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Y en Cuba el discurso oficial ha insistido en que el racismo
es un fenómeno social vinculado al pasado.
Sin embargo, cada vez más cubanos afro-descendientes denuncian que se
trata de un mal vigente, que permite que en la isla las posiciones de poder
recaigan por abrumadora mayoría en los blancos.
Este es un informe que llega desde adentro.
El racismo es una forma de discriminación de las personas,
recurriendo a motivos raciales,
tonos de la piel u otras características físicas de las personas.
Tiene como fin intencional o como resultado, la disminución o anulación
de los derechos humanos de las personas discriminadas.
¿Cree que en Cuba se practica el racismo?
Actualmente.
Sí.
Sí, sí, cómo no.
Sí, sí creo...
En pequeñas cosas.
De que existe, sí existe.
Con esa fuerza que existía antes, yo creo que no.
Pero de que existe, sí existe.
Todos somos iguales, la única diferencia es simplemente nada más que el color.
Pero bueno, que todo el mundo tiene el mismo derecho de todos,
la sangre corre por las mismas venas.
Arraigado a viejas prácticas donde las personas de color negra ha vivido
víctima de exclusión social,
el racismo conserva aún en la isla un hábito que mantiene a los negros
bajo el dedo acusador, como si fuera un extraño,
o sencillamente no le correspondiera el lugar que le ha tocado.
El racismo es una injusticia.
Las personas racistas no tienen cabida en el mundo.
En Cuba, existen organizaciones defensoras de los derechos humanos
que tienen como objetivo velar por las prácticas raciales.
Precisamente, uno de los puntos que señalan estos activistas
es que las posiciones de poder en la isla
recaen mayoritariamente en los blancos.
Yo opino sobre el racismo de que...
Es algo que ha venido tratándose hace mucho tiempo.
Y que eso todavía no ha podido abolirse.
El politólogo oficialista Esteban Morales
admitió recientemente que la discriminación y el racismo en la isla
son el resultado de las imperfecciones que todavía la sociedad cubana
no ha logrado resolver.