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Estos son osos pardos.
Como ves, tienen dientes grandes y garras enormes.
Pero una vez que los conoces mejor,
no son tan feroces como podrías pensar.
Juegan un papel crucial en el funcionamiento de nuestros ecosistemas,
pero, desafortunadamente, su hábitat está disminuyendo rápidamente.
Para protegerlos,
es importante saber,
¿por qué eligen los osos pardos algunas áreas
para habitarlas en primer lugar?
Vamos a ver la población amenazada de osos
que vive en las Montañas Rocosas de Canadá.
¿Recuerdas esas garras enormes?
Pues no sirven para lo que pensarías.
Han evolucionado específicamente
para desenterrar raíces ricas en energía.
Parece que los osos pardos comen muchas plantas.
La mayoría de los que viven aquí son casi vegetarianos.
Y es que, a diferencia de otros depredadores,
los osos pardos tienen dietas diversas
que pueden incluir hasta el 90% de la vegetación.
Sin embargo, el mantenimiento de una dieta de plantas puede resultar difícil.
En estas latitudes del norte, hay estaciones distintas
en las cuales está muy verde y bonito durante una parte del año
y hace mucho frío durante la otra parte.
Si comes plantas, no tienes casi nada para comer
durante la parte del año en la que hace frío.
Entonces, tienes que migrar como los gansos
o hibernar como las ardillas.
Los osos pardos hibernan.
Sus comportamientos están sincronizados con las estaciones.
Durante el verano, tienen que acumular
suficiente grasa para sobrevivir al invierno.
Sin eso, pasarían hambre
o no tendrían suficiente energía
para tener crías con éxito.
Pero cuando comes casi únicamente plantas,
resulta difícil engordar.
Hay que ser un buscador de plantas muy efectivo.
Así que los osos siguen muy estrictamente el calendario de las plantas
y las cosechan como cultivos
en el punto en que están más nutritivas.
Esto sucede en momentos diferentes en lugares distintos.
En otoño, un oso pardo grande varón puede comer
hasta 200 000 bayas en un solo día.
Entonces, para proteger estos osos,
los investigadores quieren examinar en más detalle
la interacción estacional entre osos pardos y plantas
para identificar áreas de hábitat de alta calidad.
Esto empieza a 700 km, en el espacio.
Allí arriba, dos satélites de la NASA llevan sensores
que son sensibles a la luz reflejada por la vegetación.
Cada especie de planta refleja
una combinación única de longitudes de onda,
que se llaman firmas espectrales
que actúan como los distintos acordes en un piano,
pero utilizan la luz en vez del sonido.
Los satélites graban estas firmas cada día
y las combinan como fotogramas de una película
para que puedas ver la vegetación crecer
durante un verano entero.
Simultáneamente, se monitoriza el movimiento de los osos
que llevan collares de GPS
para ver cómo reaccionan a las fluctuaciones
de la nutrición en su hábitat.
Ahora, en vez de mapas de hábitat, normales y estáticos,
estos mapas dinámicos longitudinales en el tiempo,
se podrían usar para la conservación de los osos pardos
de varias formas distintas.
Primero, ayudan a calcular la capacidad
del área de estudio.
Para decirlo de otra forma, ¿cuántos osos
puede albergar el hábitat restante?
¿Hay comida suficiente para todos?
Segundo, los mapas muestran
dónde estarán buscando los osos plantas a determinadas horas.
Podemos evitar molestar a los osos
y estresarlos
evitando estas áreas durante los periodos importantes de ingesta de alimentos.
Finalmente, los mapas se pueden utilizar
para predecir los efectos del cambio climático,
donde las cambiantes temperaturas anuales
alterarán la tasa de desarrollo de las plantas,
cambiando el calendario de alimentación de los osos
Esto supone menos comida
y aumenta la competición entre los osos.
Los osos pardos son símbolos carismáticos de la tierra salvaje.
Estos mapas del hábitat hechos por imágenes de satélites
pueden no solamente ayudar a conservar los osos pardos
sino también muchas otras especies.
Nos ayudan a entender
cómo funcionan los ecosistemas,
dónde están amenazados,
y cómo podemos mantener nuestro increíble y frágil
planeta, intacto.