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¡Qué maravilla! ¡Una auténtica maravilla!
Mira, Glacha; cada día, desde hace veinticinco años,
contemplo el Volga.
Nunca me canso.
¿Y por qué?
La vista es extraordinaria.
¡Qué belleza! ¡Te alegra el corazón!
¿Y qué? Un encanto...
¿Cómo "y qué"?
¡Deberías tratar de comprender cuánta belleza hay en la naturaleza!
¡Para qué llevarte la contraria!
Como eres maestro, químico, mecánico...
¿Quién gesticula allí?
Es Dikoi regañando a su sobrino.
¡Buen sitio ha elegido! Cualquiera le vale.
La tiene tomada con Boris Grigoriévitch...
¡Cuánto lo maltrata!
Parece una fiera.
¡Marchémonos antes de que la emprenda con nosotros!
¡Holgazán!
¡Siempre vagueando y ocioso!
¡Vete!
¿Qué voy a hacer en casa un día de fiesta?
¡Encontrarías qué hacer si lo buscaras!
Ya te lo he dicho una, dos, tres veces.
¡No quiero volver a verte!
¡Nunca más!
¡Siempre igual! ¡Se diría que te falta sitio!
¡Dondequiera que vaya, tropiezo contigo!
¡Vete al diablo!
¿Qué haces aquí?
Te estoy hablando, ¿sí o no? Te escucho. ¿Qué tengo que hacer?
¡Maldito seas!
¡Aquel,
se pega a todo el mundo!
¿Tu ama está en casa? En el jardín.
¿Pero cómo le trata?
No puedo comprender que usted viva con él
y soporte sus insultos.
No es que me guste... Es por necesidad.
¿Cómo así? Dígamelo.
Por qué no decírselo.
¿Conoció usted a mi abuela? ¿A Anfissa Mikhailovna?
Ella se enemistó con mi padre porque se casó con una noble.
Por eso mis padres se fueron a vivir a Moscú.
Mi madre no soportaba
vivir más de tres días con su familia política.
¡No me extraña...!
¡Le parecían tan rudos!
Habría necesitado tiempo para acostumbrarse.
En Moscú, nuestros padres nos dieron una buena educación
sin ahorrarse penas.
Yo, en la Academia de Comercio,
mi hermana, en una pensión.
Y después los dos murieron del cólera,
dejándonos huérfanos.
Nuestra abuela murió, dejándonos sus bienes.
Nuestro tío debía darnos nuestra parte...
Pero con una condición... ¿Cuál?
Tratar a nuestro tío con respeto...
¡El asunto pinta mal!
Si estuviera solo, renunciaría a todo; me iría de aquí.
Pero me quedo por mi hermana. Mi tío ha escrito para hacerla venir,
pero la familia de mi madre se opone.
¿Pero cómo sería su vida aquí?
Es un bruto... No quiero ni pensarlo...
¿Qué ocurre?
¿Ya vuelve la gente de la iglesia?
¡Yo también me marcho! ¡Espera!
¡Espera un poco!
Estoy malgastando mi juventud.
¡Qué hermoso!
¡Mis años no son sino sufrimiento!
¿La alegría de vivir?
¡Pruebe a alcanzarla!
¡Qué gente tan piadosa y generosa,
estos Kabanov!
¿La Señora Kabanov?
¡Una verdadera hipócrita, que da a los pobres
pero con los suyos, es mala como la sarna!
Estoy como loco...
¿Era realmente necesario?
¿Y encima enamorado?
¿De quién?
De una mujer casada.
¡Mírala, con su marido y con su suegra!
¡Qué tonto he sido!
Olvide a esa mujer,
si no quiere matarla.
¡Escondámonos para mirarla!
¡Y luego, volvamos a casa!
Si quieres obedecerle a tu madre, irás a la feria de Kazan,
¡a donde iba tu padre en este mismo día!
¿Cómo no voy a obedecerla?
¿Cómo creerte, si con mis propios
veo lo contrario?
Hace tiempo que amas a tu mujer más que a tu madre.
Desde tu boda, no he vuelto a sentir tu cariño.
¿Qué le hace pensar eso? ¡Todo!
Lo que mis ojos no ven,
me lo dice mi corazón.
¿Cómo se te puede ocurrir algo así?
¡Usted es como una madre
para mí!
¿Cómo puede pensar esto?
¡Y Tijon la quiere tanto!
¡Cállate! ¡Cállate!
Nadie te ha preguntado nada. ¡No lo defiendas!
(Buen momento ha elegido...)
Es mi hijo, después de todo, ¿no?
Ella lo mira con ojos tiernos
¿para que se sepa que lo ama?
Se equivoca al decir eso.
¿Por qué ofenderme así,
y hacerme sufrir por nada...?
Ante la gente, o a solas,
soy siempre la misma.
¿Y por quién se toma?
¡Se ofende enseguida!
Quizás quisiste a tu madre cuando eras soltero,
pero ahora
que tienes mujer...
Pero os quiero a las dos.
¿Te atreves a compararme con ella?
¿Cómo quieres que te tema,
si sólo la tratas con amor,
si no la amenazas nunca? ¿Y si tuviera un amante?
¡Pero mamá, es a mí a quien ama!
¿Ni siquiera eso importaría?
¿No merece eso levantar la voz?
¡Pero mamá!
¿Eso no te importaría? ¡Pero, se lo juro!
¡Imbécil! ¡Eso es incitar al pecado! Me voy a casa.
Ves...
Siempre es por culpa de Katia.
No es culpa suya...
Tu madre la oprime, y tú también.
Y dices que la amas.
¡Y te quedas ahí sin hacer nada! Ya sé
lo que quieres:
¡emborracharte!
Ella me da lástima.
Sí, verdadera lástima...
La quiero tanto...
¿Y por qué no habría de quererla?
¿Sabes en qué estoy pensando?
¿En qué?
¿Por qué la gente no vuela?
No entiendo... Quiero decir...
Si pudiéramos volar como los pájaros...
A veces sueño
que soy un pájaro. Me gustaría tanto volar...
Si lo intentara ahora... ¿Qué estás haciendo?
¡Cuán viva estaba antes!
Pero en vuestra casa me he marchitado.
Me he marchitado por completo.
¿Crees que no lo veo?
Era otra vida...
No me preocupaba por nada,
¡era libre como un pájaro!
Mi madre no me comprendía.
Me vestía como a una muñeca.
¿Sabes cómo pasaba los días?
Te lo voy a contar...
Me levantaba temprano.
Y en verano, iba a lavarme a la fuente.
Llevaba agua
y regaba todas las flores.
Como lo haces en nuestra casa.
Luego, iba a la iglesia.
¡Cómo me gustaba ir a la iglesia!
Me parecía que entraba en el paraíso.
No veía a nadie.
No oía nada.
El tiempo ya no existía.
Ni me enteraba del final de la misa.
Mi madre me decía
que todo el mundo se preguntaba
lo que me ocurría.
Sabes... en un día soleado,
un rayo caía desde la cúpula.
Y nubes de incienso flotaban en la luz
y me parecía que veía ángeles volando,
¡ángeles que cantaban!
Entonces, me arrodillaba
y lloraba.
Ni yo misma sabía
por qué rezaba y lloraba.
Y me encontraban allí...
¡Qué sueños tenía!
Veía iglesias, altas, doradas,
montañas y bosques...
Me sentía volar muy alto...
Y voces invisibles cantaban por todas partes...
Katia, ¿qué te ocurre? El perfume de los cipreses...
¿Qué te está ocurriendo?
¡Un pecado me amenaza!
¡Estoy al borde del precipicio...
Pero, ¿qué te pasa? ... y alguien me empuja!
No tengo dónde aferrarme.
¿Estás enferma?
¿"Enferma"?
No... preferiría estar enferma.
Un extraño deseo se adueña de mí.
No consigo deshacerme de él.
Ya no comprendo ni mis propios pensamientos.
Mi lengua repite las palabras...
pero mi mente está en otra parte.
Se diría que el diablo me susurra al oído...
Cosas tan espantosas...
¡Me avergüenzo de mí misma!
Y por la noche...
¿Qué sueñas?
¡Varia!
El sueño huye de mí...
Siempre oigo
un susurro en mi oído.
Una voz acariciadora
como el arrullo de una paloma.
Me estrecha entre sus brazos con tanta pasión...
Me lleva lejos de aquí...
¿Y tú?
Y yo voy, yo voy?
Yo le sigo...
¿Pero por qué contarte todo esto?
Eres demasiado joven.
¿Pero por qué contarte todo esto? Eres demasiado joven...
¡Cuenta más! ¡Soy peor que tú!
¿Pero qué decir?
¡Me da vergüenza!
No tiene por qué darte vergüenza.
¿Por qué te juzgaría yo?
Yo también he pecado...
¡Pero qué gran pecado
es amar a otro!
¿Qué hacer?
¿Qué será de mí?
¿Quizás vayas a verle?
No, no, no...
¿En qué piensas?
¡Dios me guarde! ¿Por qué no?
¡Tikhon, amor mío! ¡Te has vuelto loca!
¡No te vayas! ¡No te vayas!
¡Amado mío, no te vayas! ¡Es imposible, Katia!
¡He de marcharme! Mamá lo quiere.
¡Llévame contigo!
¡No puede ser! ¿Por qué?
¿Ya no me quieres?
¡Por supuesto que te quiero!
Pero se dejaría a la más hermosa de las mujeres
para huir de esta esclavitud.
Y si ésta ha de durar toda una vida,
¡se deja incluso a su propia mujer!
¿Cómo amarte
si hablas así?
Palabras y más palabras. ¿Quién puede comprenderte?
¿Qué será de mí?
¿Quién me defenderá? ¡Basta!
Mi Tikhon adorado,
quédate aquí,
o llévame contigo.
Te amaré tanto...
¡Te cubriré de caricias!
No te comprendo. ¿Con quién me vas a dejar?
No sueles decir ni una palabra?
... y ahora... ¿Con quién me vas a dejar?
Ya lo sabes,
no tenemos opción.
Si te marchas, ocurrirá una desgracia.
¡Exígeme un juramento horrible!
¿Qué juramento?
Pues bien, es esto...
Que durante tu ausencia,
no hable con ningún extraño... que no vea a nadie,
que no me atreva a pensar en nadie,
sino en ti. ¿Pero por qué?
Por la paz de mi alma,
hazme este favor.
¿Cómo puedes imaginar tal cosa?
Que no vuelva a ver a mis padres...
Que muera impenitente...
Si acaso...
¿Qué estás haciendo?
¡Blasfemas!
¡Tikhon, ya es hora!
¡Todo está listo! Los caballos ya están aquí.
Sí, pronto será la hora...
¡No te quedes ahí inmóvil!
¿Cuáles son sus órdenes? ¿Ya no recuerdas las costumbres?
Dile a tu mujer lo que debe hacer en tu ausencia.
Ella lo sabe bien...
¡No discutas!
¡Ordénaselo! Yo también quiero oírlo.
Cuando vuelvas, le preguntarás si te ha obedecido en todo.
¡Obedece a mamá!
¡Dile que sea cortés!
Sé cortés.
¡Que me respete como a su propia madre!
Respeta a mamá como a tu propia madre.
¡Que no esté sin hacer nada!
Trabaja en algo durante mi ausencia.
¡Que no mire por la ventana!
¡Pero mamá!
¿Y bien, lo dices o no?
No mires por la ventana.
¡Que no mire a los jóvenes!
¡Pero, mamá!
Más vale decirlo todo claramente.
No mires a los jóvenes...
Ahora podéis hablaros.
¿Estás enfadada conmigo?
No.
¡Adiós!
Ya es hora. ¡Que Dios te guarde!
Sentaos todos.
Vamos, adiós...
Adiós, mamá.
¡Arrodíllate! ¡Despídete de tu mujer!
¡Desvergonzada! ¿Es a tu amante a quien despides?
Y tú que te jactabas de amar tanto a tu marido...
Una mujer decente llora y grita
... y se desploma ante la puerta cuando su marido la deja.
Pero tú, ¡nada de nada!
No hay motivo para ello.
No soy capaz de hacerlo.
¿Por qué ser el hazmerreír del mundo?
Si amaras de verdad a tu marido, aprenderías a hacerlo.
Al menos, podrías fingir.
Sería lo mínimo...
Pero hoy en día la gente sólo hace lo que le place.
Me voy.
¡No me ***éis!
Yo también voy a pasear.
Glacha nos hará las camas en el jardín.
Hay una puerta detrás de los frambuesos.
Mamá siempre cierra la cerradura
y esconde la llave.
Pero le he cogido la llave y he puesto otra en su lugar,
para que no se dé cuenta.
Si veo a Boris,
le diré que venga a la puerta.
¿Por qué?
¡No lo necesito!
¡Tú no lo necesitas, pero yo sí!
¡Tómala! No te va a morder.
Tentadora, ¿qué has tramado?
¡Es imposible!
Te has vuelto loca. ¡Basta ya! No tengo tiempo.
Ya está...
La desdicha...
¡La desdicha ha caído sobre mí!
Es mejor tirar esta llave al agua, lejos.
Para no encontrarla nunca más.
¡Ella me quema la mano
como una brasa!
¡Viene alguien!
¡Habla correctamente, sin gritar!
No. ¡No hay nadie!
Mi corazón dejó de latir.
Nadie... ¡Qué miedo he pasado!
Y he escondido la llave...
El destino lo quiere.
¿Es un pecado
mirarlo de lejos?
Intercambiar algunas palabras...
¿Qué mal hay?
¿Para qué mentirme a mí misma?
¡Qué más da si muero por ello!
Con tal de verle...
¡Verle!
¡Pase lo que pase,
tengo que ver a Boris!
¡Si solamente ya fuese noche!
¡Estoy un poco achispado!
¡Pues ve a acostarte! ¿Adónde ir?
¡Pues a tu casa!
¿Y si no quiero?
Pero, ¿qué quieres de mí?
Te lo diré.
Sermonéame
para calmar mi corazón.
En toda la cuidad,
eres a única que me comprende.
¿Te han vuelto a pedir dinero?
¡Sí y no! No hablemos de dinero,
si no, me arderán las entrañas.
¡No tienes amo, por eso quieres dirigirlo todo!
Silencio, cotilla...
Un día, durante la Cuaresma,
yo ayunaba y hacía penitencia.
Y he aquí que el diablo puso
un moujik en mi camino.
Vino a que le pagara la madera.
¡El diablo me lo envió para hacerme pecar!
¡Le insulté!
¡Le golpeé!
¡Ya ves qué corazón tengo!
Luego, imploré su perdón,
y me postré.
¡Ya ves adónde me lleva mi corazón!
¡Caí a sus pies en el lodo!
¡En el lodo!
¡Siéntate!
¡No te tortures! ¡Pero vigila tus modales!
¡No hay nadie! ¡Cantemos un poco
para pasar el tiempo!
"En el jardín, de madrugada, una muchacha pasea".
"En el riachuelo mira su reflejo".
"Un hermoso joven la corteja".
"Le compra valiosos regalos".
"A cambio de ducados, elije
faldas, vestidos, botines de marta cibelina".
¿Pero por qué no viene?
"Iré yo, muchacha, a la feria".
"Compraré cuanto me plazca".
"Compraré dos plantas de menta".
"Las plantaré delante de mi casa".
"¡No las pises, hermoso joven!".
"¡No las he plantado para ti!".
¡Vaya, él también se pasea!
¿Es usted, Koudriach?
Sí, Boris Grigoriévitch.
¿Qué hace usted aquí?
Alguna razón tendré.
No vendría en vano.
¿Y a usted, qué le trae por aquí?
Éste es el motivo.
He de esperar aquí.
No habría venido, si no me lo hubieran pedido.
¿Quién se lo ha pedido? Una joven en el camino.
Me ha dicho que espere
detrás del jardín de los Kabanov.
Cerca del sendero... Sin embargo, le he prevenido
¡que no se enamore ciegamente!
Ese es mi problema.
¿Se trata de la mujer casada? ¿Quiere que la maten?
¡No me asuste! ¿Ella le ama?
No lo sé. Sólo la he visto una vez.
Por lo demás, la veo en la iglesia.
Ah, Koudriach, si la vieses rezar...
¡Qué sonrisa angelical...!
¡Qué luz irradia su rostro!
Entonces, es Katia Kabanova.
¡Sí! Pues bien, bien.
"Mi Vania está en la orilla del agua".
"Compra un regalo para su zarina".
"Soy una simple campesina. Mi isba es oscura".
"¡Sin embargo, el amor te convierte en una zarina!".
¡Espera, joven!
¡No será en vano!
¡Vayamos hacia el Volga!
¡Qué noche! ¡Canciones,
una cita!
Se pasean felices, cogidos del brazo
Y yo, espero... ¿pero qué?
Soy incapaz de imaginarlo.
Mi corazón late tan fuerte.
No sé qué decirle.
¡Aquí está!
¿Es usted, Katerina Petrovna?
No sé cómo agradecerle.
¡Katerina Petrovna, si al menos supiera...
...¡cómo la amo! ¡No me toques!
¡Vete! ¡La amo!
Sabes bien que nunca podré limpiarme de este pecado.
Pesa sobre mi alma como una roca.
¡No me rechace!
¿Por qué has venido?
Hasta la tumba,
debo quedarme con mi marido.
¿Qué estoy haciendo?
¿Quieres mi perdición?
¿Cómo podría yo querer eso?
¡La quiero más
que a nada en el mundo!
¡La quiero más que a nada en el mundo!
¿Quieres perderte? ¿Perdernos?
Quiero lo que usted quiera.
He dejado mi casa en plena noche para venir a verte.
Ya no tengo voluntad.
Si aún tuviera, no habría venido.
¿Lo entiendes?
Estoy en tu poder.
¿No lo ves?
¡Eres mi vida!
¡Eres mi vida!
Qué ganas tenía de morir.
¿Por qué morir,
cuando nuestra vida es tan hermosa?
¡No tengo derecho a vivir!
¡No digas eso!
¡No me atormentes!
¿Crees que no tengo piedad de ti?
¿Piedad de mí? ¿Por qué?
Nadie es culpable.
Soy yo quien ha venido a ti.
¡No tengas piedad de mí!
¡Destrúyeme! ¡Que todos vean lo que hago!
¿Por qué pensar en ello?
He cometido un pecado por ti.
¿Por qué pensar en ello?
¿Por qué no sufriría?
¿Y bien, os habéis puesto de acuerdo?
Sí...
¡Id a pasear!
En el momento preciso, Vania os llamará.
¡Muy astuto, pasar por la puerta del jardín!
¡Ha sido idea mía! Es digna de ti.
Pero si tu madre se entera...
No se le ocurrirá.
Su primer sueño es profundo.
¿Pero,
y si el diablo la despertara?
La puerta del patio se cierra desde dentro.
Llamará, y se marchará.
Mañana le diré que dormíamos profundamente.
Dikoi está en su casa. Te conozco desde hace tanto tiempo...
Esos dos brutos se entienden de maravilla.
Glacha vigila. Si es preciso, avisará.
Te seguiría hasta el fin del mundo.
Hay que vivir peligrosamente.
Además, una desgracia puede ocurrir tan fácilmente...
¿Qué hora será?
La una.
¿Cómo lo sabes? Acaba de sonar la hora...
¡Vida mía!
¡Te seguiría hasta el fin del mundo!
¡Vida mía!
Ya es hora. Llámalos.
¡Hasta el fin del mundo! ¡Vida mía!
"¡Todo el mundo a casa!
"Pero yo no me iré".
Lo he oído...
"Vete a pasear, niña,
antes de que caiga la noche".
"Aún soy joven,
"me quedaré hasta el alba".
"Como despuntaba el día,
he vuelto a casa".
¿Os habéis despedido?
Gotas de lluvia... Se acerca una tormenta.
¡Estaría bien tener un cobijo!
Todo el mundo vendrá aquí. Todos están de paseo.
Todo el mundo está endomingado.
¡Mira! Frescos.
¡Todavía se ven!
¡Este es el fuego del infierno!
Los frescos quedaron intactos.
Toda suerte de gente acaba aquí. Así es, querido amigo.
Gente de todos los rangos. Exactamente.
Y también moros. Sí, sí.
Moros también.
Estoy calado hasta los huesos... ¡Saviol Prokofiévitch!
¿Por qué tendría ganas de hablar contigo?
Nunca puede dejar de hablar.
Las tormentas son frecuentes aquí. ¡Tonterías!
No tenemos pararrayos. ¡Tonterías!
¿Y cómo son tus pararrayos?
De acero.
¿Qué más?
Varillas de acero. Entiendo.
Se entierran en el suelo.
¿Y? ¿Después?
Nada más.
¿Qué crees que es una tormenta?
¡Electricidad!
¿Electricidad?
Electricidad. ¡Eso es!
¡No eres más que un tunante!
La tormenta es un castigo divino.
¿Cómo pretendes protegerte con varillas de acero?
¿Quién eres tú? ¿Un tártaro?
¿Un tártaro? ¡Habla entonces!
¡Saviol Prokofiévitch, su excelencia! Derjavine escribió:
"Mi cuerpo se volverá a convertir en polvo,
pero mi razón habrá vencido al trueno".
¿Le habéis oído?
¡Detenedle!
¡Menudo impostor!
¡En vano usted incita al hombre a pecar!
¿Ha dejado de llover? Eso parece.
"Eso parece"...
¡Ve a ver,
en vez de decir: "eso parece"!
Ya no llueve.
Es él.
¿Qué haremos con Katia? ¿Qué ocurre?
¡Una verdadera desgracia! Su marido ha vuelto. ¿Lo sabías?
No... Ya no es la misma.
¡Ya no la veré más!
Escúchame. Ella tiembla como si tuviera fiebre.
Erra en la casa como si buscase algo.
¡Tiene ojos de loca!
Esta mañana se ha echado a llorar:
"Ay, amigos míos,
qué voy a hacer?".
Está dispuesta a todo.
Pero ¿qué debo hacer? Escucha...
Se arrodillará ante él y se lo dirá todo.
¿Es posible?
¡Todo es posible! Mamá se ha percatado.
Como una serpiente, la vigila. Eso hace que empeore su estado...
¡Aquí están! Mamá está con ellos.
¡Escóndete!
¡Ah, Varvara!
¡Me voy a morir! Ella parece aterrorizada.
Vamos, ya basta.
¡Uno no escapa al destino! Vean esta belleza...
¡Tranquilízate! No puedo... ¡sufro!
¿De qué tiene miedo?
¡Eh, belleza!
Todas las florecillas rebosan alegría, ¿y usted se esconde?
Él, ¿qué quiere ahora?
¿Esto no te basta?
Lo que sufro, ¿no le basta?
Cálmate. Arrodíllate y reza.
¿Qué pecado pudo haber cometido ella?
El alma humana es impenetrable...
Mamá...
Tikhon...
¡He pecado ante Dios
y ante vosotros!
¿Acaso no os había jurado
no mirar a ningún hombre durante tu ausencia?
¿Sabes lo que he hecho cuando no estabas,
mujer perdida que soy? Desde la primera noche...
¡Cállate! Ella no sabe lo que dice.
Me he escapado de la casa... ¡Cuenta, ya que has empezado!
¡Diez noches seguidas he paseado con él!
¿Con quién? ¡Fíjense cómo miente!
¡Con Boris Grigoriévitch!
¡Hijo mío, puedes estar orgulloso!
¡Glacha! ¿Qué puede ser peor?
Ella se merece que la maten...
Mamá ha dicho:
"Enterradla viva para que expíe sus pecados".
Pero yo la quiero.
Me da pena poner siquiera un dedo sobre ella.
¡Katerina!
¡Me encierra con llave, me atormenta!
Le he dicho: "No me encerréis. ¡Esto acabará mal!".
"¡Acabará mal!".
"¡Acabará mal!".
¡Dime! ¿Cómo debo vivir ahora?
¿Cómo viviré?
Hay que huir.
¿Huir?
¡A Moscú!
Hacia una nueva vida feliz.
Katerina...
No... No hay nadie.
¿Qué puede hacer él, el pobre?
Verlo, decirle adiós...
...¡y luego morir!
Mi confesión no me ha aliviado.
Me he aniquilado a mí misma.
Me he deshonrado.
Sí, para mí, la deshonra;
para él, la humillación.
Si pudiese recordar sus palabras.
Cómo me compadecía.
¡No lo recuerdo!
¡Qué atroces son las noches!
Como todo el mundo,
me acuesto.
Pero es como si me acostara en mi tumba.
¡Cuán terribles son las tinieblas!
El ruido...
Y este canto...
Parece un entierro.
Se está tan contento
cuando por fin vuelve la luz.
¿Por qué actúan así?
Antaño,
mataban a las mujeres como yo.
¡Si al menos me arrojaran al Volga!
¡Pero no! "¡Vive!", dicen.
"¡Vive!".
"¡Tortúrate con tu pecado!".
Ya no me quedan fuerzas.
¿Debo sufrir aún mucho tiempo?
¿De qué sirve seguir viviendo?
¿Para qué?
Ya no necesito nada.
Ya no quiero nada.
Ni siquiera la luz divina.
Y sin embargo, la muerte no llega.
Aunque la llame...
Ella no viene.
Vea lo que vea,
oiga lo que oiga,
todo me hace daño.
Tanto daño.
Si pudiese vivir con él,
quizás encontraría un poco de alegría.
¡Le echo tanto de menos!
Si no he de volver a verte,
¡al menos escucha mi voz desde lejos!
¡Vientos impetuosos!
¡Llevadle mi pena, mi tristeza!
¡Cómo le echo de menos!
Mi vida, mi alegría,
mi alma, ¡cuánto te quiero!
¡Contéstame! ¡Es su voz!
¡Katia!
¡Vuelvo a verte una vez más!
Dios nos ha tentado.
¿No me has olvidado?
¿Cómo podría haberte olvidado?
No...
Quería decir otra cosa.
¿No me guardas rencor?
¿Por qué?
No quería hacerte daño.
Cuando lo he revelado todo, no era yo misma.
Pero no...
Yo deseaba decir otra cosa.
¿Qué vas a hacer?
Mi tío me envía a comerciar a Siberia.
¡Llévame contigo!
No...
¡Adiós! ¡No te atormentes por mí!
Soy libre como el aire.
No tengo preocupaciones.
¿Pero qué será de ti? ¿Y tu suegra?
Me persigue y me encierra.
Todos se burlan de mí.
Me recriminan lo que he hecho contigo.
¿Y tu marido?
A veces es amable, a veces se encoleriza.
¡Bebe!
¡Me golpea!
Pero no...
¡Hablo siempre de otra cosa!
No es eso lo que quería decirte.
Te echaba tanto de menos...
Y mira...
...te he vuelto a ver.
¡Espera! ¿Qué quería decir?
Todo se confunde en mi mente.
Debo marcharme. Ya no me acuerdo de nada.
Espera, te lo diré enseguida.
En tu camino,
da limosna a cada mendigo.
No olvides a ninguno.
¡Déjame mirarte una última vez!
¿Qué cantan?
¡Adiós! ¡Ahora, ve!
¡Si la gente supiera cómo me duele
dejarte!
Cómo me duele...
Es tan doloroso...
¡Aún siguen cantando!
Los pájaros vendrán a posarse en mi tumba.
Se posarán con sus crías.
Las flores se abrirán.
Rojas,
azules,
amarillas.
Todo está tan tranquilo,
tan bello,
¡tan bello!
¡Y he de morir!
¡Una mujer se ha arrojado al agua!
¡Una barca!
¡Seguramente es ella! Dejadme...
¿Vale la pena morir por ella?
¡Es usted quien la ha destruido! ¡Usted sola!
¿Has perdido la cabeza? ¿Sabes con quién estás hablando?
¡Aquí está su Katerina!
¡Katia!
Se lo agradezco...
Le agradezco, buena gente,
su ayuda.