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- Vamos ahora a hablar de otro niño y fíjense, un niño también sin escolarizar, ¿eh? pero
un caso muy distinto. Resulta que sufre autismo y su madre quiere que estudie en un colegio
normal, no en un colegio especial. Silvia Gonzá*** está con esta madre para explicarnos
los detalles de esta historia que no deja de sorprendernos porque son muchos años ya
sin escolarizar... Cuatro. Silvia. - Así es, ¿qué tal? Buenos días, Susana. Pues
estamos con Azucena. Azucena es la mamá de Daniel, un niño de diez años que sufre autismo.
Cuando tenía cinco años lo escolarizaron en un colegio público de Palencia, pero tan
sólo dos meses después la Consejería de Educación les dijo que el niño no podía
continuar sus estudios en ese colegio y que tenía que hacerlo en un centro de educación
especial. Entonces sus padres se negaron y desde entonces han pasado cuatro años. El
niño está sin escolarizar. La Consejería de Educación les ha denunciado por abandono.
Ellos han iniciado una batalla legal, que de momento no ha sido favorable a ellos, pero
ahora el Tribunal Constitucional ha admitido un recurso de amparo. Azucena, buenos días.
- Hola, buenos días. - ¿Por qué vosotros insistís en la necesidad de que Daniel acuda
a un colegio ordinario? - Porque es su derecho, y tiene derecho a estar incluido en la sociedad,
y con la edad que tiene tiene que estar con los... con sus iguales, con los niños. - ¿Y
un colegio público, un colegio ordinario, está adaptado para las necesidades que en
este caso tiene Daniel por su autismo? - Tiene que estar adaptado porque lo dice la Convención,
que los colegios tienen que estar adaptados para este tipo de niños con diversidad funcional.
- Vosotros os habéis arriesgado a todo. - Sí. - Hay una denuncia de la Consejería que dice
que lo habéis abandonado, pero vosotros insistís. Tú has... Tú y en este caso tu marido se
ha hecho cargo de la educación. ¿Cómo lo hacéis?, ¿cómo es el día a día de Daniel?
- Pues nos levantamos por la mañana, desayunamos, y pues... nos vamos a su cuarto, porque lo
tengo preparado, tengo metodología yo ahí, adaptada por mí, y pues hacemos... pues cositas
él y yo, poco a poco. Estamos con el iPad, que le gusta mucho. Y así... es nuestro día
a día. - ¿Y creéis que...? - Y vamos al parque y... Lo típico de un niño, lo típico
de un niño. - ¿Y creéis que en un centro de educación especial el niño no tendría
mejor atendidas las necesidades que tiene? - Un centro de educación especial no es un
colegio y los niños tienen derecho a estar en el colegio, en un colegio inclusivo, y
estar con sus iguales. - Porque vosotros sobre todo lo que demandáis es eso, que el niño
reciba una educación en un entorno... - En igualdad. - En igualdad. - Eso es, en igualdad
con sus... con los demás, que es con los que tiene que estar, no segregado a... en
un centro. - Silvia, con tu permiso, le queríamos preguntar a Azucena qué grado de autismo
tiene su hijo, Azucena, porque es verdad que cuando hablamos de autismo hay muchos grados
y es difícil saber hasta qué punto... bueno, pues es un niño que puede relacionarse con
los demás y que es plenamente consciente de si está en un colegio normal o en un colegio
especial. Cuéntenos. - Te he oído muy bajito. - No, le preguntaba por el grado de autismo
de su hijo, Azucena. - No, pues es... Tiene autismo. No... El grado, pues no... Es cariño...
Si me preguntas cómo puede ser, pues sí, mi hijo es muy cariñoso y se relaciona y
tiene derecho a estar y... Es que todos los niños tienen que estar, de hecho, en un colegio,
todos. -- Pero, Azucena, la pregunta... la pregunta de Susana... la pregunta... - Y los
padres tenemos derecho a decidir. - La pregunta de Susana es si su hijo, con todo el respeto
del mundo, es capaz de diferenciar el centro en el que estaría estudiando, ya fuera especial
o fuera ordinario. - A ver... Si a mi hijo, por ejemplo, le meten en un... en un centro,
pues estaría en el centro; y, si le meten en un colegio, pues estaría en el colegio.
Es igual que si meten a otro niño normal, donde le metan es donde va a estar. - Pero,
Azucena... - Pero es que todos los niños... - Pero es que, si la Junta de Castilla y León
insiste en que su hijo estaría mejor en un centro especial, y sin tener más datos, porque
no somos médicos; el único médico que hay aquí es el doctor Fuertes... No sé, digo
yo que no lo hacen de mala fe, que será porque ellos consideran que... que es así. - Pues
yo pienso que sí que lo hacen de mala fe. - ¿Por qué? - Tienen que ponerle los apo...
Porque tienen que ponerle los apoyos en el colegio al niño. - O sea, que usted cree...
- Y, además, tengo derecho yo a decidir. - O sea, que usted cree... - Dime. - Que es
por un tema económico, que no quieren ponerle esos apoyos porque eso cuesta dinero y que
por eso le envían a un centro especial. - Sí, sí, sí. - Mucho ojo, que a favor de Azucena
está que el Tribunal Constitucional ha admitido a trámite su petición. - Sí, sí. - Otra
cosa será que se pronuncie o no a favor, ¿eh?, pero ha aceptado la petición de estos
padres... - Recurso de amparo. - ...como vulneración de un derecho constitucional. - Hombre, y
es que usted ha sido denunciada por abandono familiar, porque el niño tiene que estar
escolarizado. - Sí, a cuenta de no llevarle al centro de educación especial, sí. Porque
yo no me quito que mi hijo esté en un colegio ordinario con apoyos. - Mire, señora, me
permite una... Mire, yo soy médico y soy psiquiatra, además; médico psiquiatra. O
sea... ¿Usted se da cuenta...? ¿Es consciente del daño que le puede originar a su hijo
al evitar que esté ya inmerso en un sistema de educación? ¿Usted cree que va a sustituir
con ese cariño, que usted sin lugar a dudas tiene, lo que necesita ese muchacho? - Sí.
- ¿Usted está segura de ello? - Es que yo no le he quitado a mi hijo de estar en el
colegio. - ¿Cómo que no, si usted...? - Han sido ellos, no yo. - No, pero no... Esto parece
una... - Han sido ellos, no yo. Yo le tenía escolarizado, me le han echado ellos a mí.
Yo no le he sacado del colegio a mi hijo. - Pero señora... Vamos a ver... Le han dicho
que su hijo estará mucho mejor atendido y mucho mejor educado en un centro especial,
y usted se empeña en no aceptar una realidad. - Eso es lo que piensan ellos. - Pero bueno,
ellos son las personas que tienen una formación, y una información, y unos conocimientos.
No lo hacen de una manera arbitraria. Supongo que la Administración, y conozco un poquito
cómo funciona la Junta de Castilla y León, no actúa porque sí. - Sí. - Usted está
diciendo: mire, yo me... - Sí actúa porque sí. En mi caso sí que actúa porque sí,
porque en un mes me le sacaron del colegio. - ¿Porque le tienen a usted manía, entonces?
- El niño tenía cinco años y no le pusieron ningún apoyo, y estamos hablando de tercero
de infantil. - ¿Pero no será más adecuado...? - No le pusieron ningún apoyo. - Vamos a
ver... - Y podía haber repetido hasta tercero de infantil... - Pero señora... - Y no le
hicieron nada. - Usted pretende... - Se le quitaron de encima. - Vamos a ver. Usted pretende
decir que su hijo es una persona normal y no lo es. Entienda eso. Tiene una serie de
carencias. - ¿Eh? - Su hijo no es una persona normal. Tiene unas carencias, tiene unas limitaciones,
tiene una forma de entender la vida diferente, y le podemos hacer mucho daño si está en
un sitio con otros niños que van a llevar una vida... - Azucena, no... no se lo tome...,
que veo que reacciona Azucena. - No, no, por supuesto. Se lo digo con todo el respeto.
- Es que me está diciendo que mi hijo no es normal. - No, que no, que no. Está fuera
de la norma. - ¿Cómo quieren que me lo tome? - Está fuera de la norma, señora. Su hijo
tiene... Su hijo está fuera de la norma. Y, por tanto, necesita un tratamiento especial.
Y necesita estar en un colegio especial. - Azucena, no pretende ofenderle ni mucho menos el doctor
Fuertes. Por favor, no se lo tome a mal. - Para nada, para nada. Con todo el respeto... - Usted
es un segregador para mí, ¿sabe? - Bueno, pues ya está, pues vale... - Tengo una duda...
- Usted es un segregador, ¿eh? - Pues muy bien... - Insisto que nos consta que el señor
Fuertes, el doctor Fuertes, no le ha dicho nada ofensivo. O sea... O no era su intención,
seguro. - Vamos, que no... Me ha dicho que, como mi hijo no es normal... - Claro. Mire
usted, y se lo repito, además, claramente. Su hijo tiene una alteración en el sistema
nervioso central que, por desgracia, le hace diferente a otras personas, y eso se llama
estar fuera de la norma, le guste... - ¿Y por eso tiene que estar segregado en otra
sociedad, según usted? - No, no, no, señora. No es segregado. - ¿No es estar segregado?
- No, señora. Es estar en un colegio especial, donde va a tener profesores especiales...
- Segregado. Les segregan por discapacidad a los niños, les segregan por discapacidad
a los niños. - Según esa cualidad... - Les segregan por discapacidad. No les quieren
poner apoyos en los colegios. - No, no. - Sí, señor. No hacen caso a los padres. - Azucena,
Azucena, Albert está de su lado. - Doctor Fuertes... Doctor Fuertes, ¿un síndrome
de Down ha de estudiar fuera de un aula normal? - Dependerá del nivel. Dependerá del nivel,
dependerá del grado y dependerá de la adaptación que tenga ese síndrome de Down al medio,
pero estamos hablando de dos cosas muy distintas. Una cosa es un síndrome de Down y otra cosa
es un autismo, ¿eh?, que es una enfermedad mental muy complicada, de la que todavía
no conocemos las bases fiables. - Usted no conoce a mi hijo para decir lo complicado
que tiene... que está mi hijo, ¿eh? Tenga cuidado con lo que está diciendo. No le conoce,
¿eh? - Tengo una duda, Azucena, tengo una duda. - No, no, no, usted no conoce a mi hijo
para decir lo que está diciendo. Cuidado, ¿eh? - Vamos a calmar... - Estoy hablando
en general, señora. De lo que es el autismo en general, no de su hijo. - Pero a ver...
No, no, ni en general. Aquí se habla del autismo muy a la ligera. - Pero usted me está
llamando a mí "segregador", señora, y tampoco me conoce. Me ha llamado usted "segregador".
- Vamos a calmarnos, vamos a calmarnos... Azucena... - Dime, Susana. - ... yo entiendo
su batalla judicial y sé por dónde va y es verdad, doctor, y lo tengo que decir a
favor de Azucena, que muchas veces por comodidad tendemos a segregar y a los niños... Ya no
hablo del hijo de Azucena, sino a los niños en general... - Muchas gracias, Susana. - les
viene bien relacionarse con síndrome de Down, relacionarse con la diferencia, ¿eh?, porque
algo diferente sí que es, Azucena, pero en eso ganamos todos... - Totalmente de acuerdo,
Susana. - porque el mundo es así, porque es complejo y nos enseña a ser más tolerantes.
- Pero una cosa es que terapéuticamente les venga bien socializarse y otra cosa es que
les impongamos un sistema ordinario donde esté con otros niños que van a llevar un
nivel normal de desarrollo y que van a ser terriblemente crueles con él. - Claro, es
que... Éste es un problema gravísimo. - Déjeme que le pregunte a Azucena... - Vaya... Ahora
la culpa la tienen los niños. Siempre ponen a los niños por delante. - Señora, usted
tiene un trastorno de personalidad, caramba. - Los crueles son los adultos, cuidado, ¿eh?,
porque a mí los niños, cuando el niño ha estado en el colegio, le trataban muy bien.
Han sido los adultos los que le han maltratado a mi hijo. - Azucena, ¿tu hijo era feliz
en el colegio, no tenía ningún problema con los compañeros de clase?. - Con los niños,
no. - Vale. - Es que, Azucena, yo creo que aquí hablamos de dos conceptos. Estoy de
acuerdo con Susana -hay que estar de acuerdo- que terapéuticamente es buenísimo para los
niños formarse en lo diferente, pero mi pregunta es la formación de su hijo. ¿Era compatible
esa bondad terapéutica con que su hijo fuera formándose de la forma correcta? Ésa es
la duda que yo tengo. No sé si el colegio ordinario -vamos a llamarlo así- era lo indicado
para su hijo. Lo desconozco, ¿eh? - Los niños con diversidad funcional tienen derecho a
estar en un colegio inclusivo, con sus apoyos. Es que es así. Además, lo dice la Convención,
que tienen derecho. - Es que mira, de verdad... Es que Pablo Pineda... - Y tienen derecho
a tener... Exactamente, Pablo Pineda. - ...se ha sacado dos carreras universitarias, es
profesor, acaba de publicar un libro, hablad con él, tiene síndrome de Down y cada vez
que le preguntas a Pablo "¿Lo más duro?" - Muchas gracias, ¿eh? - Dice: Lo más duro
ha sido los adultos, los profesores, los directores y algún psiquiatra... - Es que es así. Es
que es así. Un beso para Pablo. -... que decía "Yo aquí no puedo estar porque soy
distinto". De verdad, el mundo va por otro camino. - Azucena, respire, que yo sé que
para usted es complicada esta batalla. - Es que... Es que... Vamos, ¿eh? - Ya... - Yo
entiendo su indignación, pero no ha habido mala intención. - En todo este tiempo, Azucena,
no le hemos preguntado... - Está hablando... Llamar a un niño que no es normal, a una
madre... - Créanos. - Ese psiquiatra que piense un poco, que se supone que piensa mucho.
- Vamos a ver, le voy a presentar mis disculpas por decir eso, pero lo repito y lo ratifico:
desde el punto de vista médico, su hijo lamentablemente se aparta de la normalidad, le guste o no
entenderlo y aceptarlo. - Claro, por eso ustedes apartan a los niños estos, porque para ustedes
no son normales. - No, señora, nosotros no apartamos a nadie. - Porque son ustedes los
que firman para que estos niños se larguen de los colegios y de todas partes. Y les segregan
a centros, a centros de día, les segregan a centros de educación especial. Para que
no se les vea. - Bueno, pues... Azucena... Yo creo que con... - Porque son ustedes los
que firman eso. A eso se agarran los de la Consejería: a los psiquiatras y a los psicopedagogos.
- No vamos a entrar a discutir con una madre. Yo... Por respeto, Azucena, entiendo su batalla
y lo que sí le digo es que vamos a estar muy interesados en saber a lo que conduce.
- Un poquito de educación inclusiva, que sí que viene, ¿eh?, en los libros de psicología
y de psiquiatría. - Azucena... Gracias y suerte. Un abrazo desde aquí.