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STAR WARS
HILOS DEL DESTINO
94 años tras la batalla de Endor y la muerte del Emperador Palpatine, la
República ha recobrado su poder. La Orden Jedi ha restablecido
la libertad y la justicia, y continúa instruyendo nuevos Caballeros Jedi en Yavin IV.
Pero la galaxia está lejos de ser un lugar seguro. El antiguo IMPERIO SKENVI
está ahora libre del control imperial y se ha expandido dramáticamente.
Oficiales y soldados del derrotado Imperio se han unido a los Skenvi,
y proliferan en su sistema.
Sólo la Nueva República impide a los Skenvi controlar
por completo la galaxia, y las dos potencias combaten incesantemente.
El Emperador Jiles ha reclamado a su embajador más influyente, LORD SIEGE,
quien se dirige al principal mundo Skenvi, Zarra...
Lord Siege,
-el Emperor espera vuestra llegada al palacio. -Ya lo sé, Mayor.
¿Cuáles son sus deseos?
Nave de guerra republicana aproximándose.
Lord Siege ha entrado en el centro de mando imperial.
Destructor de guerra imperial perdido.
¿Nuestra siguiente adquisición, Majestad?
Soy consciente de que esta reunión se asocia al esfuerzo bélico en vuestra mente, Siege,
pero no os he llamado aquí por eso.
Confío en que veáis las cosas a través de diferentes perspectivas
en una situación tan crucial como ésta.
- La guerra puede ganarse por muchos medios. - ¿Como la diplomacia?
Eso dicen. Sin duda percibís lo obvio en una distracción así,
aunque no he compartido ninguna información aún con vos.
- ¿Asumo que habéis oído hablar del planeta Coreign? - Naturalmente, Señor.
Es un planeta gobernado por un monarca apreciado. Coreign siempre ha alabado la paz
y la democracia, pero la fortaleza está claramente fuera de su... vocabulario común.
He oído rumores de que la República va a negociar con ellos un tratado de anexión.
¿Y estabais pensando en adelantaros a ellos?
¿Entiendo que el mineral es lo que generó el repentino interés por este planeta concreto?
Ese mineral es regenerativo, único en su clase. La República cree que obtener el mineral
es lo que inclinará la balanza a su favor.
Y, siendo tan inocentes, sin duda mandarán
representantes Jedi que cautiven al rey y la reina para que firmen el tratado con ellos.
- ¿Jedi? - Por supuesto.
Yo no tengo la ventaja de poder mandar gente tan encantadora a sus brazos,
pero desde luego tengo la capacidad de mandar un guerrero bajo bandera blanca.
Me gustaría que fuerais e insistieseis en la cuestión por nosotros.
- Me estoy cansando de las evasivas del rey Juster. - ¿Cuándo debo partir?
Inmediatamente. No queremos que nada nos impida conseguir esta meta.
Muy bien, Majestad. Marcharé ahora mismo.
Lo siento.
Sé que te estuve sermoneando bastante, Raven. Pero pese a tus errores,
te desenvolviste bastante bien.
- Has probado que puedes arreglártelas en un combate de cazas. - Gracias, Maestro Soran.
Si sigues así, no pasará mucho tiempo
hasta que estés listo para las Pruebas.
Raven...
Raven...
Tu futuro está junto a mí.
Tu futuro está junto a mí.
Raven, ¿estás bien? Pareces algo aturdido.
- Estoy bien, Seth. - Bien, porque Soran quiere verte en la Cámara del Consejo.
Vale, gracias.
El consejo os ha llamado aquí para encargaros un cometido.
Recientemente, la República ha acudido al planeta Coreign
con una oferta de anexión.
Desafortunadamente, el Imperio Skenvi también se ha acercado a Coreign
con una oferta propia.
Seguramente les preocupen más los recursos del planeta,
su singular mineral, que su pueblo.
La única razón por la que acudimos a Coreign ahora
- es por su mineral. - Recuerda lo que está en juego aquí.
Si los Skenvi ganasen derechos exclusivos sobre el mineral de Coreign,
la República estará mucho más cerca de perder esta guerra.
No me lo recuerdes. He estado en el frente.
Apenas estamos aguantando ahora mismo.
Que la Fuerza os acompañe.
¿Otra misión, maestro? Esto es excesivo.
Debo admitir, que sentí algo en la Fuerza cuando volvimos, de ahí mi sugerencia de que tomases un descanso.
- ¡Pero estaba deseando continuar mis estudios! - Todavía podrás hacerlo.
Un firme entendimiento de la diplomacia puede ser a menudo el mejor recurso de un Jedi.
Tener la fuerza y habilidad para ganar un combate
no es tan importante como ser capaz de evitar uno en primer lugar.
Ahora, recoge tus cosas, y nos iremos cuando estés listo.
Vosotros dos debéis ser los Jedi que transportaré.
Me llamo Karus Kahn. Seré vuestro piloto en esta misión.
Yo soy Soran Darr. Éste es mi aprendiz, Raven Darkham.
Encantado de conoceros. Si me seguís, podemos partir.
Estás preciosa hoy, Arianna.
- Dices eso cada día, madre. - Es porque estás preciosa todos los días.
¿Ocurre algo, querida?
- He de ser Reina de Coreign. He de casarme con un apuesto joven
de una de las Casas nobles.
No es que no me agrade esta vida, lo hace.
Quiero decir, todo sobre mi futuro ya está decidido por mí.
Quieres ser algo más allá de lo que se te ofreció.
Conozco la sensación. Yo no quería casarme con tu padre.
Tenía metido en la cabeza que me enamoraría de un hombre, y me casaría con él,
sin importar lo que mis padres quisiesen.
- ¿Y tus padres te obligaron a casarte? - No.
Me dieron todo el tiempo que necesitase para tomar mi decisión, y tu padre me cortejó
durante casi un año.
Y al final, me di cuenta de que ni siquiera había dado a Juster una oportunidad.
A veces, Arianna, acabamos amando los papeles que se nos imponen.
- ¿Algo más te perturba? - Sí... ¿Sabes esa sensación que tienes
- cuando alguien te observa? - Sí. ¿Por?
El Embajador del Imperio Skenvi está aquí para veros, mi Señora.
Tal vez deberías encargarte tú de este asunto, querida. Como reina,
tendrás que tratar con estas personas, te agraden o no.
Y podría incluso irritar a Su Señoría cuando vea que
ni siquiera me tomé el tiempo para recibirle.
Todo saldrá bien.
- Le recibiré en el salón principal. - Por supuesto.
Bienvenido, Embajador. Soy la Princesa Arianna.
- Solicitó una audiencia... - Con el rey y la reina, jovencita.
¿Se encuentran actualmente ocupados, o mi rango y estatus me otorgan nada más
- que insultos calculados? - Mis padres recibirán
hoy a Caballeros Jedi de la Nueva República para discutir la unión de Coreign a ella.
- Y si eso ocurre... - Ah, las aclamadas libertades de la Nueva República.
Veo que la soberanía, sin embargo, no es una de ellas.
El Imperio, por otro lado, fomenta todas las
relaciones comerciales rentables, siempre que nuestros sistemas den
- prioridad a los intereses Skenvi. - La República quiere lo mejor
para nosotros... Mientras que hasta donde puedo ver, los Skenvi sólo están
- interesados en nuestros minerales. - Nos calumniáis, mi Señora. Tememos por
la salud de vuestra economía. La República es pequeña, y simplemente no puede proporcionaros
el mercado que requerís. El Imperio puede,
pero si os unís a la República, y sois
forzados a embargarnos, las consecuencias para vuestra gente serían desastrosas.
Pero por supuesto, tengo fe en que vuestra familia tomará la decisión más sabia.
Después de todo, el rey y la reina sí quieren lo mejor para su pueblo.
Tus habilidades con el sable progresan bastante bien.
Estamos llegando a Coreign. Abandonaremos
el hiperespacio en unos segundos.
Maestro, ahora que he terminado mis estudios
quería discutir algo contigo.
Tuve un sueño antes. Era claro, vívido,
- no como mis otros sueños... - ¿Una visión?
Tal vez. No lo sé.
Un Jedi siempre debe tener presentes
sus sueños, Raven.
Especialmente cuando están fuera de lo común.
Considera lo que viste, medita sobre ello.
Discutiremos esto cuando nos instalemos en Coreign.
Control de Tráfico Aéreo de Coreign, aquí el
carguero ligero Star Stream, solicitando permiso para aterrizar.
Traigo a los embajadores de la República.
Embajador.
Soy el capitán Turvo de la Guardia Real.
Mis hombres y yo les escoltaremos hasta el palacio.
Tengo entendido que el rey y la reina son muy apreciados por la gente.
Lo son.
Me temo que no se reunirán con ellos directamente, sin embargo.
- ¿No? -No. Estarán disponibles para una audiencia más tarde.
Pero han solicitado que primero se reúnan con su hija, la Princesa Arianna.
Por supuesto. Una futura reina sin duda necesitará
practicar sus habilidades diplomáticas.
Sígame, joven Jedi. La Princesa está en el Salón del Trono.
Tú debes ser el Jedi a quien he de recibir. Soy
- la Princesa Arianna. - Mi...
Mi nombre es Raven Darkham.
- Estás muy nervioso. - He de admitir, que
nunca he conocido a una princesa antes.
Yo también tengo una confesión. Nunca he conocido a un Caballero Jedi.
En realidad, mi señora, aún no lo habéis hecho. No soy un Caballero Jedi aún. Soy
- sólo un estudiante. - Si eres un estudiante, ¿dónde está tu maestro?
Está en los alrededores. Confió en mí para llevar este asunto en solitario.
Puedes sentarte junto a mí, Raven Darkham.
No te preocupes. A mis padres no les
importará que usemos sus asientos.
¿Y qué hace exactamente un Jedi?
Somos mediadores y embajadores...
- Parece que se llevan bien. - Sí, cierto.
Me satisface ver que la República nos considera
tan importantes como para mandar dos Jedi como embajadores.
- Todo sistema es importante para la República. - Pero algunos más que la mayoría, ¿no?
¿Qué diría la República si nos uniésemos a los Skenvi,
y os denegásemos acceso a nuestro mineral?
Si quieren unirse al Imperio Skenvi,
tienen el derecho a hacerlo.
Si yo quisiera salir a dar un paseo
por esa ventana, también tendría derecho.
Una buena valoración de la situación.
¿También estás en la flota?
¿Qué puedo decir? Los Jedi somos... versátiles.
Sin mencionar insufriblemente egocéntricos.
Y aquí estaba yo tratando de discutir asuntos importantes contigo.
Está bien. ¿Por qué desea Coreign unirse a la República?
Hay rumores de una invasión si no cooperamos.
La República sería capaz de defendernos, ya que no tenemos
las fuerzas ni los recursos para hacerlo nosotros.
Además, es bueno tener un Jedi de nuestro lado.
Supongo que eso concluye nuestros asuntos. Transmitiré tus respuestas
- al Senado. - Gracias. Y ahora con los asuntos importantes
terminados, ¿te gustaría ver los Jardines Reales?
Me retiraré allí ahora y me encantaría que un Jedi me acompañase.
Marcad el camino, mi Señora.
Y aquí es donde me gusta practicar esgrima. ¿Qué te hace tanta gracia?
Lo siento, pero... ¡no me imagino a una princesa haciendo esgrima!
¿Querrías verlo? ¿Te gustaría tener
- un duelo amistoso? - Acepto.
Amor de juventud. Conmovedor, ¿no es así?
¿Sabéis, Excelencia, lo que dice la filosofía Jedi
- sobre los lazos personales? - Tal vez vos podáis ilustrarnos,
- Lord Siege. - Dice que un Jedi debe abandonar
todo apego, para poder servir mejor a la Fuerza.
Por eso los candidatos para su Academia se toman a una edad tan temprana,
y tienen prohibido amar.
Y aún así, el Maestro Jedi empuja a su aprendiz de cabeza
a vuestra trampa romántica, sabiendo perfectamente cuál será el resultado.
Tal vez, Excelencia, os haría bien recordar esto, como una lección.
- ¿Una lección sobre qué? - La primera impresión sobre un hombre puede a menudo
resultar ser la más lejana a la verdad.
Creo que mis impresiones sobre vos y el Imperio Skenvi
son bastante sólidas.
¡Ten!
Es algo distinto a un sable de luz,
pero servirá.
- ¿Estás preparado? - Más preparado que nunca, Princesa.
Recuerda, no te contengas.
Veo que estás aprendiendo.
Si creéis que soltar tópicos...
Si yo fuera vos, observaría detenidamente
- a mis nuevos aliados. - Por eso
los Coreign nunca se unirán a los Skenvi.
No menos de lo que esperaba. Cuando el fin
llegue, Excelencia, podríais reconsiderar
vuestras palabras, aunque será demasiado tarde.
- ¿Nos estáis amenazando? - Cuando naves de guerra Skenvi
ocupen vuestras órbitas, y vuestras ciudades estén envueltas en llamas,
cuando os encontréis reinando sobre nada más
que cenizas y recuerdos, tal vez miraréis
atrás y desearéis haber elegido
una posición de fortaleza sobre una de debilidad.
Coreign es meramente un objetivo en esta guerra, un recurso
que disputarse. Eliminad la hipócrita red de mentiras,
y os daréis cuenta de que la República piensa prácticamente igual.
¿Y qué será de vos cuando os volváis una carga para vuestros nuevos aliados,
vuestros nuevos amigos? Coreign es débil,
y en esta galaxia, Excelencia, la debilidad invita a la traición.
Eres muy bueno.
Fue todo un espectáculo.
Tenéis mucho talento, Princesa.
Estoy seguro de que Soran y su estudiante están exhaustos
por el viaje y les vendría bien un pequeño descanso.
Arianna, ¿serías tan amable de llevarles
- a las habitaciones de invitados? - Ciertamente, padre.
Si me siguen, caballeros.
Princesa, vuestros padres dicen que sois muy perceptiva hacia
los sentimientos de otros. ¿Sentís a menudo emociones intensas hacia otros
sólo por su presencia, o quizá sabéis que están cerca
- antes de oírles o verles? - Todo el tiempo. Madre dice que
es un don con el que he sido bendecida.
Aquí está su habitación, caballeros. Tómense todo el descanso que necesiten.
Mis padres se reunirán con ustedes después,
para finalizar las negociaciones.
Apreciamos mucho vuestra hospitalidad.
- Que descansen. - Lo haré.
- La Fuerza es intensa en ella. - Lo sé. Lo sentí cuando
hacíamos esgrima.
Pero es demasiado tarde para que empiece el entrenamiento.
El Consejo ha hecho excepciones en el pasado.
Hablaré con el Maestro Joran Korn cuando volvamos.
Te atrae el chico, ¿no es así?
Me alegro por ti, pero hay una cosa que debes saber.
Los Jedi... a los miembros de la Orden no se les permite involucrarse, románticamente, en absoluto.
Puede que sea mejor si no asistes a la finalización
de las negociaciones.
Tu padre y yo podemos encargarnos solos.
Querida, olvídate de él.
¡Falaish!
¿Podrías ir y recordarle a mi esposa la reunión? El último sitio al que iba
- eran los aposentos de la Princesa. - Por supuesto, Excelencia.
Raven, ¿qué tal si la acompañas? No te perderás mucho aquí.
Por supuesto, maestro.
Quédate aquí.
¡Ve a por mi maestro!
¡La Reina ha muerto y la Princesa no está!
- ¡Raven, para! - ¿Por qué? ¡No tenemos tiempo para esto!
¡Ahí!
Alto ahí.
¡Escoria Jedi!
No toques a la princesa.
Conozco tus trucos. Sith.
Tú y tu anticuada Orden Jedi, ¡no sabéis nada!
¡Se acabó el tiempo!
¡Maestro!
Arianna siempre ha sido fuerte. Si alguien podría
sobrevivir a esto, es ella.
Haremos lo que podamos para traerla sana y salva.
Pero Excelencia, por favor, no dejéis que esto interfiera
con las negociaciones.
Habéis recibido las demandas del Imperio Skenvi,
pero por favor... no escuchéis. Traeremos a
- vuestra hija de vuelta. - Os juro que la
traeremos. Y mataremos al hombre
que hizo esto.
El hombre que buscan se llama Lord Siege. Es un
embajador del Imperio Sknevi. Les deseo a ambos
la mejor suerte. Y por favor, traigan de vuelta a mi hija
a salvo. Ella es todo lo que tengo ahora.
Vamos.
Y además, nos enfrentamos a él en Coreign,
y vimos que está entrenado en los caminos de la Fuerza.
Un Jedi Oscuro solitario, si tenemos suerte.
- ¿Pero no lo crees? - No. Se ocultó demasiado
bien, luchó con demasiada maestría.
- Es un Sith. - Son noticias nefastas, ciertamente.
Lo discutiré con el Consejo, pero debéis hacer todo lo que podáis
para saber más de este hombre. Seguidle, rescatad a la princesa,
si no ha sido vendida o muerto ya.
Pero sobre todo, tened cuidado. Podríais estar
en un peligro mayor del que pensáis.
- ¿Qué más te perturba? - Es Raven.
Se ha... implicado emocionalmente.
Vigílale entonces. De cerca. De su implicación con ella
puedes ocuparte más tarde.
Por ahora, debes asegurarte de que esta misión vuestra no se convierte en un instrumento de venganza
- para él. - Estoy de acuerdo.
- Contacta conmigo cuando sepas más. - Lo haré.
Canciller Dorren, ¿qué puedo hacer por vos?
La Reina de Coreign ha sido asesinada,
y su hija secuestrada por el embajador
Skenvi Lord Siege. Hago a vuestra Orden
responsable de este desastre.
- Canciller Dorren... - Y he ordenado
a una fuerza naval buscar a la princesa y devolverla a su padre.
Vuestros Jedi permanecerán en Coreign
y dejarán este asunto a la República.
Por favor, ¿podemos amordazarla de nuevo? Sus gritos son
suficiente para dar hasta a las ratas womp dolor de cabeza.
Aún no. Me gustaría tener unas palabras con la princesa antes.
Veo que para doblegarte hará falta más que sólo dolor físico.
La Fuerza puede hacer cosas terribles a
la mente y la carne. Retorcerte de formas que nunca creíste posibles.
Pero por ahora te dejaré con la amenaza de tal agonía.
Dime, Princesa: si desactivase las ataduras y te liberase,
- ¿Qué harías? - Le mataría.
Esa violencia... tanto odio. ¿Y si te dijera
que puedes hacer eso sin ni siquiera levantar
un dedo? ¿Matarme estando aún atada
a esa silla? La Fuerza es intensa en ti, Princesa. Muy intensa.
Con el suficiente entrenamiento, incluso a mí me costaría
- igualarte. - ¿Eso es lo que quiere?
- ¿Convertirme en Sith? - Con el tiempo, sí.
Pero creo que encontrarás tus alternativas bastante
limitadas en ese aspecto. Ni siquiera tus apreciados amigos Jedi pueden
- salvarte ahora. - ¡Miente! ¡Raven vendrá
- a por mí! - ¡Por supuesto que lo hará!
Y cuando lo haga, pondremos verdaderamente a prueba los límites
- de tu resistencia. - ¿De qué está hablando?
¿Qué crees que se sentirá
al mirar mientras le doblego?
Al ser testigo de cómo elimino, una a una, todas las capas de su
cordura, y le dejo convertido en una sombra farfullante
- de lo que antes fue. - ¡No, no le toque!
¿Y si le convirtiese a él
en vez de a ti?
Tú ya has sufrido mi traición,
y la consecuente muerte de tu madre.
¿Pero puedes sufrir la suya?
¿Podrías aguantar la traición de aquel a quien más amas?
Ya puedes amordazarla, Sha'Tilk.
Cuando llegue el momento, tendré a todos mis enemigos
en la palma de mi mano.
¿Por qué sigues atormentándome, Tasia?
Ya no soy el hombre que conociste.
Esa es la nave que estáis siguiendo.
El ordenador de navegación está seguro al 90%
de que se dirige aquí, a juzgar por su trayectoria.
¿Una estación espacial? ¿En qué sistema?
Parece que nuestro chico se lleva a la Princesa a Emperta.
Es una estación espacial que opera
en el mercado ***.
Más concretamente, con la trata de esclavos.
¡Tenemos que llegar allí cuanto antes!
Gracias, Karus. Mantén el rumbo.
Claro.
No deberías preocuparte. Eso nubla y
- distrae la mente. - He tratado de enterrar
estos sentimientos, pero...
- Me están abrumando. - Entonces creo que deberías mantenerte
al margen de esta misión.
¡No me quedaré a un lado mirando!
Lo siento, maestro. No quería gritar.
Raven, temo por ti. Tus sentimientos por esta chica
han nublado tu juicio.
Tu única preocupación debería ser sobre qué ayudará
a traer Coreign a la República.
Pero lo estás convirtiendo en una búsqueda personal de venganza.
Temes por la chica, y estás enfadado
con nuestra incapacidad de rescatarla inmediatamente.
Odias a Lord Siege por lo que le está haciendo
a ella, ¡a ti!
Le odias con una pasión que
- amenaza con consumirte. - Ya he oído todo esto antes.
¿Querer justicia por lo que ha hecho va a llevarme
- al Lado Oscuro? - ¡No es justicia lo que quieres!
¡Es venganza! ¡Y hay una diferencia!
Eres un estudiante excepcional, Raven. Has avanzado
mucho desde que te tomé como mi Padawan.
¡Pero todavía parece que no has
entendido nada!
Caballeros. Vamos a salir del hiperespacio dentro de poco.
Continuaremos esta discusión después.
Bienvenido a Emperta, Maestro Jedi. No encontrará un lugar
tan lleno de maldad y vileza.
A este lado del Espacio Hutt, al menos.
Estación Emperta, éste es el carguero ligero Star Stream solicitando
permiso de atraque.
Bienvenidos a Emperta. Esperamos que disfruten su estancia.
Antes hablaba en serio, Raven. Si te identifican,
pondrás en peligro la vida de Arianna.
El caso es, que yo tampoco iré. Nuestras caras son
demasiado familiares, ¿sabes? Tú, por otro lado,
eres un completo extraño en Emperta.
Te fundirás con la depravada escoria como un residente regular.
Sí -y sólo si- tratan de vender a la princesa como esclava,
esto más o menos satisfará las arcas del tratante de esclavos común.
Volveré con la Princesa.
- Lo prometo. - Trata de no llamar mucho la atención
sobre ti mismo. Y Karus, ten cuidado.
- ¿Qué le gustaría, señor? - Tomaré una Bebida Achispada.
Y un asesor de venta de esclavos cuando haya uno disponible.
¿Un asesor de venta de esclavos? Creo que se ha equivocado de sitio, señor.
Vaya, qué mal. Me encanta el aroma de una
dama joven y afligida cubierta en cadenas. ¿A ti no?
Hola, buen señor. Tenemos rebajas y está invitado.
- No quiero nada. - Aaah, no decepciones al viejo Jimbo Ca'l, ahora.
Tiene buenos chismes. Buenos chismes. ¡Mire esto!
Un FK-9... FK-89 todavía bueno. ¡Funciona sin un cuerpo!
- Venga, ¿qué opina? - No quiero
- un droide de protocolo. - Todo el mundo necesita uno.
- ¿Hará que me dejes en paz? - Sí. Nueve créditos republicanos.
El asesor le recibirá ahora.
- ¿Qué es lo que está buscando? - Algo específico.
Tengo aliados comerciales que me pagarán bien, si satisfacen
ciertos... deseos. Mujer, definitivamente.
- Atractiva. - Tú y los Hutts
también, amigo.
¿Dónde consiguió un simple contrabandista como usted
una cantidad de dinero así, si no le importa que pregunte?
Digamos que he hecho varios favores a algunas personas.
Y sí que me importa.
No tengo muchas chicas que valgan
tantos créditos.
¿Cómo puedo estar seguro de que no me meterá en problemas?
Yo... supongo que tendrá que confiar en mí.
Sígame.
¿Le gusta alguna de ellas?
No están mal, pero no tienen la edad que estoy buscando. Búsqueme
en el bar más tarde.
Te hemos essstado buscando, Karusss Kahn.
No le debo nada a vuestro jefe.
Tú no, humano. Pero sssabes quién sssí...
Sí. Y la puedes encontrar tú misma.
¿Tan poca preocupación por tu hermana? Esss... trissste.
Tenía un contrato. Deudasss que pagar.
Deudas que no son mías.
Puede que tú no valoress la familia, humano,
- pero ella sssí. - Vale, vale, sólo será...
No es necesario ser violento, iré pacíficamente.
¡Vendrás con nosotros! Odiaríamosss hacerte daño,
pero nuestro señor no essspecificó en qué condiciones te quería.
Como dije, no es mi deuda.
Lo esss ahora.
- ¿Sí, Karus? - Soran,
las cosas no están yendo muy bien por aquí.
Estoy seguro de que ella está en esa plataforma de subasta de esclavos.
Es horrible, lo sé. Esperemos que no.
Con el mayor de los respetos... esto no tiene
sentido, Mi Señor.
Puso a la princesa de Coreign en una subasta de esclavos.
¿Y si escapara de nuestras manos?
¡DE RODILLAS!
La subasta en sí está amañada. La uso
para hacer que los Jedi vengan a mí.
Sacadle de aquí.
La próxima vez no seré tan indulgente.
í‰sta es Sha'Tilk. Tiene lo que está buscando.
- ¿Y qué es, precisamente? - Una chica esclava sin doblegar.
Mire en otro sitio, entonces. La chica que tengo es... especial.
- Vaya a molestar a otro. - ¿Y con 'especial' quieres decir cara?
- ¡Nunca vuelvas a tocarme! - ¿Por... por qué es 'especial'?
La chica es sensible a la Fuerza.
Entonces el precio no es problema. Tengo clientes que
venderían a sus propios hijos por alguien así.
¿Es atractiva? ¿Joven, pero
- no una niña? - Todo eso y más.
¿Entonces estás interesado?
Se me hace la boca agua.
Reúnete conmigo en el Puerto 12 en media hora.
Tendré a la chica esperando.
He localizado a la Princesa. Me reuniré con la Skenvi
en media hora para la recogida y el pago.
Ten cuidado. Lord Siege estará cerca.
Y si descubre tus verdaderos pensamientos e intenciones,
- todo habrá terminado. - Lo haré lo mejor que pueda.
- ¿í‰sta es la chica? - Sí.
Oh, es por los grilletes eléctricos. No es precisamente muy lista.
Seguía intentando escapar.
- ¿Cuánto? - Cincuenta mil.
No pagué ni la mitad de eso
por mi primera nave.
- Quince. - La chica es usuaria
de la Fuerza. Se puede encontrar un montón de chatarra como
la mayoría de naves atracadas en cualquier sitio.
- Cuarenta. - Una usuaria de la Fuerza sin entrenamiento.
- Veinticinco. - Si estuviese
entrenada, ambos estaríamos muertos ya.
Dame treinta mil créditos, y es mi última oferta.
Me parece aceptable. Me la llevo.
Encantado de hacer negocios contigo.
Ha comprado a la Princesa. Estoy monitorizando su posición
con el dispositivo de seguimiento que implanté en ella.
Bien. Avísame cuando llegue a su bahía de atraque.
Princesa Arianna, mi nombre es Karus Kahn.
Me acompañan los Jedis, y estoy aquí para rescataros.
- Señor, están en el Puerto de Atraque 61. - Perfecto. Inmovilizad todas
- las naves en esa bahía de atraque inmediatamente. - Sí, mi Lord.
Ya les tenemos.
¡Señor, les veo! ¡Alto ahí!
- Brigada 5, seguidme. Brigada 4 al hangar 61. - Sí, señor.
Alto, queda arres...
¡Vamos!
¡Daos prisa, princesa!
¿Cuáles son sus órdenes, señor?
¡Detenedles antes de que despeguen! ¡Abrid fuego!
Señor, están huyendo del sector 14.
Sistema defensivo activado. Carga al 80%.
90%. Cañones preparados. Fuego.
Objetivo escapó. Nivel de amenaza, cero.
Te atrae el chico, ¿no es así?
Querida, olvídate de él.
Sálvame...
¿Estás bien?
- Escuece un poco. - Sólo tienes que aprender
a desvincularte de ello. Cuando puedes ignorar el dolor,
es como si desapareciera.
No me imagino a un Jedi como tú actuando de forma
tan infantil sobre algo
- tan nimio. - Los Jedi tenemos años de
entrenamiento para ignorar el dolor.
Pero entre tú y yo, incluso un simple corte puede volver
loco al más fuerte de los Jedi a veces.
Tus padres deben estar muy orgullosos de ti.
En realidad, no saben mucho de mí.
Me sacaron de mi planeta natal cuando tenía tres años,
para convertirme en Caballero Jedi.
No he visto a mis padres desde entonces.
Planeo volver a mi planeta cuando sea un Caballero Jedi por completo.
No me imagino estar lejos de mis padres tanto tiempo.
Ese monstruo... Asesinó a mi madre.
Me torturó. Dijo que haría...
No pasa nada. Ya no está. No tendrás
que volver a verle nunca más.
Nunca más...
No. Se acerca.
¡¿Qué ha sido eso?!
Nuestros amigos han vuelto, y no les ha gustado
que se la jugásemos.
¡Más rápido, deberíamos estar ganándoles terreno!
¿Por qué no hemos saltado al hiperespacio aún?
Necesito trabajar en las coordenadas un poco más.
- ¿Puedes despistarle? - Puede. Hay un
campo de asteroides justo delante. Podemos cubrirnos allí.
¡Más rápido!
No hay posibilidad de escape, Jedi. Echaríais a perder las vidas de la Princesa
y vuestro amigo contrabandista sólo por una oportundiad
- de salvaros? -Nunca tendrás a la Princesa, Sith.
¡Si la quieres, tendrás que vencerme a mí antes!
Abrochaos los cinturones.
Esto podría ser movido.
¡Déjame esto a mí!
¡¿Qué haces?!
- Vale, pasemos a velocidad luz. - Aún no.
El chico de nuevo. Siempre el chico...
Sentí que estabas pilotando tú, Raven. Ha sido... ¿qué ocurre?
Siege... está muerto. Todo ha terminado
y ni siquiera le vi.
La venganza nunca es tan satisfactoria como creemos
que será, Raven.
Crees que finaliza un conflicto, ajusta las cuentas,
pero en realidad, sólo lo interioriza.
Sigue mi consejo y olvídate de ello. Si no, continuarás
odiándole en rincones oscuros de tu mente, sólo porque te denegó
- tu satisfacción. - Sí, maestro.
Intentaré no obsesionarme por ello.
- ¿Dónde está Coreign? - No lo sé.
La nave ha salido del hiperespacio por sí sola.
Parece que salimos prematuramente. Aún estamos a un
día del planeta.
El impacto de ese asteroide debe haber dañado el hipermotor.
- ¿Puedes hacer algo para arreglarlo? - No hasta que lleguemos
a Coreign. No tengo los repuestos para arreglar esto.
Hiciste lo que pudiste. Tendremos que esperar.
Control de Tráfico Aéreo de Coreign, aquí el carguero ligero
Star Stream. Tenemos asuntos urgentes con
el Rey, y necesitamos espacio de atraque inmediatamente.
¿Control de Tráfico Aéreo de Coreign?
Qué raro. No responden.
Me quedaré en la nave esperando. dudo que me encuentre
muy cómodo en un palacio, rodeado de la realeza.
Pero si pudiéseis pedir al Rey un nuevo
hipermotor, no obstante, lo apreciaría mucho.
Preguntaré.
¡Espera!
No parecen querernos muertos.
No ganarás esta vez,
- Siege. - Oh, pero ya lo he hecho.
De un sólo golpe, he tomado este planeta
directamente de las garras de la República.
Cuando el Rey firme nuestro tratado de anexión, la República no tendrá
poder para actuar, y el Imperio tendrá la ventaja
que necesita para ganar esta guerra. Lo que me lleva a un
punto que quería tratar desde hace un tiempo.
Ahora que tengo al Rey, ya no necesito a la Princesa.
- ¡Nooo! - ¡Raven, no!
¡Sácala de aquí! ¡Ya!
Lo sabía. Sólo usó un blaster aturdidor.
Estarás bien.
¡Aterriza la nave, hay que ayudarles!
- ¡Aterriza este pedazo de chatarra oxidada! - Si vamos a volver,
¿puedo sugerir que nos colemos por la parte trasera del palacio?
Asumiendo que los Guardias Reales aún están vivos.
- ¡Aterriza tras el palacio! - Sí, mi Lady.
- ¿Has visto el nuevo deslizador, 0513? - Sí, lo he visto. He oído que es...
Armadura cutre...
Ten.
¡Vamos, es al girar la esquina!
- Puede que esto sea un problema. - Es la Princesa. ¡Cogedla!
- ¡Agáchate!
- ¿Por dónde ha venido? - ¡Acabad con el Jedi!
¡Mi brazo!
¡Ataca al capitán!
¡El detonador termal está activado!
Ya te tenemos.
Puede que te haga falta esto.
¡Arianna!
Sellen a los prisioneros en los calabozos.
¡Eh, cuidado!
Y así termina, chico.
O tal vez... así comienza.
¡Mi Señor! La nave está lista.
Sólo quiero lo mejor para ella.
Por eso hacemos la petición.
El Consejo ha debatido sobre ello. Sería un honor si
la Princesa Arianna viniese a Yavin con nosotros
para empezar a entrenarse como Jedi.
Percibo vuestros sentimientos. No podemos, ni queremos, obligaros a hacer esto.
Pero creemos que sería lo mejor tanto para ella
como para la República.
Mi mujer siempre tuvo la sensación de que Arianna estaba
destinada a algo más importante que la corona,
pero siempre lo descarté como un sinsentido.
No tenéis que tomar una decisión ahora.
Si el Consejo cree que es su destino
convertirse en una gran Jedi, ¿quién soy yo para denegárselo?
Es su futuro, y si Arianna
acepta el desafío, tiene mi total aprobación.
Cuando me llegue el momento de abdicar,
Arianna debe volver para tomar mi cargo.
De acuerdo.
Por el poder que me es otorgado, y en representación del Senado,
por la presente doy la bienvenida al planeta Coreign a la Nueva República.
Espero que sea todo lo que imaginasteis que sería.
Ya es mucho más espléndido de lo que podía haber deseado.
Gracias a la República, mi hija está a salvo,
y la gente de Coreign no ha de temer
otra era de tiranía.
Esto concluye la ceremonia.
Deseamos a la gente de Coreign un futuro glorioso,
pero recordemos que el tiempo presente es uno de oscuridad.
Debemos mantenernos firmes frente a la creciente oleada de maldad.
¿Qué pasará si mi padre accede
- a la petición del Consejo? - Serás entrenada como Jedi
en el templo de Yavin.
¿Contigo?
Conmigo. Lo prometo, nunca dejaré que nada
te vuelva a pasar. Jamás.
¿Qué ocurre? Pensé
- que querías esto. - Soy un Jedi,
y pronto, tú también lo serás.
Arianna, te quiero más que a nada en la galaxia,
pero eres lo único que nunca podré tener.
¿Y si te pierdo de nuevo?
¿Sabes lo que llegaría a hacer
para recuperarte?
Pero no sabemos qué tiene el destino preparado para nosotros
Sólo el tiempo lo dirá.