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El propósito del Servicio Internacional de Búsquedas era buscar a personas
desaparecidas,
familias separadas durante la guerra
A lo largo de los años se ha dedicado a esclarecer el destino de personas desaparecidas
y en años recientes
cuando se han abierto los archivos para investigaciones
investigación histórica,
educación... es ahora un centro de documentación.
El SIB recibe solicitudes de familias, historiadores
todos los días, por miles.
Hoy en día se pide mayormente el esclarecimiento del destino de personas,
la vista de documentos que describen el sufrimiento de los seres queridos.
Una historia conmovedora fue la de
un hombre de 70 años
quien de niño estuvo en un campamento de trásito en Bergen-Belsen,
hijo de madre alemana
y un prisionero de guerra belga, y fue llevado por otra mujer
que lo llevó a Nueva Zelanda
y vivió allí toda su vida, sintiendo
que esa no era su verdadera madre
muchos años después se puso a investigar y encontró
documentos del SIB acerca de él, que le ayudaron
a esclarecer su suerte y su verdadera identidad.
Estaba conmocionado; la impresión que había tenido
toda su vida de que su madre no era su madre
de no saber realmente quién era él...
halló todas las respuestas a sus dudas en esta etapa de su vida,
a los 70 años.
Finalmente pudo saber quién era
que tenía otro nombre y que era otra persona.
Yo diría que el SIB ha tenido y tiene un impacto para millones de
personas que han conseguido información,
que pudieron encontrar familiares, aun hoy,
sobre esa parte
de la historia.