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Y les debo confesar que lo encontré, El instructivo perfecto para besarla,
Y sus páginas a blanco y ***, Me enseñaron que los pretextos sobran,
Los momentos son cualquiera, Los sentimientos nacen espontáneos,
Y siempre hay una razón para besarla, Ya sea la luna dando vueltas,
O el sol saliendo de sus ojos, O una lagrima acompañándola,
Primero deberás tomar sus labios, No importa si los pediste o robaste,
Después hacer que cierre los ojos, Por qué un beso es ilusión,
Y como pequeño consejo, Hacer que no piense en nada mas,
Y después piense lo mismo que tu, Un beso no termina en los labios,
Y esa es la parte crucial del instructivo, Pues el beso se queda para siempre,
En los días con cincuenta y dos horas, Y en las noches que no tienen limite,
Porque los besos de este instructivo, No conocen frontera en el tiempo,
Sus labios son el inicio de la canción. De esa que hablan los poetas,
Y los románticos entienden de más, Y cuando consigas esa parte de ella,
Habrás llegado a la parte final, Donde dice que un beso verdadero,
Debe de olvidarse de escalas, Al mismo tiempo de comparaciones,
Y por mas inolvidable que sea, Debe de ser una fotografía sutil,
De la que puedes suspirar, Y al mismo tiempo convertirla,
En ese instructivo del que hablo, Que no solo es para besarla,
Sino para conocer su corazón.