la consciencia
se han convertido en organizaciones profesionales
dedicadas a la investigación del sexo y el género,
y la promoción educativa en el campo médico,
en sexo y prevención específica del género, monitoreo de diagnósticos y tratamientos
que puedan beneficiar tanto a hombres como a mujeres
y puedan reducir costos en el cuidado de la salud.
Nos ha tomado a mis colegas y a mí 40 años llegar a este punto
y probablemente requiera de otros 20 o 30 años
antes de que sea convencional y pueda servirles.
No pueden esperar tanto tiempo, no lo tienen.
Quizá, si trabajamos juntos, podemos acelerar este proceso.
Mis colegas y yo seguiremos haciendo nuestro trabajo
pero hay cosas que quizá pueden hacer.
Una es estar atentos a esta información.
Dos es compartirla con familia y amigos.
Tres es empezar a hacer preguntas: por ejemplo,
si les recetan medicinas, podrían preguntar:
"¿Se han hecho estudios del fármaco en hombres y mujeres?"
"¿Debo advertir diferencias de eficiencia o efectos secundarios?"
Si les piden un examen de enfermedades cardiacas,
pueden preguntar, "¿Es este el mejor examen de diagnóstico para mí?
Quizá tengan que vencer
algunos de esos mensajes que rondan en su cabeza,
"No soy tan lista, no sé lo suficiente.
No me toca hacer preguntas".
Bueno, dejen que les diga: es su lugar.
Uds. son las expertas de Uds., las expertas de sus vidas,
Han vivido en su cuerpo por mucho tiempo y conocen su historial médico.
La información es importante.
Pueden hacer del encargado de su salud, su socio que
quizá no tenga incluso esta información,
pero juntos pueden encontrarla
y buscar la mejor prueba específica de prevención para su sexo y género
y las mejores opciones de tratamiento para Uds.
Este es el primer paso en medicina y cuidado de la salud personalizados.
Pueden contar conmigo y mis colegas en la parte que nos corresponde.
Nosotros contamos en la parte que les corresponde a Uds.
(Aplausos)