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Bienvenidos a Historia Viva.
Un programa que nos acerca
a los hitos de la historia del mundo contemporáneo desde la UNED.
Hoy hablaremos del Portugal de Salazar.
Nadie supuso, cuando Oliveira Salazar
es llamado en 1928 para formar Gobierno, como Ministro de Finanzas,
el giro histórico que se iba a producir en Portugal,
y cómo en poco tiempo se iba a crear una nueva estructura institucional,
el Estado Novo, que sería la base de un poder muy personalizado,
muy dilatado en el tiempo y, además, peculiar,
tanto, que hablamos del Portugal de Salazar.
Son muchas las cuestiones que se plantean
para llegar a comprender quién era Salazar
y qué ocurrió en Portugal y en sus Colonias,
hasta el colapso en el que desapareció
el Estado Novo que él había creado.
Nuestros invitados nos van a ayudar a acercarnos
a un periodo de la historia reciente importante,
y no sólo para nuestro país vecino, por su proyección estratégica,
y también, por su alcance como metrópoli.
Nos acompañan, Hipólito de la Torre Gómez,
catedrático de Historia Contemporánea en la UNED,
y las profesoras de Historia Contemporánea,
Marisol Gómez de las Heras, Rosa Pardo Sanz,
y nos acompaña el profesor titular de Historia Contemporánea
de la Universidad CEU San Pablo, Juan Carlos Jiménez Redondo.
-Bienvenidos a los cuatro. -Muchas gracias.
-Como digo, es importante conocer la personalidad de Salazar,
y quizá podamos empezar por saber
¿quién y cómo era Antonio de Oliveira Salazar?,
sus orígenes, su formación,
y también, esa personalidad que le ayudo a estar 40 años en el poder.
Profesor De la Torre.
-Oliveira Salazar es un muchacho que nace en el seno de una familia
que no es pobre, pero que es modesta,
su padre administraba fincas rústicas.
Era el menor de cinco hermanos, tenía cuatro hermanas más,
estudio en el Seminario de Viseu,
que era una forma de promoción social entonces,
y durante mucho tiempo, en Portugal y en todas partes,
en zonas deprimidas y pobres.
No llego a tomar las ordenes mayores, sí las menores.
Pasó después a la Universidad de Coimbra,
hizo una carrera brillante, y llego enseguida a doctorarse
y a ser catedrático en la Facultad de Derecho.
Esta es la figura de Salazar, Salazar es un provinciano,
esa es una clave que nos explica, un poco, su personalidad.
Otra de las claves es que Salazar
vivió intensamente un periodo turbulento de la historia portuguesa,
como es aquel que enfrenta a la República,
establecida en el año 10 con todas las fuerzas tradicionales,
movilizadas, por un momento en torno a la Monarquía,
pero, en general, todas las fuerzas conservadoras,
tradicionales, contrarrevolucionarias.
Estas luchas las vivió de forma muy intensa,
y por tanto, le dejaron marca.
Yo diría que Salazar es un conservador,
más, es un contrarrevolucionario,
en el sentido más estricto del término,
está contra la revolución,
contra los dos ciclos revolucionarios que le tocan vivir,
el ciclo revolucionario liberal, que es el del 19,
y el ciclo revolucionario socialista, que es el del 20.
En ese sentido, es una imagen clara del espíritu contrarrevolucionario.
Y hay un último dato que yo quería aportar,
para fijar un poco la personalidad de Salazar.
Sí, es conservador, está contra las revoluciones,
es contrarrevolucionario, pero es católico.
Y esto, ¿qué quiere decir?
Quiere decir que a Salazar, como a todo católico
que sigue la doctrina pontificia desde finales de siglo,
lo que le interesa es conquistar a la sociedad,
colonizar a la sociedad, los valores de la sociedad.
La política es accesoria, y por tanto, es posibilista,
y por tanto, pragmático, desde el punto de vista político,
desde el punto de vista de las formas del Estado,
de las formas de gobierno.
Lo que interesa es que esas formas de gobierno amparen una reconquista
por los valores tradicionales y católicos de la sociedad.
-Profesor Jiménez, hemos dicho que en 1928,
había estado previamente, muy poco tiempo, en un gobierno,
pero en el año 1928,
es llamado como Ministro de Finanzas, para formar un gobierno.
A partir de ahí es importante lo que se hace,
porque se crea lo que se llama "el milagro económico".
El milagro económico en Portugal ¿en qué consistió?
-Básicamente, en una política bastante clásica.
Es una política de ajuste fiscal muy importante.
El gran problema de Portugal, a principios del siglo XX,
habían sido los grandes desequilibrios macroeconómicos,
fundamentalmente un déficit permanente de la Hacienda Pública.
Lo que hace Salazar es cortar los gastos del Estado.
Y además, introduce dos elementos novedosos,
dos elementos que están muy en los años 20.
Uno es, el proceso de sustitución de importaciones,
su idea es que la soberanía del país
corre riesgos si depende del exterior,
y por lo tanto, hay que producir en el interior,
y si eso supone consumir poco, la población tiene que consumir poco.
Y en segundo lugar, la estabilización de la economía,
que es uno de los elementos fundamentales.
¿Por qué?.
Porque es uno de los elementos centrales
de las teorías corporativas organicistas
del catolicismo de principios de los años 30.
Y ese es el elemento central, pero con una salvedad,
no son las corporaciones las que van a generar la sociedad,
es el Estado el que va a amparar las corporaciones,
por lo tanto, es un estatismo fuerte,
es un estatismo duro, que le hace bandearse
en esas corrientes ideológicas estatalistas
de principios de los años 20, por eso es un corporativista,
incluso hay quienes dicen que es un fascista,
en realidad lo que es, es un estatista.
-Podemos decir entonces que este "milagro económico", entre comillas,
¿es lo que le consolida en el poder verdaderamente?
-Indudablemente,
porque es lo que le da una legitimidad de hecho.
Uno de los grandes elementos centrales del Salazarismo,
es un proyecto político y social.
Pero básicamente, es la reorganización del Estado
y la reestructuración de la sociedad sobre una base orgánica.
Y eso sólo se puede conseguir,
y Salazar es perfectamente consciente de eso,
en una economía mínimamente saneada
que le permita romper las dependencias del exterior.
Y eso es lo que hace.
-Podemos hablar de esta estructura institucional que él creo.
Quizá es correcto pensar que el Acto Colonial,
la Unión Nacional, que es el partido que crea,
la Constitución política,
esta organización corporativa de la que nos hablaba el profesor Jiménez,
¿son los que crean esa estructura institucional
que sería y es el Estado Novo?.
-Sí, efectivamente, pero déjeme que le añada otra cosa más
a lo que ha dicho con toda la razón mi colega.
Salazar entiende, desde el primer momento,
que el problema no sólo es económico,
es un problema político, es un problema de poder.
Y lo primero que hace, cuando acepta la cartera,
en el discurso de toma de posesión, es muy célebre cuando dice:
"Sé muy bien lo que quiero y adónde voy",
y exige que todas las cuentas del Estado,
todos los gastos del Estado pasen por este superministro de Hacienda,
es decir, él se da perfectamente cuenta
que el problema de Portugal no es sólo el de la Hacienda,
es un problema mucho más radical,
problema del poder, problema político.
El problema de la Hacienda, naturalmente,
se resuelve a partir de un problema político,
y genera recursos para acentuar ese poder político.
Y en cuanto a lo que usted preguntaba antes, desde luego sí.
Son los grandes diplomas,
son los grandes textos fundacionales del Estado Novo,
que tienen la inspiración de Salazar,
porque Salazar está en contra de los poderes de hecho.
Él es un hombre de derecho y, por tanto,
la tendencia a constitucionalizar las cosas es evidente,
la nueva situación tiene que tener una estructura institucional,
otra cosa es que esa estructura podía haberse interpretado,
podía haberse realizado políticamente
de una forma más acorde
con los principios representativos y democráticos,
y él la pervirtió, porque por encima de esa estructura,
asentó un poder personalizado cada vez más.
-Ahí podríamos entrar a hablar de la Constitución del año 1933.
Es una Constitución curiosa,
porque hay una asamblea con representación política,
y también, está la bicefalia del poder,
hay un Primer Ministro, y también, hay un Presidente.
Ahí parece que es una Constitución de cierto corte liberal,
pero la realidad y en la práctica ¿qué es lo que ocurre?
-En el fondo, la Constitución del 33,
podía haber sido una Constitución semi-liberal.
El problema es la interpretación y, sobre todo, es la práctica política.
Salazar era un hombre de derecho,
y él tenía la idea de que solamente se podía gobernar
a través de una cierta objetivación del Estado.
Pero era falso, porque en el fondo lo que hizo esa bicefalia de poder,
era acumular poder en el cargo del Primer Ministro.
Sin embargo, crea un sistema muy extraño,
porque permite que haya un Jefe de la República
con capacidad para dimitir al Primer Ministro, que era él.
Esto lo soluciona en el año 58.
Por eso en las elecciones del 58,
él habla de la posibilidad de un golpe de Estado constitucional,
era la parte real del poder.
Y a partir del 58 la cosa cambia, pero hasta el año 58,
esa bicefalia del poder es real, se hacen elecciones,
es una Dictadura extraña, porque se hacen elecciones.
¿Eran limpias?. No.
Estamos ante una extraordinaria forma política,
pero vaciada de contenido.
-Yo supongo que él empieza, primero, a aglutinar fuerzas,
pero cuando se dan cuenta los distintos movimientos de oposición,
que hay un poder muy centralizado ya en el Primer Ministro,
supongo que él temería esa insurrección posible
y a sus opositores.
-Vamos a ver, es importante añadir a lo que ha dicho Juan Carlos,
el hecho de que el partido lo controla él.
Y el partido, sólo la Unión Nacional,
puede presentar su lista a las elecciones.
Que está pervertido,
no sólo por que hay policía política y hay censura,
sino, además, porque el partido está controlado
por el Presidente del Consejo de Ministros,
que es Jefe de la Unión Nacional,
y es el único partido, ejerce la representación en monopolio.
Y por otra parte,
el Jefe del Estado, es designado por el partido,
que a su vez, está controlado por Salazar.
Lo que está pervertido, desde el principio, es el sistema.
-Yo le preguntaba por la oposición.
Entonces, ¿la oposición desaparece?.
-La oposición atraviesa distintos momentos.
En los años 30 y, sobre todo, hasta mediados de los años 30,
hasta la Guerra Civil Española, hasta el año 36,
hay una oposición que se llama "reviradista",
porque intenta dar un cambio rápido mediante un golpe militar,
mediante una especie de acción cívico-militar de fuerza.
Y estos intentos,
apoyados en gran parte por la República Española desde el año 31,
fracasaron todos ellos.
La Guerra Civil le dio ocasión a Salazar de afirmar su poder
y de estrangular lo que podía quedar de oposición.
-Efectivamente, llega la Guerra Civil de España,
y yo supongo que, Salazar y el Salazarismo,
tendrían miedo de lo que podría ocurrir.
¿Cuál es la postura de Salazar ante la Guerra Civil?.
Profesora De las Heras.
-La postura política de Salazar ante la Guerra Civil Española,
evidentemente, es de un apoyo clarísimo al bando nacionalista.
Voy a poner dos puntos clave
en los que a Salazar le preocupaba, especialmente,
la ayuda a la causa nacional.
En primer lugar, quiero decir para explicar esto,
que aunque el gobierno de Salazar
no muestra un apoyo claro a los nacionalistas
hasta que rompe con el gobierno de Madrid,
la ayuda al bando sublevado es de mucho antes,
y cuando digo mucho antes,
digo, meses antes de que estalle el Alzamiento.
No en pocas ocasiones, precisamente por este motivo,
los historiadores nos hemos formulado la pregunta
de si realmente hubo colaboración al otro lado de la frontera española,
para la formación y la estructura de ese Alzamiento Nacional.
Bien, lo que desde luego es cierto es, en primer lugar,
que si el país vecino hubiera sido hostil,
la situación hubiera sido mucho más embarazosa para los sublevados,
y que dispusieron de todo el territorio portugués
para que las grandes personalidades que allí visitaban
y los conspiradores, pudieran actuar a sus anchas.
El segundo punto que yo quiero matizar aquí,
es la ayuda internacional, el apoyo diplomático y político,
que Salazar va a dar a los nacionalistas.
En primer lugar, la única atadura que tenía Salazar en estos momentos,
para aplicar su política exterior,
y por lo tanto, esa ayuda a los nacionales, es Inglaterra.
Tienen una atadura tan secular como su amistad.
Ya en marzo del año 36, Monteiro, el ministro portugués,
está comenzando a hacer sus primeras escaramuzas
ante el gobierno británico, para ver qué va a hacer
en caso de que estalle esa Guerra Civil y esa sublevación.
En junio del año 36, pregunta directamente que,
¿qué va a hacer el gobierno inglés
en caso de que estalle la insurrección española?
El hecho es que, cuando le están presionando
para que entre a formar parte de ese Comité de No Intervención,
la política de Salazar es de dar largas,
para que se afiancen los dos bandos.
-Efectivamente, vamos a ese conflicto que estalla,
hablamos de la Segunda Guerra Mundial,
y aquí también, Salazar,
se mantiene en esa posición difícil, de equilibrio, de neutralidad.
Es curioso, porque él mantiene las embajadas en Alemania, en Italia,
de alguna manera, parece que apoya al Eje,
pero por otro lado, esa amistad con Gran Bretaña
y también sabe cuál es su posición con Estados Unidos,
hasta deja las Azores para tener allí sus bases aéreas.
Por lo tanto,
¿cuál es, en realidad, la actitud que tiene?
y además, no solamente durante la guerra,
sino, ¿qué le va a suponer eso después?,
que yo supongo que eso, sería luego un apoyo de facto
de los aliados que ganaron la guerra.
-Efectivamente, en primer lugar,
yo creo que Salazar tiene en cuenta el recuerdo de lo que fue
la participación de Portugal en la Primera Guerra Mundial,
que fue un verdadero desastre para Portugal,
por lo tanto, claramente la neutralidad es la posición
que está más a favor de los intereses nacionales
de Portugal en ese momento.
Si no, se arriesga a perder Colonias,
o se arriesga a ser absorbido por una España germanizada.
Eso para comenzar, después hay que tener en cuenta también,
que en un primer momento la guerra es muy favorable a Alemania,
y que la posibilidad de una victoria del Eje no se puede descartar,
por lo tanto, lo que va a hacer Salazar es mantenerse
en una posición de lo que se ha llamado "neutralidad geométrica",
es decir, no romper su tradicional alianza con Gran Bretaña,
no participar en el bloqueo económico al Eje,
de tal manera que se pueda mantener una relación fluida con Alemania,
pero, al mismo tiempo, intentar,
que España no entre en la Segunda Guerra Mundial,
que toda esta relación del Tratado de Amistad firmado en el 39,
que se consolide en el año 40 y, después,
se va a mantener en el año 42, con el bloqueo ibérico.
Por lo tanto, juega ese doble papel, por una parte comercia con el Eje,
está vendiendo wolframio y materiales estratégicos,
está haciendo el favor a Inglaterra de sujetar al General Franco.
Todo eso funciona así hasta que la guerra gira,
la suerte de la guerra gira,
se produce el desembarco ya en el norte de África,
y a partir de ese momento,
Salazar puede retomar tranquilamente
su tradicional alianza con Gran Bretaña.
No tan cómodamente, porque sigue la presión aliada
para que Salazar deje de vender wolframio,
pero es un comercio que para las finanzas portuguesas es muy positivo,
por lo tanto, Salazar se resiste a cortar el comercio de wolframio.
Y los grandes favores son las Azores,
permitir, primero a Gran Bretaña en el año 43,
después a Estados Unidos, la utilización de las Azores,
que es un elemento estratégico clave,
para lo que es la proyección de tropas,
de suministros, de escala, en el esfuerzo bélico europeo.
-Supongo, que ese permiso, ese otorgamiento de las Azores,
luego le sirve para recabar apoyos cuando acabará la guerra
y cuando acabó, y a partir del año 45 también,
se sentiría en ese sentido internacional, más tranquilo.
-Claramente sí, es decir,
por una parte, Salazar no tiene el pecado original del Franquismo,
que es el origen del régimen, con la ayuda italo-alemana,
no ha participado tan claramente a favor del Eje durante la guerra
y puede vender lo que ha sido esa última ayuda a los aliados,
con el tema de las Azores.
La verdad es que, en ese sentido,
la posición de Salazar es mucho más cómoda.
En teoría podría no haberlo sido, dado que las dos superpotencias,
que son Estados Unidos y la Unión Soviética,
tienen regímenes políticos antagónicos y son anticolonialistas,
por lo tanto, en teoría, la posición podría no haber sido tan cómoda,
pero, en el fondo, a las grandes potencias occidentales,
no les interesa desestabilizar una Dictadura,
que se ve como una Dictadura mucho más moderada que la de Franco,
sin esa conexión fascista,
una Dictadura estable,
que tiene otra imagen desde el punto de vista internacional,
y, sobre todo, que puede aportar lo que supone las Azores
para los planes militares norteamericanos,
que ya se consideran, en el año 46,
como una de las 20 bases claves para la defensa occidental.
-Y, profesor De la Torre, ¿qué ocurre a partir del año 45?,
después de unas elecciones
en las que Salazar parece que va a tener algunos problemas?
-Sí, después del año 45, lo que ocurre básicamente,
y eso es lo más importante, lo que ha dicho Rosa,
es decir, que las potencias occidentales
respetan el Régimen de Salazar por todas esas razones,
sobre todo, por la existencia de las Azores, pero no sólo por eso.
Pero dentro del respaldo internacional,
hay que recordar una cosa,
en el año 44, ante la resistencia de Salazar
a cortar relaciones económicas con Alemania, el tema del wolframio,
los propios ingleses pensaron la posibilidad de quitarle de en medio.
Cuando vieron que el tema está resuelto,
el Régimen de Salazar sale airoso
y respaldado por los amigos atlánticos.
Entonces, el problema lo tendrá dentro,
porque la oposición cree que ha llegado el momento
de cambiar el Régimen.
La oposición se equivocó,
porque el Régimen lo que hizo fue un maquillaje,
así como el que nos han hecho antes de entrar aquí,
un maquillaje para aparentar cierta democratización y nada más.
La oposición concurrió a las elecciones,
no había posibilidades de ganarlas por que, además,
las limitaciones que impuso el Régimen
a la campaña electoral eran muchas,
y en vísperas de las urnas, se retiró,
comenzando así a practicar ese retraimiento sistemático,
aprovechar la campaña para luego no ir a las urnas,
porque no había condiciones.
De modo que entre los años 45 y 47,
o si se quiere redondear más, hasta el 49,
hubo momentos más delicados para el Régimen portugués
por la presión interna,
elecciones del 45 y elecciones presidenciales del 49,
y porque el propio Régimen estaba tocado y estaba dividido,
entre gentes más duras y otras gentes muy críticas,
aunque muy fieles al Estado Novo, como era el profesor Marcelo Caetano,
que estaban deseando que cambiara.
De modo que la debilidad interna del Régimen en esos momentos
y la presión de la oposición le puso en ciertos apuros,
pero ciertos apuros nada más,
que superó rotundamente a partir del 49,
año en que ingresa como miembro fundador en la Alianza Atlántica.
-¿Puedo hacer una puntualización?
-Por supuesto.
-Hay una cuestión, y es que en el año 45
él no se sienta en la Conferencia de San Francisco,
y en el 47 él no admite el primer ejercicio del Plan Marshall.
Y no lo acepta y, luego, la crisis económica interna de Portugal,
es cuando, el segundo ejercicio del Plan Marshall,
dice que vale, que sí, es decir, yo creo que de alguna manera,
no acepta el cambio que se produce después de la Guerra Mundial.
-Digamos que Salazar no es pro-norteamericano, de entrada,
todo lo contrario, es decir,
los prejuicios anti-norteamericanos de Salazar,
que tienen que ver con una concepción eurocentrista
y con el temor a las aspiraciones de Estados Unidos
con respecto a Europa, con respecto a África incluso,
es la misma imagen que tiene Carrero al principio.
En ese sentido, la relación con Estados Unidos no es fácil,
porque el propio Salazar se niega a conceder derechos sobre las Azores
durante los primeros años.
-De hecho, Estados Unidos, utilizan la amistad con Londres,
diciendo que, por amistad, que cedan las Azores,
y Estados Unidos dice: "O me las ceden, o las invado",
lo cual no debió de sentar demasiado bien a Portugal.
-Es, desde luego, un periodo un poco convulso,
pero tenemos que dar un salto,
porque todavía nos quedan años de gobierno de Salazar,
y en este salto nos vamos al año 1958
y a lo que ocurrió después, porque ahí hay un periodo,
que nos ha nombrado el profesor Jiménez, un periodo ya muy convulso,
porque entran también las Colonias.
No hemos hablado de este aspecto importante,
Portugal no sólo es la metrópoli, es la metrópoli y las Colonias.
En los años 60 ya, prácticamente,
todos los países estaban dejando sus Colonias
o viendo a ver, cuál era la mejor salida para dejarlas.
Sin embargo, Salazar era un hombre totalmente colonialista
¿qué ocurre después de estas elecciones del 58?,
y, también, ¿qué papel tienen las Colonias?
Profesor Jiménez.
-Yo, si me permites retrotraerme 15 segundos,
solamente 15 segundos, por una razón.
Es muy importante la imagen exterior de Portugal
y cómo el resto del mundo ve específicamente a Salazar.
Lo ven como un profesor,
que evidentemente es una Dictadura, pero es una Dictadura casi bondadosa.
Y, sobre todo, los británicos, ven una Dictadura,
casi necesaria para un país atrasado y pobre como Portugal,
y eso es muy importante,
porque luego va a reflejarse en todo el ámbito de los años 60,
sobre todo, cómo a partir de los acontecimientos
como el trasatlántico Santa María,
el apresamiento del buque Santa María.
De pronto parece que esa imagen
casi idílica del Salazarismo cambia radicalmente,
y el mundo empieza a percibir que, el Salazarismo,
es una Dictadura dura, represiva y fuerte.
Y entonces,
ese aislamiento internacional en el que vivía, desaparece,
y ¿por qué desaparece?.
Por las elecciones del 58,
que abre un periodo de incertidumbre
y de crisis interna, extraordinariamente importante.
Es muy coincidente con la crisis que vive el Franquismo,
y la solución de las dos crisis
va a abrir las alternativas que ambos regímenes viven en los años 60,
mientras que el Franquismo vive una crisis
y llega el ámbito de la apertura,
el Salazarismo se enroca, entre otras cosas por que Salazar,
no es que sea pro-norteamericano o no,
Estados Unidos le parece una cosa demencial,
es una democracia liberal y, encima, casi popular,
es una cosa horrible para él.
Su elemento democrático, si es que admira la democracia,
es la democracia elitista británica, ese es su ámbito.
¿Y qué pasa?
Que se suceden enormes crisis internas
que están a punto de desligitimizar el Salazarismo, es decir,
el enfrentamiento de las elecciones del 58,
están a punto de acabar con Salazar.
¿Y cómo lo recupera, cómo se recompone el Salazarismo?
En gran medida, por la apelación nacional a la crisis colonial.
-Sin embargo, esa misma crisis colonial,
ya no nos quedan demasiados minutos,
es la que le van a llevar al final del Estado Novo,
porque ahí empieza una guerra colonial, una guerra importante,
y lo que primero es unión,
luego se convierte en una verdadera oposición.
-Pero al principio lo consigue, es decir, su gran apuesta,
aparte de que Portugal es estructuralmente colonialista
y considera que la metrópoli está indisolublemente unida al Imperio,
también es un elemento político.
Salazar sabe que su régimen se basa en el ámbito imperial,
y eso le lleva a que la disolución del Imperio,
supondría la desaparición de la Dictadura.
-Por supuesto, ahí están países como Angola, Mozambique, Guinea,
que empiezan a moverse también por dentro,
en contra de la metrópoli.
Y así llega el año 68,
año en el que Salazar tiene un accidente doméstico,
que le retira de la política de una manera casi fulminante,
aunque él se resiste.
Sin embargo, el Estado Novo pervive.
¿Cómo? Profesor de la Torre.
-El Estado Novo pervive en la figura del profesor Marcelo Caetano,
que sustituye a Salazar como Presidente del Consejo de Ministros,
y Marcelo Caetano intenta una operación muy difícil,
que es la operación de una reforma,
que tiene unos límites obligatoriamente,
porque los límites vienen marcados, no sólo por razones internas,
sino también, por el respeto necesario que exige el Régimen
al patrimonio colonial.
De modo que ese es un nudo gordiano imposible de cortar,
porque una democratización seria,
generaría automáticamente una puesta en cuestión del Imperio,
y un abandono del Imperio, generaría, naturalmente,
la caída del Régimen y una democratización seria.
De modo que, al final, ese nudo gordiano,
lo cortan los militares en el golpe del 25 de abril.
-Efectivamente, porque ya llega, primero, el año 73,
en el que ya no hay ningún apoyo político
y verdaderamente el Estado Novo está en quiebra.
Y ahí llega la Revolución de los Claveles,
pero exactamente ¿qué es la Revolución de los Claveles?,
porque desde nuestro país, desde España,
lo percibimos como una revolución pacífica, casi floreada,
y sin ningún tipo de tensión,
sin embargo, las tensiones las hubo, y vaya que las hubo.
-Hasta el extremo de poder hablar
de un verdadero mito de la revolución,
se crea toda una mítica y una mística de la revolución,
en el sentido de que parecía que se iba a cambiar el sistema
y que se iba a convertir y a conseguir la ansiada revolución,
no sólo acabar con la Dictadura,
sino, crear un régimen,
que no se sabe muy bien qué era, porque había distintas opciones,
pero en todo caso un régimen anticapitalista y antiliberal,
y eso estuvo a punto de conseguirse y,
básicamente, una parte importante del movimiento
en las fuerzas armadas y en el partido comunista,
estuvieron a punto de lograr que la revolución,
fuera una revolución socio-económica en el sentido pleno.
Pero también es verdad que la propia Revolución de los Claveles
fue la forma en la que Portugal transitó finalmente a la democracia.
-Muchísimas gracias a los cuatro, por haber compartido este espacio
y habernos hablado y acercado a este periodo histórico importante,
el Portugal de Salazar. Gracias.
-Gracias.