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- ¿Debemos hacerlo aquí? - ¡Sí, debemos!
- ¡No podemos!
- Podemos, lo mido.
- Tengo una clase mañana.
- ¿Oíste, ***? Tiene una clase mañana.
- ¡Silencio!
¿No ven que estoy tratando de llegar a segunda base?
- Ha cambiado mucho desde que ella apareció.
- Ahora tenemos que actuar como humanos cuando estamos solos.
- Es como esa Yoko, que arruinó la banda del marido.
- ¿Y recuerdan ese episodio en el que convenció a Rick de que sabía tocar el ***ó?
- Esto es un desastre.
- No para ella...
Episodio 2x05 Much Ado About ***
¿Qué?
- La lagaña en tus ojos... sigue allí.
No la toques, es hermosa.
- Dios mío, te gusta la mañana.
- No...
¡Me gusta Mary!
- ¡Es tan dulce!
Tuve un sueño extraño: que tu hermano Harry...
estaba acurrucado a nuestros pies en medio de la noche.
- No volverá a suceder.
- Me vestiré...
- ¿Puedo ayudarte? - No...
- ¿Le importa? Estoy tratando de dormir.
- ¿Durmió aquí otra vez?
- ¿Durmió? No...
Bueno, eventualmente, pero creo que los rumores son claros.
- ¿No ve lo que sucede?
Acapara el baño, deja cosas en el fregadero para que yo lave...
Y anoche nos forzó a ver una biografía de Susan St. James.
- ¿Cuál es su punto, Teniente?
- Dejó entrar a un extraño. ¡Se interpone con la misión!
- ¡Les estoy dando una oportunidad de observarla de cerca!
- Bueno, no es una Joanne Worley, pero sirve.
¡Hola, Tommy! Deseo que nosotros dos seamos amigos.
- ¿No tiene amigos propios?
- Debes estar confundido respecto de lo que sucede entre tu padre y yo...
- No, no realmente.
Tengo un oído excelente.
- Sólo quiero que sepas que tu padre y yo nos vamos a ver más.
- ¿Cuánto queda por ver?
- Me voy. Te veré en la oficina.
- Tengo una idea. ¿Por qué no voy contigo?
- Sería una mejor idea que fuéramos por separado, si entiendes lo que digo...
- No, no lo entiendo.
- La gente empezará a pensar que... dormimos juntos.
- ¡¿Qué?! - Lo hacemos.
De verdad, ¡lo juro!
- ¿Por qué no pueden ir juntos?
- Yo necesito el auto para comprar comida. - Y yo necesito que me lleven.
- ¡No es una buena idea!
- ¿Por qué no? - ¿Ves, ***? Esto es lo que decía...
¡¿Saben qué?!
No quiero iniciar una pelea. No habrá problema en que vengas conmigo.
- ¡¡¡Sí!!!
¿Qué es esto?
¡Gané $150!
Usted no entiende...
Usted nos debe a nosotros $150.
Entonces me atrae aquí para recoger mi premio y cuando llego, cambia todo.
- Yo me encargo.
Ha pasado mucho tiempo.
- Pensé que te habías ido de mi vida para siempre.
- Volví.
Me metí en problemas en la ciudad...
- La ciudad está repleta de problemas...
- Encontré esto en mi auto.
- Estacionaste en un espacio para discapacitados.
Asumo que tenías un buen motivo.
- Sí, era el espacio más cercano a la tienda.
- Por mí, está bien.
Considéralo arreglado.
- ¿Así nomás?
- Así nomás.
- ¿Puedo invitarte a salir esta noche?
- Okey.
- Basta. - Pero no estamos en la oficina...
- Compórtate. - ¡Volvamos al auto!
- No.
- No en el auto, no en el bar, no en la casa, no bajo tu blusa...
No puedo tocarte acá o allá, ¡no puedo tocarte nada!
¡Judith, padre Rice!
El Dr. Solomon y yo recién nos cruzamos en la entrada.
- ¡Dr. Sutter! - ¿Qué?
- Dije "¡Dr. Sutter!"
- ¡¿Usted otra vez?!
- ¿Necesita ayuda? - ¡Aléjese de mí!
¡Bien por usted, manténgase independiente!
***, se corre el rumor acerca de ti y una antropóloga...
- No sé de qué habla.
- Sí, claro...
Tengo que conseguirme un yunque.
Harry, necesito un aventón.
- No.
- Mi rango es superior al tuyo...
- Bueno, en ese caso... no, señor.
- Por favor, llévame.
- ¿No ves que estoy ocupado?
¿Es demasiado pedir por un poco de tiempo para Harry?
- Te diré algo...
Si el Correcaminos gana esta vez, me llevas...
... pero si no lo hace, nunca más te pediré que me lleves.
- De acuerdo, acepto.
He visto este ardid antes y es demasiado brillante para fallar dos veces.
Vamos.
- Está equivocada. - No.
- Se equivoca sobre eso también.
- No hay forma de observar a una sociedad sin importunarla...
... sin dejar huellas.
- Por supuesto. He visto su andar bí***.
- Déjeme entenderlo: usted dice que puede bajar del cielo...
.. e ingresar a una cultura extraña sin ser visto?
- ¡¡Sí!!
Hipotéticamente.
- Mary, eres antrpóloga, secúndame.
- Tengo que concordar con el Dr. Solomon.
- Por supuesto, ¿en qué estaba pensando?
Te acuestas con él.
Esto es un desastre, ***. Todos hablan de nosotros.
- ¿Otra vez con lo mismo?
- Tú no lo entiendes...
Trabajé mucho para que me tomaran en serio.
Hubo una época en la que tenía cierta reputación...
- ¿Por tu excelencia?
- Sí, pero en una categoría muy específica.
Cuando yo era una joven profesora, hice algunas cosas en la vía rápida.
- ¿Qué hacías?
- Al Decano...
- ¿Es como el Watusi?
- A veces...
Había una vacante para un trabajo muy prestigioso...
- ¿Lo conseguiste?
- No, no conseguí el trabajo.
Pero sí conseguí un apodo...
"Dra. Mary Conejita fácil"
- Bueno, esa es una perspectiva consoladora.
- ¡No lo entiendes!
Cuando un hombre tiene un romance de oficina, eso no afecta su carrera.
Pero cuando una mujer lo hace, nadie la toma en serio.
- ¡No lo entiendo!
- No espero que lo hagas.
Necesito estar sola hoy.
- ¡Pero yo no soy así!
Yo te tomo en serio, Dra. Conejita Fácil.
Te ves hermosa.
- Dices eso por las donas.
Lo que hiciste hoy fue poderoso.
Chasqueaste los dedos y las cosas se arreglaron.
- Que sea nuestro secreto, ¿de acuerdo?
¿Quieres otra dona?
- No lo sé. ¿Seguro que puedes pagarla?
- Las obtengo gratis. Excepto las de relleno cremoso.
Pero eso cambiará cuando sea Detective.
- Ese día llegará, Don.
Lo haremos llegar.
- Y entonces...
... podremos comer las de relleno cremoso juntos.
1 David 9, 1 David 9, escuchado.
2-18...
- ¿Qué sucede? - Es un 2-18.
- Debo irme. - ¡Llévame contigo!
- No puedo. - ¡Por favor!
¡Vamos!
Fue tan excitante, Don...
Nunca había estado antes en una redada.
Ahora que lo pienso, nunca había detenido a un criminal...
... en el techo de un depósito por sus tobillos...
... hasta que gritara "¡Mami!"
- ¡Oh, mami...!
Sally, tú me haces sentir vivo.
Como si hubiera metido una pistola de shocks en mis pantalones.
- Házlo de nuevo...
- Sally... Eres insaciable.
Llegas a casa bastante tarde...
- La pasé excelente hoy a la noche.
***, creo que he encontrado mi vocación.
- ¿Qué?
- ¡Me uniré a la Policía! - ¿Por qué?
- Porque puedo generar una diferencia.
- Lo siento, Teniente, pero lo prohíbo.
- ¿Por qué?
- Porque harás una diferencia.
Digamos que limpias Rutherford, ¿Qué viene después?
- Cleveland. - ¡Exacto!
- Y luego limpiarás Ohio. - ¡Ese es el plan!
Pronto el sector centro-oeste del país estará libre de crimen.
¿Qué pasará con la gente cuyos ingresos dependen del crimen?
Abogados, compañías aseguradoras, las noticias de las 11...
¡La cadena FOX completa!
Hay complicaciones a nivel mundial...
... y no debemos interferir con la vida en este planeta.
- ¿Por qué yo no puedo interferir? Usted lo hace.
- ¡Por supuesto que no!
- ¿Y cómo llama a lo que hace con la Dra. Albright?
- Eso es diferente...
Cuando te enamoras de alguien, estás en derecho de arruinar su vida...
¡Eso es el amor!
- Entiendo...
Hablaré con Don.
- Gracias, Teniente.
- Si me disculpa, tengo que ir a la cama.
No puedo estar cerca suyo con un bastó policíaco en la mano.
- Parece que tengo ese efecto en la mujeres...
- ¡Llévatelo afuera!
Si pudiera ser esa cuchara...
- Basta.
- Me dejaste ser la cuchara ayer.
- Termínala. - Vamos...
***, somos profesionales. Tenemos reputaciones que proteger.
Ya no somos niños.
- Entiendo; cuanto más suelta la piel, más apretado el comportamiento.
¡Déjame ser la cuchara una vez, por favor!
- Está bien.
Sólo esta vez.
Te falta un cuarto.
A partir de ahora, deslizaré las cosas bajo la puerta.
Ninguno de ustedes ha confirmado la recepción de mañana...
- No puedo hablar por el Dr. Solomon, pero yo iré.
- Nina, ¿puedo preguntarte algo?
- ¡Maldición! Casi lo logro.
- Si hay un hombre y una mujer...
Y la mujer no deja al hombre acercársele en público...
y el hombre se siente frustrado, ¿qué debe hacer él?
Él sólo quiere subirse a la Torre de Ingeniería...
... y proclamar su amor, para que lo escuche todo el campus.
- Yo no haría eso si fuera él.
- ¿Por qué no?
- Porque la Dra. Albright lo mataría.
- De acuerdo.
NO LO HARÉ.
No sé qué le sucedió.
- Lo mismo de siempre, ella quiere más espacio.
- No sé cómo dárselo.
¡Lo tengo!
Compraré dos docenas de rosas y en cada rosa podré una nota...
... que diga "Espero que disfrutes tu espacio".
Y le llevaré una a cada hora y se la daré.
Y si ella no está, la dejaré en la entrada de su casa.
- No parece una buena idea...
- ¿Quieres que ella vuelva o quieres que piense que eres idiota?
- La quiero de vuelta.
- Tienes que actuar calmado. Debe parecer que no te importa...
... si ella te quiere o no.
- ¡Pero sí me importa! - ¡No!
No te interesa. - ¡Sí me interesa!
- ¡NO! No te interesa.
- ¡Claro...!
Quizás no me interesa. - Ahí está.
- ¡Pero me interesa!
¡No! Confía en mí.
Ella volverá rogando.
Sé de lo que te hablo. Estuve casado cinco veces.
- Mujeres...
eso he oído.
Eso he oído.
- Comprendo, Sra. Bitenson...
Este árbol deja caer fruta en su propiedad...
Es que la Policía no puede hacer nada en este momento...
... excepto despachar tres patrullas en seguida a la casa del delincuente...
... y llenarlo de gas hasta que haya levantado todos los...
... higos.
Lo siento, Sally, pero esto es un nido de avispas hoy.
- Fue tan duro, Oficial Don.
- ¡Rusty, Rico!
Porteger y servir...
Eso es lo que hago.
Proteger y servir.
- Tengo algo que decirte, y va a dolerte...
- Entonces hazlo rápido.
- No puedo unirme a la Fuerza.
- ¡Pero eres tan buena! - ¡La mejor!
Pero es demasiado poder para mí. Afectaría muchas vidas...
- No, no hay poder. Yo no hago nada.
Soy completamente inútil.
- Aquí está tu palo.
Jamás te olvidaré, Smoky...
- Volverás.
Una mujer como tú...
... no puede mantenerse lejos.
- Tal vez...
Ten ciudado allá afuera.
- ¿Mandamos a los patrulleros a recoger los higos?
- No...
Los recogeré camino a casa.
Aquí viene. Se divertirán mucho con esta vez...
- Está bien, Dra. Albright, cálmese... - ¡Nina!
¡Qué bueno verte!
Y sólo a ti.
- Dr. Solomon, jamás lo había visto con un cuello tortuga.
- Su nombre es Harry.
¡Dr. Suthern, Sra. Saunders!
Usted luce encantadora esta noche.
- Oh, gracias... - ¡¡NO!!
- Es una excelente salsa, Sra. Sumner.
- Es paté.
- Es una excelente salsa, Paté.
¿Qué está haciendo ella?
- A ti no te importa.
- Es cierto.
- ***, ¿hay algo que--
- Martini, seco, no muy seco, húmedo, muy húmedo.
- Veo...
Me estás castigando.
De acuerdo.
- Eres bueno. - Sutil.
- Pero es tan difícil...
- Sé fuerte, muchachote.
- ¿Problemas en el paraíso, Mary?
- ¡Cállate!
¿No tienes nada mejor que hacer?
¿Por qué no te consigues una vida, así tengo de quién hablar?
¡Me encantan estas cosas! ¿Puedo?
Esto no es métrico, ¿no?
- No sabía que tocara.
- No estoy tocando, estoy agregando.
/Noche y día /Tú eres la única...
/Sólo tú bajo la luna /Y bajo el sol...
/Estés cerca o lejos...
/No importa, cariño, /dónde estés...
/Pienso en ti...
/Noche y día, bajo mi sombra...
/Hay un deseo tan grande / creciendo dentro de mí...
/Y este tormento no cesará...
/Hasta que me dejes pasar /el resto de mi vida haciéndote el amor...
/Día y noche...
/Noche y día...
No es la forma en que yo lo hubiera hecho...
- Da lo mismo.
Nunca entenderé esta obsesión humana con la opinión de los demás.
- A mí no me importa lo que piense nadie.
- Harry, quizás podría importarte sólo un poco...
- ¿Cómo quedó todo con Don?
- Abierto...
Nunca he salido con alguien como él.
Me han llevado a cenar...
... pero nunca me habían comprado donas.
Me agrada.
- Me gustaría ser empanado y freído...
Y no me importa lo que piensen los demás.
- Tienes razón, Harry. La única voz que importa es la que está dentro de la propia cabeza.
- ¿Cuál de todas?
Cállate.
¡Mary Albright es mía!
¡*** Solomon es mío!
/Ustedes, en el techo...
/Bajen el megáfono.
/Ha habido quejas. ¡Bajen /el megáfono!
Gracias, Don.