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Aquí en Guatemala, las mujeres nos estamos levantando
y demandando nuestros derechos.
Una mujer está utilizando los centros de nutrición
de Santa Cruz la Laguna
para alimentar a las familias de las mujeres
tanto como la confianza que ella les transmite.
Una componente esencial
es la instrucción de la importancia de la participación ciudadana.
Soy Micaela Ujpán Mendoza. Soy de San Juan la Laguna.
Tengo cuatro centros de nutrición
para que las familias crezcan sanas, saludables.
Pero, a la vez,
estamos dando las capacitaciones de la participación ciudadana.
Muchas antes, cuando yo les hacía las entrevistas,
ellas me decían, “Yo nunca he votado,”
“no sé como. No sé.” “Para mi – no entiendo.”
“No sé. Mejor no me voy.” “No tengo tiempo.”
Otras dicen, “Tengo hijos. Tengo que cuidar a mis hijos.”
Hay muchas razones que ellas no pueden.
Entonces, yo empecé a instruirlas que,
como ciudadanos, tenemos el derecho y una obligación de votar.
Y tengo necesidad de ellos también, sí.
Porque si yo tengo que ir a hacer un documento,
o tengo que ir a pedir un favor,
una firma, un sello con las autoridades -
tengo derecho de ir a pedir
porque elegí, ¿verdad?
¿Por qué? Porque tenemos que ver las necesidades de nuestras comunidades.
Necesitamos buenas calles.
Necesitamos escuelas.
Necesitamos puestos de salud.
Necesitamos atención médica.
Entonces, por eso yo capacito a las mujeres:
“Por favor, hombres y mujeres, vamos a votar, ¡Vamos a votar!”
Nuestro voto es oro,
¿verdad?
¿Cómo elegir?
Debemos de conocer a la persona, el candidato.
Tal vez no es de juzgarlos sino que conocer su historia de vida.
¿Qué ha hecho?
¿Es un hombre muy positivo o muy negativo?
¿Será que él es capaz para que haga algo en mi comunidad?
Porque si tuviéramos trabajo y si tuviéramos
trabajo partes iguales,
creo que no existiría la violencia, no existiría.
Buscamos la paz.
Buscamos la igualdad.
Buscamos una sociedad muy...
tranquila, una sociedad sana.
Eso lo que pienso de la participación ciudadana.
Todos los guatemaltecos a partir de los 18 años
tenemos el derecho de votar,
pero solo el 30 por ciento ejercitamos este derecho.
A través de nuestras voces políticas, nosotras las mujeres,
y de mas aldeas indígenas y rurales,
podemos empezar a conseguir un buen futuro
para nuestras familias y comunidades.