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Belleza *** por Anna Sewell CAPÍTULO 25.
Rubén Smith
Ahora debo decir algo sobre Rubén Smith, quien quedó a cargo de los establos cuando
York fue a Londres.
Nadie entiende más a fondo su negocio que lo hizo, y cuando él era todo
allí mismo, no podía ser un hombre más fiel o valiosos.
Él era amable y muy inteligente en su manejo de caballos, y podrían ellos el doctor
casi tan bien como un herrador, porque él había vivido dos años con un veterinario.
Él era un piloto de primer nivel, que podría tomar un cuatro-en-mano o un tándem tan fácilmente como un
par. Era un hombre guapo, un buen estudiante, y
de modales muy agradables.
Creo que todo el mundo le gustó, y desde luego los caballos lo hicieron.
La única maravilla era que debe estar en una situación bajo y no en el lugar de una
cochero, como York, pero tenía un gran defecto y que era el amor de bebida.
Él no era como algunos hombres, siempre en el, sino que utiliza para mantener constante durante semanas o meses
juntos, y luego iba a salir y tener una "pelea" de ella, como York lo llamó, y
Sería una vergüenza para sí mismo, un terror a su
esposa, y una molestia para todos los que tenían que ver con él.
Fue, sin embargo, tan útil que dos o tres veces York tenía callado el asunto
y mantuvo a partir del conocimiento del conde, pero una noche, cuando Rubén tenía que conducir una de las partes
a casa de una pelota que estaba tan borracho que
no podía llevar las riendas, y un caballero de la fiesta tuvo que montar la caja y la unidad
las damas de origen.
Por supuesto, esto no pudo ser ocultada, y Rubén era a la vez despedidos, y su pobre esposa
y los niños pequeños tuvieron que resultan de la bonita casa de campo por la puerta del parque e ir
donde podían.
El viejo Max me dijo todo esto, ya que pasó un buen tiempo atrás, pero poco antes de jengibre
y me vine Smith había sido llevado de vuelta otra vez.
York había intercedido por él con el conde, que es muy bondadoso, y lo hizo
prometió fidelidad que nunca volvería a probar una gota más, siempre y cuando él vivió
allí.
Él había cumplido su promesa de que tan bien York pensó que podría ser segura para llenar de confianza
su lugar mientras él estaba fuera, y él era tan inteligente y honesta que nadie más parecía
tan bien provisto para él.
Ahora era a principios de abril, y la familia se esperaba en casa en algún momento de mayo.
La berlina de la luz iba a ser fresca hecho, y como el coronel se vio obligado a Blantyre
volver a su regimiento se dispuso que Smith debería llevarlo a la ciudad en la que,
y el viaje de vuelta, para ello se tomó la
cargar con él, y fue elegido para el viaje.
En la estación del coronel poner algo de dinero en la mano de Smith y le pido que adiós,
diciendo: "Tenga cuidado de su joven amante, Rubén, y no dejes que Auster *** será
hackeado acerca de cualquier mojigato aleatoria joven que quiere cabalgar -. mantenerlo para la mujer "
Dejamos el coche en el mayor fabricante y Smith me montaba a la White Lion, y
ordenó al mozo de cuadra que me alimentan bien, y me han preparado para él en cuatro.
Un clavo en uno de mis zapatos delanteros que había comenzado como me llegó, pero el mozo no lo hizo
cuenta de ello hasta casi las cuatro.
Smith no entró en el patio hasta las cinco, y luego dijo que no debe dejar hasta el
seis, como se había reunido con algunos viejos amigos. Entonces el hombre le dijo de la uña, y
se le preguntó si él debe tener el zapato parecía.
"No", dijo Smith, "que va a estar bien hasta que llegue a casa."
Hablaba en voz muy alta, modo indecoroso, y pensé que no muy a diferencia de él para hablar sobre
el zapato, como lo fue en general maravillosamente particular acerca de clavos en los zapatos.
Él no vino a las seis, ni siete, ni ocho, y fue cerca de las nueve
antes de que él me llamó, y luego lo hizo con una voz fuerte y áspera.
Parecía estar de muy mal humor, y abusado el mozo, aunque no podía decir lo que
para.
El dueño estaba en la puerta y dijo: "Ten cuidado, el Sr. Smith", pero él respondió
airadamente con un juramento, y casi antes de que él estaba fuera de la ciudad empezó a galopar,
con frecuencia me da un fuerte recorte con el látigo, a pesar de que iba a toda velocidad.
La luna no había salido todavía, y estaba muy oscuro.
Los caminos eran de piedra, después de haber sido recientemente reparado, pasando por encima de ellos a este ritmo, mi
calzado se convirtió en perdedor, y mientras nos acercábamos a la puerta de peaje que se desprendió.
Si Smith había estado en su sano juicio hubiera sido sensible a algo malo
en mi ritmo, pero estaba demasiado borracho para darse cuenta.
Más allá de la autopista era un pedazo largo de la carretera, en la que las piedras recién acababa de
Laid - grandes piedras afiladas, sobre los cuales no se haya podido caballos conducidos rápidamente sin riesgo
de peligro.
En este camino, con un zapato ha ido, me vi obligado a galopar a mi máxima velocidad, mi
piloto por su parte el corte en mí con su látigo, y con maldiciones salvajes instando a que me vaya
aún más rápido.
Por supuesto, mi pie descalzo sufrió terriblemente, el casco se había roto y dividido
hasta el muy rápido, y el interior se redujo terriblemente por la nitidez de la
piedras.
Esto no podía continuar, ningún caballo podía mantener el equilibrio en tales circunstancias, el
el dolor era demasiado grande. Me tropecé, y cayó con violencia tanto en
mis rodillas.
Smith fue arrojado fuera de mi caída, y, debido a la velocidad que iba de los casos, se debe tener
caído con mucha fuerza.
Pronto recuperé mis pies y se fue cojeando a la orilla de la carretera, en el que estaba libre de
piedras.
La luna había salido justo por encima del seto, ya su luz pude ver a Smith una mentira
metros más allá de mí. Él no se levantó, hizo un pequeño esfuerzo
para hacerlo, y luego hubo un gemido pesada.
Yo podría haber gimió, también, porque yo estaba sufriendo un dolor intenso, tanto desde el pie
y las rodillas, pero los caballos se utilizan para soportar su dolor en silencio.
Yo no emitió ningún sonido, pero yo estaba allí y escuchó.
Un gemido más fuerte de Smith, pero a pesar de que ahora estaba en la luna llena que pude
ve ningún movimiento.
Yo no podía hacer nada por él ni yo, pero, ¡oh! cómo me escuchaba el sonido del caballo,
o ruedas, o los pasos!
El camino no era muy frecuentada, y en este momento de la noche que podría quedarse
horas antes de la ayuda vino a nosotros. Me quedé observando y escuchando.
Era una noche tranquila, dulce abril, no había sonidos, pero algunas notas bajas de un
ruiseñor, y nada se movía, pero las nubes blancas cerca de la luna y un búho café
que revoloteaba por encima del seto.
Me hizo pensar en las noches de verano, hace mucho tiempo, cuando solía acostarse al lado de mi madre en
el prado verde agradable a los agricultores de Grey.