Tip:
Highlight text to annotate it
X
Praga se ubica en la zona central de Europa y es la capital de la República Checa.
Praga comenzó como un pequeño asentamiento en las orillas del río Moldava hace más de mil años,
y actualmente es una de las principales joyas arquitectónicas del mundo.
Parece una ciudad salida de un cuento de hadas,
su arquitectura evoca imágenes románticas de ensueño,
y cuando se nubla,
oscuras leyendas góticas.
A pesar de todo, también tiene su faceta moderna.
Las calles empedradas de Praga rara vez son rectas,
¡la ciudad es un laberinto donde hasta los habitantes se pierden a veces!
Este lugar fue diseñado para caballos, carruajes
y peatones, así que recuerda traer zapatos cómodos.
La Ruta Real es una forma sencilla para descubrir Praga.
Esta ruta histórica inicia en la Torre de la Pólvora,
una de las rutas de acceso originales a la Ciudad Vieja.
A poca distancia está la Plaza de la Ciudad Vieja,
rodeada de ancestrales palacios.
Saborea un poco de comida tradicional como el trdelník,
y después únete a otros viajeros bajo el Reloj Astronómico.
Frente a la plaza está la iglesia Tyn,
de cuyas torres y agujas se dice inspiraron algunos de los famosos castillos
de Walt Disney.
Desvíate de la Ruta Real un rato y explora la Ciudad Vieja.
En casi cualquier dirección que tomes, podrás descubrir acogedores cafés,
galerías donde se exhiben obras de artistas modernos
y tesoros históricos como el antiguo Barrio Judío.
De vuelta a la Ruta Real
pasa por el arco de la Torre del Puente y sal a uno de los principales puentes de Europa.
Descansa un rato bajo la mirada de los santos
mientras las aguas eternas del Moldava pasan por los 16 arcos.
El Puente Charles está en el corazón de Praga.
Cruza el río
para admirar la mejor iglesia barroca de la región,
San Nicolás, y luego aventúrate colina arriba hacia el Castillo de Praga.
Pasa debajo de los Titanes en Batalla hacia un complejo de palacios,
patios y museos.
Desde la época en que los alquimistas trabajaban en la Torre Milulka,
hasta la consolidación de la república moderna,
el Castillo de Praga ha sido un protagonista importante en la historia checa y eslovaca.
Las agujas góticas de 600 años de antigüedad se elevan en la Catedral de San Vito,
sitio sepulcral de reyes, emperadores y santos de Bohemia.
Después de elevar la mirada para contemplar el interior de San Vito,
agáchate para explorar las casas de la Calle Dorada.
Estas casitas fueron el hogar de los guardias del castillo
y después, de los orfebres de la ciudad.
Admira la ciudad desde las murallas y jardines del castillo,
y luego sube a la Torre de Observación del Monte Petrin para admirar las panorámicas más preciosas.
Al ponerse el sol,
el ambiente en Praga cambia de forma notable,
como si se encendiera junto con los faros de los siglos pasados.
Incluso la comida toma un aire medieval, con cerdos enteros que giran lentamente en el asador.
De noche, lugareños y turistas por igual se reúnen bajo la estatua
de San Wenceslao para compartir las historias del día
y comenzar otra aventura en la ciudad mágica de Praga.