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Después de la peor inundación
en casi un siglo, Pakistán sigue sufriendo.
Se han vuelto a pronosticar
intensas lluvias e inundaciones.
«Es evidente que este desastre
es uno de las más difíciles
que cualquier país haya hecho frente en los últimos años».
Esta mañana, John Holmes,
Secretario General Adjunto de
Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia,
comunicó a los Estados Miembros que se necesitan 460 millones de dólares
para atender las necesidades humanitarias urgentes
del pueblo pakistaní.
«Se calcula que la población afectada
asciende a más de 14 millones,
casi una décima parte de la población de Pakistán,
con al menos 6 millones de personas en necesidad de
ayuda humanitaria inmediata.
Al menos 1.200 personas han perdido la vida.
Las inundaciones han devastado ciudades y aldeas,
derribado sistemas de tendido eléctrico y comunicaciones,
arrastrado puentes y carreteras,
y han afectado gravemente a edificios y casas.
Más de una semana después de las inundaciones,
grandes áreas del país siguen
sin energía eléctrica, agua potable o comunicaciones».
El dinero complementará los esfuerzos del Gobierno paquistaní
para proporcionar alimentos,
agua potable,
tiendas de campaña y suministros médicos.