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Hacer el amor con la luz apagada o encendida: ¿cómo elegir?
Hacer el amor con la luz apagada o encendida significa mucho más de lo que aparenta: la autoestima, las creencias y los prejuicios se ponen en juego en esos segundos de elección.
Luz apagada o encendida es una elección que se toma al momento de hacer el amor. Parece un simple detalle, pero puede convertirse en un factor determinante del placer. Si se piensa en un ideal, el consejo es tener la posibilidad de alternar libremente entre ambas.
Para algunas personas se convierte en un conflicto que no siempre pueden resolver.
Incluso, algunas discusiones de pareja inician durante el encuentro íntimo por no lograr un acuerdo con respecto a cómo hacerlo.
Es necesario que ambos integrantes de la pareja se sientan seguros y cómodos. El entorno es tan importante como el acto amoroso en sí mismo.
Por lo que encontrar entre ambos la iluminación que tendrán es parte del proceso.
En definitiva lo que se busca es que las sensacionesexploten al máximo.
Luz apagada o encendida: ¿cómo elegir? No imponer la elección al compañero. El diálogo es básico para que puedan tomar decisiones consensuadas.
Los dos son parte activa de las relaciones sexuales y necesitan libertad para actuar.
Acompañar frente a los obstáculos.
Unos pueden tener ciertos miedos o vergüenza que los bloquean con la luz encendida.
Tener paciencia y planificar un camino lento para avanzar en la confianza y el derrocamiento de tabúes es imprescindible.
Evitar expresiones burlescas o comentarios sobre defectos del otro. Saber qué decir y qué callar en esos momentos marca la diferencia.
Una crítica o una broma fuera de lugar puede ocasionar que todo termine en un desastre emocional.
Ventajas de hacer el amor con la luz encendida Se puede disfrutar de todos los estímulos visuales que están en juego en el sexo.
El movimiento de los cuerpos, los contornos y las miradas aumentan la excitación.
Mayor relevancia a otros elementos complementarios. Ropa interior erótica, un mini show sensual y los espejos son mágicos.
Crean en la relación de pareja un sentido de complicidad y éxtasis que no podría hacerse con la luz apagada.
Observar los gestos de placer del compañero en el clímax es la mayor satisfacción que se pueda percibir.
La autoestima aumenta al reconocer que le genera esa pasión a su amante.
Ventajas de hacer el amor con la luz apagada Se potencian el resto de los sentidos. Al no tener la posibilidad de utilizar la vista, el resto de los sentidos trabajan con mayor intensidad.
El tacto comienza a ser el príncipe de la ocasión descubriendo zonas sin límites propias y ajenas.
Más libertad para experimentar.
Las personas que sienten vergüenza a ser vistas desnudas o que se cohíben cuando las miran a los ojos en el coito, se liberan apagando la luz.
Se permiten disfrutar de caricias, besos y posturas de una manera más relajada.
La imaginación vuela más alto.
Al no tener el sentido de la vista activo, la mente se dispara en fantasías sexuales imprevistas.
Nuevas ideas surgen para vencer la rutina en el momento o en otra ocasión.
Hasta pensar que están haciendo el amor con otra persona puede suceder en esa circunstancia.
Todo vale.
Luz apagada o encendida sin culpas Elegir hacer el amor con la luz apagada o encendida es una decisión más.
No hay que sentir culpa ni vergüenza al hacerlo. No es un examen en el que deban demostrar sus condiciones durante el sexo.
Ambas formas son correctas y brindan la oportunidad de compartir unos minutos de pasión en compañía.
Cuando la decisión está condicionada por prejuicios o tabúes hay que intentar salir de ese lugar y atreverse al cambio.
Es común que hombres y mujeres decidan hacerlo con la luz apagada por pudor a ser vistos.
Mostrarse al desnudo y que descubran sus gestos faciales suele ser traumático.
En los casos de parejas afianzadas pueden conversar sobre las opciones, los miedos y aquello que los incomoda.
Se asombrarán con la respuesta.
Su compañero no está pendiente de las imperfecciones que pueda tener.
De hecho, está a su lado hace mucho tiempo y la desea tal como es.
Cuando la relación es casual es posible que hacerlo con la luz apagada les resulte más sencillo.
La confianza no se alcanza de un minuto a otro y es entendible que surjan algunas dudas.
De todos modos, los dos están en la misma condición.
Si llegaron al punto de intimar no queda mucho por esconder.