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Todo lo que tuve que recorrer para encontrar este lugar...
El inmueble no es precisamente lo que llamarías...
probablemente tengan vista al mar,
pero hacen falta mil y un pasos para llegar ahí.
Inmediatamente después del terremoto
el CCM envió a muchos ingenieros estructurales
a inspeccionar edificios para nuestros socios.
Escuelas, hospitales, iglesias, orfanatos,
tuve la suerte de ser parte del equipo que llegó en marzo.
El CCM se acerca a los constructores haitianos
y les enseña técnicas de construcción más resistentes a los terremotos
mediante talleres y proyectos de reconstrucción.
James Mwangi, de Paso Robles, California,
decidió volver a Haití por un año luego de su breve estadía
para inspeccionar edificios después del terremoto.
Ahora usa su experiencia y conocimientos como ingeniero estructural
y profesor de la Universidad Politécnica de California
para dictar talleres de construcción, y asesorar y coordinar a albañiles
en la reparación y reconstrucción de los hogares haitianos.
¡Miren qué peligro!
Puede caerse en cualquier momento.
Incluso un viento fuerte podría derribar este edificio.
No hace falta un terremoto.
Esto es normal en estos hogares que vamos a inspeccionar
porque son personas discapacitadas.
Como ya eran marginados económicos,
construyeron sus hogares en los lugares más baratos,
de difícil acceso.
Necesita cortar esto al quitar la pared.
Porque ese cimiento... tiene que poner una viga todo por debajo.
Díselo...
Si recorres el país,
incluso si miras un mapa satelital en Google,
no vas a ver muchos árboles.
En Norteamérica estamos acostumbrados... yo soy de California,
y muchas casas que se construyen en California,
son muy livianas porque es una zona muy sísmica.
Así que usamos construcciones de madera,
que son más livianas en caso de terremoto.
Podemos especificarlas, sujetarlas y...
son estructuralmente seguras.
Sería fantástico si tuvieran madera aquí.
Desafortunadamente, no hay madera, no hay árboles.
Intentamos alentarlos a usar los mismos materiales que tienen,
pero hacerlos mejores,
de mejor calidad.
En Norteamérica tenemos cerca de ocho tipos diferentes de cemento
para distintos tipos de construcción.
Hay cemento tipo uno, tipo dos, tipo tres,
se trata básicamente de mezclas, cada una con un fin específico.
En Haití, hay un solo tipo de cemento para todo.
Tratamos de no importar ningún material,
sino de utilizar lo que tenemos disponible
y ver si podemos lograr un mejor producto.
James ha capacitado a más de 150 ingenieros y albañiles
en prácticas de construcción resistentes a riesgos
durante talleres de una semana
y participó en un proyecto de planificación para una nueva
Universidad de Ingeniería en Haití.
Cuando hablamos en el taller estudiamos las casas,
cómo podemos construirlas mejor para salvar vidas.
Así les llega.
Estas personas saben exactamente de lo que hablamos.
Escuché que hablaban sobre las grietas en las paredes de la casa.
Después hablaron sobre las columnas, sobre todo eso.
Hablaron sobre qué cantidad usar,
sobre el cemento para fijar los ladrillos.
Después hablaron sobre el agua para mezclar el cemento.
El ingeniero James habló sobre todo eso.
Y nos dio...
Todo lo que dijeron en la capacitación,
lo pondremos en práctica.
No necesitan un manual; pueden verlo con sus propios ojos.
Y ahí es donde entra el CCM.
Porque dicen que durante una crisis es posible resolver un problema.
Si puedes hacerlo... hay un problema muy serio aquí.
Los códigos y estándares de edificación, los materiales de construcción.
Si puedes solucionarlo, que todos tomen conciencia,
y definir un objetivo...
podemos comenzar un programa de capacitación sostenible.
Creo que será un largo camino
y que el CCM tiene grandes probabilidades de lograr
lo que intentamos hacer aquí.
Ismael Printemps y su familia debieron mudarse a una carpa
cuando su hogar quedó seriamente dañado por el terremoto.
El CCM trabajó con tres organizaciones asociadas
para ayudar a reconstruir los hogares de familias como los Printemps.
Estaba en casa durante el terremoto.
Las paredes temblaban y una se cayó.
No recibimos ayuda durante 30 horas
y por eso tuvimos que ir al campamento.
Mediante los talleres de James,
los albañiles recibieron ofertas de trabajo para reconstruir o reparar estos hogares.
Fue un proyecto piloto para reparar 30 hogares en 30 días.
En algunos hogares,
vivían nueve personas en dos o tres habitaciones.
En una casa sin habitaciones, con solo dos cuartos.
Con seis, ocho, nueve personas.
Y como son las cosas en Haití, incluso si reparan la casa,
esa familia no se mudará sola del campamento.
También vendrá su familia extendida; si tienes refugio,
todos tus parientes vendrán a ocupar ese refugio.
Así que, incluso si reparamos dos cuartos para una familia,
tal vez saquemos a tres o cuatro familias de los campamentos.
Así que será un largo camino.
Antes del terremoto teníamos empleo, trabajábamos.
Ahora, después del terremoto, no tenemos trabajo,
pero estamos vivos y vivimos juntos como una familia.
Lo mejor que ha hecho por nosotros el CCM
es reparar la casa para que podamos regresar aquí.
Seguirá habiendo terremotos, seguirá habiendo ciclones.
Hemos comprobado que si descuidamos la educación,
si los constructores pueden hacer lo que quieren,
si el Gobierno no controla los códigos de edificación,
estas son las consecuencias.
Es lo que ha pasado aquí.
Ha sido un gran desafío para todos.
Somos concientes de eso, hacemos lo que podemos,
pero tratamos de hacerlo bien.
Tratamos de hacerlo respetando nuestros principios
y los deseos y principios de nuestros socios haitianos.
Me gusta pensar que lo que hacemos aquí
está guiado por sus voces y su visión.
Gracias por su generosidad en esta situación tan difícil.
El trabajo en curso que continuará el año que viene incluye la construcción de hogares,
asistencia a pequeños emprendimientos,
creación de empleos a corto plazo,
desarrollo comunitario,
y promoción de la intervención nacional e internacional responsable.
Instamos a todos los que colaboraron en la respuesta del CCM al terremoto
a seguir comprometidos con nuestros esfuerzos
visitando el sitio web o la página en Facebook del CCM.