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EL MURCIELAGO
Esta es la Mansión Ox.
Una casa de campo que alquilé para el verano.
Soy escritora de historias de misterio y asesinatos.
Pero lo que pasó en esta casa fue más fantástico
que cualquiera de las historias que he publicado.
Traje a mis empleados domésticos,
y a Lizzie Allen, que está conmigo hace casi 20 años.
Lizzie.
- Sí, Srta. Cornelia. - ¿El coche está listo?
Está en la puerta.
Sus empleados domésticos dicen que quieren irse.
¿En serio?
Sé que no les gusta el lugar, pero no pensé que fuese tanto así.
Oyeron hablar del asesino que la Policía llama El Murciélago
y de los asesinatos que cometió durante el último invierno.
Dicen que él está de vuelta.
¿Cómo pueden estar tan seguros?
¿Cometió otro crimen?
Aún no. Pero no significa que no lo hará.
Y hay más. ¿Usted sabía que aquí hay murciélagos?
Esos animales que vuelan.
Mire esta revista.
Es un informe del Departamento. De Salud Pública.
Aquí dice que algunos de esos murciélagos están con rabia.
Y eso no es todo.
Ahora se corre el rumor de que fue El Murciélago
el asesino que soltó a los murciélagos.
¡Eso es ridículo!
El ama de llaves, la cocinera, el mayordomo y la mucama
no piensan así.
No puedo hacer nada sobre lo que piensan.
Si una tontería como esa, les hace perder un buen empleo
los perdedores serán ellos, no yo.
Vamos, Lizzie, tengo que ir al Banco.
Iremos directo al Banco. Ya es casi el horario de cierre.
La llevaré directamente, Srta. Van Gorder.
Gracias nuevamente.
- Srta. Van Gorder. - ¿Cómo está usted, Sr. Bailey?
Muy bien. ¿Recuerda a Lizzie Allen?
- Claro. Hola, Srta. Allen. - ¿Cómo está?
¿Pasará el verano con nosotros?
Sí, finalmente alquilé a la Mansión Ox.
Es la casa de John Fleming, el dueño del Banco.
Cuando oí el comentario, me sorprendí.
¿Por qué? ¿Hay algún problema?
No, me sorprendí porque él dijo que nunca la alquilaría.
La alquilé a través de su sobrino, Mark Fleming
que tiene una inmobiliaria por aquí.
Dijo que su tío se ausentaría todo el verano.
Es verdad. Ahora el Sr. Fleming está cazando en North Woods
con su médico, el Dr. Wells.
Perdóneme. Quiero que conozcan a mi esposa Dale.
Nos casamos en Navidad.
- Debe haber sido hermoso. - Sí, lo fue.
Mi esposa, la Srta. Van Gorder, y la Srta. Allen.
- ¿Cómo está, Dale? - ¿Cómo está?
¡Cornelia Van Gorder!
Yo leí todas sus historias.
Me encantó "The Private Morgue of Dr. Wess".
Solo con decirlo siento escalofríos.
¿Solo escalofríos? ¡Yo quedé aterrorizada!
La Srta. Corny realmente se superó.
Cuando hables de mis libros no me llames Srta. Corny.
Perdóneme, Sr. Bailey, el Sr. O'Ryes quiere verlo.
Me disculpan por favor. No desaparezcan.
No, no lo haremos.
Ah, entonces es la novia.
Bueno, ya no más.
Desde la Navidad.
Estoy segura de que ya la conozco.
Era la secretaria de mi marido en el Banco.
Desde luego, ahora la recuerdo.
¿Puedo darle la bienvenida a nuestra ilustre visitante?
Es muy gentil pero...
Es el Teniente Anderson.
Teniente Anderson, desde luego.
Jefe de Detectives del Departamento de Policía.
- Ella es la Srta. Allen. - ¿Cómo está?
El Teniente es nuestro miembro preferido.
Forma parte del Directorio del Banco.
Nada mal para un policía.
Debe haberle ido muy bien con sus finanzas.
Bueno, ahorré algún dinero.
Ya es la hora de cerrar
y preciso ir al cofre privado.
Venga a visitarme Sra. Bailey. Y usted también, Teniente.
- Adiós. - Adiós, fue un placer conocerla.
Que mujer encantadora. Alquiló la Mansión Ox recientemente.
Aquella casa es ideal para una escritora de misterios.
Sin duda.
¿Cuál es el problema, ***?
Vengan aquí, ambos.
Estamos en aprietos.
Andy O'Ryes vino a retirar sus 350.000 dólares en pólizas
al portador.
Estaban en el cofre especial, pero desaparecieron.
Solo el Sr. Fleming y yo tenemos acceso a él.
Entonces...
El dinero de O'Ryes se esfumó. Pero eso no fue todo.
Otros papeles negociables también desaparecieron.
Por lo que pude verificar rápidamente...
El Banco fue defraudado en más de 1 millón en seguros.
Es preciso informar a Fleming.
Quisiera poder hablar con él.
Él y el Dr. Wells están en el bosque.
Por desgracia no consigo contactarlo por teléfono.
¿Qué sucede?
Me pareció que alguien venía por el lago.
Pensé que podía ser nuestro guía.
Sam vendrá mañana. Son 3 km en canoa hasta la civilización.
Apuesto 5 contra 10 que Sam me traerá algún mensaje.
Dijiste que no iban a molestarte del Banco.
Lo dije. Pero igual me preocupo.
- Doctor... - Sí, John.
¿Qué serías capaz de hacer por medio millón?
Cualquier cosa menos matar.
¿Y por qué no matarías?
Creo que me traería demasiados problemas.
¿Pero no te arriesgarías?
¿Por medio millón? Sí.
Yo robé 1 millón del Banco.
Y no bromeo.
De verdad, lo robé.
Creo que solo lo harías si pudieses escapar con él sin problemas.
¿Escaparme con él?
No hablo de monedas.
Tomé seguros que podían ser negociados por dinero.
Y ya tengo el dinero, en billetes de 10, 20, y 100 dólares.
Soy tu médico, no tu abogado. ¿Por qué me lo cuentas?
Ya descubrirás el motivo.
¿A quién culparán por el robo?
A Bailey, el tesorero. Jamás sospecharían de mí.
- Bailey me agrada. - A mí también.
Me encanta el muchacho. Yo le di su primera oportunidad.
Y tiene una esposa adorable.
Una muchacha encantadora.
Era mi mejor hombre.
¿Dónde está el millón?
En el Panteón de mi familia.
En la cripta de mi padre.
No te creo, John.
Olvidas que te cuidé cuando estabas muy enfermo,
y cuando estabas delirando
te oí hablar de un cuarto y un cofre secreto...
¿Y dónde más estaría que no fuese en tu mansión?
Ese elefante blanco al que llamas Mansión Ox.
Bien, todos saben que sufro del corazón.
Quien dudaría si avisases a los Directores del Banco
que mi corazón falló, y que por eso
caí desde una gran altura aquí en el bosque
y quedé destrozado.
Puedes enviar el cuerpo para el funeral
e instruir que el cajón no sea abierto
debido a las condiciones del cuerpo.
Sí, pero me parece que sería necesario
conseguir un cuerpo para poner en el cajón
pues tendríamos que enviarlo a la funeraria.
Desde luego.
¿Y cómo conseguiríamos a ese cuerpo?
Creo que podríamos hallar uno. ¿Qué tal Sam?
¿Sam, nuestro guía?
Sam pesa lo mismo que yo
y vive solo. Tardaría hasta que alguien lo note.
No creo que el agente funerario lo aceptaría.
Tendría que parecer un accidente horrible.
Bailey será culpado. ¿Por qué tienes que hacerle eso a él?
El Jurado solo tendría evidencias circunstanciales contra él.
Yo sería un sospechoso obvio. Podría desaparecer
pero creo que sería más seguro si piensan que estoy muerto.
¿Y si no participo en esa trama?
En ese caso, será una verdadera pena.
¿Quieres decir que me matarías?
¿Qué más podría hacer? Ahora ya sabes sobre el dinero.
Diré que fuiste baleado en un accidente de caza.
Vamos, Doctor
si consigues otro cuerpo que no sea el de Sam
por mí está bien.
Hay medio millón para ti.
Lo haré lo mejor posible.
¡Qué olor a humo!
Yo también lo huelo. ¿Qué es ese ruido?
¡Mira Doctor, es un incendio en el bosque!
Viene hacia aquí. Tenemos que huir.
Lo haremos.
Después de que consiga el cuerpo, del que estábamos hablando.
- ¿Lizzie, eres tú? - Sí, Srta. Cornelia.
Se aproxima una gran tormenta.
El viento casi derriba la puerta.
Ese viento acabó con mi juego. Creo que perdí unas cartas.
- Yo las recogeré. - Oh, el diario.
¡Odio a ese muchacho que lo arroja desde la bicicleta
sobre los arbustos, sin importarle.
¡Dios mío!
El Sr. Vic Bailey fue arrestado.
"Victor Bailey, Vicepresidente y Tesorero del Banco Zineth..."
"...fue arrestado por el Comisario Alvin Fielding..."
"...acusado de robar más de 1 millón de dólares."
No puedo creerlo. Él no tiene nada que ver con ese robo.
Ah, nuestro Señoríto volvió a casa.
- ¿Qué Señoríto? - El Sr. Fleming.
"El Dr. Malcolm Wells volvió a la ciudad..."
"...con el cuerpo de John Fleming, fundador del Banco Zineth..."
"...muerto en un incendio forestal."
"Mañana viernes, el Sr. Fleming descansará en el Panteón..."
Y ahí debería quedarse.
¿Y por qué no lo haría?
Porque en esta casa suceden cosas raras.
¿Por ejemplo?
Los criados dijeron haber oído ruidos extraños por la noche.
La mucama juró haber visto a un hombre sin rostro
bajando las escaleras.
Ah, por eso se fueron todos y nos dejaron solas.
Srta. Corny, ellos no se lo dijeron
pero tenían miedo de quedarse aquí.
Pero tú aún estás aquí. ¿Ya viste algo?
No... y aunque lo hubiese visto, no creo en fantasmas.
¡Ellos me tienen miedo!
Un adivino me dijo que los fantasmas me tienen alergia.
Pero ese Murciélago del que el diario continúa hablando
creo que es diferente.
Y yo creo que tú no le causas el mismo efecto.
Quieren alejar a la gente de esta parte del campo.
¿Qué dicen sobre El Murciélago?
Que su especialidad es matar mujeres.
¡Dios mío! ¡Y dos en la misma noche!
Todas sus víctimas mueren del mismo modo.
Son degolladas con garras de acero.
¡Oh, qué original!
Voy a experimentarlo alguna vez,
¡en un libro!
No es nada. Son las ventanas y el viento.
Es sólo una puerta que golpea.
Oiga esto.
"Una de sus víctimas fue encontrada aún con vida
y describió al Murciélago como un hombre sin rostro".
Honestamente, creo que esa mujer exageró.
Es el tapiz de la escalera.
Lo sé, lo oí con el viento de la otra noche.
Suena como si alguien estuviese en la escalera.
Yo sé que no hay nadie.
Son ruidos típicos
del viento en una casa vieja.
Aquí dice que el Murciélago no deja huellas digitales.
Es entendible. Si no tiene rostro puede que tampoco tenga dedos.
¡Y ése debe ser el gato dejando caer su dentadura postiza!
Creo que no. Y también creo que debemos ver que es.
- ¿Quién la derribó? - Espero que el viento.
Debe haber una ventana abierta.
No, Lizzie, déjala acostada.
Déjala en el suelo.
Espero que no se corte la luz.
Veamos las ventanas de la sala y cerremos las cortinas
y luego vayámonos a dormir.
Vuelvo en un minuto.
¡Corny!
Apagué la luz de afuera y olvidé encenderla de nuevo.
Está allá afuera.
Estaba entrando. Podría haberla agarrado.
Pero no lo hizo. Aún está allá afuera.
- Llamemos a la Policía. - No.
No quiero dejarla sola, Srta. Corny.
¿Estás bien?
Sí, señorita
estoy bien.
- Operadora. - Déme con la Policía, por favor.
Departamento de Policía.
Soy Cornelia Van Gorder. Estoy en la Mansión Ox.
Lo sabemos, Srta. Van Gorder.
Hace poco un hombre quiso entrar en la casa.
¿Está sola? ¿Y sus empleados?
Vinieron conmigo, pero no están ahora.
Mi chofer volverá recién por la mañana.
Solo estoy con Lizzie Allen, y nos encerraremos en el dormitorio.
Si sus hombres ven algo, podría llamarme, por favor.
Les enviaré inmediatamente a dos agentes.
Muchísimas gracias.
Vamos, Lizzie. Dormiremos en mi habitación.
Ahora nada nos sacará de aquí.
Esta puerta parece resistente.
Como la puerta de un sepulcro.
El sofá es confortable.
- Y tienes una cama extra allí. - Sí.
No tiene traba. Eso no es bueno.
¿Qué es eso?
Es una trampa para tontos.
Si alguien intenta abrirla, caerá
y lo oiremos.
Olvidé mi camisón y mis pantuflas.
- Los traeré. - Espera un minuto, Lizzie.
- Iré contigo. - No se moleste, Srta. Corny.
- Mi pieza está aquí al lado. - Lizzie, te dije que esperes.
No tardaré.
Entra aquí.
- ¿Srta. Van Gorder? - Sí.
Es la Policía.
Hay una patrulla en su casa
y mis hombres dicen que no hay nadie en el jardín.
¡Ese hombre está aquí adentro! Está del otro de la puerta.
Dígale a sus hombres que entren por la cocina
y revisen toda la casa.
Está bien Srta. Van Gorder, cálmese.
Lo haré.
Tengo un arma y sé como usarla.
Cálmate, Lizzie, la Policía no halló a nadie por aquí.
Pero nosotras lo vimos.
Está bien, pero él ya se fue.
Hay un guardia allá afuera. Por favor descansa.
Ahora nada puede sucedernos.
Srta. Cornelia...
- ¿Qué sucede? - ¡Vi un murciélago!
- Tonterías, fue una pesadilla. - Tal vez
pero había un murciélago y me mordió.
Voló hacia el armario.
¡Por dios, tienes razón!
Operadora, llame al Dr. Malcolm Wells.
No sé su número. Esto es una emergencia.
Llame a su consultorio, por favor.
Me contagió la rabia.
- ¿Hola, consultorio del Dr. Wells? - Servicio de mensajes.
El Dr. Wells no está en este momento.
Si me da su nombre y teléfono intentaré localizarlo.
Soy la Srta. Van Gorder, de la Mansión Ox.
Mi secretaria fue mordida por un murciélago
que puede estar rabioso. Precisa ser atendida con urgencia.
Y el Dr. Wells es el médico más próximo.
Voy a intentar encontrarlo. Pero si no consigo hallarlo
le mandaré otro Doctor. - Muchas gracias.
No está en su consultorio.
Espero que no esté en un parto. Un bebé lo complicaría todo.
- A mí no me molestaría tener uno. - Tú no tendrás un bebé.
Claro que no. Jamás nadie se ***ó en procurarme uno.
- ¿Duele? - Un poco.
¿Dr. Wells? ¿Está ahí, Dr. Wells?
¿Está usted ahí, Dr. Wells? Soy la operadora.
Tiene un llamado de emergencia.
Soy el Dr. Wells.
Soy del servicio de llamadas, Doctor.
Oh, estoy haciendo un experimento y dejé el teléfono descolgado.
Por eso continué intentando comunicarme.
La Srta. Van Gorden llamó de la Mansión Ox
y dijo que su secretaria fue mordida por un murciélago
y tiene miedo que haya sido contagiada con rabia.
¿Cómo? Está bien.
Dígale que voy para allá.
- ¿Quién es? - Soy el Dr. Wells.
- Pase. - Buenas noches.
Que bueno que lo encontraron.
Llegué a mi consultorio después de su llamado.
¿Cómo está su secretaria? ¿Le duele?
No, no le duele.
¿El murciélago se fue?
- Aún debe estar en mi dormitorio. - Es preciso examinarlo.
Listo, ¿se siente mejor?
¿Doctor,... y la rabia?
Solo podré decir algo luego de examinarle el cerebro al murciélago.
¿Esa cosa tiene cerebro?
Se sorprendería.
¿Dónde está?
Creo que esa cosa está en el armario.
Es una pena que haya alquilado esta casa.
¿Por qué?
No quiero alarmarla pero...
Después de esta noche nada me asusta.
Comprendo, debe haber sido una horrible experiencia.
Aquí pasan cosas inexplicables.
Hay algo en este lugar.
Sus criados lo presintieron cuando la dejaron.
Previeron un desastre.
Vamos a ver...
Ah, aquí estás... Calma...
Nadie te lastimará... Quieto...
Parece estar normal. No parece enfermo.
No es nada simpático. Me dejó preocupada.
Y debería estarlo.
No parece que estuviera infectado.
Usted estará bien, pero escapó por muy poco.
Tome estas pastillas y le garantizo que tendrá una noche tranquila.
Pasaré por aquí mañana.
Gracias, Doctor.
- Conozco la salida. - Sí, pero igual lo acompañaré.
Cuando yo salga tendrá que subir sola las escaleras.
Estoy bien. Estoy armada.
¿Puede disparar sin cerrar los ojos?
Hay armas en todos mis libros.
No escribo sobre lo que no conozco.
- Cierre la puerta. - Buenas noches.
Buenas noches, Doctor.
- ¿Alguien la derribó? - No, fue el viento.
Eso creo.
¿Sabía que Mark alquiló esta casa sin que su tío lo supiese?
No, no lo sabía.
Bien, ahora ya no importa ya que John está muerto
y Mark es su heredero.
Si John estuviese vivo les pediría que se fueran.
- ¿Es verdad? - Sí.
Es un lugar trágico para quien vive aquí.
- Buenas noches. - Buenas noches, Doctor.
- ¿Quién está ahí? - No se preocupe, Doctor.
Ah, es Andy.
Es correcto. Buenas noches, Srta. Van Gorder.
Buenas noches, Teniente.
¿Alguien está enfermo aquí?
A mi secretaria la mordió un murciélago.
¿Un murciélago rabioso?
Lo sabré cuando llegue al laboratorio.
Capturé al murciélago.
- ¿Y dónde fue eso? - En mi dormitorio.
- ¿Y cómo entró? - Ellos entran de varias maneras.
Usted debe saberlo.
Vi este agujero cuando llegué.
Fue cuando El Murciélago abrió su puerta.
La Srta. Van Gorder dijo que llamó a la Policía.
Sí, la llamé dos veces.
La segunda vez el ladrón ya estaba dentro de casa.
- ¿Es su Departamento? - No, pero ellos me avisaron.
Los policías vinieron y buscaron, pero no hallaron nada.
Es mejor que mañana arregle esta puerta.
Sin duda.
Muy bien, preciso irme.
Tengo una cirugía a las 8 de la mañana.
Buenas noches, Doctor.
Pondré una patrulla.
¿No dejarás a alguien adentro, Andy?
¿Por qué debería hacerlo?
¿Y si El Murciélago está escondido en alguna parte de la casa?
Estoy seguro de que él no está aquí dentro, Doctor.
No en este momento.
Buenas noches.
Hola, Andy.
Hola, Mark.
Bueno... felicitaciones.
Parece que los negocios van mejorando.
- Oficina y muebles nuevos. - Nuevos negocios. ¿Qué tal?
Parece caro.
¿Ya está gastando la herencia?
No, aún no recibí nada.
Los diarios dicen que John le dejó una fortuna.
Sí, tenía una fortuna, pero nadie la encuentra.
¡No me digas!
El tío John solo tenía unos dólares en su cuenta.
Y el cofre estaba vacío.
Si no encontramos ese millón estaré perdido.
¿Cómo?
Invertí todos mis ahorros en el Banco Zineth
y si no concluyen que el Banco tiene solvencia
y si no hallan las pólizas robadas
los accionistas nos veremos obligados a cubrir el desfalco.
Los papeles de seguros son vendibles.
Si no hallan esos papeles estoy perdido.
Búscalo, Andy.
Su tío no llevaría un millón a una cacería.
¿Sospecha del tío John?
Vamos, Andy. Él fundó el Banco.
Sería como robar la tumba de la propia familia.
- ¿Cree que sería capaz? - Pero
las huellas digitales de Vic Bailey estaban en el cofre.
No hallaron las huellas digitales del tío John.
Porque él debe haberlas limpiado.
¿La Defensa puede probarlo?
Están intentándolo.
Judy, su secretaria, es la testigo de la Defensa.
Su testimonio tendrá gran impacto en el Tribunal.
Ya causó impacto en mí. Judy es adorable.
- Este es el libro, Judy. - ¡Es el nuevo!
Acaba de ser publicado. Puedes quedártelo.
Es la primera edición y está firmado.
- Desde luego. - Muchas gracias.
¿Puedo servir el té, Srta. Van Gorder?
Sí Warner, por favor.
- ¿Contrató nuevos empleados? - Sí, desde luego.
¿Cómo los convenció para que vivan en esta casa?
Jane Patterson, es mi nueva ama de llaves
Conoce bien la casa. Trabajó para John Fleming.
Y Warner era mi chofer.
¿El chofer se convirtió en mayordomo?
Sí, es increíble.
Él es capaz de resolverlo todo.
¿Ya consiguió un fontanero, Warner?
Solo para dentro de 3 días, Madame.
¿Y el caño que goteaba? Inundará todo.
El caño ya no gotea.
¿Por qué, acaso se arregló solo?
No, calafateé el codo por donde salía el agua.
¿Calafateaste el codo?
¿Dónde aprendiste a hacerlo?
La lluvia cae y un hombre quiere mantenerse seco.
¿Necesita algo más, Srta. Van Gorder?
- Por el momento no, Warner. - Gracias, Madame.
¡Ahí tienen a un personaje!
¿Hace cuánto tiempo que es su chofer?
Hace 3 meses.
Espero que no tenga ficha criminal.
Querida Dale, en su última noche John me dijo
que quería a su marido como a un hijo.
Si Fleming estuviese vivo, lucharía para probar
su inocencia.
¿Y el Sr. Fleming probó ser inocente?
¿Por qué, acaso hay dudas sobre eso?
Las habrá cuando la Srta. Hollander atestigüe en el juicio.
¿Judy, sabes algo que no sepamos?
Sí, algo que vi con mis propios ojos.
Pero ella aún no debe decir que es.
No siquiera pensé en preguntárselo.
Pero supongamos que Fleming robó ese millón.
¿Qué haría? ¿Dónde está?
Escondido donde pudiese llevarlo sin ser visto.
Si yo estuviese escribiendo sobre esto
en vez de estar participando
lo escondería en esta horrible casa.
¿Debajo del parquet o en la chimenea?
Si el Sr. Fleming fue capaz de robar 1 millón
debe haberlo planeado todo muy cuidadosamente.
Prepararía un lugar para esconder el dinero.
Tal vez cuando la casa fue construida.
Alquilé la casa a través del sobrino de Fleming.
Supongo que él debe tener los planos de la construcción.
Le preguntaré.
Lizzie, ¿puedes traerme el teléfono?
Pregúntale ahora.
El número es Summit 7537.
Gracias, Lizzie.
Summit 7537.
Nada mal, Andy. Es por los nuevos negocios.
¿Lo ve? Es alguien queriendo comprar una casa.
Habla Mark Fleming.
Hola, Dale.
Un momento, veré si los tengo.
Es Dale Bailey, está agitada.
La Srta. Van Gorder quiere saber si tengo los planos de la Mansión Ox.
¿Para qué querrá los planos de la construcción?
Sugirió que su tío puede haber escondido el dinero allí.
¿Los planos están aquí?
Están en algún lugar de la casa.
Hay un lugar donde tío John guardaría los planos.
¿Qué lugar?
Hace años oí un comentario
pero no estoy seguro sobre el lugar exacto.
Él no sería capaz de robar 1 millón.
Pero si encuentro esos planos te avisaré.
Hola, Dale. No los veo
desde que era niño. Pero los buscaré.
Gracias, Mark. Esperemos que los encuentres.
Él cree que están aquí. Vendrá hoy por la noche.
Que bueno.
Dale y Judy se quedarán aquí el fin de semana.
¿Le gustaría cenar con nosotros?
Sí, pero no puedo. Debo hacer unos llamados.
Si el testimonio de Judy absuelve a Bailey
y culpan a John Fleming
aquí debe haber un tesoro escondido.
Y no mencione lo de su testimonio, si entiende lo que quiero decir.
- No diré nada. - Eres una muchacha lista, Judy.
Y adorable. Buenas tardes, señoras.
Vamos muchachas.
Creo que debería anotarlo todo.
¿No eras la secretaria de tu marido?
- Sí. - ¿Tomabas notas?
Si quieres mantener tu mente ocupada
escribe la historia de ese fantástico criminal conmigo.
El Murciélago.
- ¿Les gustó? - Mucho.
Como siempre, Lizzie, magnífica cena.
Que linda pieza de plata.
- ¿Es original, verdad? - Sí, la usamos en el desayuno.
¡Según Mark, ese reloj no funcionaba desde hace 10 años!
¿Por qué está lejos de la pared?
No lo sé, alguien debe haberlo movido.
Quizás para limpiar el polvo.
Esperen un poco.
- ¿Sabían que hay una puerta? - No.
¡Dios mío!
Tal vez sea un pasadizo secreto.
¡Qué emocionante, es un pasadizo secreto!
¿Quién sabe, muchachas? Quizás hallemos el dinero.
Debe haber un modo de abrirlo. Siempre lo hay.
Llamando a la Unidad 11.
Diríjase a la Mansión Ox inmediatamente.
Fue reportado un homicidio.
Entendido.
Estoy en camino. Llame al forense, el Dr. Wells.
Dígale que vaya a la Mansión Ox.
¡Qué horror!
Su garganta fue lacerada por una criatura con garras.
Es su marca registrada.
Fue igual con las otras víctimas que mató.
Creí que solo era un invento de los reporteros
pero veo que se basaron en hechos.
Él está de vuelta.
Volvió al palco de sus asesinatos.
Eso significa que él lo hizo.
El Murciélago.
¿Quién encontró a Mark?
Nosotras lo hicimos.
Judy, Dale y yo.
Lizzie estaba en el comedor.
Ella es mi nueva ama de llaves.
Jane Patterson. Trabajaba para John Fleming.
La conozco. ¿Dónde estaba, Srta. Patterson?
En la cocina, haciendo la limpieza.
Hoy, yo hice la cena.
¿Sabía que el armario secreto era aquí?
No... estaba detrás del reloj.
Yo lo encontré.
Percibí que el reloj había sido movido
y la puerta no estaba cerrada correctamente.
Yo atiendo.
¿Quién es él?
Mark Fleming.
Él no estaba en la misma sala que los otros.
- ¿Hace cuánto murió? - Diría que hace media hora.
¿Cree que fue El Murciélago?
Es su marca registrada.
Tal vez él aún esté en la casa.
Es posible.
¿Y por qué estaría?
Él busca algo, y como usted cree que está aquí.
Es un asesino persistente.
Les aconsejo que abandonen la casa lo más rápido posible.
Sin desmerecer nuestra experta protección policial.
- ¿Ya llamó a la morgue? - Están en camino.
Excelente, pero quiero examinar el cuerpo antes de que lleguen.
- ¿Podemos llevarlo a otra sala? - Sí, a la sala del fondo.
- Gracias. Ayúdeme. - Perdónenme.
- ¿Warner, dónde estabas? - Bueno Madame, yo...
- ¿Fue un accidente? - No, fue un asesinato.
Mark Fleming fue asesinado. Él me alquiló la casa.
- ¿Saben quién fue? - Sospechan de El Murciélago.
Discúlpeme por haber entrado por la puerta del frente.
Olvidé mis llaves. Toqué el timbre de la cocina
pero nadie respondió.
Él es Warner, mi mayordomo. Era mi chofer.
¿Por qué lo promovió?
Es muy difícil hallar un mayordomo. No les gusta el campo.
¿Ya fue mayordomo antes?
Ya me he desempeñado en varias funciones.
Era mi descanso y olvidé las llaves.
Escuché esa parte.
¿A qué hora salió?
A las 18:30 y cené en La Casa de Wally.
¿Puede probar dónde estuvo el resto de la noche?
- Puedo intentarlo. - Pues inténtelo.
Y no abandone la casa. Luego hablaré con usted.
Muy bien, señor.
Si me necesita estaré en mi habitación, Srta. Van Gorder.
Sí, Warner.
No creerá que él...
Yo conozco a Warner de antes
no recuerdo de dónde ni cuando
pero lo haré.
Debería ir a la Comisaría a ver fotografías y huellas digitales.
Pero mientras tanto...
¿Srta. Patterson, no dejará la casa, verdad?
No, Teniente.
Conversaremos por la mañana. Buenas noches.
Buenas noches.
Dale, yo estaba con Mark cuando lo llamaste por los planos.
Le oí decir que vendría aquí hoy.
Dale lo llamó a pedido mío.
Ella me dijo que él vendría.
¿Quién más la oyó?
Judy, Lizzie
y el gentil Dr. Wells.
¿El Dr. Wells?
Hay asesinos que matan por diversión.
El Murciélago es un enfermo mental.
Sus crímenes son motivados por la ambición personal.
Hay 1 millón escondido por ahí.
Y solo se detendrá cuando lo tenga en sus manos.
¿Las jóvenes se quedarán aquí esta noche?
Sí, son mis invitadas.
Cuando mi equipo llegue estaremos ocupados...
Vamos a nuestras habitaciones. Buena idea.
Vamos, muchachas.
¿Qué tal si hoy un policía vigilase la casa?
Ya tiene uno.
Vigilaré esta casa desde el altillo hasta el sótano.
Si El Murciélago aparece le tendré una pequeña sorpresa.
¿Quién será? ¿Tiene alguna idea?
Puede ser cualquiera. Tenemos algunas pistas.
Pero nada que podamos llevar al Tribunal.
Debemos mirar por encima del mundo del crimen.
Puede ser un abogado, un médico, un científico
o uno de los pilares de nuestra comunidad.
Señoras, cierren bien sus puertas.
Quédense en sus habitaciones.
Les prometo que estarán seguras.
- Buenas noches. - Buenas noches.
Pobre Mark.
Es una pena. ¡Era tan joven!
Bien, Doctor, ¿concuerda con que fue El Murciélago?
Mi informe dice que la causa de la muerte
muestra que la técnica usada es la misma de las otras víctimas.
Compresión de la garganta, sangrado
por la laceración de la yugular
resultando en una hemorragia grave.
En lenguaje de lego, él no supo que lo mató.
Claro que lo supo.
Solo que no tuvo tiempo para pensar.
¿Se quedará esta noche?
Hasta verificar las puertas y las ventanas.
Pero volveré muy temprano.
Ni el buen tiempo, ni el mal tiempo
lo alejan de la búsqueda de pruebas.
Mucha gente se impresionará cuando concluya este caso.
Sí, sin duda.
Buenas noches, Andy. Cuídese.
Buenas noches, Doctor.
Es mejor dejarla dormir.
Lizzie y yo compartiremos la habitación para protegernos.
La otra noche llovió y las luces se apagaron.
Fui a la ciudad y compré varias de éstas linternas.
- Lleva una contigo, Dale. - Gracias.
¿No necesitan más nada?
Estaremos bien.
Cualquier cosa, griten.
Que dos mujeres valientes irán a salvarlas.
Nada nos incomodará. No con Andy haciendo su trabajo.
Buenas noches.
Todo se resolverá.
Vamos.
Creo que no podré dormir.
Yo tampoco.
Solo consigo ver a Mark, mirándonos.
Creí que cuando las personas morían cerraban sus ojos.
Como en un sueño.
No pienses en eso.
Apuesto a que tú lo estás haciendo.
Pienso en mi pobre marido durmiendo en la prisión.
¡Oh Judy, lo amo tanto!
¿Qué fue ese ruido?
No lo sé.
Estaba adormecida. Creí que era un sueño.
- Hay alguien en la casa. - Sí, en el piso superior.
Es aquí arriba. Probablemente en un cuarto que da hacia el frente.
¿Llamamos a la Srta. Van Gorder?
¿Cómo podría ayudarnos?
Además no queremos parecer dos mujeres histéricas.
Pués me convertiré en una. Ya fue demasiado para una noche.
¡No saldrás al pasillo!
Quiero saber que está sucediendo.
El Teniente dijo que estaremos seguras en las habitaciones.
Vic no está seguro en la cárcel.
¿Y si el dinero robado está en esta casa?
Mark creyó que estaba aquí.
Tal vez sea lo que está buscando.
¡Por dios, Lizzie, no oyes ese ruido!
Tienes que despertarte.
Todos los teléfonos fueron cortados.
No podemos pedir auxilio.
Pero hay un policía.
Algo le debe haber pasado.
Vamos, ponte la bata.
¡Dale, por favor no vayas!
Tengo que ir. Quédate aquí.
Si tu vas, yo también iré.
- Quédate aquí. - No vayas sola.
- Voy a ver que es. - Déjame acompañarte.
Avísame si viene alguien. No demoraré.
¡No, espera!
Ya no podemos hacer nada por ella. Yo me ocuparé.
Pobre muchacha.
¡Judy!
¿Fue El Murciélago?
¡Sí, El Murciélago!
¡Él la atacó en la escalera!
¡Lo vimos bajar cuando salimos de la habitación!
¡Yo le arrojé ese atizador!
¡Creo que lo herí en la cabeza!
¡Dijo que revisaría desde el altillo al sótano!
¿Dónde estaba cuando la mató?
Vi a un hombre allá afuera.
Fui atrás de él.
Lo oí entre los árboles y seguí el ruido que hacía
hasta la calle de atrás
luego lo perdí.
Hubiera dado mi vida para que esto no le sucediese a Judy.
Pero les pedí que se encierren en sus habitaciones
pongan llave a sus puertas y que se queden allí.
¿Qué estaban haciendo en la escalera?
Fue mi culpa.
Oímos martillazos en el 3er. piso.
- Todas lo oímos. - Quise ver quien era.
Judy no quería que yo fuese sola.
Y ella se quedó en el balcón.
¿Y el mayordomo?
Srta. Patterson.
¿Supo lo que pasó?
No, pero oí los gritos.
Fui a buscar a Warner. Nuestros cuartos están próximos.
Pero él no estaba en su cuarto.
Su cama no estaba deshecha.
Si la Srta. Patterson oyó los gritos, Warner también.
Tiene razón, Señor. Yo los oí.
¿Los oyó? ¿Y dónde estaba?
Allá afuera, en el jardín.
La Srta. Hollander fue asesinada.
¿Está sorprendido?
¿Shockeado?
Ya vi mejores actuaciones antes.
Ahora lo recuerdo. Usted no se llama Warner.
Tengo una circular con su foto.
La Policía de Chicago lo vinculó con un robo.
Tiene razón. Fui juzgado, probé mi inocencia
y quedé libre.
¡Fue un golpe de suerte!
¿Dónde estaba cuando ella fue asesinada?
Ya le dije que estaba allá afuera.
¿Qué hacía allí?
Lo seguía a usted.
Lo vi salir de la casa como si persiguiese a alguien
entonces pensé que podría necesitar ayuda.
Seguí su linterna entre los árboles
y luego desapareció.
Me quedé en la oscuridad y algo me golpeó la cabeza.
Desperté en el suelo y me di cuenta
que había estado desmayado.
Quisiera haberlo visto desmayado.
Así aún estaría con la máscara.
Usted la mató y la Srta. Van Gorder lo hirió con esto en la cabeza.
Nada de eso. Yo no soy El Murciélago.
Nunca maté a nadie. Sería incapaz de hacerlo.
No me culpará por eso.
Bien Doctor,
tenemos otro caso para el forense.
El Murciélago volvió.
¿Por qué volvió usted, Doctor?
Sufrí un accidente a 1 milla de aquí.
Mi coche se descontroló y fui a parar a una zanja.
Como esta es la casa más próxima
vine a pedir ayuda.
Además pensé que aún lo encontraría por aquí Andy.
El médico está herido.
Tiene una herida en la cabeza.
Ya le dije que sufrí un accidente.
Sí lo dijo, Doctor.
Claro que lo dijo.
Puedo haberme equivocado.
O quizás no.
Veremos.
Comenzaremos un nuevo capítulo.
El asesinato estuvo en los titulares durante días.
El Teniente Allison Grildes
dijo que revolvió la casa de arriba a abajo.
Warner no fue arrestado
pero sus pasos son vigilados.
Por la noche, excepto por el Detective de guardia
la Policía y los reporteros nos dieron sosiego.
Una noche, sin avisar a nadie, ni siquiera a Lizzie
comencé mi propia investigación.
Fui a la sala del 3er. piso llena de baúles...
"Aquí yace El Murciélago."
"Amenazado por quedar expuesto, él se autodestruyó."
Arriba las manos.
Excelente idea la de matarme en mi propio laboratorio
para que todos piensen que soy El Murciélago.
Pero primero tiene que matarme.
¿Cómo hubiera sido? ¿En una emboscada?
Es listo pero no tanto como para hacerlo.
Ni siquiera halló el dinero, y eso que estuvo tan cerca.
Pero yo sé donde está.
Y cuando esté muerto con ese aviso en el pecho,
tomaré el dinero y viviré feliz para siempre.
"Él se autodestruyó."
Que gran verdad.
Adiós, Murciélago.
Ahora voy a curarlo, tenga o no tenga rabia.
"Él se autodestruyó."
Algo no está bien.
Algo no está bien.
¡Srta. Cornelia!
¡Srta. Cornelia!
¿Adónde iría a esta hora de la noche?
¡Por Dios!
¡Esto no puede ser!
Sr. Davenport. Sr. Davenport.
¡Esto es magnífico! La puerta estaba abierta
y usted durmiendo en servicio.
Espere a que el Teniente Anderson lo sepa.
Vamos, despierte. ¿Qué pasa con usted?
No lo sé.
Me duele la cabeza y mi cuerpo no responde.
Beba un trago.
Trate de despertar. Vuelvo en un minuto.
¡Despierte, soy Lizzie!
Estoy preocupada. No encuentro a la Srta. Cornelia.
Y no sé que le pasó al policía.
Traiga a Warner, dígale que lo necesitamos.
¿Está bien ahora?
Me repondré en unos minutos.
Ahora lo recuerdo. Tomé un trago de ese vino.
La Srta. Van Gorder me dijo que me sirviese.
- Ella no envenenaría el vino. - Alguien lo hizo.
Fue alguien que sabía que yo estaba aquí.
Alguien atrapó a la Srta. Van Gorder.
No la encuentro en ningún lado. Ya revisé todo.
Le pedí al ama de llaves que trajese a Warner.
Tengo que informar al Teniente Anderson sobre lo que está pasando.
Hola, soy Davenport desde la Mansión Ox. Tenemos problemas.
En primer lugar fui drogado.
Y la secretaria me dice que la Srta. Van Gorder desapareció.
Llame al Teniente Anderson e infórmele.
¿No está en su casa? ¿Y dónde está él?
¿En qué caso?
¿El Dr. Wells?
¿Qué más le dijo?
Rápido, debemos encontrar a la Srta. Cornelia.
El Teniente Anderson está atendiendo un caso.
El Dr. Wells fue hallado muerto cerca de su garaje.
¡El Dr. Wells!
Hay algo raro. Mataron al Dr. Wells
y el Departamento no me quiso darme detalles.
Warner no está en su cuarto. Y no hay señales de él.
Yo debía vigilarlo.
Solo quiero saber donde está la Srta. Cornelia.
¿No dijo que el cerrojo de la puerta no estaba puesto?
Absolutamente.
Tal vez ella esté afuera.
¡Jamás iría afuera sola!
Mejor vayamos a ver.
¡No consigo respirar!
No hay aire.
¡Miren! Hay luz en una sala del 3er. piso.
- ¿Estuvo allí hoy? - Desde luego
pero apagué las luces cuando bajé.
La Srta. Cornelia debe haberlas encendido.
Comencemos a buscarla por allí. Vamos.
Sí, estoy aquí.
Vengan aquí.
Estamos aquí, Srta. Van Gorder. ¿Qué hacemos ahora?
En la repisa hay un panel.
Golpéenlo con la mano.
¿Qué panel dijo, Srta. Van Gorder?
No logro...
Srta. Van Gorder, ¿Qué panel? No la oímos.
Dijo que golpeemos. No importa en cual.
Golpeémoslos todos.
Miren.
Ya pasó todo.
Querida, ya pasó todo.
Lizzie está aquí.
- ¿Se siente mejor? - Sí, mucho mejor.
- Llevémosla a su habitación. - No, quiero quedarme aquí.
Tuve que esforzarme para respirar.
Nadie sabe que bueno es el aire hasta que se queda sin él.
Esa sala es como una caja fuerte.
Cuando se cerró parecía que
todo el aire se había ido.
¡Lo está haciendo de nuevo!
Deje que se cierre, puedo abrirla desde aquí.
Hay un panel de control atrás de este plano.
Está controlada eléctricamente desde adentro.
De este forma no hay modo de quedarse encerrado.
Creo que del lado de la sala se abre del mismo modo.
Y lo hace.
Intenté hallar ese control.
Estaba atrás de este plano.
Está muy bien hecho.
Es una pena que ese cofre no se abra del mismo modo.
Será preciso llamar a un experto para abrirlo.
Tal vez sea eso lo que El Murciélago buscaba.
Puede ser, ya que hoy volvió.
Srta. Van Gorder, Warner desapareció.
Y el Dr. Wells fue asesinado.
El Teniente Anderson está ahora en el lugar del crimen.
¿Y él ya sabe lo que pasó aquí?
Ya pedí que le informaran. Llegará en cualquier momento.
¿Qué es ese ruido?
Srta. Van Gorden, el garaje está incendiándose.
Miren.
Lizzie, apaga la luz de la otra sala.
¿Adónde va?
- Está incendiándose... - Quédese aquí.
¡Pero y el garaje...!
¡Deje que se queme! Vigile la escalera.
¿No ve que él quiere que salgamos de la casa?
Se refiere a
sí, hablo de El Murciélago.
Con las luces apagadas creerá que el truco le resultó bien
y que abandonamos la casa, entonces vendrá hacia acá.
El Teniente vendrá.
Así lo espero, pero El Murciélago llegará primero.
Y matará de nuevo.
Tenemos que ser listos, como él.
Allá abajo estará a salvo.
Quiero quedarme aquí.
Está bien, pero escóndase.
Vamos a acabar con esto, señoras.
Otros vieron mi rostro, antes de morir
pero a ustedes voy a negarles ese placer.
Sería una buena escena para su libro, Srta. Van Gorden.
Pero me temo que jamás la escribirá.
El Murciélago es Warner. Sin duda.
- Se equivocó, Srta. Allen. - ¡Warner!
No me gusta ser sospechoso de un asesinato, Srta. Van Gorden.
Iba hacia el aeropuerto pero cambié de idea y volví.
Menos mal que volví.
¡Es el Teniente Anderson!
Sí, Anderson.
Descubrió el secreto de la sala secreta
y esperó para entrar y abrir el cofre.
Hallamos el dinero allí, en billetes de 10, 20 y 100 dólares.
Pobre Andy;
simuló lucrar con sus inversiones en acciones;
fue un modo inteligente de limpiar el dinero que robaba;
un asesino con un manto de simpátia y aspecto respetable.
Pero no lo intenten.
No importa cuan inteligentes sean
no pueden esconder un asesinato.
Terminamos, Dale.
Sí, terminamos.