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Una de las fuerzas de nosotros en nuestra profesión es tener la habilidad de prestar
atención a cada niño. Diseñamos nuestros salones para que las diferentes necesidades
de los niños sean conseguidas y nos enfocamos en los diferentes estilos de aprendizaje.
Nos preocupamos por el individuo y pensamos en ello. Pero los niños pequeños son más
que sus personalidades y sus preferencias. Son miembros de la familia.
Son miembros de las comunidades y están desarrollando un fuerte sentido de identidad como miembros
de la familia y de la comunidad. Esas identidades sociales, el grupo donde corresponden, son
tan esenciales para los niños como por ejemplo, saber que a un chico le gusta cantar y que
a otro le gusta bailar.
Y es algo que no hemos tenido mucha experiencia. Para los niños pequeños, la forma en que
nos sentimos acerca de sus familias es lo que sentimos por ellos, a pesar de que no
tienen palabras para poner a eso. No pueden describirlo, pero la forma en que nosotros
pensamos, reaccionamos, hacer visible a su familia, hace toda la diferencia en el mundo.
Si les pedimos a los niños a comportarse de una manera que, en sus familias, no son
aceptables, se crea un hueco y les estamos diciendo a los niños que hay algo malo con
la persona que son.
Si sus parientes no son de una manera, parte del camino que nos estamos moviendo, de la
visibilidad de nuestro programa, entonces borramos su identidad. Los hacemos "menos
de lo que parecen ser". Les enseñamos vergüenza. Y nuestro error a eso, nuestra incapacidad
para pensar en ello, es más grande que nosotros. Como una sociedad, tenemos la tendencia a
no pensar en los niños de esa manera.
Y ciertamente, nunca aprendemos a pensar acerca de nosotros mismos de esa manera, a pesar
de todo lo que sentimos.
Parte del trabajo es averiguar quiénes son nuestros hijos y cómo hacerlos visibles,
muy visibles, en nuestras acciones, en el idioma que usamos, en la manera que tocamos
y no tocamos y lo cerca que llegamos a estar.
¿Cómo los hacemos que sean visibles en las paredes, en las fotos, en los libros que leemos,
la estructura familiar, la identidad étnica de la familia, la cultura de la familia, el
idioma de la familia? ¿Cómo obtenemos todo eso y como lo traemos en nuestros salones?
La otra pieza en esto también es ¿Cómo nos conocemos a nosotros mismos? ¿Cómo conocemos
a la gente que trabaja con nosotros? Y ¿Cómo podemos aprender de cada uno de nosotros?
Toma un poco de tiempo para reflexionar sobre tus propias identidades personales y sociales.
¿Qué los distingue a ellos por ti? Reflexiona sobre como piensas que estas habilidades se
desarrollaron para ti. ¿Cómo funciona tu plan de estudios y el ambiente para apoyar
las identidades sociales de los niños y niñas en tu programa? ¿Cómo puedes ir más allá
de las paredes del programa para colaborar con las familias y la comunidad?