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Parece que el proyecto de mezquita en la Zona Cero ha conseguido dividir América
como una pala que atraviesa una calabaza.
Hasta el presidente tiene una opinión, más o menos.
Y el asunto se ha mundializado.
Todos esperan a ver qué pasa.
Todos sabemos que si el islam puede colar una pirueta como ésta en América
puede colar cualquier cosa.
La gente sigue calificando esto como un tema de libertad religiosa,
pero hay una diferencia entre practicar tu religión,
que es el derecho de todos, y restregar tu religión por la cara de la gente
como una afirmación política triunfalista, que es lo que está pasando aquí.
Me gustaría saber cómo de grande ha de ser un insulto
para que no lo proteja la Primera Enmienda.
Después de todo, la Segunda Enmienda da a los americanos el derecho de llevar armas,
pero en la práctica necesitas un permiso para andar por ahí con la artillería,
y no todo el mundo lo puede tener, a pesar de la Segunda Enmienda.
También me pregunto si el firme apoyo del alcalde Bloomberg
a este proyecto no es tanto por su compromiso con la libertad religiosa
como por sus negocios en Dubai,
donde su empresa intenta establecerse
como proveedor dominante de servicios financieros sharía en Oriente Medio.
Tal vez habría que preguntárselo.
Los comentaristas liberales nos dicen que esto no es en absoluto una mezquita,
es un centro comunitario y un oratorio,
y que ni siquiera está en la Zona Cero.
Una mezquita es tanto un centro comunitario como un oratorio,
y la parte de mezquita de este edificio ocupará las dos últimas plantas
lo cual significa que dominará el escenario de conquista,
que para eso eligieron este sitio.
Cuando el gobernador de New York se ofreció a ayudarlos a elegir un sitio alternativo
no quisieron ni hablar de ello. Trasladarse a otro lugar
negaría la razón de ser de construirla,
que es restregar el 11-S por la cara de América.
Si no pueden construirla allí, no sirve de nada construirla en otra parte.
Nadie sabe de dónde viene el dinero, y nadie quiere decirlo.
El constructor era camarero hace cinco años,
y ahora se gasta millones en efectivo en un edificio en el centro de Manhattan.
Habrá recibido propinas muy generosas.
En cuanto al imam supuestamente moderado detrás del asunto,
apoya la sharía, apoya la teocracia iraní,
no condena el terrorismo, ni siquiera la explotación de
niños como terroristas suicidas, y culpa a América del 11-S.
Y ahora nos enteramos que se apunta el mérito del discurso de Obama en El Cairo,
os acordaréis, cuando se bajó los pantalones ante el mundo musulmán, y a eso le llamó gobernar.
Si eso es verdad, eso es tener jodidamente mucha influencia.
Me pregunto si tuvo algo que ver con el discurso de Ramadán del presidente hace poco,
cuando alabó el papel del islam en promover la justicia,
progreso, tolerancia, y la dignidad de todos los seres humanos.
Sí, el presidente Obama dijo esas palabras, y sin despeinarse.
No es extraño que tantos americanos crean que es musulmán.
Son cosas que sólo diría un musulmán, o un político europeo.
Todos sabemos cómo ansía el presidente ser popular en el mundo musulmán,
así que seguramente creyó que tenía que decir algo bonito
porque su audiencia estaba llena de activistas islámicos que podrían, en caso contrario,
acusarlo de islamofobia y racismo
y hacerle tomar clases de sensibilidad y conciencia cultural.
Y qué embarazoso sería eso para el primer presidente ***.
Pero quienquiera que le diese esa basura de corrección política
debería ser despedido en el acto, porque hace que Obama parezca
haber perdido el respeto por la inteligencia del pueblo americano,
que es como decir que que no quiere ser reelegido.
Todo el mundo sabe que el islam no ha hecho nada en absoluto por la justicia,
el progreso, la tolerancia ni la dignidad de los seres humanos, ¿está de broma?
Lo `peor que se puede hacer es arriesgar tales cosas
a la influencia del islam, y decir otra cosa no es sino una mentira podrida.
¿Es que no se da cuenta de que nadie se cree ya esa mierda?
Tendría que haber mirado las encuestas de opinión.
Tendría que saber que hay millones de personas
por todo el mundo libre que simplemente no confían ya en esa religión
porque una y otra vez han visto a sus activistas
explotar nuestras libertades para actuar de mala fe,
exactamente como lo están haciendo en la Zona Cero.
Han visto que cuando se trata del islam
la tolerancia y el respeto van y no vuelven.
¿Una religión de paz? No. Lo que la gente ve, y lo que han visto
desde hace veinte años cuando el asunto de Rushdie
es una religión de intolerancia, de agresión,
de agravios fingidos y bravuconería histérica,
demandas irrazonables y manipulativas y búsqueda de privilegios,
misoginia cruda, homofobia, antisemitismo y violencia.
Todo el que se manifieste contra esta religión
puede esperar que lo amenacen con violencia física.
Todo lo que tenga que ver con ella es agresivo.
Por eso no es bienvenida en Occidente, porque se ha hecho indeseable.
Y eso es lo que el presidente Obama debió decirles a esos activistas islámicos
si es que quiere pasar por líder del mundo libre.
Y debió decirles también que esta mezquita hace que su religión
sea aún más indeseable, y que construirla sería
la estupidez más grande que un musulmán pueda hacer,
salvo que estén actuando de mala fe,
como con toda certeza ocurre en este caso.
Pero eso no es razón para que unos idiotas vayan por ahí abusando y atacando a gente
porque son musulmanes, como ha ocurrido algunas veces recientemente,
porque este problema causa consternación también entre los musulmanes,
algunos de los cuales, y esto les honra, se han declarado en contra de ello,
y lo han condenado como provocación innecesaria.
Y era de esperar, una mujer que hizo eso en una reunión en New York
recibió luego amenazas telefónicas. Estupendo.
Aun así, aunque no salga nada bueno de este desastre,
por lo menos ha dado oportunidad a los liberales políticamente correctos para que defiendan un cambio,
lo que será una experiencia muy vigorizante para algunos de ellos.
Y seguro que les gustará saber que parece como si
esto saldrá adelante, porque obviamente no se puede hacer nada legalmente para detenerlo,
y la gente que hay detrás no tiene ni la inteligencia ni la bondad
para retirar el plan, aunque saben muy bien
que si fuera al contrario, y si este nivel de insulto calculado
se dirigiese contra el islam, nunca en la vida
se permitiría un proyecto como ese,
con o sin Constitución.
Paz, y sabéis que es verdad.