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Karl Sniady es el presidente y director financiero del Coaches Training Institute (CTI).
El CTI ha formado a más de 35.000 coaches,
asesores y ejecutivos durante los últimos 20 años.
Sniady aporta más de 25 años de experiencia ejecutiva al CTI.
Desde que empezara como auditor, el bagaje profesional de Karl
abarca desde empresas que cotizan en bolsa y multinacionales
hasta empresas emergentes en al ámbito de Internet.
Augere ofrece programas del CTI en España.
¿Cómo y cuando decidiste introducirte en el mundo del coaching?
No fue intencionadamente.
Yo estaba trabajando en Boston como director financiero
de una empresa con cotización en bolsa
y me uní a un grupo de hombres que había sido facilitado
por un miembro del claustro del CTI.
En aquel momento yo no sabía nada del CTI,
ni tampoco sabía cuál era la formación de esa persona,
pero nos hicimos amigos.
A raíz de mi implicación en el grupo,
decidí mudarme de Boston, en la costa este de los Estados Unidos,
a San Francisco.
Al tomar esa decisión, era consciente de que mi vida cambiaría,
aunque cuando di el paso seguí haciendo
lo que había estado haciendo hasta entonces profesionalmente.
Es decir, buscar empresas que podían ganar mucho dinero
y que le dieran una perspectiva financiera a lo que hacían,
pero yo no me sentía satisfecho.
Así que un día, la persona que había facilitado el grupo
me llamó para decirme que el CTI
tenía una vacante como director financiero.
Yo nunca había trabajado para una empresa tan pequeña como el CTI,
siempre había estado en grandes secciones de empresas
que integran la lista Fortune 500
o empresas con cotización en bolsa por derecho propio,
pero parecía ser el momento y el lugar adecuados.
Y, además, casualmente el CTI estaba a 10 minutos de casa.
Se dio una de aquellas situaciones en las que todo se alinea:
era el lugar y el momento adecuados.
El CTI siempre ha sido una gran organización,
totalmente centrada en quiénes somos las personas,
en la esencia de cada uno,
y no tanto en el tipo de negocio que gestiona.
De modo que yo le aporté al CTI
mis conocimientos empresariales y el CTI a mí me permitió
crecer como soy y como individuo,
y ahora puedo aportar mi experiencia al trabajo
que ellos llevan a cabo en el mundo.
El Coaches Training Institute
es una de las organizaciones pioneras en la profesión del coaching.
¿Cuál es el secreto de la organización que lideras?
De hecho, nosotros a menudo hablamos de cuál es nuestra “fuente secreta”.
Nosotros mismos nos vemos
como los mejores del mundo en lo que hacemos.
Nuestro trabajo se basa en el contexto,
está enfocado a la experiencia y es transformador.
¿Qué quiere decir esto?
Por “basado en el contexto” quiero decir
que nosotros establecemos
qué es lo que estamos enseñando,
con qué propósito, qué historia hay detrás,
cómo encaja en el bagaje educativo de cada persona
a medida que avanza en nuestro trabajo.
Eso es el contexto,
es lo que le da sentido al aprendizaje de una persona
y permite que lo aprendido se asimile mejor.
Está “enfocado a la experiencia”,
porque nosotros no damos clases.
Todo lo que hacemos en el CTI tiene que ver
con las propias experiencias de las personas,
las cuales aprenden a través de lo que hacen.
La primera vez que asistes a un curso del CTI,
entras en la sala y ya estás haciendo coaching
desde la primera hora.
Eso es lo que nosotros hacemos, aprendes mientras haces.
Y es “transformador”.
Cuando los alumnos realizan los cursos del CTI,
hay una especie de luz que se enciende en su interior
que les permite aprender más sobre quiénes son
Descubren una parte de sí mismos que quizás habían olvidado,
lo que es algo brillante y excitante.
Es como si la gente reviviera de un modo especial.
Estos tres elementos juntos
son los que creo que hacen que nuestro trabajo sea tan especial.
El CTI forma a coaches, asesores y ejecutivos en 20 países.
¿Adaptáis los programas del CTI a cada país?
Creo que ese es otro de los motivos de nuestro éxito.
Muchas de las empresas que se dedican a esto
se caracterizan por tener una personalidad marcada.
Sin embargo, Karen, Henry y Laura,
cuando crearon este negocio,
pensaron detenidamente en cómo hacerlo crecer,
de modo que no se construyera sobre la base
de una personalidad concreta sino sobre la base del trabajo.
Así que el trabajo gira
en torno al modelo co-activo (en el centro de todo)
y en el claustro se desarrolla nuestra extensa formación,
así como qué significa llevar a cabo este trabajo.
Y también lideramos de modo co-activo.
Siempre tenemos a dos líderes al frente de la sala,
de modo que cada uno pueda apoyarse en las capacidades del otro
y ayudarse en el aprendizaje también y en cómo enseñar.
Así que los miembros de nuestro claustro
están formados de modo muy sistemático acerca de quiénes son,
cómo se muestran en la sala y cómo presentan el material.
Muchas escuelas de coaching de todo el mundo ofrecen vuestros programas.
¿Cómo seleccionáis a estas escuelas?
Es una gran pregunta.
Hemos aprendido mucho a lo largo de nuestra expansión
y el CTI sigue aprendiendo
cómo seleccionar a nuestros mejores partners.
Creo que Augere es, de hecho, un excelente ejemplo
de una organización que ha llevado a cabo un trabajo
realmente fantástico para hacer crecer el modelo co-activo en su territorio.
Buscamos a empresas que, en primer lugar,
compartan nuestra filosofía
sobre qué quieren hacer en el mundo,
de modo que las personas implicadas aporten entusiasmo al trabajo.
En realidad se trata de aplicar esta filosofía
y entusiasmo a cómo se realiza el trabajo,
y es entonces cuando todo fluye fácilmente.
También buscamos a organizaciones
que estén haciendo este trabajo
y que cuenten con una infraestructura
que les permita impulsarles,
que se relacionen con grupos a quienes introducirles el trabajo...
De este modo es mucho más fácil crecer
y esto es algo que Augere ha hecho realmente bien.
En el CTI también escribiste “Coaching Co-Activo”,
el libro de coaching más popular del mundo,
a menudo utilizado por otros programas de formación de coaches.
Con 10.000 copias vendidas, ha sido publicado en más de 10 lenguas en todo el mundo.
¿Cuál es el motivo de su éxito?
Como ya has dicho antes, el libro Coaching Co-Activo
es el texto preeminente sobre coaching.
El CTI ha liderado el desarrollo de la formación de coaches
desde que existe dicha formación.
Somos líderes en este campo
y se nos conoce bien
por llevar a cabo un trabajo de gran calidad.
Como resultado de ello,
muchas universidades que imparten formación en coaching
utilizan nuestro libro como texto base para que los alumnos lo lean.
Como en muchas otras cosas,
nuestra reputación nos sigue.
Y nuestra reputación está fuertemente arraigada,
así que nos hemos convertido en un referente al que acudir.
¿Qué le aportan tus 25 años de experiencia en el mundo ejecutivo a tu puesto actual?
Le aportan varias cosas.
He visto lo que les cuesta a las empresas conseguir el éxito
y también he visto por qué algunos negocios han fracasado.
Como reza la cita que alguien dijo una vez:
“Para los individuos el carácter determina su destino
y para las empresas la cultura determina su destino”.
Pienso que una de las cosas bonitas del CTI
y del trabajo co-activo es que establece una cultura increíble
y eso tiene que guiar todo lo que uno hace.
Así que yo aporto mi experiencia concreta
sobre cómo gestionar un negocio
y hacia dónde ir a partir de ahí,
pero sin la base de la integridad y una idea clara
de cuáles son los valores y la misión no se va a ninguna parte.
Antes de unirte al CTI fuiste director financiero
de distintas corporaciones públicas y privadas.
¿Cuáles son las claves de una gestión financiera de éxito?
Toda el área de gestión financiera
ha constituido mi vida profesional como auditor público.
Hay muchas personas que se decantan por este campo
para desarrollar servicios profesionales,
que tienen un carácter eminentemente intelectual.
Tiene que ver con la experiencia
y existe la creencia de que cuánto más sabes, mejor eres.
Y es verdad hasta cierto punto.
Pero también es cierto que llegas a un punto
en el que eso es lo que se espera de ti
y lo que te impulsará a partir de ahí es quién eres,
cómo te muestras al mundo
y el hecho de avanzar desde esa forma de ser.
Y creo que muchos trabajadores
del ámbito de los servicios profesionales,
incluida el área financiera, omiten esta parte.
¿Crees que los ejecutivos financieros tienen necesidades especiales
teniendo en cuenta la presión a la que están sometidos hoy en día?
Por supuesto. Es un campo exigente
y particularmente en épocas de estrés financiero.
Si no sabes quién eres y no sabes cuáles son tus valores,
te puedes descarriar muy fácilmente.
Hay muchas historias en la prensa sobre codicia en el sector financiero
y realmente creo que falta que la gente sepa quién es,
cuáles son sus valores reales y mantenerse fieles a ellos.
Es fácil pensar qué hay en ello para mí
y no ver ni entender realmente qué carácter tengo,
adónde me va a llevar y, cuando mire atrás,
cómo me voy a sentir por cuál ha sido mi contribución real.
¿Qué consejo les darías a los futuros coaches, asesores y ejecutivos?
De nuevo volvemos a la esencia de lo que es el trabajo co-activo.
Nosotros solemos decir:
“Quién eres es más importante que lo que haces”.
Porque si no provienes de un lugar
desde el que lideras con carácter e integridad,
lo que sigue no tendrá fundamento
y no tendrá valor a largo plazo.
Desarrolla la esencia de quién eres y sé fiel a ti mismo,
sigue esa voz interior y lidera desde quién eres,
dejando que ello exprese qué haces en el mundo.