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Gracias.
(Aplausos)
Muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas:
un saludo muy grande a todos los que están afuera también,
que son muchísimo más que los que están adentro,
es una metáfora nada más, es una metáfora,
es una realidad física, pero es una metáfora política.
Afortunadamente, hoy, son más los que están adentro
que los que están afuera, todavía nos quedan afuera
y hay que trabajar.
Por eso vengo contenta; venía pensando, yo no sé si ustedes
vieron una película, que hizo hace muchos años quien
es nuestro secretario de Cultura, Jorge Coscia,
que se llamaba: "Mirta de Liniers a Estambul".
Yo me siento Cristina de Estambul a Florencio Varela,
esta tarde.
(Aplausos)
Pero aquella película, para los que no la vieron,
les cuento que se trataba del exilio, y la verdad
que Cristina de Estambul a Florencio Varela no habla
de ningún exilio, al contrario habla del resurgimiento
de un país, de una economía y fundamentalmente de una mirada
del mundo hacía nosotros que realmente me enorgullece
mucho, no sólo como Presidenta, sino como argentina
que es lo que voy a seguir siendo toda mi vida: argentina.
(Aplausos)
Y la verdad que el 17 de noviembre,
aquí en Florencio Varela, vinimos a entregar el decreto
de designación a Ernesto Villanueva como rector
de la Universidad "Arturo Jauretche", y hoy yo me acuerdo,
que aquel día dije que iba a hablar con el rector
de la Universidad Nacional de La Plata,
porque el Intendente de Florencio Varela, Julio,
mi querido amigo y compañero Julio, me había
solicitado que este sería un espacio muy bueno
para la universidad y yo dije que íbamos a hacer lo posible
para poder obtener, antes del comienzo del ciclo
lectivo el edificio de manera tal que los alumnos que en aquel
momento eran 1.000 inscriptos y que hoy son más
de 3.000 alumnos...
(Aplausos)
...tuvieran su sede.
Y realmente tengo que agradecer el trabajo que realizamos
con la Universidad Nacional de La Plata, que recién
me decían, dicho sea de paso nuestra vieja y querida
universidad, de la cual soy egresada, que ha batido
récord también de inscriptos, hecho histórico:
más de 26.000 inscriptos en la Universidad Nacional
de La Plata, lo cual también nos llena de orgullo.
(Aplausos)
Esto marca también el crecimiento de un país
y la movilidad social ascendente y aquí, en Florencio Varela,
hoy, estamos firmando y entregando este edificio
para que se pongan en marcha, lo que yo denomino también,
instrumentos de políticas sociales y las políticas
indirectas de seguridad.
¿Qué serán las políticas indirectas de seguridad?
Vieron que se habla de mano de obra indirecta que produce,
bueno en un país donde los chicos, los jóvenes van a poder
venir a esta universidad en su propio distrito, en su propio
partido, que tal vez no lo podrían hacer si tuvieran
que trasladarse con todo lo que significa gastos de transporte
y también tiempo: chicos que trabajan y que por lo tanto
trabajan aquí y si tuvieran que ir hasta La Plata o hasta
Buenos Aires, que eran las universidades tradicionales
y las únicas que habían cuando nosotros estudiábamos
y solamente podíamos hacerlo aquellos que o bien vivíamos
en La Plata y teníamos un determinado poder adquisitivo
familiar y si no a embromarse no podían llegar a la universidad.
Por eso esto también es una de las denominadas políticas
indirectas de seguridad, lo es la Asignación Universal
por Hijo; la generación de trabajo porque la educación,
la posibilidad de acceder a los bienes básicos de la sociedad
es lo que realmente asegura que una sociedad pueda crecer
más y mejor dando igualdad de oportunidades a todos.
A mí me gusta hablar de estas cosas en momentos
en que por allí se instalan, desde los medios y tal vez algún
oportunismo electoral, debates que no nos deben enfrentar,
debates que no nos deben dividir en falsas antinomias
o en diferencias que realmente ya son superadas por el tiempo.
Yo miraba los diarios, cuando estaba recorriendo Turquía,
Qatar, Kuwait con nuestros empresarios para generar más
oportunidades de trabajo, para generar mayores exportaciones,
discusiones acerca de la imputabilidad de los menores,
que si 14, que si 16...
Yo quiero decirles algo: hace un año el Parlamento argentino
sancionó una reducción de la mayoría de edad.
Hasta hace muy poco tiempo nuestros jóvenes solamente
alcanzaban la mayoría de edad a los 21 años, hoy la alcanzan
a los 18 años, lo que significa que están en condiciones, como
cualquier ciudadano no solamente como estaban antes de poder
votar o de manejar un auto, sino de realizar actos
de administración, contratar, comerciar, viajar, etc., etc.
Yo creo que ponernos a discutir realmente sobre si 14 ó 16
como si fuera esto una política de seguridad; ya tiene media
sanción, por parte del Senado, la reducción a 14 años,
que en definitiva lo que es un derecho penal juvenil diferente
para darle un marco de protección también,
pero también de adecuación a los tiempos que corren.
Por eso digo que discutir esto, que si 14 ó 16 es desviar
verdaderamente el problema.
Esto lo va a resolver el Parlamento: será 14, será 16,
de acuerdo con los votos, pero lo importante es que sepamos
que esto de la edad no es una política de seguridad.
Es en todo caso un instrumento, una adecuación de los tiempos
porque también es cierto que los jóvenes de 18 años no son hoy
los jóvenes que éramos nosotros a los 18 años; ni tampoco
los de 14 ayer son los que son hoy con 14.
Pero siempre digo que la verdadera política de seguridad
pasa por la seguridad objetiva de tener, por ejemplo,
buenas instituciones policiales, buenos jueces y también
por estas políticas indirectas, como las que tenemos
hoy con esta Universidad.
(Aplausos)
Por eso no perdamos el tiempo en discusiones que se va a adecuar
bien, inclusive con diferentes opiniones dentro de nuestro
propio partido, que las hay, pero sinceramente si hemos hecho
una reducción de 21 a 18 años para adquirir la mayoría
de edad, hacer una reducción de 16 a 14 parece lógico
y mantener la unidad de criterios, sin desgarrarse
las vestiduras, pero también sabiendo y no engañando a nadie
de que esto sea una solución, ni tampoco creyendo que podemos
tener un régimen penal similar para jóvenes de 14, 15, 16 años
que para los adultos.
Esto tiene que ser en el marco de un derecho penal juvenil,
como se ha dado la media sanción en el Senado, que permite
también reeducar, resocializar, reincorporar e incluir
a quienes de alguna o otra manera...
(Aplausos)
Por eso yo estoy segura que los problemas como estos, cualquier
otro de los que afronta la sociedad argentina, no se logran
ni se solucionan ni confrontando, ni encerrándose
en debates estériles, ni peleándose, sino que
por el contrario sentándose a charlar, a discutir y adecuar
la realidad haciendo un análisis frío y desapasionado,
sin clichés de un lado ni del otro.
Porque miren que se lo digo yo que soy abogada, si bien mi
especialidad no es penal, algo puedo entender.
Pero he escuchado hablar a cada uno de Derecho Penal,
que no saben hacer la "O", con perdón de la expresión
y no piensen que en un ámbito académico voy a decir otra cosa
ni con la base de una botella y los escucho discutir
de imputabilidad y de cosas como si fueran especialistas.
Realmente yo lo que creo que en los ámbitos institucionales
debemos tener mucha seriedad, mucha responsabilidad y no poner
en la sociedad falsos debates, sino ayudar a contribuir en
la discusión de las cosas para lograr solucionar los problemas.
Evidentemente, que el tema de la edad no es una solución
de los problemas, lo marcan dos cosas: hay países hermanos
como Brasil que tienen la edad de imputabilidad en 12 años
y de tasa de homicidios tiene 32 por cada 100 mil habitantes
y nosotros la tenemos en 16 y tenemos una tasa
de 6 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo que quiere decir
que este no es el problema.
Reitero: yo creo que están las políticas directas de seguridad
con buenos policías, no policía buena, no, buena policía,
policía que no tranza con los delincuentes, policía
que no tiene zonas liberadas, jueces también, jueces también
(Aplausos)
Jueces también que cuando esa buena policía
aprehende a un delincuente, no lo larga a los 15 minutos
por la otra puerta creando una sensación de impunidad
y de inseguridad en toda la sociedad.
Estas son las medidas directas de seguridad y después tenemos
las otras, las que estamos protagonizando hoy aquí,
permitir que jóvenes varelenses y de otras localidades hermanas,
de Berazategui, de todo lo que rodea su zona de influencia,
como este magnífico hospital que hemos hecho, vengan aquí
a tener también una ocupación y, fundamentalmente,
una preparación e instrucción de carácter universitario
que los habilite para competir cada vez mejor en el mercado
de trabajo.
Esta es una verdadera política indirecta de seguridad,
como lo es la Asignación Universal, como es el haber
generado más de 5 millones de puestos de trabajo,
como es tener parque industrial en Florencio Varela,
que antes era una ciudad dormitorio, como tener también
parque industrial en Berazategui, como haber generado
tantos puestos de trabajo y, fundamentalmente, haber generado
un modelo de país en el que hoy podemos decir con la gente
veraneando, con la gente disfrutando lo que hemos
logrado los argentinos.
Porque este no es el logro de un gobierno ni de un sector,
es de todos nosotros.
Esto es para nuestros hijos, para nuestros nietos,
para que vivamos en una sociedad mejor,
sin tantos enfrentamientos, sin tantas diferencias,
con mucha inclusión social.
Yo siempre digo que todo debe apuntar siempre a incluir
a la gente; cuánto más gente se incluya, cuánto más gente
se sienta que la contemplan, que les interesa su problema,
que les interesa lo que les pasa, menos problemas va a tener
esa sociedad, porque hace a la condición humana.
Miren, vengo de lugares muy lejanos y realmente
se sorprenden de la evolución que ha tenido la Argentina,
claro, porque todos conocían a la Argentina a partir
de lo que había pasado en el 2001 y realmente,
no pueden creer lo que hemos hecho estos años.
El otro día comentaba en Kuwait, en una charla que dí ante
los empresario kuwaitíes y los de la delegación también
de empresarios argentinos que orgullo sentí cuando leí
que Paul Krugman, Premio Nobel de Economía, decía que muchos
países iban a tener que aplicar 100 por ciento la solución
argentina, escucharon: la solución argentina.
O lo que decía Joseph Stiglitz, otro Premio Nobel de Economía,
que me visitó hace muy poco y con quien nos visitamos siempre
que podemos porque es un hombre realmente muy capaz al igual
que Paul Krugman.
Entonces, cuando pasan estas cosas, yo digo que la obligación
de nosotros, y cuando hablo de nosotros hablo de los que
tenemos responsabilidades institucionales como dirigentes,
porque la gente nos ha votado para ser intendentes,
para ser gobernadores, para ser presidenta,
es allanarle a la sociedad los problemas,
allanarle la discusión y los debates.
A mí me encantan las discusiones y los debates, lo saben mejor
que nadie, pero allanarles, ¿qué quiere decir?
Facilitarles todos los elementos para que la gente pueda
comprender y no esté sujeta únicamente a cuestión mediática
del minuto que inmediatamente salta a otro tema y que,
por ahí después, cuando se encuentra la solución
a esta problema con medidas para esa situación en especial,
comienzan a protestar porque se tomó esa medida
para esa situación especial.
Es así que, muchas veces en situaciones que podríamos
definir como espasmódicas o histéricas, yo creo que
lo que menos tenemos que hacer los dirigentes,
es poner histérica a la sociedad porque para eso ya tienen
algunos que se especializan en ponerla histérica.
Nosotros no, nosotros tenemos que, con mucha responsabilidad,
con mucha seriedad, sin dogmatismos, sin una estructura
cerrada de cabeza, ayudar en conjunto para
que todos podamos darle una solución a los problemas.
Esta fue la actitud que tomó esta Presidenta cuando decidió
colaborar con la provincia de Buenos Aires con el envío
de miles de gendarmes que han cumplido más de 8 mil operativos
con secuestros de desarmaderos de autos, en los cuales hemos
encontrado más de 5 mil autopartes robadas.
Algún día, no demasiado lejano, vamos a tener que abordar
el problema de las autopartes y también de cierta cosita
media de doble moral de la sociedad.
Porque, a ver, sí, no aplaudan déjenme que termine
que es interesante lo que voy a decir,
no se puede quejar uno de los robos de autos y después
ir a comprar una goma que todos sabemos que nos cobran un cuarto
porque ha sido robada por alguien.
Este tema vamos a tener que abordarlo seriamente,
no solamente desde la represión o la prevención a través
de estos operativos de la policía, sino también
a través de legislación clara y concreta sobre penalidades
para este tipo de actividades porque creo que todo esto
es lo que nos debe llevar a los argentinos a encarar,
no con facilismo, sino con eficiencia y eficacia
los problemas que hoy tenemos.
Hoy aquí estoy muy contenta, primero, por haber cumplido
la palabra; para mí la palabra es muy importante,
para mí siempre que me he parado frente a un micrófono,
a una tribuna siempre he criticado duramente a aquellos
que, en vísperas electorales o por cuestiones electores
comienzan a decir cosas que luego no se pueden cumplir
o toman el primer argumento mediático que queda bien
para tratar de hacer, como yo digo, de mercaderes
de la política o mercaderes mediáticos, porque creo mucho
en la palabra realmente y poder venir a dos meses
y unos poquitos días a cumplir la promesa que le hice aquí
a los varelenses de que íbamos a hacer todo lo posible
para que este edificio de la vieja y querida
Yacimientos Petrolíferos Fiscales y miren qué lindo
además, una cosa tan identificada con la historia
nuestra que hoy también cumpla funciones de educación
universitaria para miles y miles de jóvenes de aquí
del Conurbano bonaerense.
Yo me siento muy contenta de poder haber cumplimentado
esta medida; le quiero agradecer también a la Universidad
Nacional de La Plata, quiero decirles que tampoco fue gratis
con la Universidad Nacional de La Plata, no, a ver,
que acá nadie te regala nada, vamos a hacerle la Facultad
de Humanidades, donde yo empecé Psicología que afortunadamente
abandoné porque pobre aquel que hubiera caído en mis manos
como psicóloga, se imaginan.
Yo quiero contarles que antes de estudiar Derecho,
como no podía ingresar directamente a Derecho
porque en ese momento los peritos mercantiles,
yo soy perito mercantil, teníamos que rendir como 17 o 18
equivalencias, dije: "Bueno, ¿qué puedo estudiar si no
estudio Derecho?"
Y dije: "Psicología" y allí estuve en Humanidades
que me acuerdo que era una facultad que para llegar
había que casi meterse por una cuevita, al costado
y que hoy debe estar más o menos lo mismo.
Bueno, hemos venido también a cambiar eso; hemos cambiado
tantas cosas, Dios mío, y también vamos a cambiar
eso porque vamos a hacer una nueva Facultad de Humanidades
en la Universidad Nacional de La Plata a cambio
de esta cesión que la Universidad Nacional
de La Plata.
Así que hay para Florencio Varela y también hay para
La Plata, hay para todos y eso es importante.
Yo quiero agradecer la muy buena voluntad del señor rector
de la Universidad Nacional de La Plata, el trabajo
de la Secretaría de Obras Públicas, que los corrí mucho
porque les dije "o lo hacés o lo hacés y quiero que, además,
sea antes de iniciarse el ciclo lectivo, de modo tal
de que puedan organizarse adecuada y convenientemente"
y aquí estamos, haciendo las cosas.
Una etapa más que hemos cumplido, decía Julio
"la frutilla de la torta" y se dice "del postre"
en realidad, ahora van a decir "la maestra ciruela,
siempre corrigiendo".
Bueno, yo soy así, qué voy a hacer.
Realmente, de aquel 2001, donde me acordaba que junto
a Graciela Giannettasio, junto a Carlos Kunkel,
las políticas de contención de la gente, los colegios
también lo mismo, donde eran más comedores que colegios,
en fin, todo lo que nos pasaba, ese 25% de desocupación,
hablando y volviendo con el tema de los 14 años, imagínense,
los pibes eso que en el 2001 tenían 4 años y que hoy son
los de 14 y a lo mejor los viejos no tenían ni trabajo
ni fueron a la escuela.
Esto no es para salir con ninguna justificación.
Reitero: es para entender lo que pasa y resolverlo
de la mejor manera.
Entonces, la verdad es que me encuentro muy contenta de estar
compartiendo este momento acá con ustedes, este logro
que es de todos y que estoy seguro que van a rendir
muy buenos frutos en cuanto a inclusión,
en cuanto a movilidad social.
Porque esto de la educación, de estar destinando
lo que estamos destinando a todo el sector educativo,
universitario, en las distintas ramas, en ciencia,
en investigación que me hacía llenar de orgullo cuando estaba
en el exterior y contar todo lo que estamos haciendo
en materia de ciencia y tecnología.
Ciencia y tecnología, ¿se acuerdan cuando todavía
nos mandaban a lavar los platos a los científicos allá lejos
y ahora los exhibimos con orgullo?
Ya repatriamos a más de 800 y queremos seguir teniendo esto:
mucha educación, mucha inclusión, mucha patria,
mucha Justicia y mucha igualdad.
Este es el país en el que queremos vivir y que estamos
construyendo todos los días.
Muchas gracias y un abrazo muy grande de corazón a todos.
Gracias.
(Aplausos)