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Así que soy la chica con el plan.
Por lo que yo recuerdo, siempre he sido así.
Cuando se trata de mi carrera, la vida, cual sea la situación
como mínimo, tengo que saber
quién, qué, dónde, cuándo, por qué, ahora qué, qué sigue, qué pasa si.
(Risas)
Aunque sé que es casi imposible
saber lo que pasa a mi alrededor en todo momento,
todavía decido ser consciente.
Y le doy crédito a mi formación como miembro de la fuerza aérea y de seguridad
por aumentar mi vigilancia.
Por ejemplo, me siento cerca de salidas,
y al minuto de entrar a un establecimiento,
Tengo un plan de escape.
Uno nunca sabe en estos días.
Ahora, dicho esto,
si algo tiene que suceder fuera de nuestro control,
me puedes seguir una de siete maneras.
Es tu elección.
(Risas)
En la primavera de 2010, estaba en el norte de Texas
llevando a cabo mis planes para convertirme en médico de la fuerza aérea.
Decidí estudiar en la ciudad, en un café
dentro de una librería local
a la que entró Ross Muehlberger con una escopeta calibre 12,
y no, no le vi venir.
Se acercó a mi mesa de estudio,
cerca de la salida y declaró:
"¡Oye negra, es el cumpleaños de Hitler".
Antes incluso de que pudiera responder o procesar su declaración,
abrió fuego y todo el infierno se desató.
Recuerdo correr y tropezar con mesas y sillas,
personas, e incluso con mis propios pies.
Estaba desesperada.
No fue hasta que un disparo rozó el lado izquierdo de mi cara,
que me di cuenta que no estaba reaccionando según mi plan,
o mi entrenamiento.
Verán, él estaba allí por mí, por nosotros,
No iba a salir viva.
Y es entonces cuando inicié un plan
que esperaba que nunca tendría que implementar.
El plan era
que si alguna vez me encontraba en una situación
donde fuera incapaz de defenderme,
pasaría por muerta.
Así que cogí mi rostro y caí al suelo.
Y allí me quedé
mis brazos y piernas tendidas en todas las direcciones,
sin respirar, ni parpadear, totalmente inmóvil,
sin vida, lista para ser pisoteada,
y olvidada.
Recuerdo que pensé:
así que esto es lo que sucede en un tiroteo masivo.
Así es como voy a morir.
Y en medio del caos,
Hice todo bien, según mi plan,
Pero él me disparó, otra vez.
Y aunque el dolor era más allá de lo que imaginé,
o que he vivido, me quedé quieta,
a pesar de la explosión, me centré en la ejecución de mi plan.
El tirador se fue y se llevó la vida de un hombre joven,
en última instancia, antes de tomar la suya.
Pero estando allí sin vida, no lloré, ni supliqué ni imploré,
Porque por todo lo que él sabía, por todo lo que cualquiera sabía,
yo estaba muerta.
Mi recuperación comenzó esa noche mentalmente.
Fue en aquel café donde decidí,
que iba a devolver lo que descubrí esa noche.
Me convertiría en médico de la fuerza aérea.
Mis heridas eran extensas,
Pero los consideré como desviación menor de mi plan.
La explosión fue a quemarropa,
rompiendo la tibia y rótula de mi pierna derecha,
y enviando perdigones a través de dos de mis extremidades inferiores.
Mis cirujanos fueron honestos,
No podré caminar en meses, y nunca volveré a correr
y mi carrera en la fuerza aérea estaba cuestionada
Pero a pesar de que los "no puedo" eran interminables,
Nunca permití que mi mente y mi cuerpo lo aceptaran.
Verán, cuando uno se ha dado por vencido,
el otro siempre está ahí para recogerlo.
Mi familia y la fuerza aérea,
Nunca me permitieron perder la esperanza.
Verán, empecé a andar dos meses antes de lo previsto por el médico
Ahora, si le preguntas a mi mamá,
es simplemente la testarudez
Pero para mí, fue la determinación
y una patada que me dio mi hermano en el trasero.
Me diagnosticaron trastorno por estrés postraumático
y tuve que ir a terapia regular y terapia de compras,
que puede ser bastante caro, créanme.
(Risas)
Sí, pero lo más importante,
Acepté lo que me pasó esa noche,
y elegí perdonar.
E insté a la familia de mi atacante
que supieran que no les culpo
por las acciones de un ser querido suyo aquella noche.
Ahora la resilencia es un estado de ánimo,
y es una habilidad que tengo que trabajar todos los días de mi vida.
No puedo cambiar lo que pasó esa noche,
Pero yo estoy al mando de mi reacción.
Sí, estoy sufriendo todos los días de mi vida.
pero estoy viva.
Y si quieres saber, estoy segura que quieres saber,
¿Estoy enfadada? Estoy muy enfadada.
Pero sólo porque ese joven no recibió la ayuda que necesitaba.
Soy una sobreviviente, no hay ninguna razón para sentirme victimizada.
Y no, no puedo correr un maratón,
pero puedo hacer caminatas por la sociedad de leucemia y linfoma
en apoyo a mi madre,
cuyo cancer está en remisión.
(Aplausos)
Por último, pero no menos importante,
después de cinco operaciones y una rehabilitación dolorosa,
Volví a entrenar un año después, en 2011.
Y me presento ante ustedes, no sólo como una sobreviviente,
pero también como orgullosa médico de la fuerza aérea.
(Aplausos)
Gracias.
(Aplausos)
Sigo siendo la chica con el plan.
Dando golpes,
tomando las cosas día a día.
Tenía todas la razones para darme por vencida,
desde ese café a este foro hoy aquí y más allá,
He seguido recuperándome,
perseverar y, de aquí a 10 años,
habrá muchos más eventos positivos y significativos
para remarcar lo que me trajo aquí hoy.
Oprah Winfrey dijo una vez:
"Aquellos que sobreviven en la vida lo hacen a golpe de martillo,
(golpeando el puño) un día por día".
Uno hace lo que tiene que hacer para superar el hoy,
y eso te pone en el mejor lugar para el mañana.
Y esa es la verdad que vivo, hoy.
Gracias.
(Aplausos)