Tip:
Highlight text to annotate it
X
Mira, cualquier acto mŽdico que tenga cierta complicaci—n exige que seas muy
fr’o. Si debes operar a tu mujer, a tu hija, a una persona querida, realmente no es lo
m‡s adecuado. Y yo lo tuve que hacer, pero lo tuve que hacer porque hab’a un
contubernio entre mi primer ayudante y mi mujer, que muri—, y la operŽ, la
primera vez, hace muchos a–os, y la verdad es que no se lo deseo a nadie.
En el quir—fano, sensatez, sensatez m‡xima. Piensa que, en general, una
decisi—n quirœrgica importante no la debe tomar solo el cirujano. Porque, sin querer,
los cirujanos tenemos tendencia a imponer nuestro criterio, a pensar que
nosotros podemos resolverlo todo. Y no es as’; a veces es mejor intentar un
tratamiento mŽdico, o hacer primero un tratamiento mŽdico para favorecer la
cirug’a. Y esto se debe consensuar, hay que tener sensatez, sensatez entre todos.
S’, es una pol’tica falsa, una pol’tica que es antifeminista, una pol’tica que no tiene
en cuenta en absoluto la libertad de la mujer para decidir sobre su cuerpo. Yo
luchŽ contra esta pol’tica con mucha ilusi—n y me cost— una sanci—n
administrativa, una sanci—n universitaria. Hay que tener en cuenta que en esos
momentos la p’ldora representaba un acto delictivo, porque hab’a un art’culo
que dec’a claramente que se prohib’a toda informaci—n anticonceptiva. Pero
eso era absolutamente rid’culo. Y cuando di una conferencia que me pidieron los
mŽdicos j—venes y los estudiantes de medicina, me la prohibieron pero, de
todos modos, la di. El aula estaba llena a reventar, porque la gente no sab’a nada
de c—mo pod’a controlar su natalidad, lo hac’an con mŽtodos absolutamente
primitivos. Era una necesidad, era luchar contra una dictadura que, cient’ficamente
hablando, no pod’a ser aceptada. Y cuando lleg— la sanci—n, el magistrado
que me aconsej—, que era un hombre muy sensato, dijo: "No se preocupe, porque
usted dentro de la universidad puede decir lo que quiera", y ese fue el
argumento que detuvo el proceso. Pero, de no ser por ello, me habr’a enfrentado a
un proceso civil y no sŽ yo si criminal porque era una ley que afectaba al
C—digo Penal.
Una persona que dentro de su familia vea que solo se quiere subir r‡pidamente,
que no crea que hay que ganarse la remuneraci—n por un trabajo
determinado, sino que se puede intentar ganar mediante el amigo o que crea que,
incluso, que se pueda intentar alguna forma fraudulenta de llegar a un lugar
determinado, eso jam‡s dar‡ paso a la sensatez. As’ pues, la sensatez es una
parte de la Žtica y creo que una parte importante de ella. Cuando en casa has
mamado ciertos valores, tienes mucho ganado. Y, la verdad, me siento muy
favorecido y creo que muy apoyado por todo lo que aprend’ en casa de mi padre y
de mi madre. En casa no se toleraba el amiguismo. Y eran Žpocas
postfranquistas, en que eso era frecuent’simo. As’ pues, se hac’an
fortunas por el mero hecho de tener una buena amistad con el ministro de
Comercio o de Industria y eso no es sensatez. Porque la sensatez tiene
tambiŽn el arrebato y en ciencia eso est‡ clar’simo. ÀPor quŽ? Porque en un
momento determinado el cient’fico dice: "Deber’amos ir por ah’" y quiz‡ todos
seguimos a ese cient’fico por una ruta equivocada, pero siempre servir‡; si se
ha hecho con honestidad, siempre servir‡ para que los dem‡s, los que vengan
detr‡s, no cojan esta v’a porque dir‡n: "Esta ya sabemos que termina mal;
seguiremos esta otra".
En fin, cuando se quiere mucho, se pierde la cabeza. Pero hay que diferenciar
franca y claramente, entre un amor mec‡nico y un amor entero, para toda la
vida, que lo prevŽs para toda la vida. Son dos cosas diferentes. Y, claro, puedes
perder la cabeza, pero, como te digo, perder la cabeza por un amor es
maravilloso, y m‡s aœn si este amor continœa hasta al final de nuestros d’as y
continuas amando a esa mujer como la amabas el primer d’a. ÀSi es posible?
Creo que s’.