Tip:
Highlight text to annotate it
X
En la Biblia está escrito que podemos vencer, de la misma forma que Jesús venció.
Esta es una declaración asombrosa. ¿Es realmente posible?
Más que el perdón
¿Qué es una tentación?
Está muy claro escrito en las Escrituras:
«Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido» (Santiago 1, 14)
Las tentaciones vienen a través de mis sentidos.
En lo que veo, lo que escucho y lo que pienso.
De una u otra forma soy tentado.
Y en este punto, la Biblia es muy clara:
- No has hecho nada malo porque fuiste tentado.
Esto es importante entenderlo.
Primero debo reconocer que el pecado vive en mí -
- Las tentaciones que viven en ti no provienen de otras personas.
Sé que tuve problemas con esto al principio.
Pensé que, si alguien realmente está actuando de tal mala manera, es culpa suya y no mía.
Pero me irritaba – es natural irritarse.
Recuerdo un ejemplo muy divertido de cuando joven.
Estaba afuera paseando al perro, y después de media hora tuvimos que apresurarnos para llegar a casa a almorzar.
Le grite al perro que corría en dirección opuesta.
No quería volver a casa en absoluto.
Me puse muy enojada.
Pero, me di cuenta que no podía culpar al perro.
Él ni siquiera tiene una naturaleza humana.
El pecado vive en mí. De ahí proviene toda la irritación y el enojo.
¿Qué debes hacer en la tentación?
Decir «¡no!»
En fe y en poder del Espíritu Santo, decir «no» a los deseos.
Tienes que resistir la tentación -
- de lo contrario este te supera. Es como un pequeño pensamiento que aparece -
- y si uno no dice «NO» de inmediato, este comienza a crecer y a arrastrar nuevos pensamientos -
Tengo solo un par de segundos
- Ahí Dios me da un momento de gracia para tomar una decisión.
Es aquí donde mi amor a Jesús es probado.
Uno puede decir «tentación.» ¿Qué es una tentación?
Una tentación es una prueba de mi amor por Jesús.
Toma de ejemplo la envidia.
Un pequeño pensamiento de envidia se cuela, y si no lo tomo con seriedad -
- Comienza a crecer y a superarme en lugar de yo superarlo.
Por lo tanto, tienes que resistir la tentación hasta darle muerte.
Hasta que el deseo a la envidia realmente a desaparecido.
Es una lucha. No sucede en un momento.
En realidad, hablamos de una vida – suena casi como la vida de un "superhombre" -
- Cuando se trata de una vida victoriosa. Una vida en victoria -
- y si tú y yo queremos vivir esta vida, entonces necesitamos poder.
¡Realmente necesito poder!
Sé que hay algunas tentaciones -
- o, hay muchas tentaciones, que no tengo la chance de vencer con mi propia cuenta.
He estado en tales situaciones muchas veces, donde he probado.
He probado ser buena, he probado hacer lo que tengo sobre el corazón, sin embargo no he podido.
Y entonces llego a ese punto en que solo debo terminar de probar
- y ponerme de rodillas y clamar a Dios: «¡Dios, tienes que ayudarme! ¡No puedo hacer esto por mi propia cuenta!»
El poder del Espíritu me da la energía que necesito,
- para resistir el pecado.
Para negarme a mí mismo. Negar el deseo que crece en mí.
Que quiere dominarme.
Pero este es un poder que sólo el Espíritu Santo puede darte -
- no es algo que tienes en ti.
¿A qué conduce la victoria?
La victoria conduce a la vida.
A la vida de Jesús. Entonces nos hacemos partícipes de su vida, sus virtudes.
Toda bondad, paciencia, amor, misericordia y amistad.
Todas estas fantásticas virtudes de las cuales cada vez somos más partícipes.
¿Qué sucede cuando resistes la tentación? ¿Consigues algo?
Sí, recibo una enorme alegría. Me siento muy aliviada
- y sin carga, ¡uno es libre del pecado!
Creo que cuando más vences en la tentación, mayor esperanza recibes para el futuro.
Las posibilidades son infinitas. Dios realmente me puede cambiar - transformar mi vida. ¡Hacerla nueva!
Este es un futuro fantástico que tenemos.
Más que el perdón