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y en esta casita blanca, ah nos imaginemos a nosotros."
Trabajo en los servicios sociales como cuidadora de ancianos,
pero es una porquería de dinero, porque es pagado por hora.
Hay una o dos horas, además de ello no todo el tiempo.
Un día voy, el otro no voy, me preocupo.
Los días pasan volando y yo pienso sin cesar en cómo conseguir un trabajo acorde a mi edad, porque tengo 69 años.
Me gustaría seguir trabajando, porque tengo que trabajar para que gane dinero extra, pero nada me sale bien.
Siempre cuando consigo un buen trabajo las ancianas mueren o todo queda en nada y así se termina.
Y vuelvo a pensar y vuelven los problemas, la preocupación, pienso todos los días,
me inquieto, a la vejez me gustaría tener un trabajo acorde a mi edad, porque a mí me gusta trabajar y me gustaría trabajar, pero por desgracia por ahora tengo la mala suerte.
Y siempre pienso qué hacer.
Hoy es 20 de febrero. Desde la mañana he buscado un trabajo.
No he conseguido nada, no hay nada, volví entristecida.
Fuera me quedé helada, pienso otra vez, cavilo lo que va a pasar.
Todo el tiempo estoy estresada, pienso cómo puedo seguir adelante.
A veces estoy en blanco, no sé qué hacer, que pensar.
Hoy es 21 de febrero de 2009.
Me desperté porque me acosté tarde.
Me desperté otra vez estresada y voy a buscar un trabajo otra vez hoy.
No sé si consiga un trabajo o no.
Deseo un trabajo.
Tengo que trabajar, si no, no podré arreglárselas.
El tiempo no está bien, hace frio, pero tengo que irme, gracias.
Como dije por la mañana, fui a buscar trabajo.
Hoy es viernes.
Me asignaron una señora por dos horas, gané 10 PLN [40 MXN], ¿qué miseria es eso? Pero es, me alegro de lo que tengo.
De momento sólo me emplearon hoy, no sé qué va a pasar.
A veces me digo a mí mismo, estoy sentada y me digo, qué vida tan mísera si hay que hacer los pagos
enseguida que se haya recibido la pensión, y además no es suficiente para pagar todo… los alguaciles, uno tras otro.
A menudo me pregunto a mí mismo, ¿por qué seguir viviendo en este mundo?
Pero siempre me digo que por desgracia tengo que seguir viviendo para mi nieta,
porque no sé qué ocurrirá si me suicidaría,
porque a veces no puedo más.
Más de una vez dieron por televisión como tratan a los niños en los orfanatos, ella lo vio.
Se emocionó mucho y no sé que le pasaría,
pero la nuera no paga la pensión alimenticia, no puedo localizarla, porque cambia el lugar de residencia.
No me otorga el estado la pensión alimenticia, porque somos parientes, soy su abuela.
Y así es mi vida.
Me desperté por la mañana, fui al quiosco de prensa, primero compré un periódico, hoy es sábado.
Busqué un trabajo. Encontré un trabajo, es el trabajo en Swarzedz.
Quedé con la señora, pero no sé que saldrá de eso.
Es que hay que ir allá dos veces cada día, por la mañana y por la tarde.
Dudo que eso vaya a salir bien, porque los boletos cuestan mucho, en este momento no tengo dinero para el abono.
Pero a pesar de todo acordamos que fuera a ver, a conocer el señor enfermo,
es que este señor está encamado, necesita el cuidado, si pudiera, me alegraría muchísimo.
Ayer me acosté a las 3 de la mañana, pensaba, no podía dormir.
Me acordé de mi hijo cuando estaba en la cama, cuando estaba gravemente enfermo.
Qué dineral tuve que gastar en él, de eso provienen todos los dificultades.
Así gasté mucho dinero en él, saqué los préstamos, pero trataba salvarlo, como su madre.
Cada madre va a apoyar y tratar de salvar un hijo moribundo y enfermo.
Pero no pude salvarlo.
El 26 de diciembre, a las 10 y media de la tarde tuvo una hemorragia, estaba cubierto de sangre y se murió en mis brazos.
No podía conformarme con que no pude salvarlo, que él agonizaba y yo no podía ayudarle.
Lo sentí mucho y cada Navidad y Noche Vieja, porque en la Noche Vieja tuvo el funeral, son muy tristes pa mí.
Hoy es domingo, he estado en Swarzedz.
Como dije, encontré un trabajo allá, me he ido a ver si vale la pena, pero gastaría más dinero en los boletos,
porque son los camiones suburbanos y sólo dos veces al día, una vez por la mañana y por la tarde.
Es inaceptable este trabajo.
Otra vez me preocupo qué será mañana, si encontraré un trabajo.
Me gustaría mucho encontrar un trabajo, porque tengo que trabajar, por desgracia, tengo que trabajar.
Es que cuando recibo otra vez la pensión y otra vez no estará suficiente para todo, otra vez voy a pensar en lo que va a pasar.
De verdad es difícil seguir adelante, me gustaría trabajar hasta que tenga fuerzas.
A la vejez querría, me gustaría descansar un poquito.
Lunes, 2 de marzo, hablé por teléfono del trabajo.
Fui a ver y me asignaron dos horas en la calle de Dlugosz.
Me alegro mucho de esto, porque siempre se amontona unas horas,
al menos voy a olvidarme de los problemas.
A pesar de todo, estoy preocupada porque no tendré suficiente.
Recibí una notificación que me iban a cortar la luz si no pagaría, pero yo no tengo dinero ahorita.
Ayer me acosté tarde, a pesar de que me acosté tarde me despertaba tres veces durante la noche, tenía las pesadillas.
Me he levantado por la mañana, he comido el pan con leche, porque no tengo nada más.
No voy a buscar un trabajo hoy, espero una llamada, si la administradora llama, quizás tiene un trabajo pa mí.
Pero pienso todo el tiempo a dónde dirigirme, pienso sin cesar a dónde dirigirme
para que me entere donde se puede vender órganos no después de la muerte, pero en vida, para que me den el dinero,
después de la muerte pueden tomármelos, daré mi consentimiento.
Es que todo el tiempo pienso en que haré con la nieta mía si algo pasa conmigo,
es que en primer lugar la ingresarían en un orfanato, no quiero que vaya allá, no me gustaría eso
y mi hijo en la sepultura tampoco lo gustaría, porque él les amaba a sus hijos.
Asumí una gran responsabilidad, pero ahora no puedo salir adelante, pero no quiero dejarla.
Por el dinero, si compraran mis órganos, compraría un pisito para que tenga donde vivir
y para que tenga un lugar donde cobijarse, me gustaría criarla lo más posible, educarla bien.
Además me gustaría pagar estos dos plazos últimos que me quedan, no son altos, pero son.
Son 1500 PLN [6000 MXN] y si abonara eso, no me preocuparía tanto, no pensaría.
Es que todo el tiempo tomo un calmante, porque no quiero caer en una depresión como cuando murió mi esposo y eso es que temo.
Me gustaría estar de limpiadora, porque es el trabajo ligero la limpieza, es que no soy apta para un trabajo duro,
u otro trabajo, desde la juventud, cuando tenía 16 años, trabajé en un hospital
y me gusta este trabajo. Me gusta cuidar a los enfermos, pero por desgracia tengo tantos años que tengo posibilidades limitadas... en cuanto al trabajo.
Jueves, 5 de marzo.
Me voy al trabajo por unas dos horas, de camino voy a llevar la demanda de la revocación de la patria potestad hasta el juicio,
después del juico sabré todo que van a hacer con la niña y yo sé que van a hacer.
En primer lugar van a ingresarla al orfanato, pero que será será, por desgracia estoy harta de la vida tan miserable.
No conseguí lo que quise, no solucioné el asunto con los órganos.
No hay posibilidades de éxito.
Y para qué seguir la vida tan miserable, que no tiene sentido.
No tengo las perspectivas para el futuro.
¿Para qué me quemo la sangre?, ¿por qué no puedo dormir por las noches?
Después del juicio, cuando sepa todo, mi vida tendrá razón de ser.
Tal vez eso es la última grabación de mi vida.
Porque no puedo seguir viviendo así y ya no aguanto más y no tengo esfuerzas ni para pensar.
Si consiguiera un trabajo acorde a mi edad, quizás voy a pensar en eso, pero no sé.
Hoy es sábado, la noche, las doce y media, todavía no duermo.
7 de marzo, no puedo dormir, porque me recordó y pienso en que
solía trabajar para una anciana, cuidaba de ella,
cuando mi hijo todavía tenía cáncer y no sabía de dónde sacar dinero.
La persuadió que me contratara un préstamo y firmé por ella.
No hice bien.
Es como si fuera un delito, con la diferencia que dio su consentimiento, pero ahora no puedo llevarlo a cabo.
Gasto todo el dinero en el préstamo para reparar lo malo que hice, no me gustaría que ella tenga problemas.
Todo el tiempo pienso sobre mi vida miserable.
Tengo problemas con mi nuera porque no paga la pensión alimenticia para mi nieta.
La odio por lo que hizo.
No sólo que no tiene caso de la chica, de mi nieta de trece años a la que cuido,
sino que también abandonó a los hijos mayores. Aunque todavía son adultos, mayores de edad, necesitan una madre.
Y por eso la odio.
A veces medito si hay Dios.
¿Por qué uno vive en la abundancia y otro no tiene nada y tiene que fatigarse y pensar?
Y estoy triste, estoy sentada aquí y pienso,
fumo un cigarrillo tras otro, estoy muy triste.
No sé que tiene en reserva el futuro.
Hoy es 8 de marzo, domingo.
Todo el tiempo estoy sentada, pienso, estoy triste,
porque me recordó que hoy es el Día de la Mujer.
Todas las mujeres reciben flores, yo no he recibido nada, ni una florecita.
Me dio tristeza, como si fuera olvidada por todos, inútil.
Pero a mí me gustaría disfrutar de la vida, divertirme.
Todo el tiempo tengo ideas negras: ¿por qué tengo que sufrir tanto?
Olvidada, no hay ayuda de ninguna parte.
Me acordé de mi hijo, pienso en él sin cesar,
pienso en como sufría, estoy muy triste.
Estoy aquí sola y medito.
Hoy hace verdadero bochorno, como si hubiera altas presiones fuera, me duele la cabeza un poco.
Estoy totalmente aturdida.
No hay como la juventud, cuando se tiene 16 o 18 años.
Trabajaba en un hospital, allá recibía cada día, tenía flores, agradecimiento de los pacientes.
Y ahora estoy sola.
Una vez cuidaba de los enfermos, ahora estoy sola.
9 de marzo, lunes, las 8 de la tarde.
Volví, busqué un trabajo, no conseguí nada otra vez.
Desde el lunes, como todavía dije, describo lo que pasa en mi vida, no conseguí nada, hoy todo el día he estado terrible, malo.
Viajaba en tranvía, me ocurrió que no consigo nada.
¿Hay Dios o no hay? ¿Ha olvidado de mí? ¿Me pone a prueba?
¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto aguanto?
En la tranvía me invadió la tristeza, volteó a la ventana y lloraba así que nadie lo viera.
Luego me calmé, sentí un alivio, volví a casa, me digo: lo describiré.
No voy a la iglesia, ¿para qué iría allá?
A la iglesia van sólo los carcamales y sólo miran como todos están vestidos, quien es lindo o feo, quien congenia y quien no congenia.
No creo en los curas, porque curas son peores que yo, ¡son santurrones!
¡Los odio! Eso porque he tenido muchas experiencias, he oído tanto de ellos. Lo vi con mis propios ojos, que disparates hacen.
No espero mucho de ellos,
cuando mi hijo tenía el cáncer,
la nuera, ¡cuando mi hijo todavía era vivo!, se soltaba con un cura.
Me fui dos veces a hablar con él. Le canté las cuarenta, no querría causarle disgusto a él.
Le canté las cuarenta, pero, por desgracia, parece que como un cura debería confesar.
¡Desde entonces los odio! No voy a la iglesia, porque no hay por qué.
Si quiero rezar, rezaré en un rincón.
Pero hasta ahora veo que no soy escuchada o quizás no sé rezar, no sé...
Estoy absorta en mi trabajo, me gustaría trabajar a toda máquina.
¡Odio a mi nuera y los curas muchísimo!
Por eso estoy triste:
¡¿cómo él pudo, mi hijo estaba enfermo, y cómo pudo ella?!
Y él supo de todo eso, este santurrón, y no reaccionó, sino daban las vueltas con el coche.
¡Es vergonzoso!
Si quisiera, le haría pasar esa vergüenza, pero no soy vengativa.
Así esta mi día hoy, lunes.
No sé qué pasará por la noche, si voy a dormir o voy a pensar.
Y no sé qué tiene en reserva el día siguiente.
17 de marzo, martes.
Volví de la oficina, me fui a la oficina a ver si hay un trabajo.
Por fortuna, me dieron otra vez a dos horas por tres días.
Es decir, miércoles, jueves y viernes, pero todavía habré trabajado 6 horas,
más estos 6 horas, pues habré 12 y hasta el fin quizás amontonaré más.
Quizás tendré unos 100 PLN [400 MXN].
Pero eso hasta 10 de abril.
Pero hasta este tiempo hay que vivir, pero no tengo nada de dinero, de verdad, no tengo nada.
Pues me preocupo de nuevo, como todos los días, ¿qué hago para poder comprar la comida?
Me pasó una idea estúpida por la mente, una idea perversa.
Me digo, si tuviera la oportunidad de hurtar 10 mil, pagaría todas mis deudas.
El alquiler pagado.
Pero enseguida me pasó por la mente y me recordé que
mi padre siempre me enseño que no se puede mentir y hurtar,
porque el que miente hurta y yo no puedo ni mentir, ni hurtar, nunca en mi vida he hurtado algo.
Sólo esta única vez falsificó la firma de la anciana en mi cargo, cuando contraté el préstamo,
eso fue la única acción de este tipo en mi vida.
Pero tuve mucho miedo, tengo miedo hasta ahora, porque todavía no pagué todo.
No sé qué hacer.
Si al menos hubiera pagado estos dos plazos, estos dos préstamos totalmente,
si al menos tuviera dinero para pagar el alquiler,
es que cada mes estoy atrasada un mes, dormiría en paz, quizás me las arreglaría.
Pero de un día para otro me preocupo y me preocupo sin cesar, no sé qué hacer.
La niña vuelve, tiene hambre, y yo no tengo casi nada, sólo el pan y la mantequilla, ¡¿cuánto tiempo se puede vivir así?!
Me da pena esta situación. Me ocurrió también que
si encontrara un patrocinador, que la mantuviera a mi nieta,
no tendría que dejarla en un orfanato,
es que yo no puedo aguantar más.
Yo como cualquier cosa, a veces nada, pero a ella tengo que dar de comer, por desgracia, y hay la escuela y todo eso.
Envié la demanda al tribunal y espero la revocación de la potestad, como la familia de acogida.
Y me agobia eso también, porque todo el tiempo temo que puedan quitarla.
Me la quitan enseguida.
Pero ¿dónde buscar al patrocinador?
No sé a dónde dirigirme.
No tengo el Internet, no tengo nada, de verdad no sé qué hacer.
Y por eso resolví alejar los malos pensamientos de mí para que no cometa una acción mala.
Es que a veces me extraña
que la gente que tiene de sobra nunca no se ganaron honradamente.
Viernes, 20 de marzo.
Volví del trabajo y tuve otra vez la sorpresa.
Me cortaron la luz.
Ayer cortaron la cablevisión, hoy cortaron la luz.
Ahora no tengo la luz.
Me puse nerviosa, no sé qué pensar, que hacer.
Además nunca he vivido en tanta pobreza como ahora, estaba en pobreza, pero no tanta.
La niña volvió de la escuela y yo no tengo nada para darle de comer.
Quiero hablar con un amigo, pero, primero, nadie atienda y, segundo, no sé...
Quiero pedirle, pero no sé si alguien atienda el teléfono, ¡francamente no tengo!
Mañana es sábado y domingo, no tengo, francamente, no tengo nada de comer.
Ahora voy a vivir sin la luz, sin la televisión, los gitanos viven mejor.
¡No sé qué pensar, que hacer!
Sólo espero el juicio, cuando eso es resuelto, pues, de verdad... no puedo seguir vivir así.
¡Qué no tengo nada de comer, qué vergüenza!
¡Odio todo el mundo, odio a mi misma!
Es que no sé qué hacer, a donde dirigirme, donde buscar.
¡No hay posibilidades, no sé de donde prestar, nadie me ayuda!
¿A qué sirve pensar, a qué?
De verdad, no sé qué hacer, a dónde dirigirme, dónde...
Del viernes al sábado me acosté a las 12, pero a las tres y media me desperté.
Sufro del insomnio,
pienso sin cesar, cavilo y busco, pero no llego a ninguna conclusión.
Me desperté el sábado por la mañana a las 6,
me levanté, volví a pensar, resulta que no tengo nada, es sábado, ¡no tengo completamente nada!
Quizás podría tomar prestado, pero no puedo pedir prestado, porque no tengo dinero para devolverlo.
Si no invento nada, me acostaré, tomaré el soporífico y dormiré, quedaré dormida.
La pobreza como así... nunca, de verdad, la miseria.
Hasta que se termine todo eso, no saldré limpia y me iré y me iré a la zaga
de un mes, de un día para otro.
Me vuelvo loca,
pero no me doy por vencida, me alegro de que tengo 2 horas de trabajo.
Cuando el viernes me cortaron la luz, también pesaba mucho,
pero porque por ciertos motivos tengo que tener la luz, pedí al vecino,
es un vecino bueno, y la vecina, ellos saben que estoy en aprietos y pedí a él que me conectara ilegalmente la luz.
Es que tengo que tener la luz, si quiero describir mi vida tengo que tener la luz.
Pero tengo que tener cuidado de no poner la luz por la tarde, si acaso controlan o algo como así.
No quiero causarle molestia.
No sé qué hacer, y eso se llama el robo de luz.
Pues hice este robo, aunque no tenía alternativa, porque ¿de dónde sacar dinero para la luz?
No basta que me molesta el alguacil, no basta que tengo préstamos, también la luz... cada vez más problemas.
No hay consolación de ninguna parte nunca, sólo los contratiempos, sólo problemas.
Pienso y pienso y no me ocurre nada, ¿qué puedo inventar yo?
¿A dónde se dirige uno de tanos, qué hace?
En la casa no hay nada que podría vender para sostenerme.
Todo que recibo pago, no hay ayuda de ninguna parte.
¿Qué hacer? ¿A dónde dirigirme?
25 de marzo, miércoles, las 11 y media.
Volví del trabajo irritada.
Fui a la casa del hombre en mi cargo, el pobrecito.
No tenía nada de comer, no tenía dinero.
Le pregunté si tuviera algo de comer.
Me dijo que no.
Y porque soy compasiva y tengo la corazón estúpida, volví a casa,
cogí la media hogaza que me quedó y la media pastilla de mantequilla y se los llevé.
Es que no podría dormir, no podría vivir si supiera que alguien sufra hambre,
tanto más un enfermo.
Otra cosa, cuando volví a casa me puse más nerviosa,
porque la chiquillería metió un chicle en la cerradura, o algo así, y no pude abrir la puerta.
Y eso no es un cerradura buena, es una cerradura normal.
Pedí al vecino, por fortuna estaba en su casa y jugueteaba y jugueteaba,
pero tuvo que dañar la cerradura, si no, no habría podido entrar la casa y me puse nerviosa otra vez.
Quiero trabajar y me alegro de que alguien me necesita,
pero cuando veo la pobreza, la pobreza en que vive esta gente enferma, los servicios que desatiendan todo.
Por lo que dicen, le enviaron dinero, pero de algún modo todavía no llegó.
Tengo un montón de las cuentas, tengo que pagarlo todo y no sé qué va a pasar.
Y no creo que se cambie mi carácter,
es que no basta que no tengo nada, no tengo nada en absoluto,
tengo que salvar a otros, pero por desgracia hay que hacerlo,
más bien un pobre ayudará a un pobre que el que tiene basta y sobra, así es.
Pienso todo el tiempo.
Todavía no tengo esfuerzas, todavía no puedo hacer nada.
Y quizás lo haga todo más pronto...
Aparte de ello, miré la foto del hijo,
de repente me invadió la tristeza, la nostalgia, no puedo conformarme con que ya no hay.
Entre más está muerto, lo echo de menos más.
Soy un manojo de nervios, todo me duele.
¿Qué puedo hacer?, soy agotada.
12 de mayo, martes, todo el día he sido nerviosa,
porque tuve 3 personas en mi cargo, perdí 2, ahora tengo sólo una.
¿Y cómo puedo tranquilizarme, cómo puedo dejar de pensar?
Me alegraba que ganaría un poquito y ahora de eso nada.
¿Cómo puedo dejar de pensar si soy maldita?
¡Maldita! ¡Maldita para siempre!
Todos los días.
También, siempre aguzo el oído, espero el corte de la luz, porque todavía no pagué la cuenta.
No puedo salir.
Atrasada en el alquiler, atrasada en la luz, nada de comer, no hay de donde prestar dinero, no hay dinero para devolver.
¡Qué vida tan miserable!
¿Qué vida tengo yo?
12 de junio, las 12, la medianoche.
Sólo me acuesto, tomo las pastillas y voy a tratar de dormir.
Hoy todo el día ha estado tensa.
Ahora es así todos los días, todos, todos.
Me fui, querría sacar un préstamo, me llamaron del banco,
pero no conseguí nada, nadie me prestó, porque nadie tiene.
Además no hay nadie a quien podría pedir.
¿Qué hacer? Sólo pensar, preocuparme.
No quiero seguir pensando y viviendo, cada vez cerca de eso pienso más.
¿Qué puedo hacer yo, pobrecita? Tomar pastillas y dormir.
Mañana es sábado, pensar de nuevo, preocuparme, siempre el estrés, me acuesto,
tomo pastillas y me acuesto.
Lunes, 29 de junio.
Fui al trabajo, bebí sólo un poco de agua con miel, tengo tos, algo me... no sé.
Tengo carraspera, tosía tanto que casi sentía náuseas.
Ayer, o sea hoy, las sentí.
El lunes me propuso el patrón, del señor del que cuido que tuvo un derrame.
Él está atrasado en el alquiler,
vino su patrona y me propuso si, es que ella tuvo una demanda a los servicios sociales, que fuera,
el estrés me causó la tos y me mata que me hace saltar lágrimas,
y él va, va al asilo, porque necesita cuidado 24 horas,
los servicios sociales no se lo pagarán, sólo unas horas.
Y recibió la decisión que está en la lista. Y que la patrona dijo que veía que era una persona honesta,
(perdón)
y me propuso que alquilara el piso, naturalmente, yo acepté la proposición,
pero pregunté por los condiciones. Ella dijo que hay 2 habitaciones y la cocina y está más cerca del centro de la ciudad,
pero, me saltan las lágrimas, que él es atrasado en el alquiler, en este momento me enseñó la lista, desde cuando no pagó el alquiler.
Es, ahorita, es 2009 pues no paga desde 1, 2, desde el enero, es que, desde el enero no paga el alquiler.
Y su alquiler más la recogida de basura es 617 PLN [2500 MXN], no sería mal. Pero hay un problema,
ella quiere que pague por el enero, febrero, marzo, abril, mayo, que pague el alquiler al menos 5 meses de lo atrasado.
Y después que pague regularmente, pero no sé, no sé que responderle, no estaba preparada para eso.
Por supuesto que busco un piso ahora...
(Me lo causa la tos)
Busco un piso porque tengo el vencimiento hasta el fin del julio, pero le dijo que le daría la respuesta luego,
es que no tengo tanto dinero para pagar los meses de lo atrasado. Sería desde enero hasta junio, sería un medio año.
Pero ella, que pagara al menos 4-5 meses de lo atrasado. Sería la pena si perdiera tal ocasión, es un piso lindo,
necesita un poco de reparación, pero dijo que accederían con el alquiler, pero tendría que hacer la reparación a costa mía.
Pero no tengo dinero ni para uno ni para otro, ni para la reparación.
No hay otro remedio, pero eso es lo que me propuso,
es que de verdad es un piso lindo, vendría bien porque la nieta tendría su propio lugar para hacer sus deberes.
(No aguanto más, me pica la garganta, es del estrés)
Aparte de eso me puse nerviosa porque recibí la pensión y no fue suficiente, demasiado poco y me faltó.
¿Qué hacer?
(Perdón)
Domingo, 2 de agosto
Hasta la mediodía fui al cementerio y acabo de volver, son las 7 y 10.
Me quedé allá un ratito aunque hacía calor grande,
pero encontré un sitio sombreado y hablé con el hijo y el esposo.
Lloré, conté toda mi situación, mi infortunio,
que me había pasado, todo lo difícil que no sé cómo superar.
Lloré mucho, me saqué un peso de encima, me siento un poco mejor.
Pero antes de que me fuera al cementerio, me habló Don Mariusz,
el patrón, me preguntó si busco un piso, le dije que si,
y él me dijo que tiene una amiga, una notaria en la calle Przemyslowa, en el barrio que se llama Wilda,
le dijo todo y ella tiene un piso, desde el septiembre, por 900 PLN [3600 MXN].
Le dije: Don Mariusz, yo no puedo pagar tanto,
Él dijo: lo sé, Señora Rydlewska, Usted no es capaz de pagarlo, porque no tendría dinero para otras cosas,
es que hay que añadir las cuentas por la luz y el gas.
Le dije: ¡eso es!
Pensé que si se preocupa tanto por mí, por qué encontré sólo eso.
Yo no lo aceptaré bajo ninguna circunstancia, no soy capaz de pagarlo todo.
Sólo querría deshacerse de mí, pues tendré que irme, pase lo que pase.
Pero es demasiado.
Me dije, a lo más ingresaré la nieta donde es necesario si no encuentro nada barato.
Y yo estaré cada día en un lugar diferente, yo sola siempre encontré un lugar para dormirme, lavarme y todo eso,
pero dos personas a la vez no me las arreglaré.
Eso ha sido mi domingo.
10 de agosto, lunes.
Fui al trabajo, me levanté a las 4 de la mañana, luego no pude dormir más.
Estuve sentada hasta las 7, me fui al trabajo.
Pienso cada vez más en este piso, se acerca este momento.
Cada vez más me pongo nerviosa.
No puedo abstenerme.
Tengo miedo de la mudanza, tengo miedo del patrón, no sé cómo voy a hablar con él.
El estrés me hace temblar todo el cuerpo.
Estoy tan desesperada que...
Sábado, fui al trabajo, pero sólo a la casa de una señora, es que los sábados también la visito,
le pongo el corsé, le preparo el desayuno, todo que necesita.
Volví a la casa, limpié,
me habló la patrona que me prometió el piso, me dijo que quisiera hablar conmigo.
De Pawel, el hombre en mi cargo y sobre el piso que quiere alquilarme.
Me dio una alegría y tuve ganas de cantar una canción antigua,
es muy graciosa la canción.
Andzia está en el jardín, hasta las rodillas en el agua,
Está, está y mira y mira,
espera a su Jasio.
Los soldados se lavaban y a Andzia gritaban
"Ven acá, Andzia, ven sola, ven sola,
al granero al heno."
"¿Y qué haría allá?
Mamá me molería a palos."
"Dile a tu mamá a tu mamá que
fuiste a confesarte."
Mamá se alegrará que su hija no peca,
y su hija pecaba pecaba, toda la noche se divertía.
Se divertía hasta la madrugada,
entretenía al soldado.
No querría a un civil, no querría, porque a un soldado amaba.
No querría a un civil, no querría, porque a un soldado amaba.
La canción me animó, me acordé de la juventud.
Y hay que seguir viviendo.
7 de septiembre, lunes.
Un día como otro, fui al trabajo.
Luego fui a concertar una cita con un médico, no sé...
Debido a los nervios, el estrés, algo ha pasó con mis piernas.
No sé si tengo un nervio estropeado, porque no son las mismas piernas que antes.
Pienso que es causado por los nervios.
Concerté una cita con un médico y voy mañana a consultar el médico, vamos a ver que diga.
Como si no fueron mis piernas, como si tuviera la gelatina en las rodillas.
Tengo miedo que puede ser algo grave,
es que tengo que seguir trabajar, tengo que criar la nieta lo más largo posible,
para que se estudie y llegue a ser una chica honesta.
Eso es mi sueño y, ante todo, la salud.
Los resultados de mis reconocimientos son muy buenos.
Pero no sé qué pasa con las piernas, quizás los venas son obstruidas.
Nunca he tenido los várices, no sé...
De nuevo soy un manojo de nervios, pero trato de dejar de pensar de todo eso, pero no es fácil.
Aunque no quiero pensar, pero los pensamientos se hacen invitar,
porque a la vejez me gustaría ser sano y vivir tranquilamente, descansar,
pero por desgracia no lo tengo,
todo el tiempo tengo el problema con el piso,
y se empezó el año escolar y todo el tiempo hay cosas.
Supuesto todo es gratis, supuesto enseñan gratis,
pero sablean todo el tiempo.
No basta que he comprado tantos libros, se necesita los cuadernos y el utillaje,
y también unos libros adicionales.
Publicaron tantos libros, hay tantos autores diferentes y luego les obligan a los niños a comprarlo todo, ¡hipocresía!, ¡mentira!
En mis tiempos nos enseñaron la historia, había el comunismo, luego resultó que nos enseñaron cosas falsas,
que eso fue incorrecto.
¿Para qué nos lo enseñaron?
Ahora solo hay la hipocresía en el mundo.
Por eso no voy a la iglesia, no creo en ningún cura, en nada.
Por eso no le dejo a mi nieta ir a las clases de religión, porque he tenido muchas experiencias malas.
Jueves, 1 de octubre.
Como siempre me fui al trabajo y cuidé a los pacientes en mi cargo.
Volví a la casa, bebí té, preparé el desayuno.
Luego tuve la cita con el médico.
Me dijo que tenga que seguir haciendo ejercicios, me hizo una receta,
pero no voy comprar la medicina, porque es muy cara, es útil, pero muy cara.
Cuesta 200 PLN [800 MXN].
No puedo comprar una medicina tan cara.
Tengo una medicina barata, pero no es nada...
Me dio un libro sobre párkinson.
Me horrorizó lo que me espere en el futuro,
Si tuviera dinero para esta medicina y la tomara un vez cada mes,
habría la posibilidad de detener la enfermedad, pero no tengo dinero para eso.
Luego a las 2 me visitó el patrón, hablé con él, al fin tuve que dejarle entrar.
No fue la conversación agradable.
Estoy desesperada.
8 de octubre, jueves.
Un día como otro, me fui al trabajo.
Tuve la cita con la señora de los servicios sociales sobre el señor Pawel.
Es acordado que el 28 de octubre lo ingresan en el asilo, lo llevan ahora.
Pues no tendré Pawel, no tendré las horas.
No sé si la administradora asigne una o dos horas, no tengo ni idea.
Me duele que no tendré el sueldo, volveré a tener sólo 150 PLN [600 MXN].
No me alegré mucho tiempo.
Pero me alegro que al menos tendré donde vivir.
Sólo cavilo de donde tener dinero para el transporte y para carbón, porque allá hay estufes.
Nuevos problemas todo el tiempo, me faltan palabras.
Sólo me alegro que tendré donde cobijarme.
El invierno está muy cerca, y él me acosa, es inhumano, quedo con el domingo.
Llega el domingo o el sábado, me dijo que me hablara.
Y tengo que encontrar dos o tres cartones para empacar las cosas del señor Pawel.
Así me pasa el día otra vez.
Y vuelvo a pensar de donde tener dinero para el transporte, no me las arreglaré yo solo, no lo llevaré a hombros.
Es todo.
Hoy es 13, jueves, he estado en el trabajo, he vuelto del trabajo.
Me digo que no debería pensar en el patrón y el piso.
quizás todo se arregle bien, espero y pienso todo el tiempo,
recuerdo como solía ser la gente,
como solían ser los jóvenes.
No solían ser tan desenfrenados, desaseados como son ahora, son cochinos.
No tienen ni respeto ni honor, no tienen nada.
No saben tratar bien a las mujeres...
Cuanto se iba de fiestas antes, un joven era muy cortés, se acercaba a una chica,
agachaba, sacaba a bailar, acompañaba a la chica.
No como ahora, las discotecas, las discotecas en las que no se necesita una pareja.
Se baila en la oscuridad, todos se dan golpes,
¿Qué bailes hay ahora?
Lo antiguo se puede rememorar, todo era hermoso, ¡tan elegante!
Recordé cuando conocí a mí esposo.
Nos citamos.
Nos fuimos, no era un parque, fuimos al aire libre.
Hacía buen tiempo, hablábamos.
Quedamos una vez más,
cuando volví a la casa canté una canción,
tales canciones eran en moda, eran populares estas canciones.
Voy a cantar una ahora,
mi voz no es tan bueno como antes, pero me gustaría cantar cuando me enamoré.
La canción es así:
Una casita blanca permanece en mi memoria
y en esta casita blanca, ah nos imaginemos a nosotros...
No sé, ah no sé que me pasó,
que me enamoré.
Hay tantos muchachos en el mundo y yo sueño contigo.
No temes, todo da vueltas,
yo sé sólo que me enamoré...
Pues por desgracia... Me alegraba muchísimo de eso, estaba como unas Pascuas, pero por desgracia...
Tenía tantos años, me sentaba alegre.
Una vez la canté a mi esposo.
1 de noviembre, domingo.
Me fui al cementerio, porque luego hay embotellamientos, se tarda mucho.
Me fui más temprano, después deshice los cartones de la mudanza.
El desorden enorme, nunca he tenido Todos los Santos como así.
Visité el hijo, visité el esposo.
Hablé con ellos, todo el día.
He llorado todo el día.
Me invadió la tristeza que estoy en esta situación.
Acomodé a la niña en la casa de una amiga por unos días, porque no tendría donde dormir este desarreglo.
No, no son condiciones para vivir.
Voy a buscar en un periódico, voy a hacer algo,
estoy extenuada, además tengo miedo de que no podré pagarlo todo, todo es muy caro, el carbón y todo.
Y así he pasado el domingo, 1 de noviembre.
12 de noviembre, jueves,
un día después de la fiesta nacional.
El día empezó como de ordinario.
Últimamente no voy al trabajo.
No voy a tener un trabajo. Lamento decir que surgieron unos problemas con mi nieta,
los servicios sociales se meten conmigo por el piso.
Me dijeron que las condiciones son malas, no sé qué hacer.
No aguanto más.
13 de noviembre, vino la de los servicios sociales y registró la dirección nueva,
donde va a la escuela y miró el piso.
Preguntó si tenemos el agua caliente, y otras cosas, miró y dijo que tenía que hablar con su jefa,
es que en la familia de acogida la niña tiene que tener las condiciones buenas, el agua caliente,
Y yo no sé qué hacer.
Espero por una persona que iba a aconsejarme que hacer y... no sé.
Sábado, 5 de diciembre.
Me levanté, limpié un poquito, fui a la tienda para comprar el pan y la mantequilla.
Cuando volví, cambié de ropa y empecé a reparar la habitación.
Ya terminé una pared.
La pulí, o como se dice, con el yeso la alisé.
Pues ya terminé una pared.
Tengo prisa, quiero terminar todo hasta el fin del año, pero el techo va a ser lo más difícil.
Pero me las arreglaré de alguna manera, subirá la escalera y usaré un palo y lo haré de alguna manera,
me apremia el tiempo.
Así me pasó el día, el sábado.
14 de diciembre, lunes.
No sé qué pasa hoy conmigo.
Desde la mañana no puedo retener las lágrimas, lloro todo el tiempo.
Lloro por todo, por el desarreglo.
Tengo hambre, frio, no tengo nada, literalmente nada, nadie me visita.
Ayer sola, hoy sola.
Por la mañana lavé la ventana.
Querría pintar, pero estaba mareada, no puedo retener las lágrimas.
Miro todo este desorden
y cuando llegue la Navidad, ¿qué la daré a esta niña de comer?
No sé qué haré.
Y esta bruja dejó de trabajar y ahora no recibiré la pensión alimenticia.
Todo me cae siempre encima.
Tengo que rogar a todos que me ayuden.
Y no hay a quien rogar.
Me gustaría mucho ser feliz a la vejez.
Ser feliz un poquito.
Si alguien está sano está bien, pero ahora sé cómo es estar enfermo.
Estoy totalmente sola, abandonada por todos.
Así lo ha querido la suerte.
16 de diciembre, miércoles.
Otra vez me desperté ya a las 4 de la mañana.
No pude conciliarme el sueño, toda la noche soñé con todos los gastos, los problemas.
Me gustaría trabajar un poquito más pero no puedo,
hago ejercicios, pero en vez de sentirme mejor, no me siento mejor.
Hoy es miércoles.
Hablé con el vecino,
me prestará 200 PLN [800 MXN] y terminaré el suelo y la habitación,
y poco a poco voy a alojarme.
Voy a tener un piso pequeño y modesto pero limpio.
No puedo dormir por las noches,
me acuesto tarde, a las 12, y me despierto por las noches y muy temprano.
Ya no sé qué hacer.
No aguanto más,
¡no aguanto!
Buenos días.
Hoy es jueves, 25 de marzo.
Me levanté por la mañana, me vestí, estoy enferma de párkinson.
No puedo moverme libremente.
Soy inmovilizada en la butaca.
Me muevo muy despacio, me visto muy despacio, ando muy despacio.
Tengo 70 años, sueño con tener una casita,
alquilar algo en la planta baja, porque tengo la silla, un caminador, uso un caminador.
Sin eso podría por la mañana... no sólo por la mañana, en general, cuando hiciera calor,
ir de paso en alguna parte.
Me alegraría si pudiera tomar el fresco.
Siento una pesadumbre, no puedo conformarme con que
trabajaba toda mi vida y ahora soy inmovilizada en la silla de ruedas.
Dependo de otros, eso me molesta.
Porque la vida es bella.
Ahora son las 8 y voy a estar entada todo el día.
Acabaré por ahora, voy a desayunar y tomar pastillas.
Hoy es miércoles, 31 de marzo.
Como siempre, empiezo mi día con levantarme,
tomar las pastillas, después estoy sentada y pienso,
me visto despacio y pienso como pasar todo el día,
pero ¿cómo puedo pasarlo?
Normalmente, como siempre.
Sola, la nieta está en la escuela.
Estaré sentada un ratito,
descifraré un crucigrama.
Hoy he estado pasable,
he podido llegar a la ventana sin ayuda ninguna,
miré por la ventana,
y decidí decir algo hoy.
13 de abril, martes.
El segundo día seguido me desperté por la noche y no puedo dormir.
Me despierto a las 2 y media y no puedo conciliar el sueño hasta la madrugada, al menos las 6, las 6 y media, no duermo.
Luego tengo sueño y me gustaría echar un sueño,
pero a pesar de todo, voy de acá pa allá y no puedo,
y al fin me pongo nerviosa y me levanto.
Me levanto, bebo el agua,
es siempre la tengo preparada,
y... ¿qué?
No hago nada más, espero.
Hoy puse la televisión porque a las 10 pasaron Kaczynska,
la esposa del presidente Kaczynski
y me dijo que lo miraría.
Es muy conmovedor,
aunque no sabía a esta gente en persona.
Es que nunca he votado y no la conozco.
Pero a pesar de todo fue la gente que vivía y de repente no son vivos.
Eso puede pasar con todos.
Una sorpresa como así.
Es que la gente es como una burbuja en el agua.
A el que tiene dinero le atienden mejor los médicos.
Y le tratan de otra manera,
el que no tiene dinero muchas veces no puede comprar las medicinas.
Eso es la suerte que tengo.
Miré, pasé el tiempo así,
espero por la nieta.
Dicen que era una mujer muy buena,
honesta, ayudaba a otros, se preocupaba por los niños y siempre querría ayudar.
Era muy bondadosa, sólo pensaba en otros, eso es lo que me gusta.
Era sí misma, a pesar de todo, a pesar de que era la esposa del presidente, era sí misma.
A mi no me gusta la gente mentirosa.
No me gusta la gente con la megalomanía.
Me gusta la gente sencilla y veraz.
Cuando vuelva la nieta prepararemos la comida.
Todavía no he recibido la pensión alimenticia.
Es difícil seguir adelante, son 3 meses que no la recibo.
Pa mí, es mucho.
Pienso en eso todo el tiempo,
si seguiré adelante, si tendré suerte y podré alquilar un piso en la planta baja.
Me lo gustaría mucho.
Me gustaría eso por un par de años,
nunca se sabe cuánto se va a vivir,
pero lo que me gustaría más es que mi nieta tenga un lugar donde cobijarse.
Nunca se sabe.
Pasó un día.
- ¡Arriba, sí, arriba!
- Es escrito allá...
- en la mitad, es escrito...
- "mini" algo...
- Ya, ¿lo pulso?
- Eso...
- ¡Sí!
- Sí, se aleja, ¡vale!
- Ajá.
- Ajá, bien, te la doy la cámara,
- tómala, abuela, chequéala si puedes verlo todo bien.
- Sí, bien, bien.
¡Vale!
- Ajá, ¿dices que ya puedes ver?
- Sí, bien, gracias, hasta luego.
- ¿Pues ves?
- Sí, veo.
Domingo, 25 de abril.
Desde la mañana, estoy muy nerviosa.
Si alguien viene, se queda un ratito y se va,
Y yo sólo miro por la ventana, luego estoy sola todo el tiempo.
Ya no busco un piso, porque no tengo dinero por el alquiler.
Lloro todo el domingo.
Estoy sola y pienso todo el tiempo, me muevo cada vez peor.
No puedo pensar todo el domingo.
Querría hablar del paseo.
Me ponen nerviosa hablando del hospital todo el tiempo.
Es que no tendrían que cuidar de mí.
¡Qué vejez tan miserable!
Me gustaría que alguien me visite,
al menos me gustaría vivir en la planta baja, me sentiría mejor.
Pero no puedo encontrar nada, no se sabe si alguien va a aceptar una enferma.
Estoy sentada en esta butaca desde las 6, así es mi vida.
No sé si se va a mejorar mi vida,
a la vejez al menos.
Vino, preparó la comida rápido y se fue.
Y a nadie le importa que estoy acá sola un medio año en esta casa.
Un día tras otro.
Sólo sueño con que se me mejore,
sueño con encontrar un piso.
Pero hay posibilidades, no tengo esperanzas.
Era ten energética...
¿Qué hemos de hacer?, tengo que quedarme sola hasta la tarde.
7 de junio, lunes.
Como siempre, me levanté por la mañana,
Lucynka me ayudó, me hizo café,
y luego lo mismo todo el tiempo.
Todo el día estoy sentada en la butaca, inmovilizada.
Pero no puedo, tendría que tener un fisioterapeuta.
Estoy toda revuelta,
no sé qué hacer.
Discutimos si me van a llevar.
Ya he mencionado que no querría irme,
pero ahora no sé totalmente que hacer.
Son...
las 7 y 20,
pero yo estoy sentada en esta butaca hasta la tarde y espero a alguien
que me lave y acueste y así todos los días.
Me duelen mucho los músculos.
Lucynka me ayuda muchísimo cuando vuelve de la escuela, enseguida empieza a preparar la comida.
Me ayuda muchísimo.
Si no tuviera ella, no sé qué haría.
Y así hasta la tarde.
Y así es mi vida a la vejez.
Hasta luego.
Protagonizado por: Mieczyslawa Rydlewska
Director: Exilentia Exiff
Sonido y montaje: Natalia Dawidowska
Jefe de producción: Roman Nowak
Producción: Abnormals Foundation
Traducción: Tomasz Superczynski