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Mi Vida y Aventuras
¿Estamos todos de acuerdo?
Es algo imposible.
Por la salud de la reputación del hombre.
- De su familia. - ¿Incluso si es verdad?
Incluso si es verdad.
BYRON
Subtitulado por Leporello, Numil Revisión y corrección: Cecilia
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PRIMERA PARTE EL VERANO DE UN LIRÓN
GRECIA 1811
Me gustaría explorar las ruinas.
Parece que el templo es dórico.
Lo menciona en su cuaderno de viaje a Troya.
- Lo llama... - Zuniam. El templo sagrado de Atenas.
Si mis cálculos son correctos...
Las dimensiones son exactamente las que deben ser.
Tal vez la mejor obra hecha por la mano del hombre.
Los Griegos eran hombres.
No esclavos de los turcos.
Me gustaría ver los bocetos.
Más tarde.
¿Qué es eso?
De nuestro gobernador de Atenas. Nos da paso libre.
Es una ladrona.
La vamos a lanzar al mar.
Tengo autoridad.
Ábrelo.
Si le complace, bastardo.
Ábralo.
Byron.
Ha interferido en la ejecución de las funciones de mis oficiales.
Usted es uno más. No es de aquí.
Muy afortunado pues. Cuando tenía diez años...
ya era noble.
¿Está disfrutando de su estancia en Turquía?
Pensaba que estaba en Grecia.
Grecia pertenece a Turquía desde hace 300 años.
¿Cuál es el propósito de su visita?
Estudiar la manera de vivir de Oriente.
No debería de creer lo que dicen entonces.
Que en su tierra el verdadero placer está prohibido.
Sólo las mujeres lo tienen permitido.
Costumbres diferentes.
Así que ha venido aquí...
Su Excelencia, he venido para suplicar la libertad de una mujer.
- Las mujeres no valen nada. - Puede ser.
Pero aún así quitar una vida por una hora de...
Ella es culpable.
La ley del Sultán es muy específica.
¿Cuánto costaría que fuera menos específica?
Ya no queda dinero.
Es hora de volver a casa.
¿Qué habrá de nuevo?
¿Qué haremos con nuestras vidas?
Es muy inusual.
Es Mediterránea. De origen misterioso.
'Hints from Horace'. Es un bonito título.
Pero le confieso que tengo mis reservas.
¿No lo va a publicar?
Debería decir que su manera de escribir...
ha cambiado durante estos dos años en el extranjero.
Quédese el animal.
Será como un rayo de luz en su oscura vida.
Milord. ¿Ha pensado en escribir...
sobre su viaje?
Ha visto lugares exóticos. ¿No ha escrito sobre ellos?
Lo hice.
- He escrito un poema. - ¿Puedo leerlo?
¿Cómo se llama?
"Las Peregrinaciones de Childe Harold." Dudo que le guste.
Teniendo en cuenta el gusto de la ciudad moderna...
- ¿A dónde va? - A Newstead.
Mi madre dice no encontrase bien.
Pero no es raro que diga que no se encuentra bien.
Seguirá siendo maligna.
Ponte los guantes.
Al salir de nuestras mentes...
¡Qué noble sustituto del vino!
Creo que debería dejar los poemas, ¿no crees, Fletcher?
Sí, Milord.
¿Qué diablos te pasa?
Son las tres de la madrugada.
Quieres meterte entre las sábanas con la Sra. Fletcher, ¿verdad?
La Sra. Fletcher está muerta, Milord.
¿Muerta?
¿Cuándo?
Cuando estábamos de viaje, Milord.
¡Maldita sea! ¡Debiste habérmelo dicho!
¿Qué hay de la joven sirviente?
- Susan, Milord. - ¿Está casada?
Susan no está comprometida.
¿Podría Susan prepararme un plato de huevos?
Está en la cama, Milord.
Pero no creo que esté dormida.
Susan.
Yo soy Betsi, Señor.
Susan soy yo.
***é en el Helesponto.
- ¿Nadaste en él? - Sí, como un pez.
¿Y las mujeres? ¿Son bellas?
- Oscuras. - Oscuras y baratas.
Fueron dos años de placer y libertinaje.
- ¿Y ahora qué? - ¿Qué de hecho?
Con 23 años y parece que lo mejor se ha acabado.
En comparación con Oriente, Inglaterra parece una prisión.
- ¿Qué has escrito? - Un par de cantos.
"Las Peregrinaciones de Childe Harold"
Algo un poco loco y muy apasionado. Un viaje a Grecia y Albania.
Hobby podría reconocer algunas partes.
¿Suspira por las chicas?
¿No cojeará por casualidad?
Me alegro de verte.
Gracias por hacer todo este camino.
Tengo malas noticias.
Mathews está muerto.
Murió poniéndose hasta arriba de hierba.
¡Pero Charles Mathews es un buen nadador!
Pero se ahogó. Al menos esa es la versión de Cambridge.
- Se suicidó. - Era ateo. Republicano.
Le gustaban los chicos.
¿Qué futuro tenía?
Mejor que digamos que se ahogó.
- Por los muertos. - Por los muertos.
Por los muertos.
¿Para qué vivir?
Bueno, yo tengo mis cartas. Tú tus escritos.
Me gustaría ser jugador. Ganes o pierdas, sientes algo.
Yo no siento nada, ni como poeta.
- Hobhouse tiene la política. - Hobhouse es tonto.
- ¿Qué de malo en la política? - Nada, Hobby.
Pero deberías recordar que es una pérdida de tiempo.
El otro día me dirigí a la Cámara de los Lores.
Fue un discurso realmente bueno.
Discurso que no sirve para nada.
Un día no es suficiente para que algo cambie.
¿Y de qué iba?
Me dijeron que debido a las máquinas en Nottingham,
hay tejedores sin trabajo.
La gente rompe las máquinas por la noche.
El gobierno quiere hacer de esto una ofensa capital.
Así que no podemos permitir la destrucción de la propiedad privada.
¿Pero no ves que mueren de hambre?
Mueren de hambre.
¡Es una vergüenza para un país civilizado!
Visité a los oprimidos en provincias de Turquía.
¡Pero ni incluso bajo esa tiranía...
he visto tanta maldad como ahora veo aquí!
Señor, ¿vas a permitir esta ley?
¡¿Vas a permitir...
que cuelguen a estos hombres como espantapájaros?!
¡Bravo!
Poesía de la vieja escuela.
Debo de ser bueno en algo, ¿verdad?
¿Estás familiarizado con la doctrina de la predestinación, Fletcher?
No estoy familiarizado al detalle, Milord.
Bueno, pues yo sí.
No esperaba menos, Milord.
Mi madre me lo dejó muy claro.
Somos los malditos de Aberdeen.
Lleva al Sr. Davis a su cama.
¡Con cuidado, hombre!
Le debo 4.800 libras.
LONDRES 1812
Lord Holand da la bienvenida a Lord Byron.
¡Hobby!
- ¿Todavía en lo de Irlanda? - Trabajando en ello.
¿Qué diablos está pasando?
Una mañana me desperté como un hombre famoso.
¿Famoso? ¿En qué?
Debido a Childe Harold.
- Murray lo publicó. - ¿Y se ha vendido?
Se ha agotado... En tres días.
Hay mucha demanda.
'Estuve buscando inútilmente...'
Es como un mapa del Mediterráneo.
Lleno de dioses, y héroes de escuela.
Y las dedicaciones...
Un horror.
Lord Byron.
Y el capitán Hobhouse.
Lord Byron.
¿Le gustaría tomar té?
Les aseguro que he conocido hombres en todos los países.
Todos igual de repugnantes.
La balanza se inclina a favor de los turcos.
No son cristianos.
Por el amor de Dios.
Su amigo está muy requerido, capitán.
Eso parece, Lady Melbourne.
No tengo nada que hacer con su inmortalidad.
Ya es dolorosa y absurda esta vida como para especular sobre otra.
Además, si podemos ser inmortales...
¿Por qué tenemos que morir?
¿Es usted Platónico, Lord Byron?
- No soy nada en absoluto. - Debe de ser algo.
Sólo un pobre poeta.
¿Cómo aprendió a hacer eso?
Para que un hombre se convierta en poeta...
Debe estar enamorado.
O ser miserable.
¿Cuál de los dos es usted?
PEREGRINACIONES DE CHILDE HAROLD XLIII.
Harold se sintió al fin solo.
Le dispensó a las lenguas cristianas un largo adiós:
Se aventuró en una tierra desconocida,
La cual todos admiran pero muchos temen ver:
Su pecho estaba armado contra el destino, sus necesidades eran pocas:
Peligro que no buscó, pero que no se negó a conocer:
La escena era salvaje, pero la escena era nueva;
Esto hizo que se dulcificara la fatiga del viaje;
Una explosión hizo replegar al invierno, y dio la bienvenida al calor del verano.
Un trabajo excelente.
Pero todos se preguntan si fuiste tú el que corrió estas aventuras.
Vi unas cuantas cosas raras.
Parece que capturaste un oso.
Mi oso era adorable.
¿Qué hiciste con él?
Tenía intención de presentarlo en sociedad.
Pero no todos están de acuerdo.
Pensé que podría tener una oportunidad.
No quiero carne. Gracias.
- ¿Quieres pescado? - No.
¿Qué puedo ofrecerte entonces?
Sólo como patatas. Puré. ¿Puedes pedirlo?
Y un vaso de agua con gas.
Me parece que eres un vanidoso.
Detesto la grasa.
Mi madre estaba gorda.
Tengo miedo por ti, Byron.
De repente eres famoso.
Tu juventud, tu apariencia, tus aventuras en Grecia...
te hacen una presa valiosa. Un trofeo.
- Sin embargo, hay que estar alerta. - ¿En relación a qué?
Respecto a enamorarse.
Me enamoré antes del desayuno.
Me enamoré de mis perros.
Sin embargo...
Hay algunas cosas que están permitidas, otras no.
Por lo general me interesan las segundas.
Normalmente yo también.
Mi querida Lady Melbourne...
Si no nos separaran tantos años...
Si no nos separaran varios años...
La cena sería larga otra vez.
¡Fletcher!
¡El lúpulo y la soda!
¡Y un plato de carne!
Una carta, Milord.
Milord...
Hay una dama desnuda en la habitación.
Iré en un minuto.
- Buenas noches. - ¿No baila, Señor?
¿Le parece que lo hago?
Esta nueva música es monstruosa.
Lo entiendo.
- ¿Puedo preguntarle qué escribe? - No, no puede.
Estoy en una zona negra, Srta. Milbanke. No quiero correr riesgos.
Si no sacara su sarcasmo natural, Milord...
podría ser bastante sincero.
Es usted demasiado buena para mí, Srta. Milbanke.
Soy extremadamente pervertido.
Los periódicos lo dicen en blanco y ***.
No leo los periódicos.
Y no creo que usted sea una persona tan peligrosa.
Es un excelente poeta,
pero por algún motivo descarría su buena naturaleza.
Para ser honestos, creo que perdería a parte...
de las damas si la verdad saliera a la luz.
- ¿Cuál es la razón de tanta honestidad? - Mi deber cristiano.
Si pudiera convencerle de que mire en su interior...
¿Cree que alguien de los que está aquí se atrevería a hacerlo?
Me gustaría presentarle a unos amigos.
Esta es la primera temporada de la Srta. Milbanke.
Es exasperante.
¿No ha podido encontrar a su hombre en una novela de Jane Austen?
Mi sobrina es la mujer más inteligente.
Busca un heredero.
Me imagino que es posible.
Ella es perfecta.
Me gustaría que fuera un poco menos perfecta.
Estoy segura que conoces a Tom Moore, también poeta.
- No, no lo conozco. - Buenas.
¿Conoces a mi hija, Lady Caroline?
Déjelo, Milord. Hay más donde vaya.
¡Es un horror, Fletcher! Todas las mujeres en Londres quieren conocerme.
Una rosa en marzo.
Algo poco habitual.
Me han dicho a le gusta todo lo que es nuevo y raro.
Por el momento.
Tiene cara de ángel.
Un ángel malo.
- ¿Por qué huyó? - Le oí susurrando con mi prima.
Estaba celosa.
Niego haber estado susurrando con su prima.
- ¿Quién es su prima? - Anabella Milbanke.
Les vi en una esquina.
Recuerdo que estábamos hablando sobre la purificación de mi alma.
Nunca ha hablado de eso conmigo.
Lady Caroline, la conozco desde hace un minuto.
Eso no es excusa.
¿Vamos a ser amantes?
He dicho que si vamos a ser amantes.
- ¿Está usted loca? - No lo sé.
¿Y tú?
- Está al día con el gusto femenino. - ¿Ah, sí?
Dondequiera que voy oigo hablar del nuevo libro y salgo corriendo.
Hola, Tom.
Espero que no te importe que haya traído a un invitado.
Ya conoces al Sr. Murray.
Y este es Rodgers.
Lord Byron.
Somos admiradores suyos, Milord.
Rara vez se encuentra un tesoro.
Su propia voz.
Le aseguro que por accidente.
No creo que "Childe Harold" sea mi mejor trabajo.
Creo que es mejor "Hints from Horace"
Nos reunimos todos los jueves.
Yo y mis escritores más famosos.
Éramos tus escritores más famosos.
Algunos vamos a abandonar el trono.
Vamos.
Gracias.
Bien hecho.
Bien hecho.
Gracias, caballeros.
Gracias.
¡Caroline!
Te quiero.
Nos estamos moviendo.
No me importa.
Bien, pues sedúceme.
Te desafío.
Te gusta jugar con los artistas, ¿verdad?
Buenos días, Srta. Milbankee.
Deja temprano a Lady Caroline, Lord Byron.
Espero que no haya sido antipática. A veces puede serlo.
He venido para hablar con ella de unos problemas matemáticos.
¿Por casualidad sabe usted de matemáticas?
Me conformo con admirarlas desde una comprensible distancia.
Sé que dos y dos son cuatro.
Estaría encantado de probarlo si pudiera.
Pero me da más placer que dos y dos sean cinco.
¿Por qué quiere eso?
Ya se lo he dicho antes, Srta. Milbankee.
Soy un pervertido.
¿Cómo podría convencerla?
Nunca me convencerá, Lord Byron.
Buenos días.
¿Estás despierta?
¿Carol?
Mi abrigo, por favor.
Hola, Georgie.
¿Eres famoso de verdad?
¿Quieres subir?
¿Al apartamento de un caballero, sola?
Creo que es adecuado para recibir a mi hermana.
He estado en el banco. No hay nada.
Tengo un secreto.
Hay otro bebé en camino.
Vas a ser tío otra vez. Pero no sé absolutamente cómo haré.
- ¿Cómo está el coronel? - En las carreras de caballos.
Le apasiona increíblemente gastar dinero...
y devolverlo a los seis meses cuando empiezan las carreras.
No creas que haya elegido bien, George.
Aún así, seguimos aparentando que tenemos dinero.
Tengo una deuda de 25.000 libras.
Tengo que vender Newstead.
- Quizás así esté en posición... - ¡No he venido a pedir ayuda!
Soy una tonta pero me las arreglaré.
Cerebro de mosquito. No importa.
¿Dejarás a ese desgraciado lunático?
Georgie...
¿Cuánto tiempo ha pasado?
113.000.
Vamos.
¿Alguien ofrece más de 133.000 guineas...
por Newstead Abbey y su parque en Nottingham?
He oído que te ves con cierta dama.
¿Alguien da más?
Caballeros, por última vez. ¿Alguien da más?
Creo que es bonita.
Declaro el lote no vendido.
El mínimo no ha sido alcanzado.
Mala suerte.
Pero estoy seguro que tendrás un pequeño corderito que te consuele.
¡Parad!
¡Parad!
A Lord Byron no le gusta el vals.
Pero a ti te encanta el vals.
Se fue después de un par de días.
Como un dolor de garganta.
Su reputación está deshecha.
- ¿Qué hay de ti mismo? - No la puedo eliminar, Hobby.
Colgada de mi cuello como un maldito pájaro.
Se desenfrena cuando está conmigo.
Y eso es inaceptable, ¿verdad?
No te enfades.
Sé que soy un idiota.
¿Qué tal el ejército? ¿Muchas batallas?
Me encantan las batallas.
Es sólo una fase. En cuanto sea heredero...
renunciaré y postularé al Parlamento.
Creo que seré elegido.
Podré difundir mi política.
Mi política consiste en detestar a todos los gobernantes.
Traen un mensaje para usted.
El mensajero dice que se lo tiene que dar personalmente.
- Es tarde para el mensajero, ¿no? - Quizás sea de mi hermana.
- Ha vuelto a la ciudad. - No sabía que tuvieras una hermana.
Medio hermana, de madres diferentes.
No la había visto en trece años y...
¡Fletcher!
¡Me volveré loca si estoy sola esta noche!
¡No! ¡Es una idea estúpida!
¿Te has cansado de mí?
¡Sí! ¡Me he cansado de ti, Caroline! ¡Lo estoy!
¡Te quiero!
- Tienes que ser razonable. - No se puede razonar. ¡Está loca!
¡Por favor!
Nunca fue mi tipo.
Demasiado baja y delgada.
Estoy buscando algo intelectual para el prefacio de la novela.
La hemos tenido que enviar a la isla. Amenazó con suicidarse.
O te hubiera matado a ti. O a ambos.
No, no lo creo.
Todo el mundo conoce sus tácticas.
- ¿Qué harás? - Debería dejar la ciudad.
¿Te has enamorado?
Ya he acabado con lo de enamorarme.
¡George!
Espero que te gusten los niños.
Soy ferviente admirador del Rey Herodes, en verdad.
Hace cinco meses que vi al Coronel.
¿Cómo sobrevives?
Difícilmente. Puedo manejarlo.
Confundida y un lío. Esa soy yo.
Vienes de una larga línea de desastres financieros, Gus.
Mi madre decía que ser un Byron significa estar condenado.
Soy una Byron. ¿Estoy condenada?
Ven a jugar, tío.
Vale. Dame la cometa.
¡Corred, corred!
¿En qué piensas?
Ser más original.
Te pido perdón, Augusta.
¿Qué te ha pasado en Londres?
Me tomaron por tonto.
Tienes que hacer planes de futuro. Puede ser divertido.
Quiero hacer algo con mi vida. Esto...
No es lo que quiero.
Claro que no. Estas cosas de las Termópilas...
¿Qué es lo que le ves a Grecia?
Es un ideal. Un lugar ideal.
No me gustan los ideales.
Me gustan las cosas que puedo ver, oler y sentir.
¿Es cierto que hay un montón de chicas?
Las había.
De cada una me quedaba un mechón de su cabello.
¿De aquí?
De aquí.
En Londres la vida es una locura. Volveré a las tres de la mañana.
¿A las tres de la madrugada? ¿Qué pasa con el desayuno?
Bueno... Desayunaremos después del almuerzo.
- ¿No le haces el desayuno a tu marido? - No tengo marido.
¡Fletcher!
¡Fletcher!
Maldito libro.
El carruaje está listo, Milord.
- ¿Sabes lo que es el pecado? - ¿Pecado? ¿Por qué?
A mí no me lo parece.
Es una fruta prohibida.
- Soy un mal hombre, Augusta. - Qué tontería.
Apenas nos conocemos.
¿Quién es esta mujer? Debe permanecer en secreto.
No me gustan los secretos.
- ¿Dices que hay algún peligro? - Un gran peligro.
- Termínalo. Y pronto. - No puedo.
- Ella debe hacerlo. - No puede.
Entonces no tendré una opinión muy alta de ella.
Lady Melbourne, no es su culpa. Es mía.
Me he culpado cientos de veces.
En mi experiencia, la culpa no es nunca del hombre.
Cuando te canses de secretitos, ven a verme.
Buenas tardes, Milord.
Srta. Milbankee. ¿Le importa si me quedo aquí?
No si me habla.
¿Cuál piensa que es el sentido de la vida?
Es una manera de hacer el bien, hacer feliz a la gente y servir a Dios.
Me ha llevado tres horas vestirme esta mañana.
El tema de abotonarme, desabotonarme,
comer, dormir, beber...
¿Qué hay de real en la existencia?
Un momento difícil de alcanzar. Algo que dura pocos minutos.
No creo que las sensaciones sean tan importantes.
Las sensaciones son la única prueba de nuestra existencia.
Es por lo que las anhelamos.
Parece muy confuso, Lord Byron.
Una mente como la suya, Srta. Milbankee, soy un rompecabezas sin solución.
George, ¿estás bien?
No tengo una buena mano, Julius.
Estoy seguro de que sí.
Temo que con este tiempo me fuera imposible irme a casa.
Estoy atrapada aquí.
Como un conejo pequeño.
Y sólo saldré por una guerra de bolas de nieve.
Tus tontas payasadas.
No podría seguir sin ellas.
He estado pensando. - Que extraño.
Deberías casarte. - ¿Por qué?
- Necesitas una esposa. - Tú eres una esposa.
Te tendré a ti.
Si te casas, podrás quedarte con este lugar.
¿Cómo? ¿Encontrando alguna rica sin elegancia
y ennobleciendo el charco de su mercantil sangre?
No. Una chica de la misma clase. Sin deudas como nosotros.
Hay otro motivo aparte del dinero.
Espero otro niño.
He aquí, me has arrojado de la faz de la tierra,
y de tu presencia me esconderé,
y seré vagabundo y errante en la tierra.
Lo recuerdas bien.
¿Conociste a mi niñera? ¿May Gray de Aberdeen?
Creo que la vi una vez.
Me leía las Escrituras.
Pasabas unos meses con ella y las aprendías de memoria.
Seguro que estaba haciendo su trabajo,
preparándote para la vida adulta.
Sí.
Supongo que por eso se desnudaba,
se metía en mi cama y jugaba conmigo.
Todo era parte de la formación.
¿Eso hacía?
Sí.
Teoría de día. Práctica de noche.
Desde entonces, el cielo ha tenido una glosa extraña en la Biblia de May.
Yo debía tener unos 9 años.
Pobrecito.
¿Estabas asustado?
Sí.
Y estaba...
encantado.
Lady Charlotte Leverston-Gover te ha rechazado.
Mercer Elphinstone no lo considerará.
Es como un caballo, no podría permitírmela.
- Lo que nos deja con Anabella Milbankee. - ¿Qué?
¿La princesa de los paralelogramos? Quiere una parte de mi alma.
No creo que eso sea malo, ¿no?
¿Le escribiste?
Sí.
Una carta muy bonita.
No deseo comprometerla ni que prometa nada.
Simplemente quiero saber si existe alguna posibilidad.
A FAVOR
EN CONTRA
Buenos días, Sra. Leigh. - Buenos días, Fletcher.
El correo, Milord.
¿Y bien?
Es de la Srta. Milbankee.
¿Ha aceptado?
Las desgracias no vienen solas, ¿verdad?
Haremos el pastel, papá.
No puedo comer pastel, órdenes del médico.
El pastel de boda.
¡Ah! El poético pastel de boda. ¡Espléndido!
Pensaba en componer algo en su honor.
Seguro que estará encantado.
Por supuesto. Aunque sería más fácil si supiera algo más de él.
Su último trabajo vendió diez mil copias
el primer día de publicación. - No le faltará el dinero, entonces.
No cobra por su poesía, papá.
Dice que es indigno de un caballero.
Verás, en privado promueve los mejores sentimientos.
Pero en sociedad intenta ocultar los mejores aspectos de su carácter.
Así que continuamente pasa de la bondad a la maldad.
Y de la maldad a la bondad.
Le he oído describirse a sí mismo como mitad polvo, mitad deidad.
Es fascinante.
¿Ese tipo caza?
Srta. Elphinstone.
¿Cómo está su apetito? - ¿Por qué cosas, Milord?
Para la comida y el champán.
¿Comida? ¿A quién le importa?
Creo que su deducción ha sido desatinada.
Me temo que llega demasiado tarde para eso.
¿Quién es ese?
Es Shelley, Percy Shelley. Viene a buscar dinero.
Aparentemente le han echado de Oxford.
¿Por qué?
Ateísmo.
Es tu hermana.
Estabas solo con ella en Newstead.
Mientras su marido estaba ausente.
- Es tu hermana, Augusta Leigh. - Hermanastra.
¿Ha perdido el juicio?
Al contrario, yo sólo-
¡No puedes ser el consorte de tu hermana!
Es algo aberrante para personas refinadas.
Era algo común en la Grecia Clásica.
No estamos en la Grecia Clásica. Estamos en Mayfair.
¿Cuáles son sus sentimientos respecto a la Sra. Leigh?
En este momento, mitad buenos y mitad diabólicos.
¿Qué te propones hacer?
Tengo la intención de irme con ella, al extranjero.
Sin embargo...
Mi hermana no es tan pecaminosa.
No se fugará.
Así que me casaré pronto.
Con Anabella Milbankee.
Lo hago por el mero placer de llamarla tía.
Eso no es base para un matrimonio.
El matrimonio es un vínculo sagrado.
Confieso que encuentro difícil aceptar su autoridad en el tema, Lady Melbourne.
Buenas noches.
He visto a Byron.
Se ha decidido por tu prima de Yorkshire.
Bien.
El matrimonio será su salvación. - ¿Cómo?
No le veo atraído por una mujer que va a la Iglesia puntualmente,
entiende las estadísticas y tiene una mala figura. ¿Y tú?
Le agradezco su sugerencia sobre la religión.
Pero debo decirle,
a costa de perder la buena opinión que tenga de mí,
que es una fuente de la que nunca y créame, jamás podría
encontrar consuelo.
El porqué llegué aquí, no lo sé.
A dónde iré, es inútil averiguarlo.
En medio de la multitud del mundo de los vivos y de los muertos,
las estrellas, los sistemas, el infinito.
¿Por qué debería preocuparme por un átomo?
'Pero leeré los libros que desee,
oír los temas que desee.
Será mi guía filósofa y mi amiga.'
¿Y dice si te ama?
Oh, sí. Lo dice.
En algún sitio.
¿Y cuando se pondrá en camino?
Saldrá...
hoy.
Mamá, sale hoy.
Hobby. ¿Te importa que pase las Navidades en Cambridge?
¿En Cambridge?
No te opones, ¿verdad?
Pero nos esperan en casa.
La princesa de los paralelogramos puede echar raíces mientras espera.
Gus.
Coronel Leigh.
Mis respetos.
Sea bienvenido, Milord.
¿No hay carreras? - ¿En Navidad?
No, no. Los maridos deben volver a casa alguna vez.
Voy a casarme.
¡Enhorabuena!
Por supuesto, tengo que cambiar.
Estaré con una persona tan buena que desearía ser mejor.
Ve a Yorkshire.
Debes hacerlo.
Es todo una farsa.
¿Cómo puedo casarme con esta chica?
No te poseo.
No lo deseo. Sólo quiero que seas feliz.
Sólo tú me haces feliz.
Había un tipo, creo que era viñatero.
***ó 16 días en ir desde Londres a Norwich.
Se había unido a un grupo que venía de los Países Bajos,
y también eran un poco vagos.
En al final de la historia,
estaba en el muelle Hartridge...
¡Imbécil!
Es un lugar muy bonito.
Es caliente.
Puedo ver porqué se alaban las riquezas de Yorkshire.
Srta. Milbankee.
Ha pasado mucho desde que nos vimos.
¡Al fin!
La sociedad debe haber avanzado, Milord.
La sociedad nunca avanza más allá de cierto punto.
Mírenos ahora, reverendo.
Retrocediendo al viejo y estúpido sistema europeo.
Devolviendo los reyes a sus tronos.
Avanzamos tanto, para después retroceder.
En Inglaterra no avanzamos tanto, que yo recuerde.
Lord Byron es un gran defensor de Bonaparte.
¿Ese bandido indecente? Imposible.
- Quizás he exagerado un poco. - En absoluto.
Admiro cualquier devoción a una noble causa.
Prefiero una República o un despotismo como el de la antigua Roma,
al ridículo modelo de dos o tres que tenemos aquí.
Es un modelo muy confuso, tiene razón.
Nunca lo he entendido. - Quizá por eso no te eligieron.
Lo cierto es que la riqueza es el poder.
Y la pobreza es la esclavitud. En toda la Tierra.
No creo poder estar de acuerdo.
Tiene que existir algún sistema. Alguno supremo.
Es natural.
Como desee.
Hemos frecuentado el teatro.
En la cuarta noche vimos al Rey interpretar Macbeth.
¿Le gustó?
Lo adoro. Adoro el teatro.
Los gustos de Anabella son menos extravagantes.
Siempre ha elegido lo mejor.
Le gusta la vieja poesía.
Podría haber sido peor.
Es una joven muy presentable.
Pero demasiado callada.
Me gusta que una mujer hable.
O desconfío de si está pensando.
Es nuestra última noche juntos, Hobby.
Que la novia se acerque.
Arrodíllense, por favor.
Tal vez lo necesite.
Viene Ud. también, ¿no? - Por supuesto.
¿Cómo se llama? - Soy Rood.
¿Cruz de nombre y cruz por naturaleza?
Hasta la vista.
El anillo, por favor.
Les declaro marido y mujer.
Puede besarla.
Bien...
Aquí estamos.
Bien hecho, George. Que Dios te bendiga.
Espléndido. Que seáis felices el resto de vuestros días.
Tengo grandes esperanzas de que nos amaremos el resto de nuestras vidas.
Tanto como si nunca nos hubiéramos casado.
George...
Excelente. Excelente.
¿Qué piensas, Judith?
¿Qué hemos hecho?
No deberíamos habernos casado.
¿Por qué?
Porque soy malvado.
He hecho el mal.
Bienvenido, milord. - Brandy con soda.
Lady Byron. Estamos encantados de verla aquí.
Hola.
¿A qué te referías cuando dijiste que habías hecho el mal?
Nada. Estaba aburrido.
Todos somos pecadores a los ojos del Señor.
Nuestra tarea diaria es mejorar.
¿Bajamos a cenar?
Hay niveles de maldad.
Algunos dirían que es malo comer carne los viernes, pero...
Era un simple comentario. - ¿Pero a qué te referías?
¿Jamás dices nada sin ningún motivo?
Mamá me ha enseñado que antes tengo que pensar,
y no actuar sin considerar las consecuencias de mis actos.
Yo prefiero actuar esperando que las consecuencias sean buenas.
¿Y eso no se consideraría ser irresponsable?
¿No tienes sentido del humor, Anabella?
Mi madre dice que sí.
¿Dudas de su criterio? - En absoluto.
Lady Melbourne me lo ha advertido muchas veces.
Entonces mi tía no está actuando de acuerdo con su edad.
Supongo que por eso nos llevamos tan bien.
Cuando has dicho que no deberíamos habernos casado,
que habías hecho el mal,
significa que cargas con una terrible culpa.
No puedo evitar repetirme esas palabras y preguntarme...
Ven aquí.
Ha sido un día muy satisfactorio, Milord.
Si me permite,
quiero darle mi enhorabuena.
Gracias, Fletcher.
Aunque no puede llamarse un día satisfactorio,
ya que he cogido un resfriado.
¿Qué estás haciendo aquí?
- Vengo a la cama. - ¿Conmigo?
- Soy tu esposa. - Sí, pero...
No tendrás la intención...
Nunca he podido dormir con una mujer.
Muy bien. ¡Buenas noches!
Vuelve. Por favor.
Vuelve.
Puedes hacer lo que quieras.
Es sólo que soy un poco... cohibido.
¿Tú?
Tu pie...
Creo que...
si vamos a pasar la vida juntos...
Ya está.
No es tan terrible, ¿verdad?
El sueño tiene su propio mundo.
Una frontera entre las cosas mal nombradas, la muerte y la existencia.
El sueño tiene su propio mundo y un amplio reino de salvaje realidad.
Y los sueños en su desarrollo tienen aliento,
y lágrimas, y torturas,
y una pizca de alegría.
¡Dios!
¡Dios, estoy en el infierno!